Partida Rol por web

Pese al terrible golpe que el lobo recibió en su lomo tuvo fuerzas para cargar contra el picaro. la sangre caía por su pelaje, dando a entender que estaba casi knock-out, pero todavía tuvo fuerzas para morder y intentar su derribo

El lobo, aunque herido, consiguió su objetivo. El semielfo, además de recibir el mordisco cayo al piso impulsado por la carga del lobo.

Como el licántropo se había alejado demasiado para poder atacarlo con la esfera, decidió dirigirla hacia el lobo que se encontraba al lado de la maza convocada por el clérigo. Apunto son su dedo a la esfera y luego al lobo y esta hizo el mismo recorrido que su mano para irse contra el lobo que sorprendido intentó evitarla.
Aunque el licántropo se había escapado de su esfera, no lo haría de sus proyectiles. Ecthelion pronunció las palabras adecuadas y a su lado aparecieron 2 proyectiles de luz que se fueron directos al hombre lobo.

Ante el gesto del mago, la bola de fuego se movió por la cueva, evitando a sus compañeros y ocupando el mismo lugar que uno de los lobos. Este no puedo evitar el fuego y se quemó las patas mientras aullaba de dolor.

Los proyectiles que salieron, a continuación, de sus dedos volaron certeros hacia el licántropo. Este gruño nuevamente, malherido. Evidentemente no contaba con que lo atacaran con magia y se empezaba a poner nervioso - Malditos cobardes, porque no se acercan - lo oyeron gritar preocupado.

Antes de terminar de escuchar sus palabras el cocodrilo que había convocado el druida apareció y, tras moverse un paso intentó morder al mismo lobo que recién había sido quemado. Probablemente el esquivar la bola de fuego no lo ayudó a conseguir su objetivo.

Kuznak, aprovechó que tenía al licántropo al lado para intentar morderlo. Sus filossos dientes golpearon contra el extraña armadura sin conseguir tocar la carne del hombre lobo. El druida aprovechó la oportunidad e intetó clavarle su daga de plata, que rebotó en la armadura como habían hecho los dientes de su perro. Luego, ante un breve talonazo del druida, el perro se alejó de su objetivo.

El hechicero parecía estar nervioso, no le gustaba tener a los enemigos tan cerca y menos a licantropo así que opto por alejarse un poco de licantropo aunque eso conllevara a acercarse mas al otro lobo.

Chicos necesito algo de ayuda

Luego opto por usar un conjuro de armadura de mago para poder defenderse mejor.

El hechicero se movió e intentó conjurar su armadura mágica, pero el lobo aprovechó esa mínima distracción para lanzarle un mordisco, sin conseguir que sus dientes pudieran morder la piel que había dejado a la vista durante su conjuro.

Sin embargo, apenas el conjuro había empezado a hacer efecto volvió a intentarlo con mejor suerte. Parecía que la protección mágica no fue tan eficaz como el hubiera supuesto. Los dientes, esta vez, se clavaron en su pantorrilla hiriendolo, aunque no de mucha gravedad.

- Bien hecho, lobito, bien hecho - murmura el licántropo, contento de que por uno de sus enemigos haya sido herido... y dispuesto a que no sea el último

Demonios, ya estamos en una pelea y ya tengo problemas.
Con el lobo que tenía delante y que le acababa de derribar Arza no estaba seguro de cómo se desarrollaba todo el combate, y apenas entendió por qué Dramir comentaba que necesitaba ayuda. Aunque también la necesito yo.
A pesar de sus pensamientos, sus manos se movieron sabiendo lo que tenían que hacer. No estaba en la mejor posición, pero no tenía tiempo de andar sacando el estoque así que cargó otro virote, esta vez normal, en la ballesta y disparó al lobo que le había tumbado.

Mientras el picaro intentaba disparar el lobo volvió a morderlo. Evidentemente , tirado en el piso no se encontraba en la mejor posición para combatir a la bestia que tenía a su lado.

Con todo, aguantando el dolor que los dientes del lobo le causaban consiguió su objetivo. Un virote entre sus fauces fue suficiente para acabar con la vida del animal.

Una vez más el clérigo intenta alcanzar al lobo que tiene enfrente, pero la treta del licántropo avanzando a la retaguardia le coge desprevenido, haciendo que falle el ataque.- ¡Mierda! - Señala al hombre lobo extendiendo el brazo de la maza hacia él. - ¡Cetrosolar! ¡A por ESE! - Siguiendo sus indicaciones, el arma espiritual se dirige a toda velocidad hacia la aberración, intentándolo golpearla.

Pese a que no pudo alcanzar al lobo que tenía enfrente con su maza de plata, el arma mágica que había convocado cumplió su objetivo, golpeó con fuerza al licántropo que cayo al piso, con la cabeza destrozada por el golpe

El lobo que todavía trataba de esquivar la bola de fuego del mago, contra todo pronóstico, en vez de huir intentó morder al barbaro. Pese a los veloces movimientos de sus patas no fue capaz de evitar que las llamas quemaran su pelaje y no pudo hacer nada. El fuego fue demasiado para el y no puedo realizar su ataque. Estaba muerto.

hay ta :P

Justo tenía en su punto de mira al licántropo y había metido sus deditos en la bolsa con las balas de plata, apareció la maza esa brillante invocada al parecer por Gliadel terminando con la vida de la criatura semihumana. Fascinado aún por el poder de la maza, cambió casi instintivamente de bolsa y tomó dos proyectiles normales. Disparó rápido contra los dos lobos que quedaban, pero las balas salieron mal dirigidas y no impactaron en ninguno de los cánidos. Por su parte, la criatura convocada se lanzó al ataque contra su igual más cercano mordiéndole en el cuello con fuerza.

Aunque las balas no fueron efectivas, si lo fue el ataque del lobo. El animal convocado mordió al otro y sacudió su boca, intentando derribarlo. Sin embargo, firmemente asentado en sus patas no resultaba tarea sencilla.

¡TOMAAA! ¡EN TODA LA MOCHA!¡BRAVO CETROSOLAR¡- grita el clérigo fuera de sí. -

La lucha estaba siendo mucho más sencilla de lo que habían esperado en un comienzo, con la muerte del licántropo, los lobos se convertían en amenazas menores, pronto se librarían de ello y podrían revisar la cueva.

Rakas dió un paso hacia atrás para situarse nuevamente a una distancia cómoda para el alcance de la guja, el arma hizo un arco descendente acabando con el lobo.

La guja del bárbaro volvió a moverse con pericia y se clavó en el lobo del lobo que justo antes había sido herido por el arma mágica del clerigo. Pese a todo, el animal quedó en pie, con la sangre cayendo a goterones de su lomo, pero aún con posibilidades de combatir.

Sin embargo las cosas habían cambiado, sin el licántropo gruñendo e incitándolos al combate, los lobos no parecían tan convencidos de que fuera una buena idea. Ya los cadáveres de cinco de sus compañeros acompañaban al de su jefe. El lobo restante, sin dudarlo intentó huir. Solo era un animal, no un suicida.

El clérigo aprovecha la huida del lobo para asestarle un golpe con su maza, que no va todo lo fuerte que hubiera querido.