Partida Rol por web

1 de Septiembre de 2.000

La campanilla de la puerta sonó al entrar alguien. Te pilla justo en el almacén, por lo que no ves quién entra. Consultas tu reloj. Apenas habéis abierto hace cincominutos. No suele venir gente a esta hora, los libros no son un artículo madrugador.

Sales a la tienda en busca de tu primer cliente de la mañana (apuestas contra tí mismo a que será el único), pero allí no hay nadie. La campanilla todavía tiembla en la puerta. Te asomas entre las estanterías, pero tampoco. Deben haber abierto, asomado la cabeza y haber vuelto a cerrar, ¿no? Quizá lo han confundido con una de esas cafeterías literarias...

jhon tenia una taza de cafe caliente (que usaba para calentarse) entre sus manos, cuando se vio inerrumpido un leve bufido de protesta surgio de sus labios, estaba leyendo una edicion antigua de las Doctrinas de Buda, el encontaba en estas intriga y pensaba que Buda habia sido algun tipo de hechicero o ser superior (como el los denominaba).

De mala gana se preparaba a atender, esperaba poder ahuyentarlo rapido, se habia quedado en medio de una contienda filosofica importante, uno de los no vistos le habia dicho que Buda era la clave y luego de unos cuantos años buscaba, que tipo de clave era y para que??.

Al encontrarse que no era nadie, sus instintos se pusieron alerta, las puertas no se abrian por si solas y no podia haber desaparecido rapido de su vista... su doctor siempre le decia que no podia dejarse llevar por sus delirios, de seguro que este era uno de ellos... aun asi no estba muy convencido, era delirio escuchar una puerta abrirse.

Dudo un poco envuelto en sus pensamientos y si alguien lo veia en esos momentos notaria el leve temblor en sus manos sudorosas y el ida y vuelta de su cabeza de la puerta a su comoda silla, de la silla de nuevo a la puerta, sus pies igualmente indecisosiban y venian. Al parecer no estba decidido en que hacer y hacia donde ir.

Al final enmcorbandose un poco se encamino hacia el refugio entre las estanterias donde lo esperaba su cafe, el cual no tomaba sino que solo lo tomaba entre sus manos, le encantaba esa sensacion.

La mañana pasó como habias predecido. Bastante tranquila y sina penas clientes. Alguna madre despistada creía que podía encargar aquí los libros de texto en el último momento. Un par de chicos vestidos y maquillados de negro que decían buscar verdadero esoterismo pero en realidad buscaban ambientar sus juegos de rol.

Cuando ha llegado la hora de comer has salido a la calle, cerrado con llave y pensado acerca de dónde comer. Tu casa está a un par de manzanas, pero también es cierto que has olvidado cocinar nada. Bueno, hay huevos en la nevera.

Al salir pone un alfiler justo en la parte inferior de la puerta, siempre es bueno saber si alguien entra sin saberlo.
Luego se da vuelta y mira a la gente (seguro mucha esta hora de salidas a comer), al parecer eran todos normales, ninguno de sus amigos habia aparecido, esto le dio algo de nostalgia hace rato que no venian por él, si bien le habian traido muchos problemas, eso lo hacia sentir especial.

Coge su bicicleta, el cerrojo de su cadena, con cual la ataba estaba desgastada, ya era hora de cambiar el candado...

Al no decidir a donde ir, escoge recorrer el parque, de seguro que se decidiria en el camino.

recorre la senda de bicicletas del central park, el verde intenso se esta alejando, el otoño estaba llegando, en los arboles notaba esa inquietud de cambio... habia contado 1350 baldosones, como siempre, algunas marcas nuevas, lo extraño que las viejas tardaban tiempo en desaparecer.

Comida arabe... no no... odiaba a los sudorosos cocineros... Algun sandwich, si eso escogeria el tercer lugar que tuviera rojo en su entrada, eso siempre funcionaba...

Bajas hacia el sur bordeando el parque hasta encontrar lo que buscas. Te detienes en una cafetería que anuncia sandwiches "con el auténtico sabor de los 50". La verdad es que el pan es bueno y no escatiman con el café.

Desde fuera, observas a la gente apsar de un lado a otro de la calle, entrando y saliendo del parque. Gente curiosa. Gente interesante. Gente anodina. Gente aburrida y gente divertida.

De repente, la sal se te cae al suelo. Te agachas a recogerla, pero observas un curioso fenómeno. Al abrirse la tapa y derramarse, ha formado algo... como una forma. Una flecha. Una flecha que apunta directamente a la calle, como si te apremiase.

Jhon que sostenia su cafe con las dos manos deja esto, para ponerle un poco de azucar. Si lo tomara, de seguro le gustaria con mucha azucar, pero esto nunca lo hacia.

Se cae el azucar y cada pequeña particula de azucar se va moviendo sobrenaturalmente, puede sentirlo se le erizan los pelos. enseguida hecha una mirada hacia donde indica, pero antes de llevar su vista ahi, mira hacia toda la gente de su alrededor, fugazmente pero para su memori y pecepcion lo suficiente para notar algun ser que le de extrañeza, o que lo este observando.

Nadie te observa, naide parece acosarte. Y sin embargo, algo raro ocurre en el mismo momento en que miras hacia allá. Empiezas a escuchar ruidos, griterío... la gente mira hacia algún punto de la calle que no logras observar desde aquí y algunos empiezan a correr hacia allí.

-¡Un médico!- escuchas claramente que alguien pide.

la confusion no era mucho para Harper, si bien sospechaba de su intuicion al no ver alguien raro, su mente era agil y rapidamente se dio cuenta lo que sucedia, pero por que el azucar le marcaba el camino...
Intentaba acordarse que decia en los libros sobre señale y avisos... mientras se acercaba arrastrando los pies y con sus manos cruzadas por delante, oliendo el aire, en el se percibia la sangre, la muerte...

Asi con todas esas cosas en la cabeza llego, pasando entre la chusma, al lugar del incidente.

Te acercas a ver lo que ha ocurrido, teniendo que escurrirte entre el montón de gente que se asoma al centro de la escena. Allí, un hombre de aspecto serio, con chaqueta pero sin corbata, atiende a otro hombre tirado en el suelo sobre un charco de sangre. El hombre caído sostienen todavía en su mano una taza de café rota.

Cuando el buen samaritano, que dice ser médico, gira el cuerpo del herido para atenderle mejor, este se convierte de herido en cadáver, claramente. De su frente asoma un enorme trozo de loza; el trozo que le falta a la taza. Por increíble que parezca, el tipo parece haberse desmayado delante de esa tienda de pianos y haberse clavado en el cerebro su propia taza de café. El médico no puede hacer nada por él.

-Qué raro.- comenta un joven de aspecto casi tan desarrapado como el tuyo, mirando la escena. es uno más en medio de la multitud, pero te llama la atención su camiseta. Es una de esas camisetas con dibujo; la imagen que lleva impresa es la de una flecha que señala hacia arriba, hacia la propia cara del chico. Que por cierto, empeiza a alejarse de la escena, caminando hacia el sur.

Jhon habia notado el detalle ni bien se habia acercado al gentio, cuando el muchacho se dio vuelta y empezo andar mucho fue lo que tardo en decidirse, su lectura, su saber le decian que esas no son cosas del azar y estaba dispuesto a desvelar que era lo que le deparaba lo mistico... si es que realmente existia o volvia a ser juegos de su cabeza... esa era una gran polemica en su interiro en donde nunca llegaba a un acuerdo con su ser.

Asi, con los brazos en sus pantalones de jeans desgastados, se dedico a seguir al joven que le parecio extraño, olvidando de su bicicleta, no habia tiempo para pequeñeces...

El chico al que sigues parece haberse dado cuenta de ello. Esto es Nueva York, así que la psicosis de los carteristas es común en todos los ciudadanos. El joven aprieta el paso. No corre ni intenta esquivarte, pero ciertamente va más rápido e intenta mantenerse donde haya gente, con una mano metida en un bolsillo.

rapidamente noto la molestia de su perseguido, y mas de una vez se quizo volver por donde habia venido, por lo bajo murmuraba reproches y demandas de valor hacia el mismo. Su cuerpo cada tanto recibia el rapido reflejo de querer volverse, aun asi lo siguio y siguio...

El chico, desde luego, parece tomarte por loco. Esto a la vez le relaja y le hace mirar más a menudo en tu dirección, pero caminar más lento. Parece que ha llegado a donde quería, al edificio Dakota. Miras hacia arriba para ver su empinada fachada que le da cierto aspecto de mansión desmesurada.

-Joder. Tío, ahí mataron a Lennon.- te dice una voz. Piensas si no estarán de vuelta tus amigos, pero en realidad, quien te habla es un joven desaliñado pero vestido con ropa cara, que conjunta mal y que parte de ella no le queda bien.

-Bueno, ¿qué? ¿no vas a entrar? ¿Le has seguido hasta aquí y no vas a ver dónde termina la cosa? Me llamo Colin, por cierto. Si quieres te acompaño.-

harper mira raro al locutor, dos veces esta por contestarle pero no le sale palabra, luego si sentido empieza a recitar un... pero... pero..
y sin proponerselo empieza mirar los detalles de siempre, si su piel tiene el dejo brilloso de grasitud, caracteristica d falta de un baño, si su traje esta manchado, si alguna gota de sudor contiene su curpo, asi como si sus uñas encierran algo de mugre. Busca alguna caracteristica que una al muchacho con la realidad, alguna de esas cosas que un espiritu no portaria, o por lo menos eso creeria.

esos pocos segundos de inspeccion lo ayudo a componerse:
-Pero. como me has seguido, no lo he notado, o me...-, se queda mira el suelo y vuelve a mirar de reojo a su referente, - me estabas esperando??... como sab...? - y esta vez se detiene, era estupida esa pregunta solo recibiria mas acertijos, nunca conseguia una respuesta clara de aquello, tanto con personas reales, como de espiritus.... o mejor dicho "productos de su imaginacion".

El joven desde luego tiene varios signos de "realidad". Sus zapatillas deportivas están manchadas con barro del parque. El cristal de su reloj está roto y tiene unas motas de caspa en el hombro derecho.

-Tienes razón, no debería asaltarte así por la calle. En realidad nos conocemos de vista, haz memoria. ¿Recuerdas, en el manicomio? Tú saliste unas semanas antes que yo. Nunca hablamos, pero ví... ví que te rondaba la Corruptela. Lo cual significaba que estabas en peligro de ser guiado a una locura más profunda y a tu propia destrucción o esclavitud. Y ahora, la casualidad nos ha vuelto a juntar, lo cual no es extraño.-

Colin se vuelve y señala un banco del paseo que rodea Central Park. -No te estaba siguiendo, estaba leyendo el periódico en aquel banco y te ví llegar, siguiendo muy poco discretamente a ese agente de la Sombra Desgarradora. Supuse que te meterías involuntariamente en problemas.-

Cuando vio todos los signos de realidad, largo un suspiro de tranquilidad, auqnue muchas veces habia fallado su terorida de lo real, esta vez parecia seguro...
Mientras Colin habla en su cabeza empezaba buscar a este, Jhon tenia una memoria envidiable, generalmente rebuscaba en su memori en el pasado como viendo un albun de fotografias y al llegar a la foto que queria podia detenerse en los detalles de esta, muchas veces se ejercitaba jugando con este don.

-Ahh.. si ... claro- deteniendose conn cada palabra y sin mirarlo a los ojos sino revoliando estos sin cesar del edificio al parque y del parque al edificio.
Luego sin decir mas comienza a ir asi el edificio por donde entro el muchacho... gira apenas su cabeza para decir muy por lo bajo: -Que hay con lo de la sombra??... aunque no se detiene al parecer espera que lo siga.

Entráis en la recepción y rápidamente el encargado se dirige hacia vosotros. Sin embargo, Colin le mira, le dice "Hola" y el hombre se aleja en otrabdirección, ignorándoos del todo mientras os dirigís a los ascensores, donde el chico de la camiseta se está subiendo en ese momento. El ascensor se cierra antes de que podáis subiros y Colin aprieta el botón de llamada para el siguiente ascensor.

Mientras todo esto pasaba, te ha estado hablando.

-La Sombra Desgarradora es el mayor de los Dioses Exteriores. Para que te hagas una idea, la última vez que vino a la tierra extinguió una civilización. Qué locura. Sí, precisamente. Y me temo que te ha echado el ojo.-

al entrar mira cada detalle de su alredeor como era habitual en él, aunque en un solo paneo, si perder demasiado tiempo, de lejos observa la forma de andar, las gesticulaciones y los detalles que puede ver del rostro del quien perseguian, sin dejar de escuchar cada palabra que su nuevo compañero le decia.

Al escuchar Dioses exteriores hace un paneo, de los libros leidos, muchos pasan por su cabeza, como presentacion de imagenes en la computadora a alta velocidad, hasta que encuentra uno que hablaba de esoso mismos Dioses a su parecer, pronto y sin dejar de estar en el exterior, empieza revisar las hojas en su cabeza.

-ahh....a mi...- dice con notorio horror en el rostro, agachando sucabeza bajando la vista. Por primera vez mira a los ojos a su interlocutor y aunque fue solo un instante, sus ojos penetrantes con dejo de delirio inquietaria a cualquiera y de seguro soñarian con estos a la noche., al volver a poner su mirada en la luz indicadora del piso que se dirig el muchacho, le pregunta a Colin: - como sabes tanto de esto?