Partida Rol por web

Obsesión

Epílogo: El flujo de almas

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08/04/2012, 14:15
Director

Damien vio a lo lejos una figura luminosa y conocida. Traslúcida, pero amable y nada terrorífica. Era Junette.

El joven noble se levantó. No tenía heridas ni cansancio alguno. No tenía arma. No tenía ropa. No era nada más que él mismo. A su alrededor, un paisaje blanco y cálido como un mar de pureza. No había nada distinto aquí o allá, pero no se hacía monótono. Era como contemplar el cielo en el punto más puro del amanecer, cuando el azul se torna blanco.

Junette avanzó hacia él, pero no llegó a tocarlo.

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08/04/2012, 14:22
Junette Branctorche

-¡Damien! -llamó ella, sonriente. Luego se tornó algo triste-. ¿Estás muerto tú también?

Alargó la mano y negó con la cabeza.

-Todavía no. Pero si estás aquí, si puedes verme... Eso significa que puedes morir. ¿Te hizo daño mi primo? -Junette bajó la mirada, triste-. Oh... ¿por qué lo permitiste?

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08/04/2012, 19:08
Damien Goldman

-¡Junette!.

La visión de la joven era lo único que habría podido sacar a Damien de su estupor, así que poco a poco se levantó y se acercó a ella. Casi no sentía como caminaba. Además, en aquel lugar el dolor se había ido y sólo había una sensación de alegría y de paz por verla de nuevo.

-Junette... Yo... yo te prometí que todo saldría bien, que te defendería.-La tristeza golpeó a Damien como un cántaro de agua fría en el corazón.- ¡Y lo estaba haciendo!. Pero cuando ese monstruo en el cuerpo de ángel te arrojó al abismo... en ese momento mi alma murió contigo.

-¿Para qué iba a vivir? ¿Qué sentido tenía? Si no puedo defender a los que quiero. Si no puedo ni confiar en los que amo. Sólo podía confiar en tí. Y hasta a tí te he perdido.

-El arma de Jules me hizo un favor. 

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09/04/2012, 12:37
Junette Branctorche

-No digas eso.

Junette le sonrió con tristeza.

-En realidad, estar aquí no duele. Es fácil. Es como si fueras parte de un todo, esperando y esperando. Pero no es vivir. Quiero decir... Mi tiempo ya ha pasado. Mi cuerpo no existe. Todo lo que soy es esto, esto es todo lo que soy. Pero tú, Damien... ¿cómo puedes decir que lo has perdido todo? ¿Qué hay de tu padre? ¿Y Fiona? Aunque se guardase información, ella te quiere. Y... Aleph. Y Elisabeth. ¡Si acabas de empezar! ¿De veras crees que no hay nada más?

La chica alargó la mano, pero no llegó a tocarle.

-Estás aquí, en la mitad del camino. Puedes seguirme y morir. No sentirás más dolor, pero dejarás de ser tú. Aún te queda mucho por vivir en el otro lado, ¿sabes? No es el final de todo.

También puedes darte la vuelta y volver al mundo físico. Será doloroso y triste. Quizá nunca vuelvas a sentirte en paz. Pero eso es vivir, ¿no es verdad?

Puedes hacer lo que quieras. La elección es toda tuya. Hagas lo que hagas, seguirás siendo un héroe. Hagas lo que hagas, te estaré esperando para marcharme contigo.

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12/04/2012, 11:46
Damien Goldman

-No les he perdido a ellos, he perdido quién soy y mi razón de ser.- Damién inspiró de aquel aire que no sabía a aire del lugar que no era un lugar.

-No fui un héroe, fui un estúpido, no confié en mis instintos, que me advertían desde el principio contra Celeste. Al final no distinguía entre amigo y enemigo. Pero es que no podía ¡No puedo! comprender la venganza contra la gente que no me ha hecho daño. No entiendo a Celeste, no entiendo a Jules.

-Pero tienes razón, si les quiero... debo volver, si quiero a Elisabeth y a Fiona, o a ese gigantón buenazo de Aleph, tengo que volver y ayudarles, o dejar que me ayuden, a vivir y reconstruirlo todo, a protegerles contra Celeste, que sigue suelta y no le importan lo más mínimo las vidas de los demás. ¡Si hasta tengo que disculparme de Elías por sospechar de él!.

-Espero que la próxima vez que nos veamos, pueda darte mejores noticias. Ésto no es un adios, es un hasta pronto...- Y siguiendo un impulso Damien trató de abrazar a Junette para darle el beso que ya jamás podría en vida, todo se volvió blanco y...

Notas de juego

Que post tan bonito me pones con Junette.  No puedo estar a la altura.

Quita las últimas palabras si hay que decir algo más.

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12/04/2012, 16:43
Director

-Hasta pronto... -murmuró Junette antes de posar sus fríos labios sobre los de Damien.

Todo se volvió oscuro y el joven dejó de poder ver. El dolor y el cansancio regresaron a su cuerpo y a su percepción y fueron como losas que se abatieron sobre sus miembros. Al aspirar la primera bocanada, un pinchazo se extendió por su abdomen y su espalda. Damien entreabrió los ojos. No veía bien, pero una silueta pálida le rozó la cara.

-Ha despertado... Damien... Estás despierto...

Y supo que volvía a estar en casa.