Regresaron a la mansión y encontraron las calles extrañamente silenciosas. No parecía haber ni un alma en ellas, sólo el paso de su carruaje rompiendo el silencio. Al llegar a casa descubrieron a Elías esperándolos. Tenía un desgarrón en la manga y una herida de el brazo que a juzgar por el poco cuidado que le ponía, debía de tener poco interés.
-¡Fi! -exclamó Elías tan pronto vio a su hermana-. Jules... Lo sabe. Intenté detenerlo, pero no pude. Y de repente le surgieron alas doradas y se fue volando. Sí, yo tampoco lo entiendo. Pero lo que importa es que eso significa que Jules puede terminar el ritual. No tengo ni idea de a dónde se ha ido, pero... algo me da muy mala espina.
Fiona puso una expresión de completa desolación.
-¡No! Eso significa... Elías... Eso significa que... -Se cubrió la cara con las manos-. Tenemos que hacerlo...
¿Terminar el ritual?
No. No podría aceptar que todos sus esfuerzos, todo el sudor y las lágrimas fuera a quedarse en eso
Jules está a punto de invocar a Jorosh. Estamos en la mansión. Fiona y Elías parecen dispuestos a mostrar un nuevo secreto, algo que podría salvar la situación
Cada palabra que le trasmitía a la peliazul era una punzada de dolor. Pero ella debía saberlo. Debía de estar al tanto. Quizás había cierta súplica implícita en las frases de Aleph, a pesar de que el gigante sabía con certeza que su compañera no volvería a su lado... Al menos, no ahora
Las negritas y cursivas van para Celeste
Silencio.
No hubo respuesta al otro lado del canal. A pesar de que la conexión fue difícil y tenía interferencias, Aleph pudo sentir claramente una intensa sensación de ira con origen en la peliazul. No sabía si lo había escuchado, y mucho menos si lo había entendido. Pero, por el morivo que fuera, resultó lógico que Celeste no iba a contestar.
Disimulando, Damien examinoó si la herida del brazo era de un estoque (y por tanto penetrante) o de una daga (y más bien cortante, con la hoja más ancha).
La herida era más bien pequeña, aunque sangraba mucho. Podía haber sido hecha con la punta de un estoque o de una daga...
Damien no mostró reacción a las palabras de Elías y posó las manos en los hombros de Fiona y Junette. -Debemos mantener la calma y no hacer el imbécil como Celeste, se han invocado a los cuatro guardianes y el mundo no ha acabado, de hecho nunca pudimos detener la invocación del tercer o el cuarto guardián.
-Tiene que haber algo más y la clave está delante de nosotros, en el hombro de Aleph. Tenemos que llevar a Silas a la mazmorra e interrogarle ¡Vamos!.
-Elías, por favor, cuéntame exactamente que ocurrió, y hacia donde se fue Jules, cualquier detalle podría darnos pistas.
Si Jules fuera tan malo como lo pintas... ¿Por qué no te asesinó con su estoque...? Esa herida no es propia de él. Si yo fuera tan malvado como para querer invocar a Jorosh, antes mataría a los parientes a los que odiase...
Aleph asintió, sin soltar a Silas. Parecía bastante distraído, aunque dispuesto a ayudar en todo lo que pudiera
-Yo... intenté atraparle. Le dije que lo sabíamos todo, pero él fue más rápido. Luchamos y me hirió, y de repente se convirtió en una especie de ángel y se fue. No sé a dónde: subió tanto que dejé de verlo. Pero se iba riendo como un loco.
Elías los siguió mientras bajaban al sótano. Silas seguía inconsciente, y por mucho que intentaron despertarle, no lo consiguieron.
-Si de verdad va a terminar el ritual, Fi, hay que hacerlo. Debemos contarles lo que sabemos.
El Lázarus se volvió hacia sus compañeros y suspiró.
-Es la última flecha del carcaj. Preferíamos no decíroslo para que no os confiarais. Hay un modo de detenerlo... Pero a un precio terrible.
-Cuando supimos sobre lo que pretendía hacer Mateo, investigamos. Y en nuestra investigación, descubrimos lo que había sellado a Jorosh en primer lugar. El espíritu de la luz, lo opuesto al demonio. Lo que contenía una de las partes de la armadura de Kyrie. Si se invoca, vencerá a Jorosh y lo destruirá. Pero es demasiado poderoso. Hacerlo necesitará algo...
Fiona frunció los labios.
-El Guardián de la Luz está en mí y Elías es quien lo va a invocar. Si hubiese otro modo... La invocación necesita una vida humana. Un sacrificio voluntario. Alguien de vosotros tiene que escoger dar su vida para detener a Jorosh de una vez por todas o toda la ciudad estará condenada.
Aleph dio un paso adelante, como en un sueño, sin pensar en las consecuencias
No dejaré que nadie más sufra por esta locura. Si he de volver con mis ancestros, al río de las almas, estoy dispuesto
Su tono no dejaba lugar a réplicas. Iba a ser él, y no había nada más que discutir. Aunque era en ese momento, una vez dichas las palabras, cuando las implicaciones de su decisión comenzaban a aparecer en su mente, en ningún caso cedió ni un ápice. No dejaría que nadie se sacrificara en su lugar, pues nunca podría perdonárselo. No, Aleph iba a dar su vida, y no había marcha atrás
Esto es lo último. No. Jamás. Han llegado demasiado lejos.
-Bueno, esto se acabó. ¿Me tomas por idiota Elías? ¿Jules se transformó en un ángel? ¿El guardián de la Luz? ¿Cuanta mierda crees que voy a seguir tragando?.
-No puedes venderme que eres a la vez un mal combatiente y que atacaste a Jules, no puedes venderme que eres a la vez tonto y suficientemente hábil para invocar e investigar. ¿Por qué te echó Jules realmente? ¡Y no me creo que un "Guardián de la Luz" necesite una vida humana para aparecer!.
-¡Aleph, despierta por favort!
Y justo cuando necesito a Celeste... ésta se va flotando.
Si tengo tiempo, (si tengo bastante turno y eso). Trato de sacar su daga y mirar la punta.
Aleph se giró hacia Damien, sorprendido. Luego miró a Elías, esperando una respuesta ¿Pudiera ser que todo fuera un engaño? No, Aleph no podía creerlo. Demasiadas traiciones, demasiada maldad... ¿Incluso esos dos hermanos estaban conspirando? Aquello era demasiado. Tenía que haber otra explicación
-¿Qué insinúas, chaval? Ah, ya lo entiendo. Jules te tiene bien comida la cabeza, ¿no? ¿Eres uno de sus seguidores, tan fiel que ni enseñándote lo que está haciendo puedes apearte del burro? -espetó Elías-. No sabía que Jules pudiera volar, ¡si hubiese sido así no habría dicho nada! Lo que menos me esperaba es que se fuera sin más, pero ya ves, hoy nos sorprenden a todos.
-Damien, no. Este no es momento de dudar de nosotros. ¿Qué más pruebas necesitas? ¿Acaso no me crees a mí?
-Damien, ¿crees que...? -Junette fijó su mirada en su primo mayor, pensativa. Parecía evaluar la capacidad de Elías para traicionarlos, pero antes de que pudiera decir algo, soltó un quejido y se agarró el pecho.
Una punzada golpeó a Aleph y a Damien al mismo tiempo. Fiona y Elías también se quejaron.
-Ah... duele... -Se miró las manos, confusa-. Es como si... como si de pronto estuviese... enferma...
Aleph apretó los dientes. Acto seguido cerró los dos ojos de su cara... Y abrió el de su alma
¿Qué está sucediendo?
Veamos que tal está radio espíritu fm esta tarde
El mundo espiritual estaba siendo azotado por una tormenta. Las almas eran arrastradas fuera de la vista y todo parecía cubierto de una niebla densa y de asqueroso olor. Un resplandor morado venía desde el cielo, y algo latía, como un corazón, haciendo que todo vibrara.