Partida Rol por web

Mientras los hombres corren en todas direcciones, los soldados de la guardia se acercan a Rufnus. Para ayudarle a entrar por la ventana y así reducir a los hombres.

Corren todos menos los dos heridos y uno que se queda con el más grave.

Mientras tanto el enano propina un hachazo al hombre cuando se intentaba levantar, haciéndole severos daños con el filo del hacha sobre el brazo izquierdo libre, que comienza a sangrar abundantemente, sin llegar a amputarse.

La elfa mientras trata de mover la mesa de compacta madera de la puerta, sin embargo pesa demasiado y solo logra arrastrala unos centímetros. Por lo que algunos clientes de la taberna se lanzan a ayudarla para poder huír de la taberna.

Zalkar por su parte arremete de una gran envestida al salvaje de la ventana, propinándole un golpe contra la mesa que acaba de bloquear la ventana, pero sin demasiado efecto, pues un ligero encontronazo del pecho contra ella, tan solo logra sacar el aire de los pulmones del fuerte hombre.

Recojo la espada del soldado herido y me acerco a la ventana para tratar de empujar la mesa que la bloquea.

Al ver que los soldados se suman a mi iniciativa les jaleo. VAMOS, CON FUERZA, EMPUJEMOS A LA VEZ!!!

Yarr se lanza con su cayado sobre el salvaje lanzando una retaila de frases indescifrables a la cabeza de su cayado. De él parte una luz brillante que hace a todos girarse al verla.

¡Flambar pantoik totam!

La bola va directa hacia el brazo izquierdo del salvaje que avanza hacia él de nuevo con el espadón.

Roy se escapa por la puerta trasera ayudado por el muro que ha provocado el enano.

Trato de mover la pesada mesa que hay bloqueando la puerta de salida, pero me es imposible hacerlo sola. Apenas se mueve un palmo. Sin apartarme de la mesa, hago señas a algunos clientes de aquel lugar para que me ayuden:

- ¡Aprisa! ¡ Hay que mover mesa! -les incito mientras espero a que se reúnan algunos a mi lado para apartar la maldita mesa del camino.

En cuanto están preparados y empiezan a empujar, me uno en su empresa de desbloquear esa puerta.

El salvaje que ha golpaeado el enano trata de evadirse, pero la herida es muy grave y se queja al tratar de levantarse.

Mientras el que está enfrente de Yarr trata de esquivar la bola de fuego. Que le golpea en el brazo que empieza a arder.

El tercero junto a la ventana, tras recibir el e golpe de Zalkar se gira con brutalidad hacia él, con la espada en alto. Dejándola caer sobre el brazo izquierdo del guerrero bárbaro.

El enano sonrie al ver manar la sangre de su oponente, pero esta sonrisa es de súbito interrumpida al ver como trata nuevamente de levantarse. Tras él, los sonidos de los apresurados pasos del jovenzuelo, hacen que aflore la idea de haber conseguido su objetivo y haber librado al joven de tan indignos oponentes.

No obstante la refriega ha comenzado...Ahora es el momento de los guerreros, a comenzado la liza y sólo puede acabar con vida o muerte.

El hacha vuelve a tomar su vereda hacia el cielo para volver a descender nuevamente sobre el cuerpo de su objetivo.

Zalkar intenta esquivar la respuesta del salvaje, pero la euforia del momento le impide preveer el golpe, recibiendolo de lleno.

 Esto estaba alargandose mucho para el gusto de de Zalkar, aun no comprendia por que aquellos hombres habían irrumpido y el pensando en defender la taberna para disculpa con el tabernero, empezaba a ver como sus actos provocaban destrozos mas que evitarlos. Pero la afrenta estaba hecha y esto no podia quedar asi. De mero reflejo zalkar proyecta un hachazo ayudado de sus poderosos brazos, para talar de una vez a aquel salvaje.

Los soldados acuden en ayuda de Rufnus y logran mover la mesa que acaba de recibir un golpe por el interior.

El hombre de la ventana acierta a cortar el brazo de Zalkar, produciendole un corte límpio y profundo en su antebrazo, meintras el bárbaro ignorando el dolor, le atesta a éste un hachazo en el brazo libre, casi amputándoselo. En ese momento la mesa es empujada desde fuera por los soldados y Rufnus, que la hace caer sobre la pierna derecha del salvaje que cae con la pierna atrapada, gritando de dolor.

Mientras Roy sigue huyendo Oklayu al ver que el salvaje trata de huír le lanza otro hachazo, pero con tan poco éxito que lo clava en el mostrador ligeramente. Evitando al hombre una muerte casi segura.

Ashanne es incapaz de mover la mesa y algunos de los clientes que han permanecido agazapados se lanzan para ayudarla y así poder escapar.

La bola de fuego que Yarr lanzó desde su bastón prendió fuego en el brazo izquierdo del primitivo que chilla de dolor al ver como el brazo entero se le comienza a consumir en una vorágine de llamas. Tirándose al suelo para tratar de sofocar las llamas.

Roy avanza por el suelo y desaparece de la vista de los presentes.

Con ayuda de algunas de las personas que instantes anteriores bebían tranquilamente en aquel lugar, consigo liberar la puerta de la pesada mesa de madera que la bloquea, permitiendo así que pudiesen huir algunos. Me asomo a la calle y veo a unos cuantos guardias con cara de estar deseosos de entrar. Les hago una seña para que pasen, apurándoles a que entren cuanto antes:

- ¡Aquí! ¡Aquí! ¡Ayuda!

Vuelvo a entrar y me acerco al hombre del bastón para ayudarle, daga en mano.

Yarr prepara su cayado para golpear con fuerza en el cráneo del salvaje. El golpe es fortísimo, y el chamán lanza un grito de rabia al hacerlo.

Al entrar por la ventana Rufnus se lanza, espada de soldado de Górnoran en mano, contra el salvaje de la ventana. Su potencia y determinación es solo comparable a su inexactitud.

Oklayu se prepara para atacar de nuevo a su oponente que sigue en el suelo mientras su anterior error le hace hervir la sangre.

Esta vez no te escapas maldito. - Grita lanzando su golpe de hacha contra el abdomen de su enemigo.