Partida Rol por web

Seamus mira a Liam pero no cree que este sea capaz de hacerle daño al chico misterioso,de todos,modos no es alguien que le preocupe demasiado.También observa la inscripción en la puerta,pero no se para a darle muchas vueltas.

Acto seguido conduce a sus compañeros al lugar donde acababa el rastro y se lo señala para que puedan verlo.

-Mirad,quién sabe que ha pasado por aquí...

El chico del pelo negro nos enseñó el rastro de aquella cosa misteriosa de la que hablaba. Esperé a que alguien le contestase antes que yo. La verdad esque esperaba respuestas para irme en cuanto antes. Tenía ganas de que mi amgia se dirijiese a mi.

Mientras tanto pensé que no podía perder más tiempo. Me gustaría probar ya mi nuevo hechizo. Así que así lo hice.

Intenté que viniera a mí cualquier cosa. Se me ocurrió de repente una escoba. "¿Quién sabe? ya que en nuestro mundo pasado hay mágia puede que también nos transpotábamos con escobas también mágicas"  No pensaba que fuése muy buena idea, pero total, no tenía nada que perder. Así que me pusé a agitar mi varita.

Miré fijamente al portador de la espada, para luego ir mirando fijamente a cada uno de los presentes. Me habría gustado decir que no me tembló la vista o que no me estremecí, pero no creo que eso fuera posible, dada la situación. Dejé los restos de la manzana sobre la mesa con movimientos lentos.

-A ver si lo he entendido bien.- Empecé a hablar, pero me abstuve un segundo, pensando y esperando que la voz no me traicionase.- Me acusais, sin pruebas de cometer un acto, del que sólo una persona se acuerda. Me acosáis con preguntas y me atosigáis sin ningún fundamento, sólo la palabra de una persona. Me quitáis un objeto que me he encontrado, me volvéis a acusar de no dárosla, sin anunciar que la buscábais, mas bien, desconociendo su existencia. 

Saco la varita del bolsillo de mi gabardina, sosteniéndola en mi mano. Miré a Anthoni seriamente.

- Me pides que deposite mi confianza en gente que no conozco, me amenaza y me tiene aquí obligándome a plegarme a su voluntad bajo amenaza de total sumisión, y no colaboración, sino absoluta sumisión, de que entregue mi única pertenencia a su criterio. Básicamente queréis que de el único medio que tengo de defenderme en este lugar hostil. Un criterio bajo la presión de que nadie recuerda nada, salvo detalles puntuales, difusos y creíbles o no. De la misma manera yo podría pediros que me dieseis todos vuestras armas por que no me fío de vosotros.

Miré la varita, mi único vínculo con mi pasado y la dejé sobre la mesa, bajo mi mano.

- ¿Así es como funcionáis? ¿Con amenazas? ¿Que le impide a esa... Chica -Dije señalando con la cabeza a mi acusadora-, matarme en cuanto entregue mi varita? Que os impide romperla en cuanto os la entregue? ¿Vuestra palabra? Lo siento, pero no tengo motivos para fiarme de vosotros. De la misma manera que vosotros tenéis motivos para dudar de mi, no me habéis dado ninguna prueba de que lo haga de vosotros. Mas bien lo contrario.- Remarqué señalando la espada sobre mi cuello. Ya no pude más, simplemente no pude callarme.- ¿¡Por que!? ¿¡Por que tengo que hacerlo!? La respuesta es muy simple. O haces lo que te decimos, lo que te obligamos a hacer, o mueres...

Le tendí la varita a Anthoni con un gesto de enfado, ya estaba. Mi varita en manos de un desconocido. Mi vida, en manos de locos amnésicos. Jodidamente perfecto. 

Antes de que al niño de mi edad (el que aún le estaba amenazando a Niccolas con la espada) hiciese nada raro decidí por fin intervenir. Me pareció que Niccolas era el que más coherentemente había pensado hasta entonces.

Desgraciadamente, los únicos dos que se podía decir que me fiaba en el claro estaban en contra de Niccolas, o al menos no se fiaban ni un pelo de él, ya que a mi "amiga de un pasado" se suponía que le había intentado matar y los recuerdos del pasado de Jan que me explicó dejaban algo claro lo que pensaba sobre él. Pero me dió igual en ese momento lo que pensaran de lo que iba a decir:

- A ver, chico, piensa con claridad. No vayas a matarle ahora, no tiene ni siquiera su varita para defenderse, sería una tontería. - dije intentando sonar segura, aunque no lo estaba. ¿Y si Jan y mi amiga no querrían verme más por defender a un sujeto tan sospechoso? En realidad me hubiera dado igual que lo mataran si hubiese sido otra persona. Casi todos en el claro me caían mal y no me fiaba de nadie, incluido Niccolas, él era de los que menos me fiaba. Pero pensé que quizá hacía falta alguien más como él, alguien con un poco de cerebro. Además, tenía pinta de saber cosas que nadie más sabía. 

¿Que pensaría Niccolas ahora que yo salgo y le "defiendo" ? Seguramente piensa que soy tonta o que lo hago por simple compasión, cosa que no era para nada cierta.

- No pienses que lo hago por compasión ni nada por el estilo, por mí podrían comenzar a rodar cabezas, pero tú me pareces algo más importante para, tal vez, salir de aquí. - dije dirigiéndome a Niccolas. Pensando que, tal vez, le daba igual lo que yo pensará respecto a porqué le defiendo. Pero debería apreciar que, al menos, alguien demostrara que puede hacerlo. Levanté mi varita dispuesta a hacer algún hechizo si las reacciones de esos idiotas (aparte de Jan y mi "amiga") no me gustaran.

-¡Eh, eh, eh! Esperad!, si empezamos a amenazarnos con varitas y espadas no tardaremos en acabar todos bañados en sangre. El primer paso es que alguien muera y después vendrá el caos. Yo no me fío nada de Niccolas, pero al parecer él me recuerda, así que estoy interesado en lo que pueda contarme.- Dije mirando a Niccolas, a Kyra y al chico de la espada y del arco sucesivamente. 

-Haya paz... al menos de momento. 

Acepté la varita de Niccolas, le miré con esperanza y no pude evitar sonreir por quitarme un peso de encima 

- Muchas gracias por confiar en nosotros y especialmente en mi. Se que no te ha sido fácil. Te prometo que haré todo lo que pueda para que salgamos todos con vida 

Entonces miré al chico joven con gafas que aun empuñaba la espada.

- Ya no hay ningún motivo para seguir apuntándole. Por favor, baja el arma. Si en algún momento ha sido una amenaza, ahora ya no lo es y yo tengo dudas de que lo haya sido. 

Esperaba que el chico de gafas entrara en razón y no hiciera ninguna locura. Entonces reflexioné sobre lo que dijo la chica pelijorra (Charlotte) de que era imposible tener consenso y que lo mejor era irse cada uno por su lado. Eso me molestó pues no podía evitar pensar que no quería separarme de algunas personas. Miré a la chica de pelo caoba (Nora) y entonces me fijé que el chico que había sabido mi nombre (Mathew) había vuelto a desaparecer. Maldición otra vez se ha ido a explorar sin nadie? Tampoco quería separarme de Jan que parecía que sabia algo más de los recuerdos del pasado. Tampoco podía abandonar a Niccolas. Su situación me parecía la mas preocupante y sentía que no tenia derecho en abandonarlo. Mucho menos ahora que me había entregado su varita. El resto tenían estaban como nosotros y eso tambien me dolía, pues yo lo estaba pasando fatal con esta situación y solo de pensar que me me abandonaran aquí me parecia algo terrible. Así que tampoco me veía con corazón de hacerle eso a nadie. 

Que Kyra se pusiera en medio hizo que me comenzara a hervir la sangre. En serio estaba defendiendo a ese? Se le veía a leguas que algo malo pasaba con él, que solo iba a traer problemas. Comencé a apretar la espalda con mi mano, temblando, entonces la lancé lejos con un chillido:

-AAAAAAAAH! -grité mientras volaba a un lugar dónde no había nadie -Es un mentiroso! Os hará daños a todos! -dije apuntándole con un dedo -Te hará daño a ti! -Dije mirando a Kyra -Si alguien va a ir con ese puede despedirse de ir conmigo... Aunque seguro que tampoco ibais a hacerlo.

Y diciendo esto me dirigí a por la espada que había lanzado. Estaba furioso y contrariado, hacía 10 minutos me habría dado igual que pasara con todo el mundo y ahora estaba decidido a... "protegerlos"? De alguien a quien creía que mentía. La amnesia estaba causando estragos en mi cabeza. Demasiados. Tal vez me estaba volviendo loco.

Suspiré resignada. Todo el mundo desconfiaba del prójimo, lógicamente, por que no recordábamos nada y esa  oz había dicho que nos tendríamos que matar unos a otros para salir de ahí. Luego estaba el hech de que había gente con armas y gente sin ellas, y de que teníamos varitas pero no parecíamos recordar hechizos con ellas. Era una situación tensa y extraña pero parecía que sólo había dos opciones: hacer lo que decía la voz o trabajar juntos. No me fiaba de ellos, sobretodo  obviamente del chico que había intentado matarme, yo era na enclenque y sin armas ni hechizos tenía las de perder s les daba por emepezar la masacre... Pero si sus palabras no eran todo mentiras podía al menos repirar tranquila un rato. Al parecer todos querían salir ahí.

El casi-asesino dio un discurso digno de un (solo uno) aplauso. Utilizaba (o intentaba utilizar) la culpabilidad para provocar empatía. Lo que no se daba cuenta es de la de huecos que tenía su argumento: sí, le acusaban porque yo había dicho lo que había pasado, y sí, yo era una sola persna, pero él también era uno solo. Era su palabra contra la mía y el pretendía argumentar que la mía debería valer menos. Claro, porque tú lo digas. Luego el tema de la llave. Absurdo. Desde que había aparecido había gente queriendo abrir la puerta pero él no consideraba que eso fuese pista suficiente para decir "eh, tengo una llave que abre esa puerta". Era más lógico segun él que el resto dedujese que él tenía algo para ayudar y le preguntase. Por supuesto. Su discurso se basaba en el sentimiento y no la lógica, pero a mí no me la colaba.

De todos modos le daba la razón en una cosa: a mí tampoco me habría gustado anda que me pidiesen la varita, a pesar de no poder hacer nada con ella, pues era lo único que sabía con certeza que era mío  el único vinclo a mi vida anterior.

Levanté las manos con las palmas abierta en son de paz. A pesar de que el chico de gafas estaba convencido de que era peligros, y yo también, no íbamos a ninguna parte así.

- Está bien. ESto se está convirtiendo en un juci de quien se camela mejor al jurado y al parecer el jurado es fácil de convencer. Propongo lo siguiente: si de verdad queréis colaborar para sali de aquí, basta de guardarse información. Todo el mundo exponga todo lo que haya hecho desde que despertó y todo lo que recuerda. Cómo acto de buena fe empezaré yo, pero no tengo demasiado que aportar.

Bajé las manos cuando capté la atención del resto.

- Yo personalmente no recuerdo absolutamente nada. Bueno, siento que conozco a Kyra - dije señalando a la chica de pelo lila - y siento que éramos algo, amigas, familia, no lo sé, pero no recuerdo realmente nada. He intentado recordar que es aguamenti porque lo ponia dentro de mi mochila, pero no lo he conseguido. Ahora, por otro lado, sí que recuerdo con claridad todo lo que he pasado desde que desperté. Tras la voz siseante y su amenaza, recuerdo investigar el pasillo donde estaba. Tras el muro había algo, respiraba pesadamente y  el ruido daba escalofrios, pero el muro parece sólido. Lo golpeé varias veces pero lo del otr lado no reaccionaba. Entonces fue cuando apareció él. - dije señalando al casi-asesino- ​Me giré justo a tiempo para evitar de milagro que un pedrusco me aplastase la cabeza. Al girarme vi que él lo había lanzado. Fue cuando grité y salí corriendo, porque me miraba como si me odiase a pesar de que no le había visto nunca. Pensé que lo que la voz había dicho algunos se lo tomaban como el disparo de salida en la carrera mientras yo intentaba descubrir donde estaba, y siendo lo enana que soy... No llevaba las de ganar. Por eso huí. Y llegué aquí, y estabais la mitad armados y yo estaba algo acojonada.- admití - Y cuando empezaba a relajarme apareció y de golpe nadie me creía, así que decidí irme a buscar otra salida. No estaba dispuesta a dormir con un asesino, y de hecho sigue sin gustarme la idea. 

Esto es todo lo que puedo aportar aunque no sea mucho. Así que si el siguiente quiere coger el testigo...

Al ver que e chico de la espada desistió en su empeño de seguir amenazando a Niccolas, sentí que me fallaban las fuerzas de alivio. Me temblaban las piernas y tuve que sentarme en el suelo. Miré A Niccolas y le sonreí.

- Bueno, de momento ya no hay peligro.

Entonces la chica de pelo negro (Elphie) empezó a hablar y tuve la necesidad de unirme en la explicación de los relatos. Si ella empezaba y yo continuaba, quizás podríamos conseguir que el resto hiciera lo mismo y hacer equipo.

- Yo me desperté, escuché la voz, después el sonido lúgubre al otro lado del muro y recordaba que yo solía usar un hechizo llamado Lumos para hacer luz. El problema es que no recuerdo como se hacia. Cuando llegué aquí vi al chico con gafas (Liam) corriendo, cogiendo comida y metiéndose en la trampilla. Luego apareció la chica de pelo purpura (Kyra) que intentó hablar con el. Yo me dirigí a la mesa por comida y para observar vuestra conducta para ver si erais un peligro. Luego apareció el resto de gente. Matthew dice que tiene conexión conmigo y según el me llamo Anthoni. Jan me dijo que debíamos hablar de algo que quizás nos ayudaría a recordar a el y a mi nuestro pasado, así que supongo que a el también le conocía. Cuando apareció la chica de pelo caoba (Nora)... - Aquí me paré. Era raro lo que sentía. La miré y me ruboricé. - Se que la conozco. Pues siento que no debo dejarla sola y que haría cualquier cosa por ella o al menos ese es mi impulso inicial. Y bueno... por último... No recuerdo como se hace Aguamenti aunque recuerdo que sirve para hacer agua y he visto como Matthew lo conseguía hacer, pero he recordado un hechizo que podría servir para reventar paredes y puertas llamado Bombarda.

Esto es todo lo que puedo recordar ahora

El chicho de mi edad habló y yo le respondí - Soy consciente de el daño que puede hacerme, igual que el daño que podría hacerme cualquier otro, o el daño que podría causar yo. Pero ahora resulta que no va armado ¿sabes? Ni tiene varita. No creo que en estos precisos momentos sea capaz de hacerme más daño del que le podría hacer yo a él. Además, ¿Por qué te preocupa tanto que pueda hacernos daño? Debería darte igual. - dije empezando a estar furiosa por la situación. -Total, la finalidad es que quede solo uno, como dijo la voz.

Después de decirle todo eso al chico de mi edad, mi "amiga/familiar" habló y también Anthoni. -No creo que debamos hacerlo todo juntos, y eso ya lo he dicho varias veces. Si de pronto caemos en una "trampa" del laberinto o algo parecido, caeríamos todos a la vez si fuéramos juntos, además habría mucha gente junta y mucha distorsión. Pienso que estaría mucho mejor ir por grupos y que cada uno haga que lo que quiera. Y en cuanto a lo que dices de exponer todos nuestros recuerdos... Los mios no son muy relevantes para salir de aquí... Pero no los voy a contar aún. No confio en esta gente, y me extraña que tú si que lo hagas, pareces muy decidida en darles tu confianza - eso de verdad me extrañaba. Pero quizá lo hacía para no caer mal a nadie o... ¿Quién sabía? 

Anthoni habló sobre dos hechizos, Lumos y bombarda. Así que intenté pensar en ellos, para comprovar si por lo menos podía recordar uno de los dos. Me centré en recordar bombarda.

-A mi me pasó lo mismo. Desperté asustado en un  pasillo del laberinto con una varita y sin recordar nada. Escuché un ruido a mis espaldas, al otro lado del muro, así que decidí avanzar. Caminando llegué aquí, me choqué con el chico que amenazaba a Niccolas con la espada y después de levantarse y tirarme una manzana salió corriendo. Cogí la mochila y las armas y allí conocí a Kyra y a Charlotte. Más tarde, tras hablar con Charlotte recordé que la conocía a ella, a Niccolas y a Anthoni. Pero son recuerdos aislados, difusos, no dan demasiada información. Si ellos quieren saber lo que recuerdo, estaré encantado de explicárselo. -dije. -Quizá nos ayude a recordar más cosas. 

"Así que Lumos y Bombarda, eh. Después probaré a ver si soy capaz de recordarlos."

-Yo también creo que ir todos en un solo grupo puede meternos en problemas si hay trampas. Creo que lo mejor sería ir a explorar en grupos de 2 o 3 personas.

"¿Qué pasa aquí? Expelliarmus, Lumos, Bombarda, no recuerdo ninguno de ellos, lo mismo se lo podrían estar inventando. 

Cada vez que intento recordar un hechizo de los que los demás me han dicho no consigo nada. ¿No me estarán engañando?

En fin, menos da una piedra, no, en este caso si lo que cuenta la chica a la que intentaron matar es cierto, una piedra me sería más útil como arma....

Probaré de recordar algún hechizo una vez más. Al menos sé que puedo hacer magia. Accio y Aguamenti funcionaron. ¿A lo mejor es que simplemente soy un negado para la magia y lo mio es utilizar una espada?

En fin, Jan, esfuérzate, recuerda, siente el movimiento de la varita, la magia surgiendo como se supone que hacías en el pasado. Venga."

La peliroja sigue sin "tragarse" a esa Kyra, tal vez es debido a su personalidad tan opuesta a Charlotte o simplemente debido a su excesiva desconfianza, a pesar de eso decide abrirse a los demás con la esperanza de que por fin puedan quedar en un acuerdo todos.

- Bueno, en mi caso desperté en ese pasillo oscuro, escuchando sonidos de una criatura escalofriante a través de los muros y caminé hacia la luz, apareciendo en este claro. Sin memoria y con dolor de cabeza me encontré con algunos de ustedes, obteniendo un ligero presentimiento de que conozco a Jan de alguna parte y que tal vez en un pasado fuimos amigos, en cambio al ver a Niccolas me entró un sentimiento de incomodidad y peligro ante él.

Al tiempo que hablaba la chica, sus compañeros exponían sus puntos de vista y sus recuerdos. Lumos y bombarda, debo de practicarlos...

-Respecto a los hechizos, he escuchado de ustedes únicamente el aguamenti, pero desgraciadamente no he podido recordarlo.

La chica se acerca más a Jan, Elphie y Anthoni que le parecen las personas más centradas y menos sospechosas.

- Como ya dije otras veces, propongo dividirnos en pequeños grupos y explorar el laberinto.

Mientras casi todos os poníais a contaros cosas sobre vuestros recuerdos y vuestra llegada aquí, Kyra agita su varita de manera que hace que uno de los pedruscos que están sueltos por los pasillos de donde habíais salido salga volando y le de en la cara. La chica cae inconsciente al suelo, con la nariz y la frente llena de sangre. 

Entonces, un sonido extraño se escucha por unos pasillos del claro, todos os acorráis en círculo, todos menos Matthew del cual aún no había noticias. El cielo azul comienza a tornarse negro, oscuro, y el sonido cada vez esta más cercano. Cuando os dais cuenta, entran en el claro arañas gigantescas* y cuando las veis sabéis que se trataban de acromántulas. Las arañas se acercan más y más a vosotros, notáis como los pasillos del claro se están cerrando, si no corréis rápido hacia alguno de los pasillos os quedaréis encerrados en el claro con las gigantescas acromántulas. Kyra, por su parte, necesita ayuda o se quedará en el claro inconsciente. 

- ¿Qué dices... No me recuerdas, Matthew? ¡Vamos al mismo curso, a Gryffindor! ¿Qué haces tu aquí? ¿Eres tu quien me ha hecho esto?- El chico tenía cara de pánico. - Si es por Wendy, no te preocupes, no le volveré a proponer ir conmigo a Hogsmade en Sant Valentín. Por favor, suéltame... No he hecho nada indebido, de verdad. - Dice el chico, atemorizado. Entonces, abre muchos los ojos. - ¿Qué me has hecho? ¡He olvidado todo! Solo recuerdo eso que te he dicho ¿Quién es mi familia, Matthew? No recuerdo a mi madre.- Dice gritando. Si hubiera podido moverse seguramente hubiera intentando pegarte una patada. 

Entonces, de golpe, se escucha un sonido aterrador que resuena por el claro y por el altillo donde os encontrabais. También, se escucha un sonido como si algo de piedra de grandes dimensiones estuviera abriéndose. 

Mi cuerpo se puso en tensión mientras veía a la acromántulas venir corriendo. Tenía un arma pero... Era de locos intentar hacerlo. Miré a mi alrededor, buscaba a Kyra y la otra chica, a una de ellas la pude ver, pero Kyra estaba en el suelo después de una autopedrada. Quería salir corriendo y dejar a todos atrás pero... No podía dejar a Kyra ahí.

Luché contra mi mismo para no salir pitando y me acerqué a ella e intenté cargarla, pero yo sólo no pude... Tal vez con la ayuda de algún otro pudiera:

-Que alguien me ayude a llevarla! No os quedéis ahí! -Miré al que le di la manzana, le había oído contarselo a los demás... Me debía algo personalmente y cara al resto -Tú! Ayúdame!

¡Mierda! Ahora que por fin empezábamos a confiar unos con otros y a hablar de verdad... Miré a mi alrededor. donde estaba la chica de pelo Caoba (Nora)? Entonces me fijé que Kyra había perdido el conocimiento y el chico con gafas la intentaba cargar. Mierda, mierda, mierda! Fuí corriendo hacia ellos y agarré a Kyra en brazos. Entonces me dirigí al chico con gafas. 

- ¡Rápido, corre! ¡Yo puedo con ella!

Volví a mirar a mi alrededor atacado por el pánico. ¿¡Donde estaba la chica de pelo Caoba?! ¿Había salido corriendo? ¿Y Matthew? Solo podía gritar y correr

- ¡Rápido, salgamos todos de aquí!