Partida Rol por web

Ian no pudo hacer nada para evitar que el círculo se rompiese así que ya iba a coordinar para ir a visitar el susodicho museo cuando esta luz enorme comenzó a caer sobre todos. Sin importar cuán fuerte era el caballero de Atena, la luminosidad lo llevó para arriba y lo succionó. Minako, estaba intentando asistir a Rei cuando sucedió lo mismo, fue elevada por los aires. Durante largos segundos ambos fueron llevados por un embudo que no parecía tener fin.

Hasta que cayeron. 

Estaban sobre un suelo de piedra en un sitio muy oscuro iluminado solamente por el fuego de varias antorchas. Parecía una estructura antigua, tenía símbolos raros en las paredes.

¿Qué había pasado? ¿Qué había sido de los otros?

Todo era un enorme misterio a develar.

Luego de ser succionados por semejante fuerza me aseguro que la guerrera se encuentre en buen estado, mientras vigilo el sector estiro mi mano - Vamos, levántate. Espero que no estés herida, no me gusta para nada este lugar y mucho menos la forma en la que llegamos, ¿te encuentras bien? - miraba rápidamente lo que pudiera ver de su cuerpo con el fin de asegurarme que ninguno de sus huesos se hubiese roto o se hubiera lesionado de alguna forma con tan estrepitosa caída, después de asegurarme que físicamente estaba entera me concentré en mirar el alrededor mientras esperaba la respuesta de la bella rubia

Estaba de espaldas al fuego, intentando ayudar a Rei cuando algo me succionó, apartándome de su lado. Sólo sentí como una gran fuerza me levantó y me arrastró hacia un destino incierto, ni siquiera me dió tiempo a darme la vuelta para ver hacia donde estaba yendo a parar. Entonces aterricé con mis rodillas y mis manos en el duro suelo.

-Ufff menudo viaje más movidito...- murmuro para mi misma. Está todo muy oscuro, apenas veo nada con la poca luz que dan las antorchas, pero consigo distinguir la figura de otra persona más, cerca de mí. Oigo una voz masculina, es uno de los chicos que nos acompañaron al templo. Por suerte, no parece que sea el irresponsable que rompió el círculo y que nos ha llevado a esto.

-Estoy bien, sólo un poco dolorida por el aterrizaje forzoso. Crees que los demás están cerca?- le pregunto, en voz baja. A mi tampoco me gusta este sitio ni el modo en que habíamos llegado, pero por desgracia estoy bastante más acostumbrada que él a este tipo de "viajes" extraños que dan a parar a sitios aún más extraños.

Cierro mis ojos levemente - No, lo siento, estamos solos, no percibo la presencia de ninguno de mis compañeros o la energía de tus compañeras, es mejor que nos mantengamos unidos para estar bien librados - después de ayudarle a levantarse le sonrío - Bien, ¿qué propones que hagamos?, es decir, estoy más perdido que nunca en este lugar que desconozco, y de hecho no siento ningún cosmos o energía que pueda guiarme

No tengo la opción de buscar o rastrear, acaso falta que asigne mis talentos o conocimientos Gaia?

Me quedo pensativa un momento, tras escuchar las palabras de mi compañero de pseudo-cautiverio.

-Pues lo único que podemos hacer, intentar salir de aquí- me encojo de hombros.

-El sitio me recuerda a un videojuego que jugaba de niña, parece el interior de una pirámide o algo así...- reflexiono en voz alta -Cuanto antes nos pongamos en marcha, antes sabremos donde estamos y el modo de salir...- la verdad es que no soy una fan de la mitologia así que no tengo muy claro como podremos salir de aquí, pero recordaba algo de las clases de Arte, la profe decía que las pirámides eran tumbas con verdaderos laberintos de piedra con trampas mortíferas en su interior. Si estabamos realmente dentro de una, tal como sospecho, lo llevamos muy crudo para salir de aquí indemnes.

-Pero vayamos con cuidado donde pisamos, la última vez que acabé en un sitio de estos, estaba lleno de trampas- si, me acordaba muy bien del palacio de Metallia, del circo, del otro palacio...

"Bueno, en realidad, cuando no ibamos a parar a un sitio donde no hubiera trampas de todo tipo y gente malosa tratando de matarnos?" pienso algo cínicamente, mientras suelto un suspiro de resignación por lo bajo." Si me dieran 1.000 yenes por cada vez que intentaron matarme, ahora sería una famosa cantante y actriz, mega-millonaria".

Ian intentó entender más sobre este sitio, al menos ésta habitación pero no tuvo éxito. Minako propuso el tener cuidado, no había mucho más que hacer que estar alertas.

Comenzaron a caminar despacio.

La luz de las antorchas mostró unas aberturas en la piedra que conducían a túneles. Delante de ellos había dos, uno en la pared de la derecha y otro en la pared de enfrente de ellos.

Ambas paredes estaban llenas de símbolos raros.

Los túneles eran hechos por el hombre puesto que eran como corredores de piedra, no túneles naturales sino artificiales. Sin embargo, ninguno de ellos tenía símbolos pintados.

Avanzo poco a poco, muy atenta a lo que pueda salir desde las sombras o los recovecos. No veo mucho a causa de la escasa luz de las antorchas en un recinto tan oscuro y cerrado. No entiendo nada de los símbolos, aunque me acerco a mirarlos por si se me enciende la bombilla o algo. Me acerco a una de las antorchas e intento sacarla del pie que la sostiene para usarla para ayudarnos en el camino.

-Dos túneles, seguimos recto ó elegimos a suertes por cual vamos?- le digo a mi único compañero en aquellos pasillos de piedra.

Minako se veía bastante centrada, mucho más que sus demás compañeras y que quizá nosotros mismos, los guardianes de Athena - Creo que sea cual sea el camino que tomemos estará lleno de peligros, este tipo de construcción interna, recuerdo que hace mucho tiempo mi maestro Hyoga me habló de las pirámides que utilizaban los antiguos faraones egipcios para descansar sus cuerpos y prepararlos para el viaje al más allá con sus tesoros, si esta construcción es como me supongo una pirámide, segúramente estaremos próximos a enfrentarnos a alguno de los esbirros de Amón, lo que implica que estaríamos tras la pista indicada para encontrar a Selene o Artemisa. Me preocupan por ahora nuestros compañeros, tendremos que encontrarlos pronto - mientras miro hacia arriba tratando de analizar que camino sería el mejor, una ligera intuición, una pequeña corazonada, lo que fuera para darnos una ligera pista de a donde ir, finalmente me aburro de esperar la musa de guía que jamás va a llegar - Vámonos recto, es lo único que podemos hacer realmente, a propósito, yo soy Ian de Fafnir

Siguen caminando por el túnel que tienen enfrente. Mientras tanto los símbolos aparecen todavía en las paredes, pero de tanto en tanto, están un poco más esparcidos. Tanto Minako como su compañero reconocen que son del Antiguo Egipto, pero no pueden leer lo que estas paredes encierran.

La luz ilumina escasamente el túnel. Al salir de él se hallan en otra recámara. Hay en la mitad una especie de trono de oro y sobre él, un hombre sentado, está bebiendo de un cáliz dorado.

-Bien... los esperaba.

Ian lo reconoce de inmediato, es Apis, el Dios que encontró de camino al encuentro de las Senshis.

-¿Y ahora te acompaña una niña? Ah, sí... es una guerrera de Artemisa. Hola pequeña, permíteme presentarme:

Soy Apis, un guerrero al servicio de Amon. Buenas noches, aunque ¿quién podría adivinar el día en esta pirámide tan oscura, verdad?

-Sailor Venus, Capitana de la Guardia Scout de la Princesa Serena- respondo a la pregunta del Caballero Ian. No es que me presentase nunca así, pero no iba a ser menos con ese título tan rimbombante que se gastan estos tipos. Sigo caminando con cautela y fijándome en los dibujitos, por si alguna reiteración o algo nos hiciera servicio. No es así. Y  finalmente nos topamos con el tipo grande luminoso.

"Son eso cuernos?! Odio cuando tienen ese tipo de cosas, los hace siempre más dificiles de abatir...". Suspiro resignada. "Niña?! A quien ha llamado niña?! Que soy... casi mayor de edad!" Bueno, me dan ganas de gritarle todo eso que se me pasa por la cabeza pero me callo, estoy quedando muy estilosa y no puedo arruinarlo como si nada!

-Porqué nunca hemos oído hablar de tí hasta ahora, "Caballero" Apis? Bueno ni de tu señor, puestos a ello...- respondo finalmente en voz alta, con un tono algo cínico. Total, si estas situaciones siempre acaban igual, ellos se presentan, nosotras les acusamos de hacer el mal, ellos revelan su plan maestro y acabamos peleando hasta casi matarnos los unos a los otros. Fin de la historia.

Enarco una ceja ante su último comentario acerca de vivir encerrados en la oscuridad de una pirámide, que a saber donde está.

-Y exactamente donde está esta pirámide? No estaremos en el desierto de Egipto no?- pregunto, algo más insegura eso último.

-Y quien os encerró aquí? Porque es obvio que alguien tuvo que encerraros... Qué hicisteis?- ahora me siento algo más segura, hacer acusaciones se me da bastante mejor.

Apis contesta las preguntas de la rubia Sailor Scout.

-Estáis en el desierto sí, pero no en el terrestre. Por alguna razón he sido enviado a este plano paralelo. Supongo que vosotros también y, como mi buen Dios me ha indicado, debo derrotaros para volver junto a él.

Apis sonríe, como si no le molestara ver lo divertido del asunto.

-Así que, puesto que vuestra diosa no os ha informado nada, es seguro que debáis derrotarme para volver también.

El caballero mira hacia la pirámide, a su techo lleno de símbolos raros.

-Estos son jeroglíficos egipcios, pero escritos de distinta forma. Así que... bien, ya basta de cháchara. Si no tienen más preguntas- el hombre se levanta de su asiento y hace sonar sus dedos- y yo no tengo más respuestas, creo que es hora de empezar...

-PREPARÁOS

Tomo mi capa con mis propias manos y me coloco justo frente a Minako mirándola por la parte de atrás de mis ojos, una sonrisa se dibuja en mi rostro - Se que eres totalmente capaz de enfrentar este grandulón, pero deja que el trabajo sucio lo haga yo, no quiero que se ensucie tu linda ropa - un guiño de mi ojo derecho denotaba el sentido de broma que daba a la conversación. Inmediátamente concentro mi mirada fría y seria a Apis mientras mi puño derecho desciende y empieza a cerrarse - Apis, estaba esperando que nos reencontráramos, quiero ver tu poder, yo soy Ian de Fafnir, guardián de los hielos de Asgard y servidor de Odín y Athena, si Amón quiere destruir el mundo, tendrá que eliminarme primero

-Nunca os cansais de siempre arreglar las cosas del mismo modo? No deberías estar, no sé, cabreado con el que te encerró aquí en un planeta en el culo del universo, en vez de intentar matarnos a nosotros?- respondo a las palabras de Apis acerca de "vencernos"

-No sería más práctico que te aliaras con nosotros y te ayudaramos a salir de aquí?- añado -Por favor, qué clase de dios encierra en una jaula oscura y humeda a sus leales seguidores? Me da que no es un buen jefe, sabes?- me encojo de hombros. Aunque suena algo pretencioso por parte de ambos hombres, pongo cara de indiferencia, si es lo que quieren, pues adelante. Afianzo mi posición retrasada y me preparo para hacer de "receptora" y dejarle el papel de "atacante" a Ian.

ADELANTE - sin decir más abro mis piernas y me posiciono para el combate