Partida Rol por web

Mientras sales por la ventana tras abrirla, escuchas que tocan la puerta. La voz del mayordomo es escucha: Está bien señor Takame? Le están esperando a la mesa.

El cobertizo estaba a unos 10 de metros de distancia.

Al oír la voz, Takame sintió un escalofrío por su espalda. Mierda...

Miró alrededor, para coger cualquier objeto que le sirviera para su fin: una piedra, un poco de barro, o incluso la pastilla de jabón... y la dejó caer dentro del retrete, haciendo un sonido de zambullida ¡Chof!

-Uuggh... los estofados de anoche me están pasando factura...- dijo con voz ronca -Creo que tardaré un poco más, que empiecen sin mí- y se quedó muy quieto con los ojos muy abiertos esperando la respuesta del mayordomo.

Tras dejar caer un jabón en el wáter, para simular tus descargas podoríferas, el mayordomo te contesta: Espero se ecuentre mejor.  Le guardaremos un ración de comida por si quiere despues. Tras ello se escuchan los pasos que se retira.

- Tenemos que explorar nuevos cotos de caza. - Comenta por lo bajo cuando el alcalde menciona sus nuevos objetivos. - Este mar se nos queda pequeño, la Grand Line. ¡Eso sí que será un reto! - Pero claro, eso es decisión del capitán y del cuartel. ¡Paciencia!

Takame y la hija del alcalde. - ¿En el baño? ¡JA! - Casi se atraganta con el vino. - Sí, estarán... "en el baño". - Como si no conociera a Takame, seguro que estaría metiéndole mano a la hija del alcalde. Ahora mismo seguro que de doncella le quedaba nada y menos. 

Al poco llego el mayordomo para informar: El señor Takame al parecer posee una indigestión y tardará algo en salir del aseo. Me subiré a ver como se encuentra su hija, señor alcalde.

Dexter que estaba saboreando un buen trozo de carne tras acabarse la manzana. Sabeis si ha comido algo Takame? Decía con la boca algo llena. No tengo ganas de ir a buscar a un médico ahora, ya que no tardaremos mucho en zarpar.

Se notaba que el capitán disfrutaba de la carne, un pequeño manjar por el que perdía el oremus, sobretodo de la carne de esta isla que tantas veces había probado.

El alcalde puso cara extraña: Como tenga diarrea ese cyborg, y me ensucie mi lindo retrete. Desde luego que no parecía buenas noticias.

En referencia a su hija, mientras cortaba un trozo de costilla, le constea al mayordomo: Si está durmiendo mi hija, dejala descansar. Ha sufrido bastante por hoy.

Una vez se marchó el mayordomo, se escurrió por la ventana y se dirigió hacia el trastero. Lo rodeó buscando una ventana por la que mirar que hay dentro.
 

Tras una examinación por el alrededor, hay una ventana lateral de apertura vertical, pero está tapada por un mueble, con lo que no te deja ver el interior. Más la puerta está cerrada con una cadena y candado.

Cuando escucho lo de que Takame tiene diarrea me parto de la risa sin poder contenerme, incluso mis ojos se llenan de lagrimas y me atraganto un poco con la carne. Tras un rato de reírme (y de toser) me seco los ojos con las muñecas y suelto un suspiro. 

-La pregunta capitán es... ¿que no ha comido? 

Sin poder aguantarlo vuelvo a reírme. 

Puede ir alguien a ver como se encuentra? Sino tendremos que comprar algo de medicina. El botiquín está bastante vacío y no quiero salir sin estar preparados de la isla. Tendremos un viaje bastante largo.

Su cara reflejaba disgusto, ante lo que estaba pasando. No bastante con la muerte de un compañero, ahora solo faltaba zarpar con enfermo, aunque no fuera una enfermedad importante.

El alcalde al escuchar las palabras amablemente se ofrece: Si quiere Capitán llamo a mi médico privado.Aqui en la isla tenemos un médico nuevo bastante bueno. Si quereis pasar la noche, hay habitacion.

Una persona podía ser amable, pero tanta por parte del alcalde no era asunto claro. Sin duda os llama su atención, aunque para el capitán lo veía normal, y pensaba que su actitud era por estar agradecido por salvar la isla.

Le agradezco su generosidad, señor alcalde, pero primero sepamos la situación y despues valoremos el siguiente movimiento. No quiero abusar de su hospitalidad.

El capitán sin duda se encontraba algo incomodo y no quería abusar de su amigo alcalde.

Aún riendo me pongo en pié. 

-Yo iré señor - Digo en tono divertido entre risas. 

Me pongo en marcha hacía el baño, para ver que tan "enfermo" esta el compañero. 

Todo esto era muy cómico. ¿Qué estaría haciendo el bueno de Takame? ¿Indispuesto en el baño? A saber qué estaría haciendo, ella apostaba que había desflorado a la hija del alcalde en el baño y se estaban escondiendo. Tiene demasiada curiosidad pero Kuu se ofrece a ir a buscarlo antes de que ella abra la boca. - Eso, Kuu, a ver como está el pobre. Dile que todos le estamos esperando. ¡Es una fiesta! - Levanta la copa para que se la llenen de nuevo. Esto de que te traten como un rico no está mal del todo.

Takame sacó alguna herramienta de las que tenía, he intentó forzar el candado.

Logras abrir el candado con un poco de dificultad, y este cae al suelo, al igual que la cadena. Abres la puerta y entras en el cobertizo. Enciendes la luz para ver mejor su interior presionando el interruptor de la derecha, y varias bombillas del techo iluminan. Siendo de un tamaño razonable lo que se puede ver sobretodo son herramientas de jardinería: una máquina cortadora de césped, una gran manguera enrollada en la pared, en el mueble que hay en la parte de la ventana con estantes herramientas de manos para podar, guadaña, tijeras, algunas macetas, aparentemente todo normal.

Kuu deja el comedor para ir al baño, esperando noticias de Takame ante es indisposición.