Partida Rol por web

La reacción de Sellesh a las palabras descaradas del bárbaro me parecen excesivas. No se trata de otra cosa que un bárbaro; alguien como los kadvuríes a los que nos enfrentamos, pero que por causas del destino se encuentra de nuestra parte. Me desentiendo de ambos y continúo la marcha.

A lo lejos diviso la caravana detenida, hablando con 2 personas que podrían ser los soldados lunares. De cualquier forma, no detengo la marcha. En cualquier caso, si no son ellos, esto no debería ser peligroso, pues nos habrían avisado de alguna manera. Me vuelvo hacia Sellesh, pero haciendo la pregunta al grupo.

-¿Alguno es capaz de distinguir a quienes se encuentran hablando con la caravana?

Es lo que costaba el pasaje para el barco que di a Kanmar. Es justo que yo perciba el precio que pacté con ella. - El Comerciante parecía algo disgustado.

Diferencias sin duda los caballos de Magner y Stred. Sus ropas concuerdan...

Ante la presencia de la caravana, detengo mis pasos, y colocando mi mano diestra a modo de visera sobre mis ojos, oteo con paciencia, intentando distinguir a los dos hombres que bien pudieran ser Magner y Stred.

Deben ser ellos, seguramente estarán asegurandose de que no hay problemas con esos comerciantes.

Tanner, ¿no recuerdas lo que te he enseñado?. la amistad es la amistad, los negocios son los negocios, y debes saber diferenciarlos.

Buen amigo, pido disculpas por el comportamiento de mi sobrino... y debo decirle que aun que no poseo todos esos peniques.. ni le interensa nuestra mercancia, tengo un objeto, con lo que puedo con creces pagar esa cantidad, aun que claro, si considera que es demasiado, siempre podemos aceptar algunos generos... pero no me mire con esos ojos, despues de todos somos amigos y en verdad, no pido nada a cambio, aun que un regalo, siempre es un regalo...

Parecen Magner y Stred. - comento, al distinguir, con claridad, las ropas de ambos hombres así como sus monturas. - Acerquémonos a ver que si hay algún problemas con esas carretas. - agrego, retomando la marcha a un paso más vivo y esperando que el resto haga lo propio.

Miro al comerciante con renovada desconfianza.

Al fin y al cabo, ¿quién ha oído hablar de un pasaje que cueste 750 peniques?. Sin ninguna duda pretende estafarnos..., y al parecer lo está consiguiendo. Pero una orden es una orden, y no me atrevo a desemascarle por no meter la pata. Qué complicado es todo esto...

¿Un objeto que vale ese dinero?. Muy bien escondido lo debe de tener cuando ni en cueros se lo he visto... - pienso acerca de las palabras de Magner.

Presento de forma teatral la laza al comerciante.

-Sí, sin duda deben ser...

Con un ligero golpe en el lomo de mi montura acelero el paso hasta mantenerme a paso rápido junto a Taurnil, intrigado por lo que habrá llevado a los 2 soldados a detenerse el tiempo suficiente como para que les alcancemos.

Una sonrisa de oreja a oreja se dibuja en mi rostro...

Si le saca 750 por ese palo... - pienso con admiración - Sin duda Magner es el mejor embaucador que he conocido. No creo que funcione, pero desde luego es un buen intento.

El comerciante mira la lanza incrédulo.

¿Me trata de timar? Esa es una lanza kadvuri, por la apariencia, sin embargo esos malnacidos salvajes no se separan de ellas. Es una buena imitación de todas formas. Mmmm

El comerciante pensó unos instantes.

Le ofrezco 200 peniques por ella, siendo compatriota, no puedo ofrecerle menos.

Sin duda son Stred y Magner, disfrazados lops que hablan con un hombre que parece un comerciante lunar. Sin embargo Magner saca una lanza kadvuri de manera casi amenazante., sin embargoi los demás de la conversación a penas se han sobresaltado.

jajajaja, no era broma amigo, en verdad si es una lanza kadvuri, y la mejor prueba de ello es esto -enseño mis heridas y vendajes- fue en la posada de un elfo... peor si lo he ofendio, debo compensaros..

Sonrio levemente y pongo una pequeña bolsa en las manos de su nuevo propietario...
(Entrego 800 peniques)

Bueno, ahora permitidme hechar un visto bueno a vuestros generos..

Se lo que he visto, me da igual lo que diga ese imbécil.
Miro atrás, no veo nada, ¿qué demonios habrá sido eso?

Sigo adelante, me da igual quienes sean esos.

Al mirar atr´s ves por el horizonte un ave gigantesca que se pierde por el este.