Partida Rol por web

Triangulares.

¿Tirabulates? ¿escribí yo eso? Debo dejar el alcohol. XDDD

Los marineros de Plesel comienzan a preparar los barcos para zarpar en breve, mientras en el oeste las columnas van siendo cada vez mas espesas.

Plesel sube a bordo del Gasol, con la cabeza enturbiada por visiones de guerra y destrucción, preguntándose a donde irán a para sus negocios si no se frena esta vorágine de destrucción sin sentido y como afectara esto a sus inversiones monetarias. Además parece que ahora el hombre tenía una nueva responsabilidad con la pequeña que llevaba en brazos.

Leanan, que te parece hemos venido a un lugar lleno de horror y muerte para encontrar un precioso pedazo de vida. No es preciosa??. Como la llamaremos??. Plesel le dirige a Leanan una sonrisa llena de ternura.

No se como se podría llamar, pero siendo tan afortunada como para sobrevivir a esta masacre... Debería tener un nombre dle que sentirse orgullosa, quizás el destino le depare grandes cosas

Ante la pregunta Leanan parpadeó una vez, dos, tres y luego se quedó muy quieta. "¿Por qué me pregunta a mí?", pensó en alto, pero sin ser nunca consciente de esas facetas suyas.

- Sí, necesita un nombre. No puede ir por ahí sin uno. Sería terrible que siempre le dijeran: "¡Eh, tú!" o "Niña" o "La de la cara" -dijo seriamente- No, no podemos permitir tal cosa. La llamaremos Clementina. Es un buen nombre -asintió con la cabeza para luego sobresaltarse ligeramente, como si hubiera recordado algo- Felipa también es bueno aunque... Mmm... Ramona... no. Ruperta tiene personalidad.

Aquella era una difícil decisión, y estaba claro que le pesaba a la muchacha. Entonces sus ojos se estrecharon para abrirse con rapidez al tiempo que estrellaba un puño sobre su otra mano con decisión.

- ¡¡¡ Nicereta !!! -dijo convencida- Significa "aquella que lucha por la victoria".

Cogió a la niña en brazos, pero sólo para alzarla y con voz firme anunciar su nuevo nombre:

- ¡Nicereta, aquella que lucha por la victoria ante los esbirros del mal!

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Una vez todoa hubieron embarcado, los barcos levantaron el ancla y se pusieron en camino al norte, dejando la destrucción y el humo tras de si , y al suroeste en Nolsania Mayor.

Casi dos largos días de buena mar tardaron en llegar a Sitti. Al hacerlo, un heraldo había llegado desde Akich, enviado por Tuldar, para saber del humo visto en el sur hacía 5 días. Y esperaba respuestas.

Bergötaj se pasa la mayor parte del viaje observando hacia el oeste la isla mayor desde el pequeño castillo de popa. Su corazón desea emproar a la acción, plantar cara al enemigo desconocido que amenaza a su señor pero su cabeza le amansa con la convicción de que la única oportunidad de vencer pasa por juntar fuerzas y descubrir más información sobre esas extrañas criaturas.

La primera noche en la bodega junto el resto de los dragonutos y unas botellas de licor se encuentra un poco melancólico por la destrucción que debe estar ocurriendo de nuevo. Pero le anima recuerdar la imagen de esa pequeña criatura humana que parece haber escapado milagrosamente a tanta violencia y entona una canción dedicada a ella.

Por unos momentos se hace silencio en la noche, los jugadores dejan de tirar los dados, los bebedores dejan sus vasos y los marineros en cubierta se detienen un momento, iluminados por las llamas que provienen de Nolsania mayor, escuchando la canción agridulce de la voz siseante del enorme dragonut.

Un dragonut se acerca a Lord Devirius con rapidez acompañado del pequeño y descompuesto goblin de Akich.

Devi, Tuldar ha ido a Prwnk. - La falta de protocolo de los goblins irritante - Ha ido a ver al rey para aviarle de lo ocurrido. Aquí me dijeron que los barcos de Plesel habían ido a Nolsania a investigar. ¿Que debo decir a mi señor?

El viaje de regreso tenía un sabor agridulce, y sólo porque había dos supervivientes a la masacre de Nolsania. Era esperanzador tener en el barco a una pequeña criatura que había sobrevivido al ataque sin sentido de aquellos desconcertantes seres, pero sólo era una alegría a medias. Nolsania Menor había sido aplastada, y junto a ella seguirían muchas regiones más. Eso era algo que todos sabían.

La noche fue tomada por el desazón, el olor al humo incrustado en todas partes y la melodía de Bergötaj en honor a Nicereta. Fue una noche triste.

Al día siguiente llegaron por fin a Sitti, y allí un representante del Rey esperaba a Devirius. Mientras, Leanan se acercaba a Plesel.

- ¿Cómo ha ido la noche con Nicereta? Escuché algo desde mi camarote pero, la verdad, caí rendida –Zupo no paraba de dar vueltas mientras que Canela estaba a su lado echado en el suelo- Tendremos que buscarle una familia, ¿no? Ya sé que te has encariñado con ella –dio por echo- pero… (le puso una mano en el hombro) no puede ser Plesel.

La cara de la mujer era la de alguien que entendía los sentimientos de otro, pero al mismo tiempo sabía que no podía ser.

Bormaj observaba el horizonte desde la proa. Su pie yacía pesadamente sobre el bauprés, y el silbido del viento sobre las jarcias acompañaban su pensamiento, Bormaj apoyaba su pesado cuerpo en el estay de velacho, mientras oía a los marineros trepar por los mástiles ágilmente cumpliendo órdenes. No tenían mucha idea de lo que sucedía en Nolsania, pero eso no le importaba mucho... Era tiempo para la guerra, y por fortuna, su lider Lord Devirius, siempre había sabido que hacer...

Los gritos del contramaestre interrumpieron su pensamiento. ¡Marineros a las brazas, arriad velas!¡Larguen largos a proa y a popa, marinero a los bolardos!¡Larguen de través, marineros a los noray!

Por fin hemos llegado a casa... espero que no nos demoremos en actuar...