Partida Rol por web

Recuerde Capitán, que en la Onyx el término "cucarachas espaciales" debe tener siempre siempre una connotación positiva.  Y a un comando mental docenas y docenas de cucarachas espaciales, grillos espaciales, termitas, arañas, escarabajos, libélulas y otros artrópodos espaciales comenzaron a recorrer la cabina de mando, subiéndoseles por los uniformes, zumbando por sus narices, caminando encima de sus teclados.  

Mis hijas, a reparar todo esto y dejarlo muy re-bonito.  Debemos dejar lista a la Onyx en tiempo récord.  Y recuerden -movió sus antenas- esta vez nada de morder los cables amarillos sin su guarda mandíbulas aislante mis niñas.

Por relays poco a poco el resto de la "colonia" encargada de ingeniería comenzó a reparar, ajustar, aislar.  Son tan eficientes. -pensó con gusto una Tlllk muy orgullosa. 

Estimo 20 minutos para terminar reparaciones, capitán.

¿Ahora, que hago para detener el tiro ese de los piratas que ahí viene? 

Al recibir el ataque los músculos de Snar se tensaron a modo de respuesta, con agilidad felina se desabrochó el cinturón y corrió hacia el puesto de artillería más cercano. Se sentó en el asiento y preparó el arma buscando el punto débil de la nave para darle un tiro crítico...

Vamos, vamos, ponte a tiro...

La consola de control parece rebullir de bichos mientras los diminutos ayudantes de la ingeniera klackon se ponen a trabajar. Sin embargo, el hábil insectoide ha descuidado su puesto original.

-¡No te alejes de los sensores, klackon!-exclama Keiroful saltando sobre el puesto de pantallas que Tllk ha dejado vacío.

Aunque el navegante activa todos los sistemas de protección de golpe, llega demasiado tarde y la Onyx Flantenroy tiembla debido a un impacto láser en el fuselaje. Os agarráis a donde podéis y dais traspiés intentando mantener el equilibrio.

Las pantallas de comunicaciones se iluminan y un rostro bulboso y repugnante aparece y os habla:

-¡Valientes palabras, capitán Hrrsh! Eso ha sido un disparo de aviso, el próximo le dejará a la deriva entre los asteroides. Tienen dos opciones: detenerse y entregar la carga por las buenas o les inutilizo y mi tripulación se la arrebata por las malas. ¡Dudo que las cucarachas espaciales le puedan hacer semejante oferta!

-¡Agarraos fuerte!-grita Apenk girando los mandos.

La Onyx da un bandazo a estribor y esquiva por muy poco un asteroide tres veces mas grande que ella. Rápidamente, da un quiebro para colarse entre otras dos rocas gigantescas que se cierran lentamente. En el espacio no se oye el choque de los asteroides pero ver las nubes de polvo silencioso levantarse os hace estremecer. Trozos de roca del tamaño de vuestras cabezas repiquetean contra el fuselaje como una granizada.

Perdéis de vista a la nave pirata pero los sensores indican que esta cerca (malditas interferencias con tanta basura espacial). Apenk hace un gesto de desagrado cuando una criatura parecida a un gusano con docenas de patas corretea por entre los mandos antes de introducirse por una fisura.

-Bien, no me gusta ocultarme-masculla el piloto-Es hora de devolver el fuego. Nave enemiga a la vista en doce segundos. Puestos de artillería uno y dos, ahora es cosa vuestra.

-¡Capitan, fuego en las cocinas!-grita el minero apareciendo por la puerta casi a la vez que Meson-¡Ese impacto ha sobrecargado los circuitos de sobrecubierta y esta ardiendo!

Meson llega velozmente al puesto de mando en busca de alguna orden del capitán.

-¡Capitán, aquí el explorador Meson! ¿En que puedo ayudar?

Al parecer toda la gente está ocupada, la onyx se encuentra bajo ataque y si no se puede ayudar defendiendola, al menos hay que contrarrestar los daños dentro de la nave.

De repente segundos después llega Dwalas informando que la cocina se encuentra en llamas...

-Capitán, ¿está bien si voy con Inirgol a la cocina a evitar que el fuego se propague? Creo que Kher puede estar en aprietos... 

Mientras me ponía en posición de disparo, escuché por el comunicador lo del fuego y las preguntas de Meson.

- No señor Meson, mejor vaya a preparar un té. Recuerde que quiero el mío con dos terrones. ¡ME CAGO EN EL DIOS QUE LO MENEA, MESON, PUES CLARO QUE DEBE IR A APAGAR EL CONDENADO FUEGO!

Ciertamente, me hervía la sangre en las venas, se notaba porque ponía en mi boca expresiones castizas, y así, en caliente, es como tomé los mandos de la torreta.

Tal como predijera Apenk, a los 12 segundos vimos aparecer la silueta ominosa de la nave pirata. No me lo pensé y disparé, más llevado por la rabia que por otra cosa. El disparo pasó a cierta distancia de la nave, impactando en un asteroide cercano.

Meson toma un extintor de la pared y se apresura con Dwalas a la cocina a apagar el incendio. 

-Espero que ese cocinero, Kher o como sea que se llame esté bien. Piensa el explorador mientras toma el ascensor con su nuevo compañero; lamentablemente este se detiene a la mitad del camino y enciende las luces de emergencia. -Al parecer ese fallo en los circuitos es más de lo esperado...

Los humanos salen del ascensor por la puerta de emergencia y se dirigen a a cubierta media por los conductos estrechos de la nave. Por suerte Meson trabaja de mano de obra y varias veces ha echado un vistazo a los mapas de la Onyx.

Conforme van acercándose, el humo se vuelve más denso, haciendo casi imposible respirar en los ductos, hasta que por fin llegan a la cubierta media.

Al abrir la pequeña puertecita del ducto, se encuentran en los baños comunales. Ambos humanos mojan sus camisas y las suben a su cara, cubriéndoles la boca y nariz para no sofocarse.

- ¡Kher! ¿Donde estás? ¿Estás atrapado?. - Grita el humano mientras se acerca a la cocina; el calor se vuelve más intenso y al parecer no hay rastro del cocinero. - ¿Será que esté herido?.

Meson se acerca a la caja de energía en la habitación para evitar que la electricidad perjudique más, acto seguido comienza a rociar el contenido del extintor a las llamas de la cocina.

Tllk sigue coordinando al equipo de ingeniería para que repare la Onyx lo más pronto posible.  ¡En cuanto terminen esto se siguen solas ella y pronto voy a ayudar a donde más haga falta!

Snar sigue apuntando con nervios de acero mientras oye a lo lejos gritos y carreras por las pasarelas de la nave, pero es consciente de que esa puñetera nave pirata les va a hacer trizas así que dispara contra los motores de la nave enemiga que será mejor que nada...

El disparo curiosamente certero impacta contra ellos produciendo un impacto directo en ellos...

Momento en el que llega Keiroful resollando por la carrera hasta el puesto de tiro con su extraña máscara...

NOTA DEL MÁSTER: Tú no manejas a los PNJs. Eso es cosa mía.

-¡Impacto directo!

Los cañones de la Onyx rocían la nave pirata con andanadas de fuego láser. Aunque no son piezas de artillería especialmente sofisticadas, los piratas tampoco suelen tener muchos medios a la hora de equipar sus astronaves.

La nave pirata da varias vueltas sobre sí misma antes de quedar tapada por un asteroide a la deriva. La perdéis de vista unos instantes de tensión en los que sois consciente del ruido que hay en la nave.

-¿Es necesario que todo esté lleno de bichos?-ruge el piloto Apenk-¡Estoy intentando sacarnos de aquí!

La nave pirata surge de nuevo tras el asteroide. Abre fuego sobre vosotros pero un ágil quiebro del piloto logra poneros a salvo. Una nube de polvo espacial arrancada de un asteroide engulle a la Onyx pero los daños son mínimos.

-Capitán Hrrsh, aquí el oficial de computadora Keiroful-petardea el comunicador interno-No sé cómo pero ese enjambre de insectos ha logrado reparar los mandos. Tengo las coordenadas de hipersalto preparadas. Si conseguimos salir del cinturón de asteroides, podemos largarnos de este sistema y que les den protones a los piratas. A propósito... los sensores detectan otra nave que viene siguiéndonos desde Kamikachadonia. Quizás sea una coincidencia pero sigue nuestra misma trayectoria. Llegará a nuestra posición actual en un tiempo estimado de treinta y cuatro minutos.

-¡Esta es mi última advertencia, Onyx Flatenroy!-aulla el pirata por el comunicador general (aunque le falta convicción debido a la estática)-¡Entregad la carga u os vaporizamos!

-¡Por todos los diablos, esto es el infierno!-maldice el veterano minero ante el fuego de las cocinas.

Da un paso atrás mientras el joven explorador rocía todo con el contenido del extintor. Las llamas retroceden vacilantes.

-Creo que puedo cortar la energía aquí... por lo menos impedirá que el fuego se extienda-Inirgol empieza a mover cables de una caja de conexiones pero lo único que consigue es que salga un humo negro desagradable de ella-Bien, parece que no puedo, chico, ¿alguna idea brillante?

Mientras tanto, Meson sigue combatiendo el fuego con el extintor mientras busca señales del pequeño cocinero. Finalmente, sus esfuerzos se ven recompensados cuando distingue un movimiento en la puerta del frigorífico: Kherr el cocinero se ha escondido allí para protegerse de las llamas. Junto al frigorífico están los restos cada vez más quemados de una bandeja de galletas.

-¡Ayuda aquí!-chilla el pequeño alienígena.

Meson se detiene un instante mientras intenta decidir qué hacer.

¡Bien mis ninfas y pequeños todos!  Cuando acaben, bajen a ver si pueden activar el extintor de incendios en la cocina.  Bajen sólo las que tengan resistencia al fuego, ¿eh?  Si lo pueden hacer desde las tuberías para no exponerse, mejor. 

Aquel polvo de asteroide que los roció le dió una idea a la klackon.  Chasqueó entusiasmada su quitina y se puso furiosamente a teclear en su estación..  Tllk comenzó a calcular la trayectoria compleja de los asteroides, uno, otro.  Quería encontrar un tipo de tiro como en billar que lograra al mismo tiempo poner un asteroide en medio de los piratas y ellos, y que al ir rebotando entre si después del impulso hiciera converger a varios para aplastar a los piratas  inevitablemente.   Es lo bueno de dedicarse a atrapar cometas.  Todo se trata de calcular trayectorias posibles y sus complejidades.

¡Ahí capitán!, mandó la trayectoria a todas las pantallas.  Calculé que si le activo los gravitadores ahí en un ángulo cuasiconvexo en parábola parabólica chiri-Adrinka de álgebra supersimétrica, les haríamos una carambola espacial que no ha visto este cuadrante en siglos.  Tendríamos cubierta total cortesía de esos asteroides y ellos recibirían en un minuto un impacto lateral del cual nunca se repondrían en toda su pirata vida.   Redundancia, pero así nos gusta a las ingenieras.  

Sonrió.  ¡Agarrense todos!  Y puso el dedo para activar los gravitadores a la señal del capitán.