Partida Rol por web

La zona de la cantera distaba bastante de ser una cantera normal; puesto que todo alrededor del enorme muro de piedra hecho en aquella cordillera montañosa había sido cuidadosamente vallado y precintado, así como la presencia de atalayas y otras torres de vigía a lo largo y ancho de esta. En particular en la verja de entrada.

Detrás de aquella verja se podía ver el enorme agujero en el corazón de la cantera, el inicio de la que antaño fue una mina y que ahora había sido reconvertida en una base de la marina. Sin lugar a dudas, el mejor sitio para que un grupo de piratas se pasara a saludar.

En una zona apartada se encontraba no otro que aquel marine, al parecer estaba distraído trenzando unas cuantas lianas, probablemente para hacer una cuerda o quizás una hamaca. Sea como sea, estaba del mismo lado de la valla que ellos, por lo que si querían podían acercarse sin alertar a nadie desde los puestos de vigía.

El grupo conformado por la Capitána Mari Deepsea, siendo guiados por esta y siguiéndola Rena Koumori Yudoku, Cho y Malva Indaco emprendieron nuevamente la marcha, en esta ocasión dirigiéndose directamente hacia donde el propio Alessio Narvaez se encontraba todo su equipamiento.

En cuanto a Kabi Aiyi, esta seguía oculta entre la vegetación, y probablemente fuera del radar de aquel Marine; aunque evidentemente sus compañeras sabían que esta se encontraba por ahí, eso sí, en algún de aquel frondoso bosque, observándolos desde la distancia.

     Caminando con ligera determinación, miraría hacia los lados y a la Atalaya en donde se encontraba aquella señorita, solo para volver a centrarme en el Marine Exiliado.

     Bueno... señor No-Marine, veo que el destino nos ha vuelto a reunir... -  resoplando con evidente derrota - No mentiré... a este punto no vamos a dudar en hacer sangrar si con ello podemos volver a ver el mañana, pero... eso no quiere decir que no podamos medirnos... y ya que usted no pertenece mas a tan despreciable organización... debo hacer una pregunta, ¿ puede ayudarnos a salir de aquí ?.

   Tiene el conocimiento de lo que hay allí dentro, sabe por donde podemos caminar y lo mas importante... no les debe nada a ello ni ellos a usted -  dando una nueva mirada por encima - ¿ podemos llegar a tal acuerdo ?

   Independiente de su respuesta, miraría hacia mi compañera  Cho.

    Señorita Cho... ¿ cree que pueda crearnos una pasada ?

Hola de nuevo. Dije con un tono tosco. No os preocupéis, parece que no saldrá nadie a ver qué ha pasado. Al menos de momento, están encerrados como perras en esa montaña, la entrada principal es un corredor de mala muerte, básicamente sería un suicidio y esa puta. Digo señalando donde estaba la marine, disparaba a todos los que se acercaran. Por eso estaba haciendo una cuerda con un gancho para escalar la zona e ir por encima. Rodearla sería muy costoso y esas cosas no son muy hábiles para trepar, con lo que me pareció el método más seguro. Digo mientras bostezo.

Cierto si les traes no sé qué. Que hay en el pueblo te dejaran entrar sin más, pero es la zona más peligrosa de todas. Los otros marines fueron para halla, por la información que le saque antes de que me empezara a disparar.

Me quedo mirando al marine. El odio me corroe de nuevo. Espera, espera, ¿va a usar una cuerda? Una idea cruza mi mente, fugaz. ¿Y si hago que se caiga mientras escala? La cpaitana es una ilusa, no se puede ocnfiar en ningún marine. Si pareciese un accidente...

-Eso explica que estaban haciendo allá esos dos y demuestra el buen juicio de la capitana al alejarnos de allí- no me agradaba aquel hombre, o mejor ningún hombre, en mi mente esperaba que alguno de aquellos seres se hubiera devorado ya al gato traidor -pero no explica porque llamar la atención de esas cosas con las campanas o la brea-

A mí que coño me cuentas, mujer. Yo solo pasaba por aquí, cuando me bombardearon con cañonazos y disparos. Digo de forma muy borde. Solo sé que ni dios saldrá de ahí. Están en su ratonera apuntando a la puerta, para que no pase nada, salvo lo que quieran. Y si fueran listos no abrirían a nidios hasta que les evacuen, si los evacuan. Solo hay que pasar este risco para llegar al muelle del otro lado, eso estará más libre de gente o eso espero. Y ahora que no está la loca del rifle, todo será más fácil.

Alessio Narvaez una vez con esa cuerda hecha y lista, la zarandea un poco antes de lanzarla al otro lado de la valla, pudiendo así crear un camino vertical para superar -con cierta dificultad- aquella separación entre una muerte casi segura y una muerte segura. Aunque el problema sería distinguir cuál es en cada lado.

Aunque Yudoku Cho aún no había dicho nada y Malva Indaco seguía un poco afligida por disparar a una persona, aquel grupo debía avanzar como sea.

   No tenía intenciones de volver al centro de la isla por lo que mis siguiente movimiento estaban más que claros para todos.

  Por favor compañeras... antes de que algo haga que esas bestias vean este sitio como un objetivo...

Alessio Narvaez intentó subir por la cuerda, apoyándose en la verja para poder subir el hombre, sin querer atravesó con su pierna aquella muralla separatoria y con el pie atrapado cayó de espaldas, aún colgando de una pierna y boca abajo. - Por otro lado, Mari Deepsea apoyándose en la barriga del marine se impulsó con ayuda de la cuerda para saltar al otro lado. Algo que Rena Koumori también intentó pero terminó de cabeza contra el escroto del marine, dándole un cabezazo en su "Two Piece".

Empecé a subir. Va esto es fácil, dije de forma prepotente mientras me tambaleaba en la verja. Para caer de espaldas y quedar colgado por la pierna.

Una ayud.. Pero que haces mujer no soy una escalera. No me jodas que tu tam… Se oye un ruido sordo y se ve una expresión de dolor en el marine.

   Ta....dah - dejaba escapar cuando sin demasiado problemas llegaba a la ansiada cima, solo para girarme y ver al resto a la vez que ese "dah" iba tornando su timbre cada vez con mas duda - ohhhh, e-eso no se ve para nada saludable señor, s-saben que...- echando una rápida mirada a la zona -  v-veré s-si por dentro puedo darles una manita - y bajar al otro lado de la verja esperando dar con una solución a nuestro problema.