Partida Rol por web

Notas Fúnebres

2.3.2 - Ciudad Subterránea Eric

Cargando editor
19/01/2010, 12:40
Director

Tras pasar un examen médico en el hangar de la ciudadela desde la que partisteis y a la que regresasteis con la teleportación, os trasladaron a esta ciudad subterránea, en la que también se encontraba tu familia.

En realidad, lo primero que hiciste en el piso que te habían proporcionado fue darte una buena ducha y dormir, dormir muchas horas ya que estabas tan cansado que pensabas que podrías dormir como una semana seguida. Al despertar, cerca de la hora de comer, tenías un mensaje en el contestador, ya que habías dormido tan profundamente que no habías escuchado ni el teléfono.

- " Cariño soy mamá. Nos han dicho que ya has regresado y que estás en esta ciudad así que te esperamos para comer. "

Tras sus palabras, dejaba la dirección que tenían ahora para que te presentaras en su " provisional " casa.

Cargando editor
20/01/2010, 19:13
Eric Rosen

Durante muchas horas descanso en una cómoda cama, sumido en el mundo onírico dónde recuerdos y visiones sin sentido se mezclan en un sinfín de imágenes y sonidos. Poco a poco todo comienza a tomar forma.

Como si en una de mis propias ilusiones me encontrara, vi como una sala se materializaba a mi alrededor. Era completamente antiséptica, gris, y sólo había en ella una cama, un pequeño escritorio y una silla.

Yo me encontraba en la cama, con las piernas pegadas junto a mi pecho. Mi cabeza se apoyaba en mis rodillas, cansada. Y entonces alguien llamó  a la puerta. No pude ver su rostro, pero supe en seguida que se trataba de él. Pocos segundos después la puerta se abría, y una figura emergía del otro lado. Mi hermano, sostenido en sus dos piernas, estaba frente a mí, mirándome con sus penetrantes ojos.

Y sentí miedo, miedo de él, miedo de mí mismo, de lo que podía hacer. Yo nací siendo diferente, y mi padre lo repudió. Y por eso se fue de casa y murió en un accidente de tráfico. Yo me repetía constantemente que no había tenido nada que ver, ¿pero era cierto?... A veces creía perder el control y el don que poseía me dominaba como si de su títere me tratara.

Entonces comprendí mi culpabilidad, mi hermano no habría caído de la ventana si mi padre no hubiese muerto. Esa maldita obsesión le corroyó por dentro, y le costó las piernas. Ante mí tenía la imagen del que podría haber sido mi hermano. Una persona normal, y estaba enfadado conmigo por ello, estaba seguro de que me guardaba remordimientos…

Me derrumbé sobre mí mismo, a la gente le habían pasado cosas malas a mi alrededor, y porque era un mutante. Por un instante había pensado… que ser mutante era algo especial. Ahora ya no estoy tan seguro, ya no…

Y sus ojos se clavaron en los míos, y su mirada perforó todo mi ser. Sus pensamientos me atravesaron como ardientes estacas, y su conciencia pesó sobre la mía como si estuviera sosteniendo un pilar entero con mi reducida fuerza. Y tras todo eso, sólo sentí frío…

Me despierto de la cama de golpe, reincorporándome en el acto. Estoy sudando, el cabello se me engancha a la piel, pegajoso. Lentamente me levanto, sentándome sobre la cama, y dejo ir un profundo bostezo. He dormido como un tronco, pero me ha parecido caer en una pesadilla.

Miro el reloj, es casi la hora de comer. Me percato de que hay un mensaje en el contestador, lo escucho con atención. Me siento tranquilizado al oír la voz de mi madre. Tengo muchas ganas de verla a ella y a mi hermano. Sobre todo a él…

Me dirijo al baño para ducharme rápidamente. Me pongo ropa limpia y salgo apresuradamente de mi apartamento, en dirección a dónde se encuentra mi familia. Por el camino pienso en la promesa que hice, devolverle las piernas a un paralítico. Quizá sea complicado, pero no pienso rendirme. La culpa me corroe demasiado…

Cargando editor
21/01/2010, 12:04
Director

La ducha sirvió para ahuyentar un poco ese malestar con el que te habías despertado, aunque suponías que el tener que ver a tu familia no haría que las cosas fueran a calmarse, en lo que tenía que ver a tu estado de ánimo, por supuesto. Una vez preparado, saliste de casa, al menos, lo suficiente relajado por saber que ahí tu vida no corría ningún peligro, que siempre era algo que tener presente y que te alegraba.

La casa en la que habían alojado a tu familia era como un pequeño chalet, de esas casitas ocupadas por dos familias, en las que sólo tenías de vecino a esos que vivían en la puerta de al lado.

Las indicaciones de tu madre fueron bastante precisas y no te costó encontrarla. Fue ella quien te abrió la puerta y te abrazó y te besó como mil veces, como sólo una madre puede hacer, de esa forma que incluso llega a ser algo molesta.

La mesa estaba puesta, ya esperando tu llegada, pero había en ella alguien que no conocías.

Cuando entraste tu madre os presentó mientras la muchacha se levantaba de la mesa. Se la veía como fuera de lugar y más bien, un poco triste, como a sabes que les pasa a algunas personas que no pueden ocultar lo que les pasa, y para eso no tenías ni que leerle la mente.

- Esta es Sam, es nuestra vecina. Como está sola suele venir a comer con nosotros, espero que no te importe.

Cargando editor
21/01/2010, 22:26
Eric Rosen

No tardo demasiado en llegar a la casa donde han alojado a mi familia. Bueno, al menos el D.C.M. ha procurado que estemos todos cómodos… Me planto frente a la puerta y llamo. Mi madre no tarda en aparecer, y tarda aún menos en atosigarme a abrazos y besos.

En ocasiones eso me molesta, cuando lo hace normalmente me pongo a argumentarle que ya no soy un niño, y que necesito mi espacio. Ésta vez, en cambio, me limito a abrazarla con fuerza. Nunca antes me había sentido tan distanciado de mi familia durante un tiempo.

-Ha sido como pasar una eternidad fuera de casa…- le digo a mi madre, a modo de saludo. No se puede decir que entro en mi propia casa, pero no puedo evitar sentir la nostalgia que conlleva haber estado un tiempo distanciado de tu familia.

Cuando llego a la mesa veo a mi hermano. Le dirijo una fugaz sonrisa, me fijo en sus ojos. No parece que me mire con resentimiento, pero no debo meterme en sus pensamientos. No sería correcto. Parece que va a ser una simple comida familiar, pero la presencia de alguien más me desconcierta.

Es una chica, que se levanta cuando mi madre nos presenta. Puedo sentir sin tener que leerle la mente que está algo fuera de lugar, triste quizá. Me limito a sonreír. –Encantado de conocerte, Sam.- le tiendo la mano. –Estaré encantado de que comas con nosotros.

Cargando editor
21/01/2010, 23:45
Director

Tu hermano asiente con la cabeza cuando le miras y muestra una sonrisa. La verdad es que a pesar de todo la sangre seguía siendo la sangre y se alegraba de verte.

- Como aquí se aburre no hace más que pasarse el día en la cocina haciendo experimentos, así que hoy que venías tú lleva toda la mañana ahí metida.. seguro que vas a comer hasta rebentar. - Te dice tu hermano en cuanto te sientas a la mesa quedando ahora a su altura. - Y bien, he de decir que nunca me hubiera esperado que, según nos han dicho, el destino del mundo esté en vuestras manos, pero he de decir que has despertado mi admiración.

Tu hermano nunca te había dicho unas palabras así en la vida y la verdad es que su mirada era totalmente sincera y sus palabras sonaban como si lo llevara días preparando para decírtelo en cuanto le vieras.

A su vez, la muchacha os miraba en silencio, ya que no quería interrumpiros.

Cargando editor
22/01/2010, 21:23
Eric Rosen

La sonrisa de mi hermano no tarda en convertirse en una liberación para mí. Su condición no le permite gozar de mucha “felicidad” que digamos. Los momentos en los que sonríe son los que más a dentro me guardo. –Mi baúl de recuerdos…

Me siento en mi sitio mientras le escucho. -¿Experimentos culinarios? Espero que sean experimentos exitosos…- suelto ir con una sonrisa mientras miro de nuevo a Sam. Me la quedo mirando unos segundos, pero mi hermano sigue hablando por lo que le presto atención.

Por un momento todo el tiempo a mi alrededor se detiene. Las palabras de mi hermano embisten como un llameante ariete mis murallas emocionales. Por un momento me descoloco, nunca me había dicho algo así. Tras el segundo de desconcierto, una extraña sensación me recorre el cuerpo. No puedo evitar quererlo tanto… Desde el accidente me he dedicado al completo a mi hermano. Siempre he hecho todo lo que he podido por él. Pero nunca he llegado a pensar que podría llegar a sentir cierta admiración por mí.

Yo nunca fui un modelo a seguir…

-Bueno, la verdad es que esto de encargarse del mundo no es algo muy agradable, la verdad. Si hubieras visto las cosas a las que tuvimos que hacer frente pensarías lo mismo.- Digo, con cierto tono humorístico. Aunque la verdad es que la experiencia no ha sido del todo pasable. –Aunque perdimos a una compañera…

Mi rostro se ensombrece momentáneamente, pero alzo la cabeza rápidamente. No quiero amargar mi primera comida familiar desde hace ya un tiempo. No quiero hacer que nadie se sienta incómodo.

–Bien, ¿y cuáles son esos experimentos que tengo que probar?- Digo animadamente, esbozando una amplia sonrisa.

Cargando editor
24/01/2010, 19:44
Director

Cuando tu rostro se pone serio durante unos instantes, tu hermano te da un pequeño golpecito en un hombro, aunque sabes que tan sólo lo ha hecho para que dejaras de pensar en lo que quiera que estuvieras recordando y así volver a la comida como si todo hubiera quedado atrás. En realidad, se lo agradecías ya que tu madre lo pasaba bastante mal sólo con que estuvieras lejos, así que ahora no te podías ni imaginar cómo lo estaría pasando sabiendo que la cosa era más peligrosa. Aún así, hoy estaba feliz de tenerte en casa y se la veía de bastante buen humor, incluso canturreaba mientras iba a la cocina y volvía con ella con los guantes del horno puestos.

- Espero que tengais todos hambre. - Dijo mientras dejaba la bandeja en la mesa. - Es un plato especial que me ha enseñado el frutero que hay un par de calles más abajo, me ha dicho que es un plato típico de su país..

No sabíais qué podía ser el plato a simple vista, ya que era un poco de carne, que por el aspecto podría ser como ternera, recubierto por una especie de pasta medio transparente y con varias verduras encima. Eso sí, olía espectacularmente bien, como todo lo que solía hacer tu madre.

- Sam ahora te traigo tu plato, que es lo mismo que esto, pero sin carne.. - Tu madre miró a la muchacha con una sonrisa, incluso podrías decir que maternal. - Es que la chica es vegetariana, entonces pues se lo he hecho aparte, que podía aprobechar el sitio del horno para ambas cosas.

A los pocos minutos estabais todos sentados en la mesa y comiendo.

Cargando editor
24/01/2010, 21:26
Eric Rosen

Nada más tener la comida frente a mí comienzo a sentir un hambre atroz, un hambre que he estado reteniendo inconscientemente durante todo este tiempo. La nostalgia se apropia de mi conciencia cuando recuerdo todas las comidas familiares que hemos tenido.

Comienzo a comer, llevándome a la boca todo lo que hay en mi plato. Pese a que como tan rápidamente que casi no saboreo el plato de mamá, no puedo evitar elogiarlo, casi automáticamente.

-Está muy bueno, mamá. Tendré que ir a ver a ese frutero para darle las gracias por enseñártelo.- Digo entre bocado y bocado, exhibiendo una sonrisa.

Tras una acometida hacia la comida algo frenética comienzo a moderar mi ritmo. Con una servilleta me limpio los labios manchados y doy un suspiro. Miro con curiosidad a Sam, trato de cerrarme en mi mente para no captar ningún pensamiento suyo. Cuando conozco a alguien me gusta conocerlo por mí mismo.

-Bueno, Sam. Perdona si puede parecer que me meta donde no me llaman, pero me pica que curiosidad. ¿Cómo es que estás por aquí? ¿También estás con el D.C.M. por algo?

Notas de juego

 ¿Sabes, Shylien? Comienzo a tener teorías sobre quien es esa chica, y espero estar equivocándome... xD

Cargando editor
25/01/2010, 22:20
Sam Taylor

Mientras comían y halagabas la espectacular manera de cocinar de tu madre, cosa que es lo qe más echabas de menos de tu casa cuando estabas en la universidad, percibiste que podías leer la mente de aquella muchacha, pero centrándote conseguiste no escuchar los pensamientos de nadie.

La muchacha levantó la vista y te miró, forzando una sonrisa, ya que estaba con esa cara apesadumbrada todo el rato.

- Yo no trabajo para nadie, quiero decir, antes de acabar aquí estudiaba.. En realidad, como ya le he contado a tu familia, creo que me mataron, pero me regeneré y bueno, me trajeron aquí. No tengo familia, tan sólo un tutor, que ahora es como mi padre, pero él si trabaja para la D.C.M. y en un mes creo que le he visto dos días.. - Hizo un silencio y suspiró. - Creo que es mejor que no hablemos de mí porque sino os voy a acabar dando la comida y no quiero molestar a nadie con mis problemas..

Notas de juego

Y quién crees que es?

Cargando editor
26/01/2010, 22:50
Eric Rosen

Mis cejas se alzan, incrédulas, cuando me revela su condición. Me atraganto por unos instantes, y tras beber un poco de agua me recupero. Sé que hay gente que hace cosas extraordinarias, pero ese poder me parece algo increíble.

-Quieres decir qué… ¿Eres inmortal?- Las palabras me salen de la boca atropelladamente. Pero enseguida me arrepiento completamente. Seguramente he tocado algún tema que no debería. La chica parece algo incómoda, sólo por el mero hecho de estar aquí.

Además, deberías ser algo más cuidadoso. La voz resuena en mi cabeza, como si me estuviera comunicando con alguien. A veces creo que mi poder me engaña a mí mismo. Ni siquiera sabe si tiene familia, o quizá es que la ha perdido. Trago saliva, planteándome solo por unos momentos la posibilidad de perder a mi madre, o a mi hermano.

-Lo siento, no debería haber sido tan directo.- Esbozo una forzada sonrisa, tratando de disculparme. –Sólo que… debe de resultar… extraño. ¿No?

Sé que Sam ha manifestado, aunque indirectamente, que no es algo que le sea cómodo de contar. Si se lo guarda para ella será peor. La voz vuelve a resonar en mi cabeza, tintineante. Pero tampoco puedes montar el numerito frente a tu familia. Quizá cuando estéis solos puedas hablar de eso con ella.

Notas de juego

 Ya nada, este post me ha despejado las dudas.

Cargando editor
26/01/2010, 23:44
Sam Taylor

Notaste por unos instantes como la sensación de soledad de la muchacha se hacía más fuerte, pero no levantó la vista para mirarte, sino que comenzó a jugar con el tenedor con las verduras del plato.

- No soy inmortal, bueno, supongo que algo así.. de momento como te puedes suponer, no he encontrado ninguna herida de la que no haya podido regenerarme.. Incluso de...

Ahí sus palabras cesaron, no quería seguir hablando y su sensación de soledad desapareció para que percibieras su miedo. Auténtico pavor a algo y no sabías a qué se le podría tener tanto o miedo.. o quizás.. si que podrías hacerte alguna idea.

Viste una sonrisa forzada en el rostro de la joven cuando volvió a levantar la cabeza y esta vez sí que te miró.

- Por suerte tu madre me acoge y me da de comer como si fuera de la familia, cosa que no sé si podré agradecerle suficientemente algún día..

Al menos, sus palabras, no su sonrisa, parecían ser totalmente siceras.

En ese momento tu madre se metió en medio, incluso te miró con reprobación por haber incomodado a la reservada muchacha.

- Sabes que siempre serás bien recibida en esta casa. Además, por muy seguro que pueda ser este lugar, no creo conveniente que una joven viva sola en una casa y tenga que pasar muchas horas sola en ella. Creo que no podría perdonarme si te llegara a pasar algo, por mucho que te puedas curar..

Cargando editor
27/01/2010, 20:02
Eric Rosen

Agacho la cabeza, algo avergonzado ante mi actitud. Mi rostro se ensombrece levemente, la sinceridad de las palabras de Sam me pesa enormemente. Y por unos momentos su miedo se convierte en el mío. Todos tenemos algo oscuro en nuestro pasado, algo a lo que le tememos.

Con todas mis fuerzas trato de evitar mirar a mi hermano en ese momento. Me trago todas mis palabras, y mi mente se sume en el vacío durante unos instantes. Entonces alzo la cabeza, e imitando la forzada sonrisa de Sam, sigo comiendo, en silencio.

-Siento haberte incomodado.- Digo, en voz baja, en dirección a la chica. No hay nada más que decir sobre ello.

-Bueno, de momento parece que las cosas no van mal por aquí, ¿verdad?- Miro a los ojos a mi hermano, como pidiendo auxilio con un cambio de tema. –A primera vista este lugar parece… no sabría cómo decirlo… ¿cómodo quizá? Espero que los del D.C.M. os estén tratando bien…

Cargando editor
27/01/2010, 20:41
Director

El estado de incomodidad general dio paso a uno de " intentar salir a flote " cambiando rápidamente de tema, aunque no era tarea fácil.

- Sí bueno - respondió tu hermano. - La verdad es que no nos podemos quejar. Estamos aquí con todos los gastos pagados, incluso tenemos un teléfono para llamar en caso de necesidad y médico en caso de ser necesario.. A lo único que me cuesta acostumbrarme es a eso de no ver el sol, pero bueno, supongo que tan sólo tendremos que estar un tiempo aquí..

Tu madre asintió a las palabras de tu hermano, como dándole la razón en eso del tiempo que debíais permanecer ahí y la muchacha continuó removiendo las verduras del plano sin levantar de él la vista.

Al final, la comida consiguió terminar mientras tu madre contaba cosas a Sam de cuando erais pequeños, ese montón de cosas que las madres cuentan sin que uno sepa si lo hace porque le trae buenos recuerdos o porque espera ridiculizarte totalmente.

Tu hermano, que pensabas que se pasaba el día lloriqueando por su estado, casi no había acabado de comer cuando dijo que se iba, que había quedado con unos amigos que esta tarde tocaba tarde de póker, y que os vería a la noche, que volvieras a venir a cenar. Sam ayudó a tu madre a recoger la mesa, y volvió a la sala, en la que ahora sólo estabas tú, para coger sus cosas e irse.

- He de irme ya que no quiero molestaros más. - Te dijo mientras se ponía la chaqueta. - Tu madre se ha alegrado muchísimo de tu regreso.

Cargando editor
28/01/2010, 20:12
Eric Rosen

La comida sigue transcurriendo con normalidad. Pero no puedo evitar sonrojarme cuando mi madre se pone a contarle cosas a Sam, de esas que te hacen sentir avergonzado. Exhibo una tímida sonrisa mientras permanezco en silencio. Si no fuera porque sé que me quiere a veces pensaría que lo hace sólo para ridiculizarme delante de sus amigas y conocidos.

Mi hermano se retira cuando apenas hemos acabado de comer. Me sorprendo ante su iniciativa, pero tampoco escondo la felicidad que irradia mi corazón. Estoy muy contento de que pueda seguir con su vida normal…

-¡Suerte hermanito! ¡Y no les dejes que hagan trampa, que hay muchos que se guardan los naipes bajo la manga, ja ja!

Tras acabar de comer Sam y mi madre recogen la mesa. Y entonces volvió al comedor, donde estaba yo solo. Mi madre seguramente estaría lavando los platos.

Cuando manifiesta su deseo de irse no puedo evitar sentirme algo afligido. Quizá es porque la he incomodado… En un movimiento casi reactivo me levanto y alargo un poco el brazo hacia ella.

-Oh, no hace falta que te vayas…- bajo el brazo rápidamente mientras me sonrojo de nuevo. –Eh, quiero decir que… Si no hay nadie en tu casa puedes quedarte por aquí. A mi madre no le importará, y bueno… ¿te gusta leer?- La pregunta surge automáticamente de mi boca, quizá en un intento de trabar conversación. Desde lo de mi hermano he odiado con todas mis fuerzas el no poder ayudar a los demás. Y bueno, Sam no parece la chica más feliz del mundo, por lo que siento un reclamo interior por ayudarla, por hacerle más leves sus problemas.

-O quizá te gusta, no sé… ¿el ajedrez?- Una media y tímida sonrisa se asoma a mi rostro, casi como si fuera yo el que necesitara ayuda. Y en cierto modo es cierto…

Cargando editor
28/01/2010, 23:42
Sam Taylor

La muchacha incluso entrecerró los ojos cuando la dijiste que no se marchara, ya que en realidad no esperaba ese trato e incluso te acompañó en tu sonrojo, como si de un acto mimético se tratara. En ese momento de su cazadora de cayeron sus llaves y se agachó para recogerlas, lo que hizo que parte de su camiseta dejara al descubierto su espalda.

En ella, había una especie de cicatrices, curvas, con alguna ralla recta dentro.. lo que te hizo quedarte pálido y mirar el símbolo que ahora tenías grabado para siempre en la mano.

La muchacha, se giró cuando recogió sus llaves, seguía roja, pero no se percató de nada más así que asintió y se sentó al lado tuyo permaneciendo unos instantes en silencio antes de intentar seguirte la conversación.

- Leo mucho, sobre todo novela negra, pero el ajedrez no es que sea uno de mis juegos preferidos, casi prefiero jugar al sclabble.. - Dijo encogiéndose de hombros y mostrando una leve sonrisa, aunque esta vez, parecía sincera.

 

Cargando editor
29/01/2010, 20:03
Eric Rosen

Palidezco cuando veo esas cicatrices. Se suponía que se curaba de las heridas, no tendría que ser así… Me miro el dorso de la mano izquierda, algo preocupado. Yo también tengo una extraña cicatriz, no sé si desaparecerá algún día.

Respiro hondo y muestro una sonrisa cuando vuelve a alzarse. Cuando Sam se sienta a mi lado escucho con atención sus palabras.

-Oh, a mí me gustan más las novelas de aventuras, ya sabes…- Comento, mientras en mi mente surgen las imágenes de películas del tipo de Indiana Jones. Sin duda, una de mis sagas favoritas.

-¿El Scrabble dices? Yo soy muy bueno jugando. La verdad es que podría considerarse que hago un poco de trampa, pero a veces la gente se emociona tanto con su jugada maestra que no puedo evitar adivinarla.- Sonrío, divertido. No sé si tenemos un Scrabble por aquí, pero sin duda sería una partida muy interesante.

-Generalmente se me dan muy bien los juegos de pensar, contra otro.- Hago una pausa mientras la miro a los ojos. –Supongo que por la razón por la cual soy… diferente. Como tú.- Me encojo de hombros.

-¿Y a ti qué se te da bien? ¿Tienes algún hobby?- Trato de mantener la conversación con temas sin importancia, cosas usuales de la vida. Es un buen comienzo…

Cargando editor
30/01/2010, 17:47
Sam Taylor

La expresión de la muchacha cambió ante tus palabras, ya no notabas aquella tristeza, no nostabas nada, así que parecía que todo iba bastante bien, incluso la escuchaste bromear por primera vez.

- ¿ De aventuras? Pero si se puede adivinar qué es lo que va a pasar antes de que pase y así no tiene gracia.. - Dijo para luego sonreir divertida, que por lo que parecía, debía de ser algo raro en ella.

Tras tus palabras sobre los juegos y lo de los juegos de pensar Sam entrecerró los ojos y luego te miró con una expresión pícara en los ojos.

- Creo que ya sé qué es lo que puedes hacer y sólo dudo entre dos cosas: o eres empático y por lo cual percibes las cosas, o juegas a juegos de uno contra uno y de pensar porque eres telépata y te encanta hacer trampas..

Ahora claramente la joven se estaba cachondeando de tí, aunque de una forma sana, no parecía decir nada a malas, simplemente trataba de descubrir.

- La verdad es que no tengo hobbies quitando los normales como ir al cine, y eso, leer.. Es que no tengo demasiados amigos como aquí casi no salgo no conozco a nadie..

Cargando editor
31/01/2010, 00:14
Eric Rosen

Sonrío ampliamente. Me ha pillado de lleno, aunque claro, yo también se lo he dejado muy fácil.

-Bueno, tampoco es que disfrute haciendo trampas. Pero hay quien está a punto de ganar y lo piensa tan emocionadamente que lo escucho como un eco. Como cuando alguien está tan eufórico que no puede evitar comportarse enérgicamente, y aunque intentes no verlo sabes que lo está.- Finalizo mi “excusa” encogiéndome de hombros.

-Bueno, yo tampoco conozco a mucha gente por aquí. Seguramente estarán mis compañeros de equipo, pero seguro que tendrán cosas mejores que hacer. ¿Qué tal si salgo yo contigo? Hace tiempo que no salgo a ningún sitio.- Arqueo un poco las cejas. –Bueno, fui hace poco a una discoteca, pero la cosa no acabó de una manera muy normal.

Sigo sonriendo, esta chica me inspira simpatía. Quizá porque nunca antes había podido hablar tranquilamente con alguien como yo, sin tener que esconder nada. Y haber ido al Amazonas a buscar un libro perdido con otros mutantes no cuenta… Creo que dista mucho de lo que sería una agradable conversación.

-¿Qué te parece? 

Cargando editor
31/01/2010, 01:29
Sam Taylor

La muchacha sonrió satisfecha consigo misma por el hecho de haber acertado uno de tus poderes, aunque prácticamente habías sido tú el que se lo habías dicho. Aún no tenía claro cual de los dos tenías, pero como era una curiosidad sana no quiso preguntar nada más, sólo tenía curiosidad ya que a parte de lo que tu la habías dicho, seguramente tu madre ya le habría soltado que tenía un hijo mutante trabajando para la D.C.M., que eso es algo de lo que puede " pavonearse " una mujer en la tienda o tomando el café con alguna amiga.

- Por mucho que digas, yo creo que sigue siendo hacer trampa, aunque las hagas sin querer y que sepas que me niego rotundamente ya a jugar contigo a cualquiera de esos juegos.. me gusta participar en las cosas en igual de posiblidades..

Parecía que habías conseguido animarla un poco, y eso estaba bien. Habías leído las suficientes mentes a lo largo de toda tu vida como para saber que la soledad era un sentimiento difícil de hacer desaparecer y muy duro de llevar a cuestas.

- Ummm espero que lo estés diciendo porque te apetece y no porque has notado que estoy triste o que me hayas leído la mente, pero bueno, creo que acepto, me apetece hacer algo que no sea quedarme en casa hasta la hora de irme a dormir. ¿ Te apetece que cenemos por ahi? Luego podemos ir al cine, a tomar unos tragos, lo que te apetezca..

Parecía ilusionada con eso de tener algo que hacer.

Cargando editor
31/01/2010, 14:45
Eric Rosen

-¡Claro que me apetecería cenar por ahí! La verdad es que ahora que no estoy estudiando como un loco cualquier plan me parece perfecto.- Sonrío, sintiéndome libreado. La verdad es que tiempo atrás me había sentido reacio a salir a algún sitio. Siempre me había sentido agobiado por no estar trabajando en mi carrera, pero en cierto modo el estar aquí y el ver a mi hermano tan “bien” me hace relajarme. -Lo que no sé bien cómo hacerlo es lo del cine. ¿Qué tipo de películas crees que habrá?

Me levanto para coger mi chaqueta, me la pongo y paso la cremallera con un movimiento rápido. Ahora que lo pienso no tengo llaves de esta casa, y si vamos a mirar una película seguramente llegaremos algo tarde. Bueno, no importa.

-¡Mamá, me voy con Sam a cenar fuera y a ver una película! ¡Ya nos veremos, te quiero!- Las palabras surgen de mi boca como muchas veces lo habían hecho en mi infancia. Ser mutante no me hizo ser muy popular, pero siempre tuve un amigo ahí con el que contar. Me pregunto dónde estará él… En cierto modo salir con Sam me recuerda a cuando lo hacía con él.

Una tonta sonrisa se asoma a mi rostro mientras abro la puerta. –Las damas primero.

Notas de juego

 No sé cómo lo haces, pero Sam me inspira mucha simpatía. Incluso sonrío cuando leo tus posts... xD