Partida Rol por web

Fernando que seguía al timón del barco, grita: Nos acercamos al puerto, Capitán!!! Ya solo quedaban apenas 500 metros de el.

Tras el encontronazo con Becca, James le responde sobre las alcachofas: Solo alcachofas??? Tenia preparada carne para hoy comer pero no se quien se la ha comido durante la noche, así que estamos pelados de provisiones y solo quedaban alcachofas. Sin duda James estaba molesto por algún comilón en la tripulación, e indirectamente le miraba hacia Becca.

Ante el rechazo de Kuu se me escapa una risa corta.

-¿Que pretendes Kuu? ¿No ves que el capitán esta casado con el mar? No puedes hacer nada contra las sirenas. Si quieres bajar al puerto, espera tu turno como todos.- El tono era amistoso, aunque la verdad cuando me uní a la marina no me esperaba comportamientos tan poco marciales. Yo había ingresado sabiendo que tendría que pasar mucho tiempo currando como un mamonazo antes de poder tener barco propio y hacer mi propia ley para limpiar los mares de bucaneros.

-Kuu, me parece que estas artimañas no te van a servir con el capitan - digo mientras se me escapa una carcajada. - aquí nadie tiene sentido del humor, y menos de la diversión, así que no te molestes con los superiores Kuu, espera que designen al grupo y si tienes suerte de que te toca ya te divertirás en el pueblo - digo mientras me acerco a ver qué pinta tenia el stio donde llegábamos.

Me encojo de hombros, aunque proceso la información que otorga el capitán, no me esperaba que sea un volcán, pero mucho mejor eso a tener que rescatar gente, después de todo, si no hay problemas nadie sufre. Escucho las palabras de mis compañeros y les dedico una sonrisa nada mas.

-Espero que no me falle la puntería y le de a uno de estos por accidente... Dios, a los hombres ya no los hacen como antes ... son tan... serios... - Suelto un suspiro y me apoyo en una baranda a mirar el mar infinito mientras espero a que toquemos puerto - Espero que la comida de esa isla sea tan buena como se ha mencionado, me vendría bien algo bueno... si es que hay tiempo para aquello... eso si mi prioridad será encontrar lo necesario para las balas. 

Upps- Las palabras del cocinero me recuerdan cierto asalto nocturno a la nevera.

-¿Carne? Quién sabe?- Respondo haciendome la remolona -Ya sabes, las ratas...

Me alejo silbando con disimulo hacia proa ante la mirada inquisitiva del cocinero.

El volcan está cada vez más cerca. Tengo ganas de desembarcar y trinchar uno de esos trozos de carne a la lava.

- Kuuuuu!!- Me pongo al lado de la chica mientras le paso un brazo por el cuello atrayendola hacia mi- Vamos a corrernos una buena juega!! llevo demasiado tiempo en este cascarón. Buscaremos a algún chico mono que nos invíte, comeremos carne a la lava y nos emborracharemos hasta hechar la pota! eh? que me dices? 
 

El olor a quemado que provenía de la isla alertaron a Bryo, quien había quedado absorto observando a lo lejos la tormenta que habían dejado atrás, simplemente era magnifico como se formaban los relámpagos y desataban su poder destructivo contra el océano..... Bueno, eso era algo que siempre le había fascinado, pero no era momento para ello, contempló como se acercaban cada vez más a tierra y se apoyó en uno de los barandales observando el panorama de la isla y el volcán, allí sencillamente se producían constantes procesos físicos y químicos que lo fascinaban de igual manera, así que como era costumbre en el joven científico, nuevamente dejo volar su imaginación, estaba tan ensimismado en sus conjeturas que no notó como las 2 hermosas marines se acercaban también a contemplar la isla, mientras esperaban la orden de desembarcar.

Cuando Becca me toca me saca de mis pensamientos, y sus palabras notoriamente me suben el animo, provocando que mi humor mejore rápidamente.

-Se me ocurrían varias formas de divertirnos en una fiestesilla en una taberna, aquello implicaba algunos chicos, unos tragos y unas cuerdas... ¿eh? bueno... si... no... nnn... ¿tal vez? - Sonrió de forma radiante - Venga, que si lo pones así sabes que no podre aguantarme a llegar. 

Observo que Bryo esta cerca de nosotras, al parecer ha estado ahí de antes.

-¡En que piensa el chico guapo! - Exclamo sin moverme de mi posición, pero al notar que Bryo *no responde agarro mi rifle y lo estiro para pincharlo un poco para que reaccione - ¡En que piensa! ¡En que piensa! - Digo en tono infantil - ¿En que crees que piensa el genio Becca?. 

Bryo reaccionó de un sobresalto al sentir el pinchazo en las costillas, le lanzó una mirada poco amigable a Kuu mientras se sobaba el costado y se apuró a responder. - Oye Kuu!, no andes jugando con eso, ¿acaso quieres matarme?.... Bueno, bueno, respondiendo a tu pregunta, ciertamente creo que no entenderías lo que puede estar pasando por mi mente, sinceramente creo que está lejos de tu entendimiento.... Pero si aún así quieres saberlo, pensaba en las maravillas que puede crear la Naturaleza, en como ese devastador y magnífico poder puede llegar a destruir naciones enteras y forjar las mas hermosas piedras preciosas, ¿Acaso puedes imaginar que el mismo poder que emana de ese volcán, que por porcesos físicos y químicos que conllevan miles y hasta millones de años,  es el mismo poder que puede crear los más puros diamantes y el mismo que puede crear islas enteras!?!?..... ¡FASCINANTE!!, SIMPLEMENTE FASCINANTE!!..... Si tan sólo pudieramos manipular algo de ese poder, tendríamos la capacidad de lograr cosas inimaginables!!! y por supuesto, ése es mi trabajo!..... ¿COMPRENDES?, ¿LOGRAS COMPRENDERLO?....- El joven científico se había dejado llevar por sus emociones, pues acompañó su breve discurso con marcados gestos de movimiento de sus brazos y miradas fijas y penetrantes, inclusive una lágrima rodó al final por su mejilla, muestra de lo mucho que le apasionaba su labor.

-Perdonen, me dejé llevar..... a veces me pasa- Volvió a poner sus manos sobre el barandal mientras observaba la Isla, para después volverse de nuevo hacia Kuu y Becca...... - Saben, a veces creo que la pasión por mi trabajo me priva de muchas cosas a lo que ustedes le llaman "diversion"..... quizás algún día puedan mostrarme a que se refieren con eso de "diversión"..... ¿Harían eso por mi?-

-Jobar!! pero mira que puedes llegar a ser carcamal!! - Respondo con un bostezo ante el discurso de Bryo. -Aburrirías hasta a las piedras.

-Pero está bien. Dejaremos que nos invítes y nosotras te enseñaremos a divertirte, verdad Kuu? -Le digo a mi compañera esbozando una sorísa pícara.

Era cerca del mediodía ya y ell barco ya se acercó hacia el puerto y se preparó para anclar. En el puerto se podína divisar muchos mas barcos, de tamaño mediano, donde se cargaban carne empaquetada, carne congelada, y hasta animales de granja como bueys, ovejas, vacas. No era un puerto muy grande, pero tenia bastante vida. El gritería de la gente trabajando se notaba. El estilo del pueblo era el tipico costero, aunque de pescado no era lo que abundaba en demasía. A lo largo del paseo maritimo que seguía la playa, se podían divisar algunos restaurantes o tabernas. Varias calles se metían para el interior del pueblo.

Bueno chicos, ya hemos llegado a Steak Sauce. La isla de la carne. Podeis ir a dar una vuelta por el pueblo a comprar lo que necesiteis. James irá a comprar provisiones para el próximo viaje. Sería bueno que le acompañara alguien para cargar con la comida. Comenta el capitan. Fernando se quedará a vigilar el barco y yo estaré un rato en mi camarote acabando un papeleo.

-Si tan solo los hombres tubieran esa misma pasión en la cama, como la que el científico tiene para hablar, el mundo sería un lugar hermoso - Pienso mientras dice su discurso, provocando que una lagrima ruede también por mi mejilla, ante las palabras de Becca asiento con gusto, mientras me limpio las lagrimas de mis ojos - No te he entendido nada - Digo honestamente - Pero estoy de acuerdo con Becca, ya veremos que se puede hacer en el pueblucho. 

Había permanecido en silencio hasta que llegamos al puerto, escucho las palabras del capitán y me achico un poco, no quería ir a buscar la comida, no, quiero divertirme, eso es lo que quiere Kuu, y lo que quiere Kuu lo quiero yo. Miro con interés el gentío del puerto, esperando que sean "amistosos" con la marina, ya que es bien sabido, que no en todos lados nos estiman de la misma manera que en otros. 

-Veeeeenga que lugar mas chulo, hay carne en todos lados - Digo de forma imprevista. 

Un grupo de niños se quedan mirando el barco de la marina. Ha llegado la marina!!! La marina esta aqui!!! Gritaban admirando el barco. Querian intentar pasar hacia el pasillo por donde bajarais al puerto, pero un hombre mayo los retenia.

No molesteis a la marina. Tienen sus asuntos que atender. Quedaos aqui o sino os regañarán. Les intentaba convencer al grupo de cinco niños, pero estaban un poco alborotados. Otra gente que no se habia percatado del barco todavía, se lo quedaba mirando con caras alegres.

Me uní al grupo que se preparaba para bajar.

-Un poco de juerga estaría bien.- Dije en voz alta poniendome detras de las chicas. Si... Definitivamente estaría muuuy bien.

Miré a Bryo con una sonrisa.

-Vaya discurso amigo... Si en el fondo todo lo que tienes que hacer para divertirte es ir a un bar, perdir una copa y decirle a la camarera que se tome otra contigo. El resto va solo.

-¿Qué tal si buscamos algún sitio donde entretenernos y beber alguna cosa mientras esperamos algo de acción? Si hay buena comida habrá buena bebida, y seguro que entonces hay algún borracho con ganas de fiesta... - digo sin alterarme mientras me ajusto el cinturón preparandome para bajar.

Desembarco a toda prisa antes de que me seleccionen para ayudar a James. -Ya lo decía mi abuelo, voluntaria no te presentes ni para comer, que aún te tocará fregar.

- Vamos allá!!- Digo a nadie en especial ya en tierra firme.

Un grupo de mocosos y un anciano me miran con curiosidad. Los miro de reojo con mala cara, nunca me han gustado los niños. -Gritan, son pesados, muerden, incordian, huelen mal... a quién le gustan?

Me olvido de ellos y pongo rumbo a los restaurantes y las tabernas que pueblan el paseo marítimo.

Becca es la primera en bajar. Yo no lo dudo, sabía que Becca era capaz de encontrar diversión incluso en un desierto, así que decidí seguirla. - Voy contigo becca, seguro que me acabas metiendo en un buen lío. - antes de seguir andando me giro hacia los demás marines de la tripulación - daos prisa o cuando llegueis habremos arrasado con todo- mientras hago una señal con la mano para que nos sigan.

Me llevo una mano a la cara por el comportamiento de mis compañeros, con compañeros así es que no se necesitan enemigos, doy un suspiro y miro al científico.

-Ve con el resto Bryo, que te diviertas con ellos, y no dejes que Becca tome tanto, o estarán en un lío - Digo dando la vuelta al barco para ir donde el cocinero - ¡Ya me tocara a mi para la próxima, y si encuentran algo de hierro y pólvora tráiganme! - Exclamo mientras me voy alejando - No puedo creer que me haya tocado a mi, los otros han sido los primeros en salir arrancando.

Camino hasta acercarme a James.

-Venga, yo te ayudo con las compras - Digo esbozando una sonrisa - Después de todo me aliste en la marina para ayudar, y si no hay civiles a quien ayudar al menos al resto del equipo - Digo mientras hago un ademan quitándole importancia. 

Seguí a Becca mientras bajábamos. Ignorando a los mocosos salté a tierra con ganas de ver el pueblo.

-¿Creeis que las mujeres seran tan calientes como el resto de la isla? Sería un cambio agradable después de la fría y gélida Kuu...- Digo bromeando bien fuerte para que me oiga la mencionada.-¿Que os parece si buscamos una taberna y nos ponemos finos a licor local?

Una mueca que semejaba una sonrisa se dibujó en el rostro de Bryo al escuchar la invitación que le hacía Becca, nunca antes se había ido a "divertirse" con nadie y tenía curiosidad de ello.... Quizás un pequeño descanso alejado del laboratorio, después habría suficiente tiempo para continuar con sus experimentos.

-Entonces está decidido!.... - Espetó el joven científico mientras acomodaba sus gafas protectoras sobre su cabeza y se aseguraba de cargar con sus "pildoras especiales", nunca se sabe cuando hagan falta, además de munición suficiente y como olvidar a su amado revolver modificado, finalmente bajó del barco y sin prisas siguió al grupo desde la distancia mientras observaba de lado a lado y de vez en vez lanzaba una que otra mirada al volcán.