Partida Rol por web

Lord Devirius sin pensárselo dos veces se ata al desmayado marinero a la espalda y se lanza al vacío con la tirolina. Sin embargo el nudo con el que soportan al bueno del marinero no es lo suficientemente fuerte y este comienza a soltarse, hasta que cerca del selo se suelta y cae de una altura de unos dos metros. Con un golpe seco queda inerte. El capitán de la guardia está en tierra bien parado, el marinero queda a unos 3 metros tras él, boca abajo.

Plesel ve como Devirius desciende por la cuerda y traga saliva... Bueno, me toca... Ruwulf tú y el infante ni os sepáreis de Leanan y de mí recuerdalo...

Luego sitúa el palo en la misma posición y toma impulso. Con un molinillo con las piernas se encoge y desciende con los ojos cerrados... Bueno con uno de ellos cerrado y el otro abierto. Sorprendentemente no se ha caído ni su trasero ha dado contra nada y está descendiendo con cierto estilo. Al llegar abajo se estira, frena y suelta el palo... Y no se cae de bruces! Así que suelta una carcajada triunfal JA!

Luego mira el desnivel desde el que ha bajado, se marea y tiene que sentarse. Esto no puede ser sano...

Plesel sin pensarselo más de 5 veces salta tras Devirius, viendo como el marinero cae al vacío, llega a pa posición de Devirius con cierta soltura.

Mientras sus compañeros van descendiendo del arbol, Bergötaj no pierde de vista la fuente posición del enemigo. Tiene ganas de enfrentarse a esas criaturas y comprobar lo inmortales que son, pero su deber es más importante.

Cuando Devirius ya ha bajado se asoma por donde se ha tirado y observa la fina liana. La agarra observándola con desconfianza preguntándose si será capaz de soportar su peso. Decide saltar apoyándose en ella pero usa también sus alas para retener la caida.

El dragonut de la nobleza, se lanza consu enorme peso deslizándose por la fina liana, sus alas le hace dirigir mejor su descenso manteniéndole en el centro de la línea hasta que llega a la altura de un mareado Plesel, que no parece querer apartarse, por suerte al ser mucho más alto el draconiano se frena a un par de pasos del magnate del pescado.

Calcetines se lanza por la tirolina en un abrir y cerrar de ojos. Cayendo entre los pies de los que ya están abajo.

Venga daos prisa. - Susurra con intención de gritar a los que permanecen arriba. - Se acercan, huiré por el bosque hacia la tierra de los elfos. Es mi única oportunidad.

Con gesto de impaciencia pero muy cortés Ruwulf espolea a Leanan. - Detrás de usted mi señora. - Dicho esto la entrega un palo que él mismo había seleccionado.

Plesel se levanta sacudiéndose hojas y tierra y se aparta un poco La próxima vez no salgo de palacio ni aunque se acabe el mundo murmura mientras busca con la mirada al infante y a Ruwulf... Que parte de no os separéis de Leanan NI DE MÍ no habrá entendido?

Calcetines acuérdate, mandaré gente a buscarte... Tú busca un lugar seguro y aguarda allí.

Asintió, pero no porque quisiera separarse de su amigo; y como la situación requería rapidez acarició la cabeza.

- No hay despedidas, Calcetines. Nos volveremos a ver –aseguró con entusiasmo- Escóndete y espera nuestro regreso…. ¡y pórtate bien!

Tras cerciorarse de que llegaba a tierra sano y salvo, y sonreír ante la educación de Ruwulf, se dispuso a bajar como pudiera con Zupo. La verdad es que no iba a ser un deslizamiento fácil.

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Con Zupo amarrado a su cuerpo en su parte delantera bajo el pecho, Leanan se lanza por la tirolina, pero el peso del perro es un lastre que la joven no puede sostener por lo que la llegar a la altura del dragonut sus dedos fracasan en el intento de mantenerse aferrados y cae desde unos 3 metros de altura.

El dragonut trata de llegar hasta ella, pero falla en su intento.

Al caer se golpea contra el cuerpo del perro que que chilla de dolor. Parece haberse roto una pata o al menos haberse hecho mucho daño.

Plesel corre hacia Leanan y al llegar la ayuda a levantarse Estás bien? El aullido de dolor del perro le sobresalta vaya, pobrecillo. Se gira nervioso en la dirección por la que vienen los monstruos de cuatro brazos... Vamos Leanan, hemos de irnos lo antes posible de aquí...

Una vez Leanan había llegado abajo el infante con todos sus bártulos excepto un par de ellos que llevaba Ruwulf y éste mismo saltaron por la tirolina.

El ordenanza del magnate del pescado cayó perfectamente para girarse y ver como el infante se lanzaba, pero el peso que llevaba de las pertenencias de Plesel y las armas le hicieron zozobrar en el aire, soltándose a pocos metros de su destino, cayendo desde unos tres metros de altura. Al caer un gritó salió de su boca.

Mierda, mi tobillo, mi tobillo. - Gritaba mientras le lo agarraba con ambas manos el tobillo izquierdo, tras soltar el palo. - Me lo he roto.

Al oír a su soldado chillar Plesel hunde la cabeza entre sus manos me estoy quedando sin hombres demasiado rápido Alguien sabe si se pueden contratar mercenarios por aquí cerca? Se acerca al soldado que chilla demasiado alto para su gusto, sobre todo con enemigos cerca.

Chhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhsssssssssssssssssssssssssssssst que te van a oír!! Venga, ya llevo yo algo del equipo Plesel coge otra bolsa de las que lleva el soldado, una vez más la más pequeña de todas, y busca una rama que le sirva de muleta al herido. Tras encontrar una que parece adecuada se la pasa al soldado Tendrá que valer de muleta por ahora, venga ánimo que dentro de poco podremos descansar, seguro... O eso o nos matan...

Dicho lo cual Plesel ayuda al soldado a caminar en la dirección marcada por... Por... Nunca me acostumbraré a esto... Por Calcetines...

Calcetines avanza por un reducido sendero, desenmarañando algunos arbustos un resplandor llega a los ojos de los aventureros. No hay duda eso es mágico. El portal como le llamó el ex-perro, era un simple pozo de agua del que emanaba una luz turquesa como la de una esmeralda al fuego en la noche.

Debéis saltar, pero os aseguro que no se donde iréis y si todos sobreviviréis. - Se giro con el palo aún en la mano de manera agresiva. - PEro hay otra posibilidad. Aún podemos luchar y dar a esos malditos espectros su merecido.

Cuando el Saltarín menciona la posibilidad de luchar el hombre dragón mira hacia la ruta por la que han llegado evaluando la posibilidad de vencer el combate. Por lo que se practicamente nula pero...tirarse a un pozo que nos va a llevar a "nosabemosdonde" tampoco parece mucho más alentador.

Se queda alerta vigilando por si vienen los enemigos hasta que Lord Devirius decida lo que hacer.

Plesel parece completamente paralizado por la indecisión Saltamos o no saltamos? Si no saltamos morimos, si saltamos puede que muramos... Qué decidir... Si intentamos huir con dos heridos no lo lograremos... Vamos a morir? Vamos a morir?