Partida Rol por web

Astinos, Bryo y Dimas fueron arrastrados por las ansias de Becca de echarse una buena juerga. Al bajar os cruzasteis con el grupito de niños que os intentaban parar, pero gracias al hombre mayor pasasteis sin mayor problemas y seguistes por el paseo maritimo. Un paseo tranquilo al lado de la playa con una linea de palmeras que lo seguía. El paseo no era muy largo, etndría como 1km de longitud y acababa en una zona rocosa, donde la linea de costa se convertia en abrupta. La playa tambien tenia su fin allí. Un conjunto de rocas se adentraban al mar y de lejos se podia divisar a algunos pescadores.

Pero eso no era vuestro foco de atención, sino los diferentes bares, tabernas que se alienaban en el lado izquierdo de la calle. Los restaurantes que destacaban eran: "Carne sabrosa, color de rosa" y " Vaca cornuda" con alguna gente haciendo cola para comer. El primer restaurante se dedicaba sobretodo a la carne de animales terrestres, mientra la vaca cornudo tocaba algo de pescado y de mamiferos marinos.

Entre las tabernas principales podiais ver: " Cerveza fría", "Almeja picante", "Espada escarlata". Estas tres tabernas eran similares. "Cerveza fría" destacaba por su amplia variedad de cerveza. "Almeja picante" destaca por unas tapas picantes, aunque tenia un poco de todo. "Espada escarlata" estaba regentada por un antiguo espadachín. Luego había otra taberna "Oveja Negra" que se encontraba totalmente vacía y parte del mobiliario destrozado. Un hombre mayor se hayaba limpiando la barra.

Mientras paseais, la gente se os fija en vosotros al pasar, y se refleja en ellos una tranquilidad, incluso algunos habitantes os saludan con la mano y os dan la bienvenida al pueblo.
 

Mientras el resto del grupo se fue hacia la derecha, James es acompañado por Kuu, que fue la unica que se digno a ayudar al pobre cocinero. Sin duda el reflejaba cierta alegría y no se apenaba por que ella fuera su compañía. Cogeis la calle de la izquierda que se adentra hacia el pueblo.

Iremos por aquí, Kuu. En esta direccion esta el mercado. Te dice James, mientras sonríe. Por que no has querido ir con el resto de tus amigos? Almenos el interpretaba que eran amigos suyos, aunque desconocía la verdadera relacion que tenias con ellos, a parte de ser la misma tripulacion de un barco.

Al bajar del barco levanto a una niña pequeña que se acerca a mi, provocando algunas aclamaciones de asombro entre la gente, al parecer creen que todos en la marina son extremadamente serios, por mi parte adoro los niños, después de todo, ellos son el futuro de este mundo, y si se desea crear un futuro mejor, hay que partir por los pequeños, dejo a la pequeña en el suelo y le acaricio la cabeza antes de seguir al cocinero por la calle entrando.  Cuando habla me encojo de hombros ante su pregunta, me había pillado desprevenida.

-En realidad, no son mis amigos - Digo encogiendo los hombros - Los conozco tanto como a ti, es decir no mucho... no ha sido demasiado el tiempo que llevo en el barco como para hacer amigos - Ante esto suelto una carcajada, internamente se que es porque me ha dado pereza entablar alguna conversación seria con la gente a bordo del barco - Ademas venga, en la marina somos una familia, y tenemos que ayudarnos los unos a los otros. 

Mientras hablo sonrió simplemente, sin doble intenciones, en mi estadía en el barco no había estado así de tranquila.

-Además, créelo o no, me encanta comprar comida - Digo naturalmente, mis ojos brillan por los recuerdos - Cuando era pequeña, solía ayudar a la Señorita Beckens* cuando salía de compras a la feria, siempre me gusto ese olor a verduras frescas, frutas y carnes mezclarse.  

Jobar, me voy a poner tibia- Pienso entusiasmada viendo la gran cantidad de restaurantes y tabernas que hay sin poder decidirme. -Bah, que más da, los pienso visitar todos!-

La Oveja Negra tiene buena pinta pero finalmente me detengo ante la Almeja Picante, me encanta el picante, la cerveza y las almejas. 

-Este servirá- Digo entusiasmada, me dirijo al interior de la Almeja sin esperar a nadie, son demasiados meses de servicio sin tocar tierra y sin diversión. Apenas empujo la puerta con el pie y sin ver aún que o quién hay dentro ya voy voceando.

-Tabernerooo! ve sacando tu mejor cerveza y tus almejas más picantes!!! 

La almeja picante debia su honor no ya a sus tapas propias, sino a un ambiente dado por sus camareras. Tres chicas jovenes y atractivas vestidas con trajes de camarera con faldas bien cortitas y escotes benevolentes. Sus movimientos salerosos hacian que los hombres alli perdieran la vista siguiendolas por toda la taberna.

Un hombre de mediana edad servía en la barra. Algo regordete y medio calvo, hacia que su bigote negro y peludo resaltara ante el poco pelo que tenia. Al verte entrar y ver que eras de la marina, en seguida grita: Mirad chicos!!! Aqui llegan los heroes!!! Los que han logrado captar al rey de los piratas!!

Entre los asistentes, ya habia un grupo que estaba celebrando y brindando con jarras de cerveza la captura de Luffy. Levantaban las jarras y gritaban: Por la marina!!!

-Vaya tela Becca, aquí teniamos que ir a parar - digo mirando las camareras y la escasez de sus ropas. Me senté en una mesa haciendo un gesto a mis compañeros para que ocuparan un lugar en esa mesa. - vamos chicos, que tengo que refrescar mi garganta.

Al ver que ya habían seleccionado una taberna me encojo de hombros con indiferencia y entro en la sala.

-Me gusta tu elección, Becca.- Dije siguiendo con los ojos a las camareras.- Quizás tengamos los mismos gustos al fin y al cabo...

Me senté en la barra y tras saludar al posadero le pedí 4 pintas de cerveza bien fría.

-Vamos Bryo, no me irás a decir que nunca has tomado una de estas ¿No?

Vaya, no sabía que eras huerfena, te contesta James. Me alegro de me vengas a ayudar. Antes de que os reclutaran, siempre tenia que ir yo a comprar solo, y cargar con un buen saco. Ninguno de la anterior tripulación nos ayudaba.

Caminando ya empiezas a escuchar el bullicio de la gente, y puedes ver como en medio de una gran plaza se haya un edificio de forma rectangular con todo tipo de tenderetes comestibles alrededor suyo donde la gente hace sus compras. Luego alrededor, en lo que son las casas se hayan diferentes tipos de tiendas: herreria,  un pequeño bar, tienda de armas, etc. Había un poco de todo. En un lado de la plaza había un conjunto de mujeres que hablaban entre ellas, junto a un tenderete de verduras.

Mira ya llegamos a la plaza, te indica James al ver el mercado.

Una camarera rubia y otra morena os traen un monton de jarras de cerveza a la mesa con unas tapas de almejas en una salsa rojiza. Que disfruten, os dice la morena. Sed bienvenidos.

La otra camerera pelirroja se hayaba sirviendo en otra mesa, cuando un viejo marinero le toca el culo. Pero que moza estás, nena. Ojalá tuviera tu edad. En un acto la camarera le da un golpe a su mano para que la retirara y le dice: Señor Gandogan, debería tener esas manos quietas. Y los que le acompañaban en la mesa se empezaron a reir. Ya te han dado calabazas, Gandogan, deberias desistir ya a tu edad!!

Reflexiono sobre las palabras de James, y llego a la conclusión que al parecer incluso dentro de la marina la gente es tan... tan mundana como es fuera del mundo, al parecer a nadie le gusta ayudar si no son ordenes, por mi parte me da un poco de pereza, pero me agrada poder dar una vuelta al pueblo. Miro la cantidad de gente reunida en la plaza, haciendo su día a día con total tranquilidad, y eso en parte es una de las cosas que me da fuerzas para continuar, saber que hay lugares así que pueden vivir en paz, que puedan hacer sus vidas.

-Y bien, ¿que vamos a comprar? - Pregunto sonriendo, sin intención uno de mis colmillos escapa levemente - Supongo que no compraremos alcachofas - Dicho esto suelto una pequeña carcajada. 

Me cruzo de brazos y miro al grupo de mujeres que conversa cerca de nosotros mientras espero la respuesta del cocinero. 

-Heroes?? si no hemos hecho nada- Pienso extrañada aunque me gusta como suena lo de heroes- Bueno... ¿porque no? somos los putos amos.

Levanto los dedos en señal de victoria sonriendo a los parroquianos mientras me siento.

-A sido duro, pero ese payaso de goma no tenía nada que hacer contra nosotros- Fanfarroneo mientras apuro una jarra de un trago.-Glub, glup, glup, ahhhh.

Devoro las ostras antes de atacar a otra jarra de cerveza.

-Rubia!! que no pare la cosa!-Digo con la boca llena de cerveza y almejas señalandole a una camarera un plato vacío de almejas- Soy una heroína hambrienta!                                            

Bryo se sentó junto a los demás, el lugar parecía comun y corriente aunque no se podía negar que las mozas que lo atendían estaban bastante bién, observaba como todos reían y celebraban su llegada pero le adjudicaban una proeza que el no había hecho, la marina si, pero el no.... Quizás algun día pueda conseguir algun acto merecedor de tales halagos, pero ese día aun no había llegado, algo confundido observó a Astinos cuando este le preguntaba que si no había probado la cerveza, a lo que se aprsuró a responder. - Ciertamente si la he probado, pero sólo bebo una jarra, cuando es motivo de brindis.... He observado que al parecer todos disfrutan de los efectos colaterales que provoca el consumo constante de alcohol, a lo que debo decir que cientificamente suena absurdo, disminución de los sentidos, perdida de el sentido comun... No se que disfrute puede haber en algo así, pero para eso estoy aquí, quiero experimentar en carne propia ese estado que provoca el consumo excesivo de licor. - Como siempre se había prolongado demasiado en su respuesta, así que se apuró a ordenar.

-Cerveza por favor..... si es posible, un barril entero!!!...... Hoy celebraremos!- Quería sentirse por una vez como la gente común, de igual forma un genio como el suyo tenía derecho a celebrar de vez en cuando.... Al llegar el barril, Bryo sacó un par de píldoras y las depositó en la jarra, la cual se apresuró a llenar, de inmediato un vapor helado enfrió el liquido en un santiamén, había escuchado que la cerveza es mejor helada, y ahora la jarra helaría cualquier líquido por un par de horas.

-Salud!- Exclamó el joven científico mientras apuraba una jarra de cerveza tras otra sin cesar, buscaba llegar al famoso estado de alicoramiento.

Pasando al lado de grupo de mujeres podeis escuchar la conversación.

No puede ser... pero como han podido hacer una cosa así??? Decia una mujer delgada y con moño.

Al parecer ha sido hace 3 días. El alcalde esta muy preocupado. Mando a unos hombres pero no han vuelto. Le contesta otra mas regordita y bajita.

A quien se le ocurre mandan a unos cualquiera?? Por que no se encarga la Marina de ello? Contesta la mas mayor de las tres.

Al parecer lo han chantajeado, piden un gran suma de dinero. Si traen la marina, la matarán. Contesta la delgada.

Pero no digas eso. No pueden matar a Melisa. Pero si es encatadora. Contesta la mas mayor.

Has escuhado lo que hablan. Te dice James en voz baja. No se si preguntarles que sucede. Algo pasa con el alcalde. Quizas deberiamos avisar al capitan. Parece grave.

Las camareras os siguen trayendo cervezas mientras el ambiente de la taberna se anima cada vez mas. El alcohol empieza a hacer meya entre los clientes. En ello entra una persona que viste una tunica azul oscuro y tapada por la capucha. Se sienta en la barra. Uan voz femenina habla: Por favor, el mejor whysky que tenga y varias tapas de la casa.

Entendedido señorita, le contesta el barman y le sirve la bebida.

Por lo visto, la gente es bastante cálida en este lugar. Me parecía de lo más correcto, siendo como éramos, marines. Aunque novatos, los marines somos los encargados de mantener la paz en el mar, mantener a raya a los piratas, y establacer la paz cuando los gobiernos locales se pasaban de la raya.

-¡Otra ronda!- Exclame mientras dejaba la jarra vacía en la barra. La bebida no estaba mal, pero sin lugar a dudas, lo que me llamaba la atención, no era su cerveza. Cuando una de las camareras paso cerca la atraje de la cintura hasta que quedase dentro del grupo.- ¿A que se debe tanto ánimo, preciosa? ¿Se celebra algo?

Me "soplo" otra cerveza y ya van unas cuantas mientras miro al tieso de Bryo que más que divertirse parece estar haciendo un experimento social. Cuando Astinos atrae a una camarera a la mesa se me ocurre una idea que me hace sonreir.

Bryo estas muy tenso- Le digo mientras me acerco a él y le agarro de la mano -Y divertirse consiste en ser espontáneo. -Con la mano de Bryo entre la mía le doy tal palmada en el culo a la camarera que resuena en todo el local y levanta a la chica un palmo del suelo. Inmediatamente libero la mano de mi compañero y pongo mi mejor cara de inocencia mientras la dolorida chica se encara con Bryo.

-Esto por lo del gas- Pienso mientras cojo otra jarra sin poder aguantarme la risa.

James tenía la razón, se oía como algo serió, y al parecer la vida de alguien estaba en riesgo, como respuesta solo afirmo con la cabeza y avanzo hacia el grupo de mujeres, al llegar me aclaro la garganta. 

-Disculpen - Comienzo ha hablar con un tono serio y preocupado a la vez - Mi compañero - Indico a Jemes con un gesto de cabeza - y yo por accidente hemos escuchado parte de lo que hablaban mientras caminábamos por el lugar, si hay algo en lo que la marina puede ayudaros, no duden en decirlo - Paseo mi vista por las tres mientras hablo, me doy unos segundos para tomar aliento - Y mas si la vida de alguien esta en peligro, es nuestro deber ayudar a la gente que lo necesite. 

Miro a James por si tiene algún comentario que hacer mientras reflexiono.

-Espero que esta gente pueda contar con nosotros, tendremos que avisar al capitán, aun no tengo el rango suficiente para actuar por mi cuenta, pero aunque esto me de algo de pereza, esta gente lo necesita, y no se puede jugar con la vida de la gente inocente. 

Las mujeres se giran al verte y exclaman: La marina, al fin han venido!!! Esa exclamacion hizo que llamara la atencion de otra gente de por alli, y os miraran.

La mujer delgada te dice: Por favor, debeis ayudar al alcalde. Su hija ha sido raptada.

La mas mayor: Unos maleantes se la han llevado, y no sabemos donde. Te dice mientras te coge de la chaqueta implorando la ayuda.

Tienes que salvar a la hija del alcalde. Esta en peligro!!! Exclamaba ya la tercera mujer.

James se queda callado y escuchando, y te dice en voz baja: Escuchemos que nos dicen y volvamos al barco. El capitan debe saberlo.