Partida Rol por web

Quiero ver a que disparan.Digo mientras embuelbo mis manos en la manta y me hecho la mochila al cuello.

Subis por la escalera y llegais al tejado, una azotea de ladrillo sin cornisa.
Permaneceis pegados al suelo mientras intentais vislumbrar en la oscuridad los causantes de tanto ruido. Los disparos se repiten, con cada fogonazo vais ubicando con mas exactitud su origen.
Empezais a escuchar maldiciones al tiempo que los disparos cesan, de repente alguien se acerca corriendo a vuestra posicion. Veis a un hombre llegar hasta la puerta del edificio de la antena. Con mucha prisa intenta abrir la puerta, pero al estar atrancada apenas logra empujarla medio palmo.
De la nada aparece un perro y salta sobre él. Con la escasa luz apenas podeis ver la lucha, acertais a ver a ambos luchando en el suelo y a escuchar gritos del hombre y gruñidos del perro.

Por experiencia sabeis que los perros que han sobrevivido hasta ahora se alimentan de cualquier cosa. Ademas, han vuelto a sus raices salvajes y su docilidad ha desaparecido por completo.

Miro a Thomas y me llevo el dedo índice a los labios como signo de mantener el silencio. No me agradaba la escena del perro sobre su presa pero no sabíamos cuantos saqueadores había por la zona o si salvavamos al tipo podría delatarnos a sus enemigos. Además, ahora teniamos un objeto muy valioso con nosotros que no podiamos permitir que caiga en malas manos.

Mientras tanto voy descolgando el arco de mi espalda y haciéndome con una flecha por lo que pueda pasar.

Parece que en el dia de hoy no voy a tener ni un minuto de respiro..

Si habria mas le ayudarian contra ese cabron babeante, o esta huyendo de saqueadores o esta solo...

Seguramente huya de ellos.. pero no podemos meternos.. llevan armas de fuego y no sabemos cuantos son todavía.-susurro.

Probablemente Allan llebaba razon, aunque malhumorado aprete los puños ante la impotencia que me generaba la situacion.

La lucha entre hombre y perro es encarnizada. Se revuelven en el suelo y el hombre intenta defenderse como puede.
El animal se lanza contra el cuello de su victima y lo muerde, pronto todo se llena de sangre. El hombre, seguramente con sus ultimas fuerzas, intenta estrangular al animal. Con ambos caidos el perro intenta zafarse de la presa, pero comienza a faltarle el aire y finalmente deja de luchar.
Al mismo tiempo el hombre deja de apretar la garganta del perro y sus brazos caen muertos. En el silencio de la noche casi podeis oirle exhalar su ultimo aliento antes de morir desangrado.

El lugar vuelve a estar tranquilo, no se oye ni ve mas movimiento. En la puerta del edificio yacen hombre y bestia, ambos muertos o, como minimo, agonizando en sus ultimos minutos de existencia.

Posiblemente no pasen muchas horas hasta que aparezcan animales carroñeros, lo cual en estos tiempos engloba a casi todas las especies supervivientes, incluidas la humana.

No parece que valla a venir nadie...
Deveriamos marcharnos de aqui ya.
Saco el maletin
Tal vez halla conseguido cargarse. digo mientras le paso la maleta.

Aguardo en silencio mientras oimos los gruñidos y el sonido de la muerte, hasta que todo se calma relativamente-Espera.. y que pasa con los disparos? sonaban muy cerca.. voy a subir a lo alto de la antena a ver si veo algo, quedate aqui..

Lo mas logico es que el tipo intentara matar al perro, cosa dificil sinceramente, pero bueno, sube si es lo que quieres.

Allan sube por las escaleras de la antena, tras unos minutos vuelve a bajar sin haber visto nada. La oscuridad no ayuda a descubrir gente alrededor.
Tampoco habeis escuchado nada en todo este tiempo, y nadie se ha acercado a revisar el cadaver.

Parece que el peligro ha pasado y todo se ha quedado en un enfrentamiento entre el hombre y el perro con resultado fatidico para ambos. No obstante, tambien cabe la posibilidad de que haya enemigos ocultos, pero no veis indicios de ello.

Bajo de la antena y niego a mi compañero.

Nada.. mierda... joder. Metamos los cuerpos dentro y intentemos descansar un poco. Parece que después de todo no eran saqueadores...

Sigo bajando con cuidado por las escaleras de nuevo y espero a que llegue Thomas para mover la barricada y meter los dos cuerpos dentro para no llamar a los carroñeros y registrar el cuerpo del hombre.

Miralo por el lado bueno.. tenemos carne fresca de perro para mañana.

Meteis los cadaveres en el edificio para evitar mas visitantes inesperados. En el registro al hombre no encontrais nada, aunque esta claro que no podia ir por el mundo con los bolsillos vacios. Es posible que haya perdido todo lo que llevaba encima, pero no veis nada frente a la puerta de la antena, solo un charco de sangre.

En el exterior todo sigue en silencio y en completa oscuridad. La habitual noche carente de actividad animal o humana.

Observo el cuerpo del hombre unos instantes una vez dentro y niego con la cabeza apenado, quizá hubieramos podido ayudarle pero la situación fue muy confusa, si no se hubiera puesto a pegar tiros..

Arrastro el cuerpo del perro hacia la hoguera apagada y me agacho hasta sentarme cansado. Dedico unos minutos a soplar en una de las brasas de la hoguera para renaudar de nuevo el fuego y poner al fuego las patas del perro que antes corto con mi machete. En otras circunstancias podría haber sido mi mascota pienso, pero ahora no es mas que un conejo grande. En cuanto se cocine la carne ya podre guardarla y aguantará un par de dias más que si estuviera cruda..

Pobre tipo, deveriamos irnos de aqui cuanto antes, mira haber si el ordenador se a cargado, por favor.
Por cierto, se que es peligroso pero quza deveriamos irnos ya, si vienen merodeadores y demas atraidos por la sangre nos veremos aqui encerrados.

Allan despedaza y cocina el perro, lo cual servirá para alimentarse durante un par de dias. Lamentablemente los perros que han sobrevivido no tienen mucha carne y la mitad de esta no es muy aconsejable para el consumo.

Volveis a fortificar el lugar atrancando la puerta con una mesa, viendo que la noche no parece muy fria, y que el lugar se ha caldeado, decidis apagar la hoguera y cerrar la puerta que da al tejado.

Cuando despertais la poca claridad que se filtra a traves de las nubes ilumina la estancia. Por los huecos del recubrimiento de las ventanas se cuela algo de luz que indica que va a ser un dia claro. O al menos todo lo claro que puede ser dentro de la escala de grises que es el mundo desde hace años.

Os asomais al exterior y no veis nada que se mueva. En la puerta permanece el charco de sangre, ahora lleno de insectos en busca de alimento.
El cadaver del tipo tardará poco en empezar a oler mal y, con ello, a atraer todo tipo de indeseables criaturas.
Al otro lado del patio veis la pistola con la que se intentaba defender el difunto, por la zona no parece haber mas objetos.

Me despierto por fin un poco más descansado y me estiro desperándome. Al abrir la puerta pongo una mueca al ver todos los bichos y luego miro el cuerpo.

Creo que lo mejor va a ser que tiremos el cuerpo colina abajo, quizá necesitemos volver a este refugio más adelante - comento mientras comienzo a arrastrar el cuerpo del hombre para arrojarlo.

Despúes y mientras me sacudo las manos observo el brillo metálico del arma y me acerco para recogerla. Con un poco de suerte estaría en mejor estado que mi lamentable pistola, aunque seguramente sin bala alguna. Vuelvo para recoger mi mochila y artilugios y observo a Thomas.

Parece que hoy hace un buen dia para salir de excursión, que te parece si empezamos por el almacen del suroeste?

E allan, no quiero parecer descortes pero tu pillaste al escopeta dijimos que iriamos a medias, no?
Digo mirando la pistola.
Y si, de acuerdo, al suroeste.
Respondo mientras golpeo con la punta de mis viejos zapatos los bolsillos del desconocido.

Le miro y me encojo de hombros asintiendo, tendiéndole la escopeta.

Es cierto. Quédate la escopeta entonces si la quieres, la pistola la necesito ... la mía esta a punto de caerse a pedazos -le muestro una pistola bastante antigua y ya algo oxidada.

De acuerdo, me parece bien, no pretendia molestarte, eee, allan.
¿Seguro que no quieres enterrarlo?
Despues de toodo murio por nuestra culpa.