Partida Rol por web

¡oh capitán, mi capitán!

¡Tierra a la vista!

Cargando editor
01/08/2016, 16:43
Máster

El Inferno regresaba a puerto tras un par de semanas en mar, volvían con el botín conseguido tras abordar una fragata portuguesa perteneciente a un noble que volvía de hacer gran fortuna en las Américas... botín que no amortizaba apenas las perdidas en tripulación tras un feroz abordaje que apunto estuvo de ser repelido por la tripulación del Magallanes.

Tras haber dejado atrás el peligroso Canal de la Mancha el viaje pintaba suave como la seda a poco menos de una jornada de llegar a Londhs.

BARCO A ESTRIBOR, BANDERA FRANCESA

Los oficiales se arremolinaron alrededor de su capitán. 

Harold ya no era el que fue antes de rebautizar su barco a Inferno, antes de verse obligado a aceptar la patente de Corso o ser aniquilado junto a su tripulación. Ya no era tan intrépido y sanguinario, se había vuelto más sabio y prudente... suerte de que contaba con la fidelidad de muchos de sus marinos los cuales le debían la vida en su mayoría y podía evitar motines con solo una mirada a la persona adecuada. Y por supuesto contaba con esa gran capacidad de gobernar su nave para sacarse de la manga unas maniobras que hacían de una batalla perdida una fácil victoria

Cargando editor
01/08/2016, 17:14
Burg

Mi capitán nos damos un festín antes de llegar a casa?

Sugirió el contramaestre.

Burg era su más antiguo tripulante y quizás su mejor amigo, también era conocedor del malestar de muchos por haber perdido la libertad de hacer lo que el viento les dijera para ser vasallos de un almirante pomposo. La tripulación necesitaba sangre y un buen botín.

Cargando editor
01/08/2016, 17:22
Capitán Harold

Tras unos instantes de observar con su catalejo haciendo caso omiso del avasallamiento de sus oficiales por fin dijo comentándole a su oficial más joven y reciente a modo de enseñanza.

Señor Quinn, que le parece a usted, debemos asaltar ese navío?

Sin tiempo a réplica alguna volvió a mirar por el catalejo abstrayéndose unos instantes de la conversación para casi susurrar el nombre del barco avistado Dei Gloria

Cargando editor
01/08/2016, 19:24
Abraham Quinn
Sólo para el director

Hacía poco que Abe había recibido el grado de Oficial. Aún no había logrado vencer la incomodidad que acarreaba semejante cargo; a Quinn le gustaba pasar el tiempo realizando sus tareas a bordo, sumido en sus pensamientos y compartiendo alguna chanza con sus compañeros. Ahora, sin embargo se veía con el marrón de tener que participar en el gobierno del Inferno. Por si fuera poco, el Capitán le pedía que tomase una decisión.
Esta, sin embargo, tenía fácil solución: sólo tuvo que mirar a su alrededor. Los hombres estaban visiblemente molestos, molestia que Abe ni compartía ni comprendía. ¿Y qué si ahora debían navegar bajo vela extraña? Seguían vivos, joder. Y de todos modos, continuaban haciendo lo que mejor sabían.

Pero, no podía esperar que todos compartiesen su modo de ver las cosas y, ciertamente, los ánimos estaban caldeados. Si veían que dejaban pasar una nave sin siquiera iniciar una persecución, quizá hubiesen problemas. Y no le apetecía nada tener movida con los que de un tiempo a esta parte, consideraba hermanos.

- A los hombres se les están gastando los huevos de tanto rascárselos, Capitán. Creo que ansían entrar en acción.
Quinn sentía una lealtad ciega hacia su superior, pero aún no se había acostumbrado a dirigirse a él con vocablos refinados como los demás.

Cargando editor
02/08/2016, 15:32
Capitán Harold

Poniendo una mano sobre su hombro y esgrimiendo una sonrisa condescendiente respondió de forma tajante a todos sus oficiales No, no vamos a atacar ese barco.

Con un golpe seco plegó su catalejo y observó el horizonte en dirección a casa.

Cargando editor
02/08/2016, 15:37
Burg

Pe... pero mi Capitán, los hombres... Maldita sea, por que no?

El contramaestre estaba con Abe, los hombres parecían ansiosos y a este ritmo no tardaría en haber un motín.

Cargando editor
02/08/2016, 15:39
Capitán Harold

Aix... suspiró renegando con ligereza No tendría por que daros ninguna explicación, pero por el bien de los ánimos de los hombres os lo explicaré: SEÑORES, HAGAN USTEDES EL FAVOR DE ATENDER UNOS INSTANTES... VENGA PEDAZO DE BACALAOS TODOS ATENTOS, ese barco es tan peligroso como el Magallanes, quizás más, eso quiere decir que en su interior ha de transportarse un botín de gran valor... queréis atacarlo, verdad?

Sep comentó la tripulación

VERDAD!? reforzó

SIIIIIIIIIIIIIIIII Gritaron todos al unísono

Pues señores, no lo haremos. Se creo un murmullo de descontento y decepción No lo haremos porque no es conveniente, hemos sufrido demasiadas bajas en nuestro último pillaje y si el Magallanes nos lo hizo pasar mal, el Dei Gloria nos aplastará... y para que? para nada, ese barco se aleja de casa en dirección océano, se va a las Américas... mirar su linea de flotación, no lleva carga alguna, va a buscarla... Volvamos a casa y gastemos en mujeres y ron el pequeño botín que poseemos, y que recen para que de aquí unos meses no se crucen con nosotros en su vuelta, entonces no habrá piedad con ellos.

El silencio y las caras anonadadas de toda la tripulación dieron paso a la continuación del discurso del capitán

Se que queréis lo que os prometí, un golpe que nos convierta en ricos, y yo os prometo que muy pronto daremos uno que no nos convertirá en ricos, SEREMOS PRINCIPEEEEES, SEREMOS REYEEES, ya nadie podrá ordenarnos, jamás volveremos a ser vasallos.

La tripulación vitoreó al capitán, sabía encorajinar a los suyos, pero era consciente que el calentón del momento solo duraría un rato para dar pie de nuevo a conspiraciones y quejas, pero ganaría el tiempo suficiente para que se olvidaran del Dei Gloria y tiempo de sobras para llegar a casa y ahogar sus inquietudes en el fondo de una botella de ron barato o en el coño de alguna prostituta de poca monta.

Cargando editor
02/08/2016, 21:10
Abraham Quinn

- Joder, con razón es el Capitán...
Abe quedó gratamente sorprendido ante la enorme capacidad de análisis de su superior. Él ni siquiera habría pensado en esos detalles. ¿Un barco? A por él: esa era la mentalidad que Quinn esgrimía en su día a día.
- Tiene razón, Capitán. Lo siento.

Quinn se acercó a la barandilla y achinó los ojos para tratar de ver el navío. A duras penas lograba divisar la vela, a simple vista y sin los instrumentos adecuados, resultaba muy complicado discernir los pequeños detalles a los que hacía referencia el Capitán.
- ¡Nos ha jodido! Sin un puto catalejo... ¡Yo no veo un pijo!

Cargando editor
03/08/2016, 11:42
Máster

El cielo tomaba tintes anaranjados, la noche estaba cercana y el sonido del vociferar del vigía le acercaba a Londhs, lo más parecido que tenían esas gentes a un hogar que no fuese el propio Inferno.

TIERRA A LA VISTA. LONDHS

A no tardar el Capitán dio ordenes al intendente Sancho para que organizara rápido la descarga de mercancías y su cobro, dio ordenes a Burg para que ayudara con el personal que hiciese falta y para que el resto tuviesen el permiso de disfrutar de la noche en el Conejo Caldoso*. Por último...

Notas de juego

*Es una taberna donde disfrutar de un buen guiso de conejo y de buena bebida barata? es un hostal donde poder pasar la noche? es un local frecuentado por prostitutas?

si, lo es en todos los aspectos

Cargando editor
03/08/2016, 11:50
Capitán Harold

Señor Quinn, quiero que algunos de sus hombres monten guardia en el barco esta noche, organice el tema y vaya a disfrutar de la noche cuando acabe. Se lo tiene bien merecido... se lo tienen bien merecido se corrigió para referirse a toda la tripulación.

Debo hacer una visita a un viejo amigo, después volveré a pasar la noche en mi camarote, necesitaré un par de hombre más para que me escolten. concluyó tajante... 

a visitar un amigo? era conocido por todos que el capitán tenía una amante en la ciudad estado que guardaba en secreto ya que se trataba de una dama casada... pero a nadie engañaba, al menos a los que le conocían bien.

Cargando editor
03/08/2016, 19:08
Abraham Quinn

- Claro, Capitán...
Abe se dispuso a cumplir con la orden recibida.
- ¡Eh, vosotros! - dijo, dirigiéndose a varios hombres que se afanaban en terminar sus tareas - ¡Tyler, Lee, Parks, Brooks! Que suerte tenéis canallas, os ha tocado hacer guardia esta noche. No me pongáis esa cara, me cago en la puta. A la próxima pisaréis tierra, no os preocupéis...

Quinn ya iba a desembarcar cuando interceptó a otros dos muchachos: - A ver Scott, Blake, quiero que esta noche escoltéis al Capitán. Si perdéis su culo de vista, os caneo, ¿estamos?

Con las órdenes cumplidas, Abraham se dirigió al muelle para tomarse su merecido descanso.

Cargando editor
04/08/2016, 09:31
Máster

La noche ya hacía un buen rato que había consumido la luz del sol para dar paso a las antorchas y farolas que iluminaban con una tintineante y tenue luz las callejas del majestuoso distrito portuario de la ciudad estado de Londhs. Ya con la tercera jarra de vino consumida con sus compañeros de tripulación y con unas ganas de arrimar mástil a una de las descocadas mujerzuelas que se ofrecían encantadas a cambio de unas pocas monedas, Abe se encontraba en una delicada conversación.

Cargando editor
04/08/2016, 09:35
Sancho

Un botín de mierda, apenas nos ha llegado para sufragar gastos y para mal celebrar la llegada a puerto... no se que cojones planea el capitán, pero si la cosa sigue así pronto tendremos otro patrón en el Inferno.

Conspiraba el intendente

Cargando editor
04/08/2016, 09:38
Burg

si? y a quien sugieres como nuevo capitán? harías bien de comerte esas palabras, si llegan a Harold acabarás siendo pasto de los peces en la próxima partida... además, no se si eres consciente de que ahora ya no somos almas libres, pertenecemos al almirante. Si la tripulación se amotina la armada de Londhs colgará a los traidores y pondrán a un capitán de los suyos.

Cargando editor
04/08/2016, 14:26
Abraham Quinn

- Mira, tío. No me toques los cojones. Fue la seca respuesta al comentario del intendente.
- Si no fuera por él ya tendríamos una soga alrededor del cuello.
Quinn asintió ante el comentario de Burg: - Exacto. Si la situación te parece mala, imagínate con un capitán puesto a dedo por los de Londhs. Y además, ¡Que tampoco estamos tan mal, coño!

Abraham apuró la bebida y se levantó, buscando otras compañías.
Con todo, no podía evitar cierta preocupación; el descontento cada vez estaba siendo más generalizado. Si no cambiaban las cosas pronto, habría un motín, y nada podría pararlo...