Partida Rol por web

Buenos días señor Maynard! saludo a mi jefe al entrar en el bar con una amplia sonrisa, aunque con carita de cansada.

Me pongo rápido a servir desayunos y a saludar a cada uno de los clientes que van entrando. Como todas las mañanas, el señor Wilson siempre está allí el primero. Buenos días señor Wilson! como está usted esta mañana? le pregunto mientras le preparo sus huevos con salchichas y su café. Oh! señora Davis, se ha teñido? le queda genial el color rojo, su zumo como siempre? 

Entre Eileen y yo nos compaginamos muy bien las tareas de servir a los clientes matutinos. Cafés, algo de bollería casera, alguna que otra bebida alcohólica y poco más.

-No, para comidas más contundentes tendrá que ir a Granny's, tienen cocina casera, pero pásese esta noche por aquí, habrá música y fiesta, es el aniversario del pueblo, no querrá perdérselo!- les animo a los clientes. He contratado a músicos y serviremos copas de todo tipo, cocktails incluidos, por una módica entrada con consumición. Somos la alternativa a Granny's, ellos son un restaurante de comida casera, yo ofrezco ocio nocturno y cafés a primera hora de la mañana, competencia sana.

 Pocos clientes habian esa mañana debido a que algunos se preparan para festejar el nuevo año juntos, entra una persona por la puerta y no sonrie, lo mas raro es que nunca lo vieron. -Hoy a la noche pasaran cosas que nos gustaran, volveran de donde vienen y sera peor jovenes amigos. Toma un asiento y luego mira al dueño. Que tienes para comer?

Giro la cabeza hacia la puerta al oír que alguien entra, un nuevo cliente. Me lo quedo mirando mientras me acerco a ver que quiere. Es nuevo en el pueblo, no le reconozco. Es raro, Storybroke es un pueblo pequeño y ni siquiera es un punto de paso, no suele haber gente foránea. Entonces escucho sus palabras encriptadas. Algo que volverá? Me quedo algo perplejo.

-Si quiere le puedo preparar unas tortitas o unas tostadas francesas, lo que prefiera- le ofrezco lo que puedo preparar en la cocina sin problema. Es obvio que no quiere nada de la bolleria que hay en el expositor o no preguntaría. Le ofrezco asiento en una de las mesas que quedan vacías, al lado del ventanal.

-A que se refiere con que algo volverá?- finalmente la curiosidad me puede.
 

Un hombre un poco extraño entra en el bar, no lo había visto en la vida. Buenos días, le saludo con mi habitual educación y sonrisa. que va a...? le trato de decir, pero me veo interrumpida por el joven muchacho, que empieza a decir algo referente a que algo iba a cambiar "Hoy a la noche pasaran cosas que nos gustarán, volverán de donde vienen y sera peor jóvenes amigos." esta noche tengo mucho trabajo debido a la fiesta, tendré una jornada de 24 horas y volveré mañana por la mañana a mi casa más cansada que nunca" pienso para mi. Se dirige a mi jefe, y este es el que le atiende. Yo me quedo callada, limpiando unas tazas de café. 

 Lo que mas les gusta mejor. Espera a que le traigas y luego escucha tu pregunta. Acaso no sabes... No creo que lo sepas pero tu y yo amigo junto con este lugar no pertenecemos a esto. Te comento  esta noche sabras de lo que hablo y cuando suceda toda tu vida no tendra sentido. Comienza a comer.

Me dirijo hacia la cocina mientras Eileen se ocupa de continuar atendiendo a los clientes rezagados. Preparo unas tortiras con canela y jarabe de arce que le llevo al misterioso cliente, recién hechas. Al dejarselas en la mesa responde a mi pregunta de forma aún más misteriosa. Miro de reojo a Eileen, cruzando nuestras miradas. De qué demonios está hablando?

-Bueno, soy de Brooklyn si a eso se refiere- respondo sonriendo algo en broma. O se refiere a otra cosa? No puede referirse a nada más, a qué si no? -Entonces se queda a la celebración, creo que será una muy buena noche. Digame, cómo se llama?- intento mantener ese tono distendido en mi voz, amigable y despreocupada. No quiero sobresaltar al loco este.

El te mira y sonríe como había podido olvidar eso. -Soy damian Kenneth no me recuerdas? Mueve su mano y tú parpadeas para luego acordarte cuando eras chico tú mejor amigo se llamaba Damian y es muy parecido a la persona adelante tuyo.

-Damien?- me quedo confuso por unos momentos. Luego parece que algo conecta en mi cabeza y efectivamente, reconozco el rostro que tengo delante. Damien, con el que había robado coches, Damien con el que había llorado de niño cuando... No recuerdo cuando ni el motivo, pero recuerdo que él estaba ahí, tirando piedras a los coches conmigo, sentados en la escalera del edificio -Claro, Damien, joder! Cuanto tiempo? No te había reconocido, estás muy... cambiado. El tiempo te ha tratado bien!- cuando tu pasado te atrapa, se olvidan cosas como que yo no suelto nunca tacos ni palabras malsonantes, pero ese es mi yo actual, no el que conoció en su día mi amigo Damien.

-Qué se te ha perdido por aquí, viejo amigo?- le abrazo en plan colegueo.

Damien sonríe y acepta el abrazo y lo devuelve. -Escuche que estabas por aquí y quise pasar para saludar al viejo Kenneth y por lo que veo no te va muy mal por aquí... Todavía te acuerdas del auto de la señora Stevens como quedó luego de sacarnos nuestros rifles de aire comprimido jajaja

-Jajajajajajajaja...- suelto una risotada genuina ante el recuerdo de aquel coche -Parecía unos de esos quesos, lleno de abolladuras. Pero lo mejor fue ver la cara de la Señora Stevens, se puso a gritar histérica por todo el barrio y a perseguirnos a todos con aquel bate de beisbol de su hijo. Ese verano fue tremendo!- viejos recuerdos de un yo totalmente perdido en mi pasado, que rebrota de repente, como algo cálido. Aunque la realidad es que no fue cálido, ni bonito, ni entrañable, me llevo al reformatorio.

-Te quedarás mucho? Te invito a lo que quieras, bebamos por los viejos tiempos que nunca volverán!- añado, alegremente -Eileen, saca la botella de Chibas, la que ya sabes donde guardo- le guiño un ojo a la chica. Tengo un whisky de reserva que sólo saco para clientes muy especiales y ocasiones aún más excepcionales.

El hombre misterioso resulta ser un amigo de la infancia de Kenneth, había conocido a pocos amigos de Kenneth y además no sabía mucho de su pasado, así que escuchó intrigada la historia que empiezan a recordar sobre tirarle piedras a un coche. Vandalismo, jefe? Le pregunto divertida. Pobre señora Stevens. Comento mientras le sirvo un café a un cliente que acaba de entrar. 

Luego me manda a por su whisky de reserva, voy a por él, se lo pongo delante, y preparo dos vasos con hielo. No bebáis mucho, y reservad fuerzas para esta noche.... jejeje. 

-Intentaré que este viejo este bien para hoy de noche jajaa, la señora Stevens era mala pero nosotros peores, todavía me acuerdo cuando le dijimos que su hijo estaba en la cárcel y se fue corriendo jajaj ... Que días aquellos y que has hecho de tú vida? Además de una esposa? Mirando a eileen.

Miro a Eileen, es cierto, ella no sabe de mi pasado como delincuente juvenil, le debe parecer chocante viniendo de mí. Aunque sé que la chica es discreta, no dirá nada, de eso estoy seguro. Suelto una risotada por lo del hijo de Stevens, aquello fue memorable, es cierto.

-Bueno, ya sabes, cosas de críos- le guiño un ojo a la muchacha, sonriendo seductoramente -Gracias Eileen- le agradezco en tono amable. Nos sirvo unos dedos de whisky en los vasos con hielo y cojo mi vaso para brindar.

-Por los encuentros inesperados- propongo, sonriendo zorrunamente -Y no soy tan viejo! Tenemos la misma edad, abuelo!- protesto, bromeando. Bebo un trago de Chibas, saboreándolo en el paladar, como debe ser. Entonces me pilla desprevenido con su pregunta acerca de Eileen -Eli? No es mi esposa, es mi camarera, quien querría estar casado con un perro viejo pulgoso como nosotros?- digo en tono cínico. Espero que la muchacha no se haya sentido cortada con la pregunta de mi amigo, a veces puede ser un poco... bocazas, siempre lo ha sido. Ha dado por sentado que estábamos casados, supongo.

-Viajé un tiempo, luego ya sabes, me hice dueño de un bar, mucho trabajo y poco placer. El que sí se casó es mi hermano Paul, ahora tiene dos críos de este tamaño- pongo la mano en horizontal en el aire, señalando la misma altura que la de la mesa, más o menos -Vive en Connecticut, con su esposa. Y tú? Aún sigues en el barrio?

-Yo soy voy de aqui para allá, la vida me ha demostrado que sirvo para mejores cosas que maltratar a la vieja. Doy charlas acerca de las finanzas a empresas y me contrataron para veo un tema aquí, luego me iré. Observa a Eli, se levanta y de su bolsillo saca unas flores. -Una bella flor para una mujer muy hermosa. me vuelvo a mi amigo sonriendo maliciosamente . -Me das permiso para preguntarle sí puedo salir a Eli y te consigo a alguien para la noche amigo.

Sonrío con las historias divertidas que cuentan, el tal Damien parecía simpático. 

Mi jefe me guiña un ojo y me sonríe, pero él es así, un bromista al que le gusta sacarme los colores, aunque ya pocas veces lo consigue porque me estoy acostumbrando. 

Entonces Damien me confunde con su esposa y mi cara se pone de un color rojo intenso. Eeee.... me pongo nerviosa y no soy capaz de responder. Kenneth es más rápido que yo y lo niega enseguida. Mi jefe tenía cierto encanto, siempre me había parecido atractivo, pero era mi jefe y no había nada más que eso. Él comenta que nadie querría a un perro viejo, pero eso no era verdad, más de una vez habían flirteado con él en el bar. No mienta jefe, que he visto con mis propios ojos como muchas de sus clientas trataban de ligar con usted. Le sonrío divertida. 

Su amigo me regala una flor que acompaña con palabras aduladoras y le pide permiso a Kenneth para ver si puede tontear conmigo. Ni que tuviera que darle permiso mi jefe!!! Además, por que llevaba flores en el bolsillo???? iba preparado para decir esa frase a todas las chicas y darles una flor???? Le cojo la flor y le sonrío, aunque bastante incómoda. vaya...y eso que todavía no han bebido. Me río nerviosa. Pongo la flor en una estantería para no perderla y trato de seguir sirviendo a los clientes. 

Observo como hace gala de sus encantos como mi camarera, como tantas veces le he visto hacerlo en el pasado. Al menos ha salido del barrio, al igual que yo. Eso es bueno.

-No soy su Dueño, sólo su jefe- sonrío maliciosamente -Pero como no me consigas a alguien para cubrir su puesto, vas a tener que ser tú mismo quien venga a servir cervezas, yo te aviso!- bromeo algo tensamente. No me hace mucha gracia, Eileen es una buena chica y no sé como cuanto ha cambiado Damien respecto a cuando ibamos juntos con el resto de la banda.... No me gustaría que le hiciera daño o algo peor. Lanzo una mirada divertida a Eileen por lo de las clientas.

-Pero ninguna como mi camarera favorita- le guiño de nuevo el ojo pícaramente.

Se queda mirando a Kenneth y luego se pone serio. -Amigo sebo comentarte algo urgente y debemos ir a un lugar más privado. Mira a la clientela y luego vuelve su mirada a su amigo.

Me giro hacia Damien, algo más serio y afirmo con la cabeza.

-Subamos arriba- le respondo. Me levanto, cojo la botella de Chivas y los vasos y nos dirijo hacia la parte de atrás del local, donde está la escalera que permite el acceso al piso de arriba, donde vivo. Nos instalo en el salón-comedor dejando los vasos y la botella en la mesita baja de delante del sofá.

-Siéntate, como si estuvieras en tu casa- le invito.

Después de las bromas, el amigo de Kenneth se pone serio y deciden marcharse a la casa de Kenneth, que se encuentra en el piso de arriba, para hablar. Yo me quedo en el bar atendiendo a la clientela. Es normal que después de tanto tiempo sin verse quieran un poco de privacidad para ponerse al día y es bueno que el jefe de vez en cuando se vaya a divertir con los amigos, trabaja demasiado. 

No te preocupes por el bar, jefe. Hay poca gente y puedo atenderlo yo sola perfectamente, tómate tu tiempo y diviértete un rato. Le comento a mi jefe, antes de que se marche , acompañándolo con una sonrisa.