A pesar de tener encima al doctor y la joven inglesa, el enanito consigue zafarse de ambos con cierta facilidad (el que Anna resbalara en la hierba húmeda no la ayudó precisamente).
"¡Ja!" ríe aunque su expresión no parece acompañar a su risa. Quizás por eso se lanza contra Ernest puñitos en alto para quitarse contrincantes de encima cuanto antes.
Nota: Torak, tu mejor defensa es Esquiva, dificultad Grande. Dime si haces algo más (si sobrevives, claro) ;)
-Enano estate quieto, o juro que te quito hasta el último pelo de tu cabeza; hasta dejarla como una bola de billar.
Me quito la chaqueta y trato de echarla encima.
El buen doctor consigue esquivar por los pelos (nunca mejor dicho) los puñetazos del enano, mientras intenta a su vez agarrarlo con su chaqueta a modo de red. A pesar de todo, el pequeño ser, gracias a su tamaño principalmente, consigue evadir por suerte los ropajes del alemán, mientras le maldice en idiomas desconocidos o inventados.
A pesar de su rotundo fracaso, Anna no se resiste.
Trata de agarrarlo de nuevo desde donde se encuentra ahora, aprovechando que se encuentra concentrado en sus lucha con el doctor, pero nuevamente vuelve a fallar.
Sus ropas se encuentran cada vez más sucias, y su humor más enardecido. No va a dejar de intentarlo… «Si esto es lo que los hados del destino nos reservan como prueba, que así sea. No pienso rendirme», piensa, mientras rasga decidida sus faldas, para poder moverse con mayor agilidad.
Intento recuperar el aliento perdido por el golpe perdido a causa del golpe recibido por el enano. Mientas contemplo como mis compañeros hasta ahora reticentes a luchar como lo estaba haciendo yo tienen el mismo éxito cosechado por mi o lo que es lo mismo un éxito bastante escaso.
-Maldito... dice mientras vuelve a la carga.
-Apártese querida dice a Anna mientas lanza un ataque contra el imaginario.
Mientras intenta zafarse del ataque combinado de los mortales, el imaginario traga saliva, viendo la determinación de los humanos. Ante dicha voluntad, opta por la menor humillación y pone pies en polvorosa, con lo que parecen amargas lágrimas de rabia y humillación corriéndole por las mejillas ahora coloradas como un tomate.
"¡Malditos mortales! ¡Bastardos! ¡Me vengaré! ¡Yo les maldigo! ¡Que vuestro próximo encuentro con un ser mágico sea desastroso! ¡Malditos, malditos!" grita mientras desaparece entre los arbustos.
Aunque esperáis unos minutos esperando alguna emboscada por parte del iracundo ser, parece que efectivamente se ha dado por vencido, por lo que el resto de la noche pasa sin más contratiempos y recibís con alegría la luz de un nuevo amanecer... aunque quizás un poco preocupados, no vaya a ser que además de fuerza el enanito sea realmente capaz de echar mal de ojo...
Buenos días -saluda Anna a sus acompañantes, cuando comienza a despuntar el alba-. ¿Qué tal habéis dormido? Yo a penas he podido pegar ojo. Me siento fatal por cómo se fue Ciren. ¡Fue espantoso! Ojala las cosas hubiesen salido de otro modo…
Eso sin contar el vestido roto y lleno de barro, y los hematomas y raspaduras... supongo que "dormiríais" en el mejor de los casos haciendo guardias, por si los "enanos"...
En principio se supone que habéis conseguido vuestro objetivo de pasar la noche en el claro, así que podéis volver a Munich que hay un trecho y alguno (o más de uno) necesita un baño y ropas nuevas ;)
Vosotros decidme qué hacéis y sigo por ahí.
-Creo que deberíamos asearnos. Y después reclamar nuestra información.
Se pone en pié y sacude su ropa de la tierra y espera a ver que hacen sus compañeros.
Completamente de acuerdo, doctor -dice la joven, poniéndose en pie-. Visitemos algún hostal en la zona con baño. Todos necesitamos asearnos y guardar las cosas en algún lugar seguro, ¿no les parece?
Esta se podría considerar y sin miedo a equivocarse la peor noche pasado por Pedro.
Al igual que sus compañeros se levanta y sacude su ropa de polvo.
¿Un baño? Es la mejor idea que escuchaba hacia tiempo. Pero...
-Un momento...sin duda un baño es lo que necesitamos pero... ¿Se olvidan de que Bavarica aun no nos a dado la información que precisamos? Quizás...por un momento duda Quizás lo mejor sea primero ir en su buscar y después de conseguir la información que tan bien nos hemos ganado ya tendremos tiempo de relajarnos. ¿Que les parece?
Helena vio toda la riña entre los tres valerosos compañeros de viaje y el pequeño y muy enfadado Ciren. Al ver como el sol se alzaba por el horizonte el cansancio iba haciendo mella en el débil cuerpo de la Señorita Helena de Middlecastle, que era la primera vez que se quedaba despierta toda una noche.
- Lo habéis hecho bien, aunque hubiera preferido seguir por la rama de la conversación pero vuestro método funcionó así que no tengo queja. En cuanto a lo de asearnos y descansar sin duda me vendría de maravilla pero estoy de acuerdo con el caballero Rodríguez en que sería mejor averiguar lo que Bavarica vaya a decirnos.- su tez estaba completamente palidecida Aguanta Helena, por el bien de todos.- No tenemos mucho tiempo que perder así que emprendamos nuestro camino de inmediato.
Bueno, supongo que a una deidad como ella no le importará que sus guerreros vuelvan manchados de barro de la batalla -responde la joven inglesa, encogiéndose de hombros. «No ha sido la noche más “sucia” de tu vida, nena. Así que estate agradecida y piensa por todo lo que has pasado hasta llegar hasta aquí», se alienta.
Pongámonos en marcha antes de que se haga más tarde y pueda vernos alguien -dice recogiendo sus escasas pertenencias del suelo-. Es bien sabido que los prusianos son madrugadores por excelencia.
-Bueno; pues decidido esta. Espero que la entrada siga en sus sitio, y que nos quiera atender. Recoge su chaqueta y la sacude para quitar todo resto y se la pone. Mira su pantalón y lo coloca también.
No se yo si es muy buena idea ir a buscar respuestas con la mente soñolienta así es como mejor se engaña a los mortales en los encuentros con las fabulas. Estoy seguro que no es buena idea pero que le vamos ha hacer.
Tras unas horas de marcha llegáis de nuevo a la ciudad, y de ahí a la explanada de la Oktoberfest apenas hay un paso. Mientras os dirigís a la base de la majestuosa estatua de Bavarica picáis algo de los tenderetes que ya han abierto, puesto que desde la noche anterior no comisteis nada y ¡no es de buena educación mostrar ruidos digestivos ante los compañeros de misión!
Afortunadamente para vosotros, la base trasera de la estatua está libre de testigos incómodos, o mejor dicho, aunque los hay están durmiendo el sueño de Morfeo de la borrachera, por lo que no os estorban el paso. Al igual que la otra vez, la base de la estatua se abre al aproximarse Helena, y el camino de la otra vez os conduce de nuevo a la presencia de Bavarica y su corte.
“Bienvenidos de nuevo, mortales. Los vientos me han traído nuevas de su encontronazo con Ciren, el enanito. Las rocas me dicen que le obligasteis a huir de su claro con fuerza bruta, sudor y lágrimas, ¿es correcto?”
Ante las palabras de Bavarica ordeno mis pensamientos antes de pronunciar palabra y cuando creo que tengo las palabras idóneas comienza hablar:
- Fuerza bruta...la justa respondiendo a la suya...la de Ciren me refiero...Sudor... bastante ya que tuvimos que emplearnos ha fondo y lagrimas quizás alguna provocada por algo golpe recibido...
Espero que fuera esto lo que quería escuchar...
-Así que si...su información es correcta Señora.
-La modestia, seguro que hay rumores. Pero no seré yo quien prive de intimidad a Bavarica, pero hay algo que me corroe. ¿Puede Ciren echar maldiciones?
Esperando que la respuesta sea negativa empieza a sentirse agotado, de la noche y a mirar a su alrededor. Fijándose en la corte, ¿de donde habrán salido? Espero estar haciendo bien el trabajo de campo no se yo…
"¿Maldiciones? Por supuesto, es por todos conocido el mal hablar de Ciren, cuya lengua es más negra que el más negro corazón de los trols de los bosques" replica Bavarica.