Partida Rol por web

Despues de darle la mano a Hiroto y girarme para ver como Hoshi traia un pedazo de pescado que podria alimentarnos durante unos dias, algo se recorto en la lejania, fije mi vista y me vi gratamente sorprendido al ver en el horizonte la silueta de una isla. Empece a reir a carcajadas. -Chicos, la maldita isla... ya era hora. - La señale para que todos supieran donde mirar.

-Yoonel, sal dinos a cuanta distancia crees que esta.

 Satisfecho de saber que nuestro destino estaba cerca, me asomé a verlo:

 - Bien, estoy harto del barco, quiero pisar tierra firme...

Culro se sienta en dodne esta y se queda mirando a la isla como hipnotizado, no mueve su mirada, solo su cuerpo, comienza a jugar con una moneda mientras ve como la isl se acerca muy lentamente.

-Al fin, la sangre volvera a correr-

 La moneda se mueve entre sus dedos y sus ojos no se depegan de la isla, en su mente comienza a fantasear con lo que encontrara ahi

Al oír al cocinero llamarle la atención Yoonel sale de la cocina con su bolsa, de la cual saca un catalejo para mirar la isla que le estaban señalando e intentar calcular mas o menos a que distancia se encontraba y cuanto tardarían en llegar ahí.

Compruebas que el viento se encuentra a favor, y que la ligera brisa que ahora tenéis va a mejorar hasta convertirse en un buen apoyo para llegar antes de la noche si mantenéis rumbo fijo.

Cuando te fijas con el catalejo distingues el puerto en la zona correspondiente de la ciudad.

-En esa isla hay una ciudad con un puerto en el que podremos atracar el barco -dice el navegante después de unos minutos de observación mientras pliega y guarda su catalejo en la bolsa-. Si seguimos a este ritmo creo que podremos llegar antes del anochecer.

Veo a Yoonel aparecer y como saca su catalejo, me dedico a observarle esperando el veredicto y es... antes del anochecer. - Perfecto, llegaremos justo para cuando empieza la fiesta, las mujeres, el alcohol y las cartas. No se puede pedir mas. - La sonrisa y la alegria del cocinero son sin duda no solo contagiosas sino tambien un peligro conociendole.

Ark observó todo el entrenamiento y la captura de Hoshi con alegría. Luego bajó de un salto de la red en la que estaba encaramado y se metió en su camarote, cuando salió escuchó la llamada de tierra a la vista. En la mano llevaba un paño y una mezcla de hierbas en su interior.

- Toma Yoonel, pontelo en la cara, te dolerá menos y evitará que se te inflame. -comentó mientras le tendía el paño. -!Bien nakamas! - gritó, esta vez dirigiéndose al resto de la tripulación - Preparad todo para desembarcar, esta noche estaremos en tierra firme.

Desconocía que era lo que se iban a encontrar, eso sólo le daba más emoción, pero seguía en su mente la idea de que necesitaban un barco nuevo, este podría hundirse en una tormenta inesperada o los camarotes llenos de humedad podían provocar que la tripulación enfermara...

- Que busque un par de pulpos, como si fuese tan facil... - Refunfuñaba mientras nadaba buscando para la cena. No veia a Cahuelche desde hacia rato, aunque suponia que era porque aun estaba con la red y esas cosas. Yo por mi parte prefiero ir y cazar pescados, enfrentarme cara a cara con ellos y que gane el mejor, normalmente yo. 

Al cabo de poco de dar vueltas vi a lo lejos al fondo un movimiento. Tal vez tenga suerte y sea un pulpo grandote.

Bueno al fin parecía que podríamos tocar tierra firme después de tiempo embarcado, se agradecía desembarcar. Rápido mire hacia donde parecía encontrarse la isla, los compañeros estaban igual de nerviosos ante la proximidad de la isla "Bueno espero que todo vaya mejor que en la anterior isla" Después de que nos fuéramos a toda prisa por un altercado en el pueblo.

Los nervios hacían que notara un escalofrió, pero estaba contento y se reflejaba en mi cara. Di un silbido en muestra de alegría.

Consigues obtener una magnífica pieza de pulpo, de unos 3 metros y 60 kilogramos. Es uno de los pulpos más grandes que has visto nunca, cosa que te sorprende. Tuviste que bucear durante un rato, pero la pieza mereció la pena.

- ¡Pedazo de pulpazo! - Exclamé para mis adentros para no espantarlo. Me lancé todo lo rápido que pude para atraparlo y "ablandarlo" a leches, puesto que se que son bastante rápidos y escurridizos. 

Hiroto vio algo en el horizonte cuando le daba la mano a Magnus. "¡Tierra!" Pensó entusiasmado. El resto de sus compañeros en cubierta también habían vislumbrado la isla y el cocinero no tardó en llamar a Yoonel para concretar la llegada a puerto.

-Vaya, por fin podremos pisar suelo firme. Ya estaba empezando a echarlo de menos.- Bromea Hiroto. La verdad es que llegar a una nueva isla siempre tiene algo de emocionante. A veces es tan solo la novedad de conocer un sitio nuevo y otras... Bueno, otras veces hay muchos más factores que hacen interesantes la visita.

Me lanzo contra el y le arreo un buen puñetazo. Si consigo darle le haré una presa gracias a mi agarre mejorado. 

Al escuchar el sonido de " Tierra a la vista" salgo de mis pensamientos y avanzo hasta acercarme al lugar por donde se ve la isla.

---Apartaros, dejadme verla- digo mientras me abro paso entre la gente y saco el mapa de navegación, aunque no hacia falta sacarlo puesto que  conocia cada curva del mapa; haciendo un cierto esfuerzo, trato de levantarme de la silla puesto que es demasiado baja y apenas puedo ver con claridad

De un fuerte puñetazo el pulpo sufre un golpe que hace que se revuelva. Se da cuenta de tu presencia, y se prepara para el combate. Abre sus tentáculos, preparado para el combate. Presenta un tamaño imponente, el cual atemorizaría a unos cuantos.

-Recordad que no sabemos nada sobre la isla así que tendremos que ir con ojo y no llamar la atención, al menos al principio -comenta el navegante mientras se pone el paño en la cara-. Y tal vez sería mejor que Hoshi y Cahuelche se quedaran vigilando el barco, pero ya veras que es lo que decides tu capitán.

-En fin, yo me voy a descansar un poco a ver si me recupero antes de llegar a puerto -dice dándose la vuelta y dirigiéndose al camarote-, avisadme cuando estemos cerca para atracar el barco.

Bien. Le di con ganas y ya se percató de mi presencia, y ciertamente era grande pero no me dejaré amilanas y se lo llevaré a los del barco. Me preparo para seguir arreandole fuerte.