Partida Rol por web

El sabor era único, diferente a todos los que recién abrazada habrías probado, era la verdadera sangre, y el éxtasis no se podía comparar con cualquier otro, y ciertamente no provendría de la vitalidad de cualquier otro mortal. El chico intentó dar las indicaciones, pero Erik sabía bien como llegar, pronto sus esbozos de palabras se convirtieron en una exclamación de placer. -No creo que debas perder la cabeza tan rápido Lauren- dijo sin que las palabras tuviesen mayor significado en el arrebato extático en el que tu también te encontrabas, el trance de alimentar a tu bestia, y despertar como si todo hubiese terminado, tan rápido y de una mordida... con ese pequeño matiz de alcohol, había estado tomando y lo podías sentir en tu vitae... aunque quizás no tanto.

Cuando soltaste al chico, cayó como peso muerto, su corazón parecía apagarse lentamente, y respiraba con dificultad, la palidez mortal se adueñó del semblante hasta hace unos instantes vívido del hombre. Aquel muchacho no sobreviviría a tu alimentación, ni siquiera llevándolo al hospital, tendría una real oportunidad de sobrevivir... eras una asesina después de todo. -Llegaremos en un momento, apresúrate con tu ropa- dijo con una sonrisa a través del retrovisor.

Creo que me he pasado... - suspiró vistiéndose lentamente - Dá marcha atras. - ordenó colocando los tirantes del vestido sobre sus hombros - Recogeremos al chico y lo llevaremos con nosotros. - señaló examinando su pelo en el retrovisor central desde el asiento trasero - Tendrás que vigilarlo mientras estoy en el museo; Aparte de estar atento a mí por si hay problemas. - explicó al ghoul sin mucho enfasis, él sabía lo que debía hacer.

Abrió la puerta trasera del vehiculo y arrastró al joven hacia el interior del coche, la fortuna o la desgracia se había cernido sobre este chico esa noche. La vampiro mordió su muñeca y permitió la sangre burbujease lentamente hacia la boca del hombre, dándole fuerza, pero toda fuerza tenía un precio, ese hombre no volvería a ser quien fué. Aunque, a Lauren nunca le iría mal otro sirviente. Tendría que hablar con él despues de la reunión en el museo que; Por el momento era lo mas importante.
- Vamos Erik. - ordenó de nuevo mientras el joven recuperaba ligeramente la consciencia.

Erik parecía algo consternado. -Con todo respeto Lauren... no creo que el chico sobreviva sin atención médica... se ve... bastante mal- comentó y luego anunció con algo más de dramatismo -Además, creo que no has pasado inadvertida, rayos Lauren, ¿sabes cuanta gente debió ver al idiota cayendo como muerto?- dijo ahora preocupado y mirándote por el retrovisor -Creo que no basta con lo que haces... tenemos que ir a un Hospital cuanto antes, o tendrás a la policía sobre ti... - anunció bastante serio, Erik sabía de lo que hablaba y en realidad, habías sido demasiado descuidada alimentándose... que diría Lawrence?

"Un hombre o vástago no es exitoso si no sabe ser discreto! nadie debe enterarse de como obra, o estará en franca desventaja" a veces era realmente dificil quitarse las viejas frases moralistas de tu Sire en sus intervenciones interminables de educación, aunque aburrido, y de bajo perfil, Cramer sabía bien de lo que hablaba.

Erik manejaba y se aproximaba al museo. -Lauren, déjame llevarlo, lo dejaré cerca al hospital o llamaré una ambulancia,lo veo bastante mal, y no he podido examinarlo!- recalcó con algo de pánico tu sirviente.

Esta bien. - asintió - Déjame en el museo y llevalo a un hospital... - suspiró de nuevo innecesariamente y se molestó por haberlo hecho esta vez - Pero mañana me daras un informe completo sobre él. - indicó señalando al ghoul con su dedo índice - Numero de la seguridad social, nombre, dirección. - guardó silencio mirando al joven - ¿Has oido? - preguntó - Completo. - sentenció acomodándose en el asiento cerca de la ventanilla.

Erik suspiró, auténticamente y no como tu, como parte de un reflejo. Tardó unos instantes en responder -Como quieras Lauren, a veces exageras demasiado- comentó mientras conducía, pronto se acercaban al museo y la respiración se agitaba en tus oídos con cierto hilillo rítmico que no podías ignorar así como el corazón del hombre, quizás fuese fácil ignorar el de Erik, pero aquel parecía trastornar un poco tu ser y recordarte que no hace mucho... tu también estabas viva...

El auto se detuvo. Erik se volteó. -Bien, hemos llegado Lauren... cuando quieras que te recoja déjame un mensaje en el comunicador... tardaré lo que tarde encargándome de tu amigo- y acomodó el retrovisor para mirarte directamente a los ojos. -Sea lo que sea que vayas a hacer, te deseo suerte- dijo con un aire de suspicacia que notaste inmediatamente.

Fin de la Cuarta Escena