Partida Rol por web

Cuando veo al predicador dirigirse a Barton mi primer impulso es intentar detenerle, pero me quedo quieto

¿Qué va a hacer ese loco?

Una gota de sudor resbala por mi frente, paso mi lengua por mis labios resecos. Estamos en una situación tensa. Algo ha producido una carnicería y Barton está ahí, quieto, en un estado lamentable, pero vivo.

O lo que sea lo ignoró, o él es el causante, aunque no veo como

Hago señas a los demás para que se preparen. Mantengo mi rifle apuntando a Barton, listo para disparar, mientras cerca de mí tengo uno de los candiles.

Si la cosa se pone fea, le lanzaré el candil, si no puedo acabar con él con una bala, ¡al menos que arda en el infierno!.

Bruce decide cambiar de posición, intenta acercarse lentamente, dejando la lámpara en su antigua posición. No quiere irse muy lejos, simplemente acercarse un poco.

A ver si lo consigo

Tras desplazarse unos metros, intenta ocultarse detrás de alguna roca. Vuelve a apuntar y se mantiene quieto, esperando a los acontecimientos.

Cuando Clanton abandona su escondite y camina felizmente hacia Duvall, Ben piensa que las visiones le han hecho perder del todo el juicio ¿En qué está pensando? Duvall es un asesino muy peligroso...

Sin saber muy bien por qué, y con un siseo de disgusto, Ben tuerce el gesto y rápidamente intenta esconderse tras una roca cercana, con un par de traspiés por la prisa y la tensión, mientras amartilla el revólver Colt y se encomienda a Dios.

"Espero que sepas lo que haces, Clanton, o puedes condenarte a ti y al resto"

La tensión es extrema. Cuando todos estáis situados el predicador da un paso adelante desde el otro lado de la caverna y empieza un amable saludo, pero en seguida sus palabras pierden su habitual seguridad. Alguna cosa no va bien.

Cuando el misterioso hombre oye a Dewey levanta la mirada asustado. Da unos pasos hacia atrás hasta que su espalda choca contra la pared. Entonces todos podéis ver lo que ha hecho tambalear la seguridad del predicador.

El rostro de este hombre no es un espectáculo agradable. Varias protuberancias angulares y extrañas fuerzan su piel a distenderse de forma antinatural, abriéndose camino a través de sus mejillas, su cuello y su frente. Estos bultos a veces parecen moverse, fluyendo y ondulantes como una masa viviente.

Aquí y allá, una forma oscura ha perforado su piel por debajo, exudando una fina lixiviación azul. Los ojos del hombre brillan como una bola de cristal.

Unas oscuras y raras deformaciones han erupcionado también en sus manos, asemejándose a garras dentadas y angulares que brillan en tenues pulsaciones verdes.

El hombre, tartamudea de miedo.

Tomb… ¿Tombstone? ¡Oh por Dios! Yo no quería hacerlo… ¡tienes que creerme! Estaba tan hambriento…

Y mis compañeros… mis amigos de tantos años… ¡No pude evitarlo! –dice en un gemido lastimoso- Aún están allí arriba, todo esparcido por el suelo ¡¡¡Qué horror!!! Olía su sangre, su vida, igual que con la pequeña niña… Paso tanta hambre estos días…

Sé que lo hice mal, pero por favor ayúdeme, no soy una mala persona. Estoy enfermo eso es todo. Por favor ayúdeme, me encuentro muy mal…

Horrorizado, Coulon intenta sujetar el rifle. A duras penas lo consigue

Ese ya no es un hombre, es un monstruo

Al oír sus palabras, Coulon palidece

¡Acaba de confesar que mató a la niña!

Prepara el rifle, apunta

Vamos Dewey, haz algo, saca el cuchillo, lo que sea, pero hazlo, porque si no lo haces tú lo haré yo. Es un asesino y un monstruo

Ben traga saliva. Siente su sangre latir por sus sienes y el tiempo ralentizarse. Ciertamente no esperaba esa reacción. Y como no la esperó, ahora no sabe qué hacer al respecto.

No lo sabe.

Entonces lo ve. Ve como el reverendo agarra su revolver y su cuchillo. No sabe qué piensa hacer, pero una sombra de horror cruza por su mente... El recuerdo de cómo los Clanton resuelven sus problemas. 

"Déjalo. Duvall es peligroso. Ha confesado el asesinato de toda su banda"

"No... Está enfermo... Le pasa algo extraño..."

La llama titila. Se agita. riela. Se apaga y se enciende. Brilla y baila. Crepita. El revoltijo de emociones que se amontonan en el estómago pugna con la tormenta de ideas en su cabeza. No sabe qué hacer ¿Ha de morir Duvall? 

"Haz algo útil, saco de huesos apaleado..."

—¡No! —Grita, abandonando su escondite y dirigiéndose a Dewey antes de que pueda hacer nada— ¡Ha de haber un juicio justo!

       Tras mirar horrorizado al hombre en las sombras el predicador Dewey hace un gran esfuerzo por contenerse para no gritar y huir de allí horrorizado como quería y con alguna lágrimas en las mejillas le responde dando solo un paso hacia atrás mientras que hacía una seña a los otros tres para que se prepararan, entonces se arrodilló en el suelo donde estaba para sacar su cuchillo de donde lo tenía en la pierna y mantenerlo oculto como su pistola mientras que le decía al hombre:

       " Es horrible eso que me has confesado hermano , pero tu alma tiene salvación si de inmediato te arrepientes sinceramente de todo lo que hiciste, te incas en el suelo con los ojos cerrados como lo hago yo mismo y comienzas a rezar junto conmigo .... ¡Confieso ante dios y ante ustedes hermanos que he pecado de palabra, obra y omisión ... es mi culpa, mi culpa ... "     

        Entonces Ben interrumpe mi intento de engañar al minero juanto a tiempo para que el predicador se arrepienta de lo que intentaba hacer, mantiene ocultas sus armas sin guardarlas y asiente respondiendo:

        " Por supuesto que habrá un juicio sheriff, así que salgamos de este lugar Barton por favor, levanta las manos y entregate a la justicia, porque si te has arrepentido sinceramente dios perdonara tu alma en la otra vida "  

Bruce abre los ojos de par en par, mira a Rumson y luego a Dewey

¡Necios!, acabamos de perder una oportunidad, no hay juicio que valga contra...¡eso!

Sigue agazapado, manteniendo su posición y apuntando a Duvall

Parece que no me ha visto, como haga algo raro, le meto un tiro

Barton Duvall mira sorprendido a Rumson y de inmediato se pone a oler el aire en un gesto muy poco humano.

¿Esto es una trampa? Puedo oler que aún hay más…

Detecta de inmediato a Willis, que está totalmente paralizado de miedo en la entrada de la cueva. Durante un momento teméis que el miedo de Duvall se vuelva en un ataque desesperado, pero luego mira a Dewey y se hunde de nuevo.

¡Reverendo! ¡Usted me cree! ¡Solo soy un pobre desgraciado que está enfermo! –Barton, que a todas luces parece bastante inestable, levanta las manos como le había pedido Dewey- Iré con ustedes a Tombstone, pero ¡tienen que defenderme! Quizás el médico me pueda curar, ¡¡¡no quiero morir!!!

Barton ofrece sus monstruosas garras para que lo atéis si lo deseáis.

El suelo se abre ante Jerry mostrando un océano enorme. El agua salada golpea las paredes en forma de ola. Willis se tira al suelo y empieza a nadar.

Todos podéis ver al joven rascando la arena con sus dedos. Sus uñas saltan haciendo que sus manos se llenen de sangre. Sigue moviendo los brazos como aspas, golpeándose contra las rocas. Entonces es cuando veis como intenta meter la cabeza en el suelo y se golpea repetidamente contra el mismo.

En su cabeza, Willis trata de sumergirse. Quiere saber qué hay bajo esas aguas.

           Sin darle mas tiempo para reaccionar el reverendo Dewey le amarra con la soga que había recogido arriba mientras que le responde:

          " Te prometo Barton que trataré de defenderte del reino de los cielos y del de los hombres ... pero dependera de tu sincero arrepentimiento, de que nos cuentes axactamente lo que ha sucedido y decisión de los hombres que me acompañan "   

         Entonces miró como Willis se tiraba al suelo y jaló a Barton para decirle:

         " Hermano si usted tiene algo que ver con eso que la pasa a Willis de alguna manera por favor déjelo de hacer de inmediato! "   

Miro fijamente a Duvall, esperando que haga un movimiento sospechoso para disparar, cuando comienza a oír ruidos desde la posición dónde se encuentra Willis. Me giro y le observo intentando excavar en el suelo. Me quedo perplejo contemplando la escena.

¿¿¿Qué demonios???

Abandono mi posición y voy hacia el muchacho, intentando sujetarle, le doy un par de bofetadas para que reaccione

-¡Muchacho, despierta!, ¡despierta!

Adiós a nuestro factor sorpresa. Esto debe ser obra de ese monstruo.

Ben se detiene en el sitio. Algo no va bien. Duvall se ha rendido y se ha entregado a Clanton. Pero aun así, Willis parece haber perdido completamente la cabeza. Cuando Coulon se acerca para ayudar al muchacho, respira un poco más tranquilo, está en buenas manos. Y ahora, Duvall.

—Barton Duvall...— Las palabras dudan. se atragantan. Se confunden. Hace tiempo que no las pronuncia y apenas son como un susurro en el viento dentro de su cabeza.

Se acerca despacio a Clanton y a Duvall, procurando mantener bajo el centro de gravedad y con el revolver bien visible.

—Por mi autoridad como sher... Por la autoridad que nos ha otorgado el sheriff de Tombstone... —Traga saliva ¿Cómo sigue? Ah, sí... —Quedas detenido y puesto a disposición de la justicia... Para ser juzgado en un tribunal justo. Que Dios te ayude, Hijo de puta.

         Una vez asegurado Barton el predicador le dedica una triste sonrisa y le da una palmada an el hombro antes de dejarlo en las manos del ex-sheriff, para ayudar a Bruce Coulon a controlar al joven Jerry Willis que parecía haber perdido la razón tras haber visto en lo que se había convertido Barton, trato de calmarlo diciendole:

           " Calma por favor muchacho, ya hemos encontrado a este hombre quien se ha entregado y confesado sus culpas, así que simplemente regresaremos a Tombstone, donde podrás ver a tu buena madre y volver a tu vida mas tranquila "  

Al principio Willis no responde a las sacudidas de Coulon. El joven, convencido de que se encuentra en lo más profundo de un mar que nunca ha visto, empieza a patalear y estirar los brazos desesperadamente para volver de nuevo a la superficie.

Entre Coulon y el predicador lo sujetan, evitando que se haga más daño o que se le reabran las heridas del brazo. Willis grita: ¡Hay que subir! ¡Aire, aire! ¡Aquí abajo vamos a morir!

Parece que no quiere respirar más, se lleva las manos al cuello y empieza a ponerse morado.

¿Qué? ¡Yo no sé nada! ¡No le conozco de nada!

Por favor… ¿tenéis algo de comida? ¡Tengo mucha hambre!

Los ojos cristalinos de Duvall son estremecedores. Cuando os miran, ven mucho más allá, parecen ver un universo donde vosotros sólo veis una estrella.

Finalmente Willis cae inconsciente. Pero solo unos segundos después se despierta de golpe aspirando todo el aire que puede. Dewey intenta reconfortarle con sus palabras y el muchacho vuelve en sí poco a poco.

Una vez la situación ha vuelto más o menos a la “normalidad”, os miráis entre vosotros. Willis aún está jadeando pero ya puede andar solo. Todos tenéis las mismas preguntas a la cabeza pero no osáis decirlas en voz alta.

Hay un día y medio de cabalgata hasta llegar de nuevo a Tombstone. ¿Podréis hacerlo con Duvall? ¿Qué ocurrirá cuando lleguéis? ¿Habréis llevado el lobo de vuelta al corral?

¿Y el juicio? Robar un caballo está penado con la horca. Una vez Duvall ha confesado ser el asesino de la niña, ya está sentenciado.

Todas estas preguntas se desvanecen de vuestra cabeza cuando notáis un leve temblor en el suelo.