Lord Devirius notó como surgía la inquietud en el joven Bergötaj. La situación era complicada sin duda pero ninguno de ellos debía mostrar la más mínima fisura en su templanza. Era su deber. Hizo un gesto al dragonuts que fue un apretar de su puño derecho con el que intentaba insuflar fuerza en áquel.
Me he permitido hacer ésto. No se si está bien o si se puede hacer. He supuesto que entre los dragonuts y yo existe una conexión especial y por eso he puesto el mensaje para nosotros.
Bergötaj asiente con la mirada el gesto de ánimos de su Señor.
A mi me parece bien peeero... lo que diga el master.
Vale, pero que no se vuelva a repetir. XD
Bergotaj a roleado como si se notara su turbación, por lo que se puede hacer perfectamente.
Bien roleado.
La mujer escuchó atenta las palabras de Tergas, y no eran nada halagüeñas. “Bueeeeno, se le ha ido la cabeza. A cualquiera no, si se le muere una hija”
- Zupo, ojito con lo que haces. No vayas a complicar las cosas –tras darle unos golpecitos en la cabeza se dirigió a Tergas.
- No se preocupe, pero… -miró al resto de los integrantes para luego regresar a Tergas- No quiero que piense que soy una maleducada, esto de los Palacios no es lo mío. La cuestión, buen hombre, es sí… ahm… bueno, ahm...
Leanan dio un gran suspiro pues no era capaz de terminar la frase, aunque iba a hacerlo a su estilo peculiar. “¿Y cómo vamos a saber si lo que nos diga es cierto si está medio ido?" Al ver que Tergas la observaba recordó que no había terminado la frase, aunque realmente sí lo había hecho solo que jamás era consciente de sus pensamientos en alto.
- Disculpe, estaba buscando las palabras adecuadas -sonrió cortezmente- ¿Plesel? –echó mano del que mejor se desenvolvía en aquellos lugares.
Vayamos a verlo y le alegraremos el alma.
La voz de Plesel sonó un tanto triste.
Penejotizando, a la espera de que el jugador de Plesel actúe.
El hombre de la corte os conduce por el interior de un lujosos palacio con pasillos esculpidos en mármol. Hasta una gran sala donde un trono con un anciano posado sobre él parecía languidecer, con la mirada gacha y los cabellos desaliñados, culminados por un gorro de estatus noble, mal sujeto.
A un gesto de Tergas, los guardias que custodiaban la sala salieron conaire marcial, cerrando la puerta tras ellos.
Mi señor, han venido amigos a veros. - Alzó la voz a cada palabra para hacerse notar frente al duque. - Lord Devirius y vuestro gran amigo Plesel han venido a visitaros.
El anciano levantó la cabeza unos instantes para mirar a su frente, con vista cansada y pocas ganas de hablar.
¿Han venido a ver la decadencia de un grande? - Susurró con voz llena de ira y lástima. - Fuera de mis dominios, pútridos buítres.
No veo la decadencia en esta sala. OH! Mi señor! no era un hombre común el que hablaba, era Lord Devirius, capitan de la Guardia Real. El escudo dibujado en el pecho de su armadura resplandeció acorde con sus palabras.
Sólo veo vuestra tristeza. se inclinó ante el Duque mostrando todo su respeto Ha llegado la hora de que os levanteis y dejeis atrás el pasado. Vuestro pueblo os necesita hoy más que nunca y por él debeis dejar que vuestra fuerza y corazón resurjan con la fuerza que siempre han tenido.
Palabras necias son esas, Devirius, tú que sirves a ese apestoso goblin. - Al decir esto el duque cambió el semblante a más vivo mientras se levantaba. - ¿Qué queréis si no es reiros de mi desgracia?
Conocéis a Mareik y ese no es su modo de proceder habitual. Nunca ha faltado al respeto a Drerick, aunque no le gustaba en exceso. Algo raro ocurre.
Me inclino respetuosamente ante el duque, observándolo con una mezcla de tristeza, compasión y respeto, conmovido por su situación.
Siempre ha sido un hombre que lucha sus batallas, sagaz y honrado, ojala y se reponga o al menos que no deje a su gente a la deriva.
Luego mirándole a los ojos le digo:
Amigo mío, siempre has sido y serás grande entre los grandes. Y comparto tu angustia…
Luego de escuchar la respuesta a Lord Devirus y un poco sorprendido agrego:
Sin embargo Lord Devirius tiene razón, tu pueblo te necesita…
Observo indeciso…
Si tuvo esa reaccion tan solo por lo que dijo Lord Devirus, quien sabe que pueda pasar si le contamos el resto..y peor aun, que puede pasar si no.
Director, existe algún hecho relevante que solo el Duque y yo sepamos, algo como una anécdota que solo ocurrió estando ambos presentes durante el periodo en que me ayudo con los negocios?
es posible realizar una tirada de percepcion a ver si descubro que es lo que esta fuera de lugar?
Sí. Un día le llevaste una piedra de Ortaria de la lejana Köptas, en la gran isla del norte.
Tus empleados del Leanander te la trajeron hace años y tu se la regalaste. Dicen que tiene poderes de visiones del futuro. POr supuesto no lo creíste y por eso se la regalaste. Si hubiera sido útil no se la hubieras regalado. Ese gesto te abrió el mar de la costa de Karenthia.
Observo la habitación a ver si allí se encuentra esa piedra, de manera que pueda hacer referencia al acontecimiento de manera casual.
El semblante del capitán cambió drasticamente. Confió al principio en que sus palabras pudieran hacer mella en el Duque, en abrir un resquicio en su amargura por haber perdido a su hija. Pero aquellas palabras de respuesta parecían surgidas de la boca de otro ser distinto al que Devirius había conocido. ¿Qué le sucedía a Mareik? Todo era demasiado extraño.
¿Mi pueblo? ¿Y qué hay de mí? - El duque pasea libre de ataduras corpóreas, parece rejuvenecido. - Los karenthios son gentes egoístas, no me merecen como su señor.
Apagó su ira unos instantes. Como si algo le hubiera abandonado en su mente.
Miró unos instantes a su alrededor y cae desplomado en el suelo.
Tirada: 1d100
Motivo: Buscar
Dificultad: 30-
Resultado: 19 (Exito)
Ves el cofre tras el trono de Mareik, está bastante deteriorado, con golpes y muescas en la bellamente tallada madera.
Justo en ese instante ves caer con los ojos en blanco al duque.
Se acercó casi a la carrera allá donde el Duque había caido fulminado. No pudo evitar que la preocupación apareciera en su rostro.
Señor Duque ¿Estais bien? dijo al llegar junto a él Ayudadme a levantarlo dijo ahora mirando a los demás.