Partida Rol por web

Entrecerró sus ojos como una peligrosa serpiente, a las cuales detestaba, al escuchar tan osadas palabras.

- Zupo... ¿he escuchado bien? ¿Me ha llamado loca? -preguntó más indignada que con tono peligroso, y para derramar el agua de su vaso personal le pincharon con la lanza de madera- ¡¡¡ NO ESTOY LOCAAAAA !!!

Hasta el mismo Zupo se asombró de tremendo grito indignado, hasta perretoso... "No entiendo que digan eso de mi. No estoy loca, soy una mujer muy capaz y fuerte. Deberían tratarme con respeto y no mantenerme así. Pifo les guarde como siga demasiado tiempo atada. Ah! Que les guarde...", comenzó lo que prometía ser todo un espectáculo de pensamientos en alto.

Mientras lso tres siguen al goblin por el pasillo una sere de gritos de mujer suenan en la sala donde guardaban las lanzas. La elfa baja unas escaleras muy deteriorada por el uso de años. Algunos orcos negros la miran mientras suben las escaleras.

Los gritos se hacen más claros cuando parecen llegar a las cercanías de la sala.

¡¡¡ NO ESTOY LOCAAAAA !!! No entiendo que digan eso de mi. No estoy loca, soy una mujer muy capaz y fuerte. Deberían tratarme con respeto y no mantenerme así. Pifo les guarde como siga demasiado tiempo atada. Ah! Que les guarde... - Y seguía de manera encolerizada.

Deberían cambiar estas escaleras, o poner algo, en cualquier momento alguien se podría matar bajándolas. Claro que son goblins. Oh, no, también hay orcos, y me miran raro. Sonrío, por si acaso, he venido con el Rey, así que espero que no pase nada. Todavía no tengo demasiado claro si me gustan o me disgustan.

¿Quien es Leanan?

Escucho los gritos.

A mi me parece muy normal que grite si la han atado, no es por meterme donde no me llaman.

Otra vez a gritos en Pifo, por eso no le gustaba demasiado este reino a pesar de ser suyo, gritaban demasiado, o al menos siempre que el venia. Pero antes de que el Rey "enano" pudiera hablar y desproticar contra sus primos el soldado los puso sobre aviso.
-¿Lanzas? Que... lanzas... un momento! ¿Las de los bárbaros?-En ese momento se dio cuenta de que tenia una de ellas aun entre sus manos, ¿Que narices hacían las lanzas para poner en alerta a sus siervos? ¿Quemarían? Si es así mejor tirarla no sea que su piel real sufra horribles quemaduras, aun recordaba las quemaduras por "fricción" de la ultima vez y no era un grato recuerdo.

Trago saliva y aun con la lanza en su mano temeroso y sudado, de que fuera a prenderse en sus manos o peor aun que algún fantasma lo poseyera bajo con el resto sin preocuparse de levantar su oscura capa, lo que causo mas de un tropiezo con la consecuente incomodidad de palpar nalgas elficas para evitar caer escaleras abajo, solo de pensar que tenia que apoyar sus manos y cara en terso y duro trasero de elfa, le ponía malo y le recordaba peligrosamente a su malsana infancia.

-¡Por las verrugas de Pifo... que son esos gritos! ¿Leanan de Retoran? Por que maldita casualidad me suena tanto ese nombre...-Se molesto el GRAN monarca una vez termino de tropezar por las escaleras y pudo volver a su recto caminar; tan recto como un goblin con mas ego que espalda pueda regirse claro.

Eludiendo las tontas palabras de la tonta elfa, entro en la cueva para observar a una mujer conocida atada de pies a manos y a en su mente se dibujo la razón de porque le sonaba peligrosamente esa nombre.
-¡¡PERO QUE!! Que haces aquí loca! ¿No estabais con el mercader ese? ¿Acaso no teníais bastante que venís a robarme en mis tierras? Ya sabes como me las gasto mujerzuela, habla ahora ante tu rey que haces aquí y como has llegado!! QUE HAZ ROBADO!!! ¬¬...-Era evidente que a Drerick no le agradaba la presencia de Leanan mas que nada porque lo único que necesitaba era otra loca en la corte que le interrumpiera con tonterías, para eso ya estaba la elfa primero.

Y mientras esperaba respuesta observo el lugar buscando las ciento dieciséis lanzas, ahora solo ciento quince pues la que faltaba aun estaba en su sudada mano.
Y de paso cerciorarse de que de haber alguno de esos bichos peludos que acompañaban a la "niña" también estaría atado o en alguna olla

Cerró los ojos, como si al volverlos a abrir pudiera desintegrar a cada uno de aquellos apestosos goblins; pero una chillona e irritante voz hizo que los abriera antes de tiempo. A lo lejos, con aquella petulancia inmerecida reconoció a Drerick. Negó varias veces, sin duda incapaz de comprender los designios de Pifo; pero allí estaba, por desgracia… “¿Loca? Fanfarrón arrogante. Éste se cree que todos tenemos que besarle sus sucios pies. ¡Lo que faltaba!”, farfulló.

- ¿Robarte? Las ganas tuyas… –dijo con despreocupación- Estoy en una misión importante, así que ya puedes soltarme. Que sepas que hay quienes tienen responsabilidades me-re-ci-das –enfatizó- Lo que no puedo creer es que haya parado a venir aquí. De entre todos los lugares que me podía haber llevado el Portal vengo a parar a… ¡agh!

Miró a su perro, algo desfallecido por la postura en la que se encontraba, y con toda naturalidad le habló.

- Ahí está. Ése es Drerick Uña Sucia, Rey de Nolsania. ¿Te lo puedes creer? –preguntó y esperó dos segundos antes de proseguir- Ya sé, ya sé… de locos –devolvió su atención al Rey.

- El designio de Pifio otra vez se nos ha mostrado, Rey de Nolsania –entornó los ojos como si aquellas últimas palabras fueran una locura- Así que recuerda que quien te dio el poder bien te lo puede quitar si no dejas que sus elegidos derroten al mal –expuso solemnemente, innegablemente convencida de ellas.

-¿Ves lo que decia?-Contesto a la elfa, cuando Leanan se dirigio al perro.

No le gustaba la arrogancia de esa niña descarada, no le gustaba ese perro "nuevo" suyo y no le gustaba tampoco que estuviera entre esas lanzas tan peligrosas, pero sobre todo no le gustaba ¡¡¡ELLA!! NI ELLO!.

-Mas despacio descarada. Primero dime como has llegado hasta aqui, creo que has balbuceado algo sobre un portal y viendo que solo tengo 114 lanzas, es de esperar que has "movido" hasta aqui por medio de ellas...-Sonrió ante sus propias deducciones, después de todo era el rey y un rey debía mostrar inteligencia, mucha mas que el resto, y si no era verdad, la apariencia era la segunda mejor baza, cosa que un goblin no tenia demasiado.

-Despues si demuestras que no eres un truco de esos bárbaros y sus lanzas te dejare libre para que hagas la palabra de nuestro dios. ¬¬...-La miro con esos ojos pequeños y acuosos suyos, esperando que le diera una escusa vana para poder acabar con su locura, por supuesto unicamente por el bien de su pueblo y no por temas personales, eso era mas propio de esclavos y el ya era monarca.

Chillono e irritante, así definía aquella vocecilla.

- Portal he dicho, cara de bicho -susurró eso último en una media sonrisa- No sé cómo he llegado a ésto -miró las cuerdas- y lo de las lanzas no comprendo.

Se permitió mirar a su alrededor buscando una explicación, pero no era fácil.

- ¿De qué bárbaros hablas? ¿Y qué es eso de que soy un truco? Un Portal me ha traído, y en cuanto me he distraído atada me has recibido.

"Encima de feo corto de entendederas. ¡Ja!", pensó en voz alta.

- El tiempo apremia y todos estamos en peligro mientras esperas el milagro de entender algo -sonrió ampliamente- Mira Zupo, hoy todo me sale con rima, tan fluido como la esgrima... jajajajajajajaja

Rió con ganas.

.

Escucho el intercambio de palabras, del uno y de la otra, no se cómo podría haber robado las lanzas si está atada, ni tampoco por qué está tan convencido de que está loca sólo por hablar con el perro. Ladeo la cabeza, pero no digo nada, tampoco es que sea cosa mía, creo, vamos, que el goblin es el rey y esas cosas, yo sólo estoy aquí porque alguien tenía que acompañar a los pobres refugiados.

Pero la conversación sigue, lo que dice ella es un poco raro, estoy de acuerdo, pero no es para tanto. La explicación es lógica, ha venido a través de un Portal, eso debe ser magia, o algo así, porque de otra manera no podría haberse plantado en esa sala.

Pues a mí no me parece peligrosa para tenerla atada así.

Me da un poco de pena, aunque hable más raro de lo normal, aunque diga eso de que estamos en peligro, cosa que ya sabía, están esos como-se-llamen atacando las ciudades, no cuenta nada nuevo, aunque claro, a saber a qué se refiere con eso del peligro.

Drerick medio escuchaba los gritos sin sentido de la loca; evidentemente sus oidos no le engañaban debia de ser ella, hasta que se canso.
-¡Muy bien! Vayamos a la sala de reunion me tendras que decir de que portal me estas hablando y donde esta, me parece que ya entiendo lo que pasa, no por nada soy el rey.-Dicho lo cual le dio la espalda para diriguirse a su horda de verdes.

-¡Guardias! Estas lanzas son un peligroso utensilio de magia, debemos sellar esta zona y tripicar la vigilancia hasta que decida si destruirlas, aun no sabemos si seran de utilidad, tengo que discutirlo, recoger a la mujer y a su perro y...-Dudo un instante que hacer con el animal, pero si lo preparaba para la cena de seguro la mujer solo gritaria y no seria de utilidad.-Y traer a ambos a la sala de reuniones, he de reunirme con ella, su mascota y mis dos... invitados.-Refiriendose a mala gana de la elfa y el isleño.

Dicho lo cual empezo de nuevo el ascenso hacia un lugar mejor para hablar, pero mantendria a Leanan atada tanto tiempo como le fuera posible, despues de todo verla de esa forma a persona tan molesta le agradaba mas que torturar a cualquier pequeño animal o mago.

Los guardias no dudaron ni un instante y alzando a Leanan y su perro desatándoles del manojo de lanzas, les llevaron en volandas a la sala de reunión, donde Drerick se solía reunir con Taurnil, en sus visitas.

Kanys y Ashanne les sigueiron hasta la sala. Una vez les dejaron sobre la mesa a Leanan y Zupo, el guardia esperó la orden del rey para cerrar las puertas y dejadles en intimidad.

Entrecerró los ojos mostrando así una expresión enfurruñada con el “Rey”. ¿Pero cómo era posible? Año tras año, cuando se mencionaba alguna vez el nombre del Rey Drerick, rezaba con fuerza pidiendo que una explicación lógica le llegara. Pero nada, nada de nada.

- Disfruta del paseo, Zupo –ironizó clavando sus expresivos ojos en los de Drerick.

Cuando al fin llegaron a la sala, y los depositaron en el suelo, hubo un momento en que pensó en abalanzarse contra Drerick y arrancarle una oreja a mordiscos (dado que estaba atada) Pero se le antojó sumamente infantil, y ella era una mujer adulta y cabal. “Tal vez Zupo sí que pueda en cuanto…” Una sonrisa iluminó su rostro mientras el Rey “pensaba” qué decir. Sin embargo...

- A ver si nos damos prisa. Hay asuntos sumamente importantes, algo así como... ¡salvar el mundo! -aseveró.

Sentado en su acostumbrado asiento observaba a ambos "invitados" con recelo.
-¡MUY BIEN!-Grito mas que hablar.

-Primero. Que sepas que estoy haciendo todo lo posible para que mi reino no se destruya, esa es mi prioridad no hace falta que parlotees mas sobre el mismo tema una y otra vez, mis hombres ya se han dividido en buscar de respuestas por distintos puntos del reino, mientras tu jugabas con esa bola de pelo, que mejor seria para un puchero que de compañía.-Uso el "típico" humor ácido de goblin.

-Pero vamos al grano. Cuéntame que eso de los portales por donde viniste y donde estan. Es de suma importancia porque esos portales te llevan a donde estan estas lanzas.-Dejo encima de la enorme mesa la lanza que el mismo habia estado llevando de un lado para otro.

-Por eso apareciste aquí y estas son la razón de los ataques sorpresa de los barbáros y su magia.-Sonriente al a ver echo alarde de su gran intelecto real, se complacía al ver que todos los presentes, los tres, habían escuchado cada una de sus palabras.

-Ese humano de hay es testigo del poder que tienen estas lanzas, a perdido sus tierras y yo mismo e luchado contra ellos junto con esa elfo. Por eso es vital que me digas lo que sabes. ¿Has comprendido... Le...Leanan? JA!-NO pudo evitar soltar una sonora pero corta carcajada al recordar un nombre tan vulgar como la de aquella loca. Aunque sus ultimas palabras ciertamente sonaban algo vagas como si quisiera contar mucho con poca saliva

Estaba haciendo un gran esfuerzo por no darle dos gritos bien dados, pero después de todo tenía sus súbditos…

- Seré clara, que no das más de ti… -suspiró hondo- Descubrí una puerta donde hay varios grabados, pero destacan un Dragón y un Grifo escupiendo fuego montados respectivamente por jinetes –paró unos dos segundos- En la parte superior, de la puerta, hay un gran ojo; mientras que en la inferior un cetro. Posiblemente el que, Pifo sabrá por qué, tienes en posesión –volvió a parar dos segundos más, sobretodo para comprobar que las pocas entendederas del goblin estaban captándolo todo- Al parecer Kanys vio a ese Grifo en Nolsania, pero no estoy segura de eso. Bueno, eso fue lo que descubrí al principio, pero luego nos llegó más información.

Leanan torció ligeramente la boca y su cara adquirió una imagen pensativa.

- Vale, nos enseñaron un manuscrito donde aparecían dos discos encerrados en dos rectángulos verticales. En el de la izquierda se veía un jinete sobre un dragón lanzando llamas, y en el de la derecha otro jinete tenebroso sobre un a criatura grotesca, en forma de grifo deformado; también lanzando llamas. Igualitos a los de la Puerta –hizo un breve descanso para acomodarse, o más bien buscar la postura idónea estando, aún, atada- Al  parecer a un grabado antiguo del ducado muy relacionado con la profecía y la leyenda de los Neths. Por lo visto, en todo Sellecktesh hay un total de 10 puertas como esa; seis de ellas están protegidas fuertemente, pero hay otras cuatro de las que se desconoce su ubicación y que según la profecía serán descubiertos en el albor del fin.

Miró a su alrededor sabedora de que aunque la información era interesante había cosas que no iba a aclarar. No se fiaba demasiado de los presentes.

- Os diré que uno de los Portales que estaba a buen recaudo cayó, que es el de Nolsania. Y si no estuviera tan incómoda con ésta situación… -miró las cuerdas- … os hubiera dicho que los Portales están destinados a mantener a los Neths alejados de nuestro mundo, pero al romperse el sello de la Puerta de Nolsania salieron a tropel –clavó la mirada en el Rey- Drerick “Uña Sucia”, Rey porque Pifio sabrá el motivo… Hay mucho más que contar, pero me agobia estar atada. Si no me desatas me siento en el suelo y no digo palabra alguna. ¡Y que sepas que Pifo observa tus actos!

Y dando a entender que iba en serio paró su relato.

Sí, queda otro cacho más. Por eso hago una interrupción.

Meine, si en algo me he equivocado dímerlo.