Partida Rol por web

Buenos dias maese elfo, bienvenido a la Fragua de Thorsmith la mejor del mundo se lo puedo asegurar, el precio de estas dagas son 350PO estan listas para su uso y son de una calidad excelentes. Te dice con esa voz tan ronca de los enanos.

Respecto a sus municiones me temo q solo las tengo de ballestas y las mismas. Te mira fijamente sin quitarte ojo, mientras observas las dagas.

¿350 la unidad o todas? Si es la unidad deme 2. La. Verdad que son muy bonitas jejejeje.

(se lo digo con amabilidad y respetando al enano).

Preparo las 700MO

¿350 la unidad o todas? Si es la unidad deme 2. La. Verdad que son muy bonitas. Te le dice amablemente y con un tono respetuoso, después se ríe el solo por su comentario. Finalmente saca una gran bolsa de monedas y se pone a contarlas.

Si claro, cada una, obviamente. Cuantas se llevara? 2 nada más? Mire q como estas no las encontrara en otro lugar. JEJEJE

Si claro, cada una, obviamente. ¿Cuantas se llevara? ¿2 nada más? Mire que como estas no las encontrara en otro lugar.  El enano se ríe, agotándose su barriga al compás de su risa ronca y su barba se sacude bailando al mismo son.

Sí, deme sólo 2 jeje, aquí tiene las 700 monedas de oro.

Podría decirme que calidad tienen las dagas si es ta amable señor enano

La verdad que son muy bonitas.

Por casualidad sabría usted decirme donde está el templo de los druidas? Oí un rumor que un druida mató a una bestia y me gustaría saber que es esa bestia ¿Ha oído usted algo de la bestia?

( Todo la conversación se lo digo amable, con respeto y educadamente).

Mientras te acercas a la barra Mama K no te quita el ojo de encima, manteniendo su sonrisa seductora en todo momento. Le empiezas a contar la historia del vino que buscas y por un segundo ves esa expresión tan conocida de desconfianza y hastío, pero enseguida desaparece volviendo a su falsa sonrisa seductora. Cuando cambias a la expresión triste y furioso, Celeste se mantiene en su sitio sin moverse mientras clava su mirada en tus ojos y finalmente dice.

Buscas el vino de las hermanas, Shar y Selune, por desgracia no tengo y es más caro que el vino élfico. Te dice suavemente sin perder el contacto visual. Sacas la caracola desviando la mirada un segundo y volviendo la vista a ti sin apenas cambiar su expresión y da finalmente un paso hacía atrás tomando una botella de vino y poniéndola con cuidado encima de la mesa. No es que la joya no impresionará a la mujer, es que había sufrido demasiado a manos de los hombres, como para dejarse distraer por una joya y después lamentarlo. Pones la joya entre los dos a la altura de los ojos y la mujer vuelve a mirar la joya por una fracción de segundo, volviendo a clavar sus ojos en los tuyos mirandoos fijamente. El cuerpo de la mujer esta en tensión, preparado para reaccionar en cualquier momento.

-Claro que si, pero si no os importa yo brindaré con zumo, es demasiado temprano para mí beber alcohol, no soy tan fuerte como vos. Te llena una copa de cristal de vino y ella pone un zumo rojo en la otra.

Aun no se si me ha reconocido o no. Lo único que se, es que no me importaría que lo hiciera y verla sonreír de nuevo. - pienso mientras me dejo embelesar sutilmente por sus ojos sobre los míos. Escucho su replica a mi pregunta sobre el vino, mostrándome un tanto decepcionado por ella, aun a sabiendas de que si que tiene al menos una botella de esa reserva. Tras el momento de la joya, compruebo con satisfacción como aun no la mueve la codicia por un objeto. A fin de cuentas yo los robo y los atesoro por las historias que los envuelven. No por su belleza o su valor en oro. Aun que esto último facilita las cosas.

Una tenue sonrisa y una mirada de gratitud es la única respuesta que recibe la madam. Aprovecho con un movimiento ágil para liar el colgante entre mis dedos, libres al fin de su guante. Llevo mi mano hasta la copa, sin apartar mis ojos oscuros y sin brillo de los suyos. Justo entonces alzo la copa lentamente mientras añado disimulando la voz:

- Ha sido un largo viaje, solitario y peligroso. - digo antes de dejar de disimular mi propia voz - Pero al fin hoy puedo brindar por el mayor de mis logros. - Y con un susurro, sin disimulo alguno y con palabras que llevaba desando liberar desde que había llegado a la ciudad, alzo la copa y añado - Por Celestine y por mi regreso junto a ella. - digo adoptando un semblante que ella sea capaz de reconocer y con una pequeña, pero alegre, sonrisa. Justo después de brindar bajo mi copa y la dejo sobre la mesa, sin haber bebido ni un sorbo de ella. 

Sí, deme sólo 2 jeje, aquí tiene las 700 monedas de oro. Te dice entregándote las monedas. ¿Por casualidad sabría usted decirme donde está el templo? Oí un rumor que un druida mató a una bestia y me gustaría saber que es esa bestia ¿Ha oído usted algo de la bestia?

Celeste no te quita el ojo de encima mientras haces tu brindis / discurso final. Ves como la comisura de su labio se alza por un momento volviendo a su sonrisa habitual. Finalmente saca una caja de debajo del mostrador y saca una botella antigua y muy bien decorada, con Mithril y joyas adornando el cristal de la botella.

-Sería una lastima beberla a la luz del día fortachón, porque no la dejamos para cuando salga la luna. Ves que mueve su pelo con la mano y finalmente sale de detrás de la barra. Te parece escuchar un "Click" y unos pasos amortiguados alejarse desde el otro lado de la pared del fondo. Se acerca a ti sensualmente acercándose mucho y rodea tus hombros y cuello con sus brazos, finalmente te susurra. ¿Encontraste le joya de los perdidos y con ella a tu hermano? Finalmente roza tus labios, dándote un suave beso casi desapercibido. Te he echado de menos, mi pantera de la oscuridad. Te dice finalmente sin dejar de susurrar, sintiendo el olor dulce y único de Celeste.

Lo siento es esta la primera noticia que tengo. Espero tenga suerte en sus andanzas le señalo por donde ir
por allí debe ir, muchas gracias por su generosidad y espero volver a verle, a usted o a cualquier amigo suyo JEJEJEvoy a seguir con lo mio que no ando sobrado de tiempo en la fragua

Lo siento es esta la primera noticia que tengo. Espero tenga suerte en sus andanzas. Te señalo por donde ir, dirección suroeste a cinco calles Templo de Mieliki, a 17 calles dirección noreste distrito de los templos.
Por allí debe ir, muchas gracias por su generosidad y espero volver a verle, a usted o a cualquier amigo suyo

Noto como se me acelera el pulso al ver aquella caja y esa vieja botella que tantos buenos recuerdos evocan en mi mente. Con una sonrisa y un leve asentimiento respondo a Celestine, posponiendo nuestro brindis para otro momento. Me giro un instante, mientras ella se acerca a mi, para mirar un leve sonido que me pareció escuchar en una de las paredes del fondo de la estancia. Sin tiempo a reaccionar caigo preso, en los brazos de madam. 

- Solo logre perderme tres años de mi vida... - digo con un tono de amargura, mientras la correspondo llevando una de mis manos a su cintura - Le he dedicado mis últimos tres años a él, creo que el día de hoy puedo dedicárselo al nosotros ¿no crees? - digo con un tono dulce, al igual que el aroma que desprende Celestine y tanto he añorado. Con una mano sobre ella y mi rostro pegado al suyo, no puedo evitar romper la magia del momento. - ¿ Qué ha sido ese ruido ? - le susurro al oído, sin apartar mi vista de la pared del fondo y con la mano libre cerca de mi daga.

Si algo me he demostrado a mi mismo estos últimos años es que no existe ningún lugar seguro. Aun que también puede que mi cansancio me este jugando una mala pasada.

Muchas gracias señor enano, no cabe duda que si alguna vez necesito un arma, vendré a este maravillosa tienda.

Que tenga un buen día. Hasta luego.

(Se lo digo amable).

Así que sí voy al templo de Mieliki podré conseguir información sobre la bestia y con suerte que druida acabo con esa bestia, lo mejor ir rápido al templo y si hay suerte a conseguir la información jeje (Lo que piensa Thalion).

Voy a dirección noreste, hacia el templo de Mieliki, vuelvo a estar motivado, huele a aventura...

- Que Marcel os haya contado mi llegada y mi intención sólo aligera las cosas. Parece buen muchacho, aunque un poco tímido. Con gusto me quedaré a esperar a vuestro descanso pero simplemente miraré. Mi cuerpo se nutre de buenas acciones y con eso es más que suficiente. Espero a que terminen de atender a la gente mientras doy una vuelta por la capilla, observando a las gentes que rezan allí. Cuando llegue el momento me reúno con Laurana y Marcel.

Celeste te sonríe traviesa y te guiña un ojo. Baja su mano por tu cuello y brazo, posándolo en el brazo que va hacia la daga.

Le he indicado a mi guardiana que se retire, no esperarías que me quedara a solas con un desconocido de buena mañana. vuelve a ssonreír picaramente y te besa dulcemente. ¿Vamos a un sitio mas privado? Tenemos que ponernos al día.

Sonrío hacia Celestine, notando como sus palabras y tacto relejan mi cansado cuerpo y liberan mi fatigada mente de temores infundados. 

Como si no les hubiera hecho jurar a Sinat y a Antros que te protegerían antes de que me fuera. - pienso y añado - En sus manos estoy, madam. - río en un susurro casi inapreciable, dejando pues que sea ella la que me guíe a mi última labor del día antes de un largo y merecido descanso.

Muchas gracias señor enano, no cabe duda que si alguna vez necesito un arma, vendré a este maravillosa tienda. Que tenga un buen día. Hasta luego. Te dice finalmente, sale por la tienda con 700PO menos, pero con dos dagas de gran calidad encima.

A los pocos minutos ves aparecer a tu abuelo, al parecer bastante molesto con la reunión con los clanes. Lo ves resoplando y quejándose, mira finalmente la espada que estas haciendo y asiente.

Olof, hazme el favor de ir al templo de mieliki. Te dice pronunciando el nombre de la diosa de la naturaleza con bastantes reparos. Los minerales están tardando demasiado en llegar y necesitamos más materia prima, quizas esos come-hojas de los druidas puedan hacer algo. Se pone a calentar su horno, tomando un lingote de Mithril de su reserva privada. Malditos sean los demás clanes y el maldito gobernador, quieren el trabajo para dentro de dos Dekanas, pero ni hay dinero, ni posibilidad de que el metal llegue antes. Una vez caliente el Mithril empieza a golpearlo con el martillo, con bastante fuerza pero con golpes precisos. Mira haber que se puede hacer, aveces en los bosques se encuentras cuevas de mineral, si hay alguna cercana podríamos conseguir nuestro propio mineral y no depender de los demás.

Te diriges al templo de Mielikki, pasando de nuevo por la casa del Herbolario que permanece igual y llegando a la plaza de la fuente, sigues por la calle donde viste al joven que te indico antes y en la siguiente calle ves una pequeña capilla con el unicornio, símbolo claro de la Diosa de la Naturaleza.

Una vez dentro, observas que el lugar es pequeño y no tiene prácticamente muebles, solo un altar y el simbolo del unicornio en la pared del fondo, una paz inunda el lugar. Finalmente ves una pequeña cantidad de gente orando o haciendo cola delante de la sacerdotisa, el joven de antes, al que le preguntaste por la casa del druida se haya allí, con un rollo de pergamino anotando lo que la sacerdotisa le dice. Ves a un hombre humano con las manos y los pies vendados, andando en círculos por el interior de la capilla, observando a todo el mundo.