Partida Rol por web

Obsesión Carmesí

Acto II, Escena I: Una Exquisita Recepción

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03/07/2009, 03:01
Lauren Rienne

Asintió a los comentarios de Kingsley haciendo caso omiso de la mujer mortal. Si, estoy enterada. - sonrió observando los movimientos de los demas - Y la verdad que algo sorprendida, - continuó explicando - de que Cramer sea tan insistente en una obra de arte, no suele ser un apasionado. - siguió diciendo - Eso me llena aún mas de curiosidad. - terminó escrutando a la mujer mortal.

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04/07/2009, 07:34
William Danton
Sólo para el director

No le gustaba para nada el hecho de atraer la atención de tantos ímbeciles con aires de majestad. En otra ocasión hubiera actuado distinto con ciertos sujetos de la sala que le dirijieron miradas que no le agradaron para nada, pero eran otros tiempos ahora. Arruinar todo por orgullo sería una estupidez dificil de remediar seguramente.

Así que se limitó a recorrer  decididamente todo el salón en  busca de Jeremías, mientras vigilaba de reojo al hombre de negro que al parecer lo tendría monitoreado durante toda la velada.

Si su sire sobrevivía aún y se encontraba a salvo debería estar en ese lugar, de lo contrario la situación se complicaría  inevitablemente.

Y no pensaba irse de la ciudad con las manos vacías...

Notas de juego

Busco a mi sire por todo el salón.

Lastima que Mika no mandó una foto suya con la carta a Jeremías. tendría dos caras conocidas para localizar xD

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06/07/2009, 04:05
Director

Mayo 12 de 1995, Entrada del Museo de Arte de Filadelfia, 10:04 pm

Tras caminar por cierto rato, llegaste a la parte baja del museo, la noche era clara, las escaleras bastante grandes, toda una atracción turística que a esas horas de la noche, estaba desolada de no ser por algún ocasional guardia que parecía vigilar la zona con cierta discreción, y evidentemente tu aspecto, podías suponer, sería motivo de observación dedicada. Pero la duda permanecía, que te encontrarías allí arriba?

Y allí estaba, coronando las escaleras, tras un patio amplio, un edificio de aspecto griego, su arquitectura, clásica y antigua, era una muy buena simulación de los monumentos helénicos tan lejos del sitio, además, un haz de luces amarillentas ilumina todo el lugar, que solo se distinguía de como recordarías esos elementos, por su entrada, enorme, con un motivo cuadriculado y de cristales y vidrios, que daba lugar a una sala, donde no había nadie adentro.

Pero afuera, tres hombres de pies, conversaban, uno sostenía un transmisor y hablaba por él, estaba vestido de negro, era moreno y alto, a su lado, otro rubio, intercambiaba palabras con el tercero, un clásico guardia de seguridad, bajito y rechoncho, que se rascaba la cabeza coronada por una, apenas visible por las sombras, calva, con la gorra en la mano. Un detector de metales, en la puerta y el guardia rechoncho, sostenía junto a la gorra una paleta detectora. La seguridad parecía ser un atributo que definía el susodicho evento.

Notas de juego

Si llevas armas de metal, de cualquier tipo, pistolas, cuchillos, y así, ps ya sabes, no podrás pasarlas...

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06/07/2009, 04:24
Edward L´strange
Sólo para el director

Un edificio precioso, sin lugar a dudas. Veremos si pienso lo mismo al salir de él. Si salgo, claro. "Vamos Edward, no empieces otra vez con tus paranoias. Eso no te ayudará en absoluto." No sólo pensaba eso, sino que además me imaginaba perfectamente a mi Sire diciéndome lo mismo.

Seguío acercándome más al museo, divagando sobre lo que me encontraría allí. Cuando llegué frente a los guardas pensé en esconder mi puñal. Siempre lo llevaba conmigo, me servía tanto de arma como de herramienta, y no me gustaba desprenderme de él. Pero rapidamente descarté esa idea. Era una estupidez, lo último que quería era meterme en un lío por hacer el tonto con un cuchillo. Además supuestamente no tendría que matar a nadie, sólo observar con atención lo que ocurriera a mi alrededor esa noche, y sobre todo a la anfitriona del evento.

Asi que, sin más preámbulos, me acerqué al guarda  que llevaba la paleta detectora. Y con mucha tranquilidad saqué el puñal y se lo ofrecí por la empuñadura diciendo. -No creo que lo necesite ahí dentro ¿verdad? Y con un tono un  más serio, y mirándole fijamente a los ojos le dije. -Espero que me lo guardeis bien.

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06/07/2009, 04:38
Director

Al sacar el puñal todos dieron un diálogo, el guardia gordo, fue el primero en casi irse de espalda, pero al ver tus intenciones, todos parecieron reaccionar a tiempo. El chico moreno, guardó su comunicador y te salió al paso. Con una sonrisa cortés pero una mirada curiosa, que quizás fuese dificil de analizar, comenzó a hablar de manera neutral.

-Buenas noches señor- notaste que en la otra mano tenía una tablilla con varios papeles -¿Está usted entre los invitados a la recepción o es un asistente particular?- y dispuso sus papeles de forma que pudiese buscar tu nombre. El guardia gordo se hizo a un lado mirando como sostenías el cuchillo, el rubio parecía estar alerta, tu aspecto y tu desmedida forma de desarmarte había provocado la alerta general. El sonido de sus respiraciones y sus latidos era tan agitados, que no podrías poner en duda su mortalidad. Aunque quizás si su razón de estar allí.

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06/07/2009, 04:53
Edward L´strange
Sólo para el director

-Oh, asistente personal. Me encanta el arte, y por nada del mundo me perdería esta recepción. Más aún conociendo el exquisito gusto de la Sra. Kingsley. Y con un tono más confiado les dije. -Y que quede entre nosotros, pero espero ser invitado la próxima vez. Una sonrisa pícara cruzó mi rostro. Tenía que hacer creer a esos seguratas que pintaba algo en es recepción. No quería llamar la atención más de la cuenta, por lo menos no antes de entrar en ella.

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06/07/2009, 05:02
Director

El joven sonrió con cordialidad -Por supuesto señor, la entrada para asistentes particulares cuesta 45 dólares, cual es su nombre?- y pasando las páginas de su tabla, sacó un bolígrafo y se dispuso a anotarte como asistente particular. La entrada, a pesar de no ser invitado, no estaba tan complicado, pero tenía un precio, y si lo meditabas, había una moraleja en todo ello.

El chico rubio sonrió descomplicadamente y se acercaba a ti, mientras esperaba que le pasaras el puñal. -Lo guardaré a su nombre- dijo con un acento no propio de Filadelfia y menos cortesía que el moreno. Lo ideal sería, por supuesto que, entraras desarmado. El guardia gordo sacó su paleta y la encendió, apenas entregaras el puñal, supones que buscara que no llevases otras armas.

Notas de juego

Entras desarmado, si eso no aviva tu paranoia xD....

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08/07/2009, 01:25
Edward L´strange
Sólo para el director

-L´strange. Dije al más joven. -Edward L´strange. Ya veo que no cualquiera puede permitirse disfrutar del arte. Comenté, haciendo referencia al precio de la entrada. Estaba seguro que más de la mitad se la quedarían aquellos apestosos seguratas. Sin embargo, no quería armar ningún escandalo, así que permití que me robaran de aquella manera.

Con un gesto de exagerada confianza entregué el puñal al rubio del grupo, y dejé caer  mi brazos para que pudieran usar la paleta conmigo.

Notas de juego

Oye una cosilla, mañana me voy diez días  de vacaciones a Mallorca. Será díficil que me pueda conectar a internet, pero de todos modos creo que cada dos o tres días podré conectarme. Asi que en principio podría cumplir con un posteo de ritmo medio. Por cierto ¿Debería poner un aviso en un foro no?

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09/07/2009, 23:39
Bernard Jones

Mayo 12 de 1995, Refugio de Jorge Kahn, 9:30 pm

Miró la credencial. Bernard Jones, ese sería su nombre por el resto de la noche, un crítico de Bostón, algún estirado que actuaría de manera ofendida al no haber sido invitado. Sonrió, no iba a irse con payasadas, callado y discreto apenas llamaría la atención, más que miedo o incertidumbre, era curiosidad lo que lo invadía, sin la menor idea de que fuese a pasar en aquella recepción, tendría que estar con los ojos bien abiertos. Terminó de ponerse el dichoso traje, pasó de largo frente al espejo sin poder saber como se vería, la maldición que los de su clan portaban era algo incómoda para momentos en los que la vanidad se requería. Acomodó la pajarita negra, mentalmente se podía hacer una escena, se vería como un ridículo esnob con clase, si portara un bastón, sería alguna especie de clon de los arquetípicos aristócratas que le causaban algo de desprecio. Pero le eran indiferentes. Terminó de acomodarse el traje...

Finalmente, cuando le avisaron que habían llegado por él, bajó y entró al auto. El chofer, en completo silencio empezó a conducirlo. Con un dedo en su barbilla y la mirada en la ventanilla vió pasar los barrios y las personas bajo su mirada. Algunas veces creía añorar algo del caos y la libertad de las cadenas de la humanidad que esta torre de marfil imponía sobre sus seguidores, pero la idea de convertirse en una bestia completamente era aterradora, así como sus antiguos... una sonrisa maliciosa se cruzó en su rostro, y se borró rápidamente al notar que no había un reflejo en la ventana de sí mismo. Su naturaleza se revelaba por sí misma.

-Estamos próximos a llegar al museo- anunció lacónicamente el chofer y prefirió no jugar a la charada y no gastar su preciosa vitae para aparentar humanidad. Bajó del carro y se encaminó hacia la entrada del museo.

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15/07/2009, 17:00
Director

El hombre sonrió tomando tu paga y anotando tu nombre en su planilla, mientras el guardia gordo, algo pálido aún por la impresión, su corazón latía con tal rapidez, que el olor de su sangre empezaba a agobiarte lentamente y de no ser por el asqueroso aroma de su sudor frio, habría sido más apetitoso para clavarle los colmillos. La bestía rugía como siempre, contenida apenas por tu voluntad, y animada por la noche y por la variedad de aromas, esencias y sabores que en su combinación y la falta que podían hacerte, sobrecargaban tus sentidos...

La paleta se deslizó sin mayor problemas, y el hombre asintió. El chico sonriente y afable que había estado al frente de la burocracía de la entrada volvió a hablar con el mismo tono. -Espere un momento señor L'strange, en un momento una de nuestras guías vendrá y le guiará al salón principal de la recepción.-

De repente una voz a tu espalda llama tu atención, es un hombre de complexión algo amplia y un rostro ligeramente rectangular, ataviado en un elegante esmoquin, con una mirada bastante fría, y una palidez tan desconcertante, que de estar acostado y con los ojos cerrados seguramente habría pasado por un cadáver, su presencia sola era inquietante, pero su porte delicado y adornado, como si quisiera dar una impresión.

 

Notas de juego

Mantendremos el ritmo medio entonces.

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15/07/2009, 17:08
Bernard Jones

-Buenas noches- se anunció ante seguridad, observando al hombre de la cazadora y el sombrero, si iba para el mismo sitio que él, empezaría a pensar que se trataba de una fiesta de disfraces y no de una recepción elegante. -Vengo a la recepción de Madame Kingsley, mi nombre es Bernard Jones- y esbozó una hipócrita sonrisa, con un movimiento apenas perceptible de las comisuras de su boca, por momentos se quedaba quieto esperando a que algo sucediese, levantó un poco la cabeza y examinó a los tres presentes, el guardia rechoncho y bajito con una paleta detectora en la mano, el chico rubio con sonrisa estúpida y el moreno que parecía escrutarlo y examinarlo, como si él y no el sujeto que estaba unos pasos adelante de él fuera el bicho raro.

-Me temo que no estoy invitado formalmente, pero tengo entendido que este evento está abierto al público conocedor y amante del arte- usó su mejor tono para tratar de dar una impresión suficiente ante los estúpidos mortales. Si esa era la seguridad, entendía porque había terminado allí.

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15/07/2009, 17:18
Amanda Kingsley

-Si, supongo que si, sinceramente tampoco pensé que Lawrence Cramer tuviera esas pequeñas debilidades tan fascinantes, no obstante siempre pensé que encontraría a alguien de tu estirpe con un poco de buen gusto, en medio de una ciudad que lo necesita, y encuentro a tu mentor y a tí, debo decir que es un verdadero gusto- añadió -Aunque es bastante insistente si se lo propone, una vez cerramos la adquisición de su obra, no dudó ni por un instante en que tu vinieras, así que sabrás que de antemano tenía todas tus referencias... y estoy seguro, querida, que no me has decepcionado... - Luego esta vez se dirigió a todo el grupo de sus acompañantes.

-Si me disculpan, la señorita Rienne y yo tenemos ciertos otros asuntos, pero regresaré con todo el placer del mundo, quiero que conozcan también a la que será la nueva promesa del arte Estadounidense, y que la luz de su talento será vista justo aquí, en Filadelfia, en que mejor lugar, que este- y se giró con una gracia, dejando tras de sí los cuchicheos de sus elegantes invitados.

-Acompáñame- dijo en un tono suave y caminó hacia el ela más cercana, luego llamó con cierto cariño en su voz. -Lewis...- dijo, y un hombre se volteó, era una figura en verdad memorable, su cabello desarreglado y enmarañado, de un color que se podría juzgar negro de no ser por algunos brillos castaños reflejados, una boina sucia, y una camisa blanca arrugada que se ocultaba tras un delantal lleno de colores, su rostro era agudo, filoso, y portaba un bigotillo ridículo y despeinado que abundaba sobre su rostro, sus ojos eran pequeños y estaban coronados por arrugas, su piel brillaba levemente, síntoma de un cutis grasoso, y emanaba los signos distinguibles de un humano.

-Querida, te presento a Lewis Mandell- y se acercó a tí susurrando -La promesa del arte mundial... doy mi palabra- y luego levantó la voz -Mi protegido- anunció con orgullo. El hombre, sonrió y se acercó con algo de timidez, con una sonrisa medio oculta tras su vello facial. -Mi querido Lewis, te presento a Lauren Rienne, la protegida del elegante caballero que ha querido adquirir una obra proveniente de tu puño e inspiración.- El hombre musitó unas palabras que serían un saludo, parecía algo nervioso.

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15/07/2009, 17:32
Director

El recorrido por el salón no fue muy provechoso, la mayoría de los presentes estaban vestidos de la misma forma, mujeres con trajes elegantes y de coctel, algunos con espaldas abiertas y ligeros cortes insinuantes, que de tener tu esencia mortal habrían arrancado lujuria de tu mirada, los hombres, adornados con sus corbatines, corbatas, sacos y copas en sus manos, bien peinados y con unos tonos molestos de falsos acentos británicos en aras de darse importancia, y no aparecía nadie que correspondiera a la descripción de tu sire, nada cuadraba, y hasta ahora, los resultados eran absolutamente desesperanzadores.

No obstante una escena llamó tu atención, llegando casi a la esquina superior izquierda del salón (ver mapa), una mujer con un escote sobrio, pero una falda amplia y adornada, con un enorme sombrero que portaba un arreglo florar, cabello corto y rojizo y unos movimientos lentos pero absorbentes, acompañaba a una vestida con mayor esmero y elegancia, pero con un aspecto más enfermizo y acabado, que te hizo recordar a tí mismo frente al espejo. Ambas empezaron a hablar con un sujeto gracioso de boina, cabello enmarañado y bigote ridículo, y ante esta observación un sujeto alto, calvo de frac, con una bandeja de bocadillos en su mano apareció.

-Gusta algo señor?- dijo elegantemente ofreciéndote la bandeja con un leve movimiento hacia adelante.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Tirada: Percepción
Resultados: 9,9,5
Resultado final: 2

Notas de juego

Claro, uno siempre anexa una foto propia en toda carta... xD

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15/07/2009, 20:45
Lauren Rienne

- Es un placer conocerle señor Mandell, - sonrió con toda la sinceridad que pudo extraer de su cuerpo sin alma - ardo en deseos de ver su obra, sobretodo la que mi protector ha adquirido. - señaló asintiendo - Si Madame Kingsley le representa, desde luego ha de ser asombroso. La señorita, pertenece a un selecto club de amantes del arte y el buen gusto. - terminó guardando silencio, para permitir al hombre hablar, si lo deseaba.

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16/07/2009, 20:17
William Danton
Sólo para el director

Notas de juego

¿Reconozco si  alguno es vampiro?

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16/07/2009, 21:00
Director

Notas de juego

En la posición en la que estás, no puedes decirlo a ciencia cierta.

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16/07/2009, 22:18
William Danton
Sólo para el director

Aquella mujer de aspecto emfermizo le llamó la atención. Le recordaba al sujeto que todas las noches al levantarse veía en el espejo, y las otras dos personas tambien desencajaban bastante del cuadro general de aquella fiesta. Decidió entonces acercarse a ellos y hacerles quizá un par de preguntas sobre el lugar, hasta podrían llegar a conocer a su sire o a Mika en su defecto. A fin de cuentas, no tenia muchas opciones a su entender.Así que se dirigió hasta ellos con cierto fastidio, apartando de su camino de manera poco gentil al hombre de la bandeja, mientras buscaba palabras apropiadas para aquella inusual situación.

 

Notas de juego

Perdon si reitero, pero... Al acercame ahora, ¿noto si alguno es cainita? xD

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18/07/2009, 17:42
Edward L´strange

Al oir aquella voz tan fría me giré desconcertado. No oí llegar a nadie. Enseguida dintingo al dueño de  esa gélida voz. "Perfecto, el primer estirado de la noche". Es el primer pensamiento que cruza mi mente. Nunca me gustaron las fiestas de etiqueta, creí librarme de ellas al dejar atrás mi vida mortal. Pero por lo visto hasta en el infierno hay gente refinada y arrogante.

Hago un gesto de saludo a aquél hombre con el sombrero, seguro que se cree que he salido de un basurero. Que se joda, todos podemos jugar al mismo juego hipócrita. Me giro y espero tranquilamente a que venga mi guía para acompañarme dentro.

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19/07/2009, 18:37
Director

El rubio asintió, parecía mucho más afable con el hombre de esmoquin que con el de cazadora y sombrero, incluso su sonrisa aumentó y sus movimientos parecían mucho más suaves y medidos. -Si señor, entiendo, como es usted un asistente particular, la entrada cuesta 45 dólares- respondió. Al parecer las normas eran inmutables e iguales para todos, sin importar el traje. Aunque la atención parecía fijarse en el recién llegado, de no ser por el sujeto moreno en traje negro que intercalaba miradas entre los dos nuevos invitados.

De repente, una mujer aparece por el pasillo, es rubia de cabello corto, vestida de gris, lo que se supone sería un uniforme, y llega con algo de rapidez, en su traje, una placa doradita resalta su nombre "Rose", parece tener el mismo entrenamiento para sonreir y ser amable con todo aquel que acceda a la recepción.

-Buenas noches señor, seré su guía, si me permite, esperaremos al otro caballero, para guiarlos a ambos hacia la sala donde está el evento principal- anunció con un diálogo que parecía memorizado.

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19/07/2009, 18:49
Bernard Jones

"Esto era a lo que se refería" pensó recordando su noche anterior, y con un asentimiento desinteresado, sacó de su bolsillo un billete de 50 dólares y lo entrega al hombre mientras da un paso adelante, al parecer, dados los controles, tendría que dejarse revisar para que comprobaran que no portaba nada peligroso. Aunque por supuesto, había muchas formas de peligro. Dió un paso hacia adelante y esperó el reaccionar de esos mortales. -¿Podrían apresurarse por favor?- espetó con absoluta impaciencia.