Partida Rol por web

1 de Septiembre de 2.000

Asomada tu ventana, pudiendo oler los cercanos árboles del parque, saludas al sol. Fuente de podr, su impulso de esencia irá aumentando según se acerque el mediodía. Hoy será un día ocupado. Tienes que reunirte con varias personas, de tu vida natural y de tu vida sobrenatural. Por la mañana te dedicarás principalmente a llamadas y visitas de proveedores; estáis contruyendo una nueva sede para vuestro grupo.

Por la tarde, una cita con miembros importantes de la logia que pretenden incorporar nuevos miembros. Tu aprobación es esencial para parmitir su entrada. Con la calma que da saberse un icono tanto como un objetivo como un deseo, te preparas.

Asomada a mi ventana, ataviada con mi bata de seda china voy repasando mentalmente la agenda, me giro sonriente y me dirijo al vestidor para elegir la ropa...poso el dedo indice sobre mis labios mientras selecciono unos pantalones piratas y una camiseta a juego, ambos de un color beige, después aparto los complementos tales como cinturón y bolso y una vez todo eso listo me dispongo a ducharme y arreglarme para este nuevo día.

Una vez duchada, me visto y voy a desayunar, veo las noticias y leo un poco el periódico tras lo que cojo mi bolso y mi maletín de trabajo y salgo de mi residencia en dirección a mis quehaceres*.

Aunque todo el mundo esté volviendo de las vacaciones, todavía hace clima de verano y se puede pasear a gusto, sobre todo cuando no es hora punta. Decides caminar parte del trayecto y luego coger un taxi cuando tengas que ir al último proveedor, que está un poco más lejos.

Durante la mañana visitas distintas tiendas en busca de mobiliario cuyos materiales reúnan los requisitos necesarios para hacer fluir correctamente la Esencia en vuestra nueva sede. No todo lo que parece mármol rosa lo es, después de todo. También eliges algunas piezas decorativas y terminas en una librería de antiguo buscando algún tomo interesante que añadir a la biblioteca ampliada que tendréis allí.

Es en este último establecimiento donde el dueño te comenta algo que cree que te puede interesar. La casa de subastas Zafon's va a realizar en una semana un subasta de objetos relacionados con el ocultismo oriental, aunque parece que aún no está decidido del todo el catálogo. Te dice que no le importa llamarte cuando la anuncien oficialmente.

Atiendo a la información que el dueño de la tienda me facilita y le contesto:

- Gracias, es cierto que podría ser interesante, le agradecería que me mantuviera informada. - dicho esto le tiendo una tarjeta con mi numero de teléfono*.

Y si no tengo nada mas que mirar ahí y el no me dice nada mas, me despido amablemente y me marcho. Al salir de la tienda miro el reloj y dependiendo de la hora y si ya no me queda nada mas por hacer esa mañana iría a tomar algo a algún sitio o a mi casa.

Te diriges a un restaurante cercano, muy íntimo, con un patio arbolado donde almorzar. Aquí una no se siente rara comiendo sola, porque muchos más lo hacen, gente como tú, ocupada y solitaria que no tiene tiempo para buscar continuamente una pareja de almuerzo.

Conforme el camarero me indica cual será mi mesa echo un rápido vistazo a los demás comensales, me siento y ojeo la carta. Cuando el camarero llega para tomar nota le indico con una amable sonrisa:

- Tomaré una crema de albahaca como entrante y para el plato principal me decanto por un filete de mero a la liornesa, para acompañar creo que un sauvignon blanc estará bien. Gracias.

Antes de que traigan lo pedido echo mano a mi portátil para buscar información acerca de la casa de subastas Zafon's y también acerca de su próximo lote de artículos orientales.

La comida es excelente y tiene un cierto regusto mediterráneo... ¿albahaca? Conectas el portátil al satélite y en un momento estás navegando. Zafon's es una casa de subastas de alto nivel y está en un buen momento. Bien considerada y símbolo de éxito y lujo. Sin embargo, no tiene anunciada ninguna subasta de artículos orientales.

- Esperare la llamada de ese tendero - pienso mientras leo la información de Zafon's.

Tomo un postre ligero y cuando lo termino me miro en el pequeño espejo que llevo en el bolso para ver como estoy, pido la cuenta y le digo al camarero que felicite al cocinero de mi parte por la buena preparación y presentación, pago y me marcho despidiendome debidamente a continuar con mi agenda.

Te diriges a la sede de la logia en Nueva York. Situado no lejos de tu casa, en el Upper East Side, el edificio no es le más grande de la zona, pero sin duda tiene el aire señorial que sus miembros están buscando.

La reunión empieza pronto. Viejas glorias de la logia junto con estrellas que despuntan se reúnen para tomar decisiones, siempre al amparo de lo que La Elegida disponga. Sus palabras son sugerencias, tus sugerencias son órdenes.

Comienza el carnaval de propuestas; los posibles nuevos miembros que aparecen ante tí en fotografías e informes no parecen estar realmente a la altura. En su mayoría son más ricos que interesados de verdad en las Ciencias Ocultas. Pero debes aceptar a alguno, sólo uno o dos de los mejores...

Voy a la sede de la logia en Nueva York* saludo a todos y al comienzo de la reunión voy escuchando las propuestas y mirando los informes mientras por mi cabeza pasa - la ayuda económica es necesaria, pero no se puede desvirtuar nuestro nombre por unos cuantos ceros, a ver cual de los candidatos es el mas apto...o la mas apta. -

Examinando todas las solicitudes, hay una que destaca sobre las demás: Michael Abaldon. No tiene experiencia previa conocida en el ocultismo. Se dedica a la industria de las nuevas tecnologías médica, militar y cibernética. Sin embargo, su solicitud es humilde, no ofrece grandes fondos ni pide grandes cargos. Se limita a expresar su reciente interés por estos temas y su deseo de aprender poco a poco bajo vuestra dirección. Acepta su condición de novato a pesar de estar a punto de cumplir los sesenta.

Otra candidatura que podría ser interesante es la de un tal Doctor Torrence Wilson, profesor de historia de la Universidad de Nueva York. Aparte de poder aportar algunos fondos económicos, su acceso a la biblioteca universitaria y su aparente seriedad parecen interesantes.

La decisión esta tomada, aparto los informes sobre esos dos hombres del resto y los voy pasando por mi derecha para que vean cuales son los dos mejores candidatos y doy mis motivos - El señor Michael Abaldon cuenta con una notable experiencia en nuevas tecnologías, podría ayudar a mejorar nuestros recursos no económicos; y respecto al segundo candidato, el Doctor Torrence Wilson, creo que todos coincidimos en que un erudito en historia nunca esta de mas, ademas de facilitarnos un mayor acceso a material. Por esos motivos pienso que de todos, ellos son los mas aptos. - dicho esto me mantengo a la espera, con una agradable sonrisa, de alguna cosa que tengan que añadir.

Todos asiente, unos con más entusiasmo que otros, pero todos de acuerdo bajo tu dirección. Nadie parece querer oponerse a tus deseos por algo tan mundano en realidad. La logia es lo importante. Recogéis todo y te quedas tan sólo con los informes de las personas elegidas, con quien se supone que deberás contactar para buscar una cita en la que entrevistarles personalmente. Se te reserva el derecho a cambiar de opinión durante la misma si no les crees dignos, por supuesto.

Decido llamar primero al señor Abaldon para concretar una cita en algún sitio cómodo para ambos y discreto, despues llamaré al doctor Wilson para concretar también su cita, así dejare eso organizado...hay que ser ordenados pienso mientras me coloco un mechón de pelo tras la oreja con una pícara sonrisa.

Abaldon parece ser un hombre muy ocupado y poco sociable. Te cuesta mucho, incluso habiendo dado tu nombre, conseguir que su secretaria te dé cita para dentro de tres días. En cambio, el doctor Wilson te da cita de inmediato, emplazándote para mañana mismo por la mañana en su despacho de la universidad.

Después del ajetreado día me marcho a dormir a mi residencia y a la mañana siguiente como de costumbre me levanto, me ducho y visto para la ocasión, desayuno y marcho a mi cita con el doctor Wilson.