Partida Rol por web

Meson surgio de las sombras y salto sobre el silicoide. Fue como aterrizar sobre un pedrusco.

El silicoide maldijo algo, perdio el equilibrio y cruzo la calle con Meson agarrado a su cuello, dando bandazos hasta que chocaron contra la pared de enfrente. La pintura, el yeso y un poco de los ladrillos de debajo quedaron hechos polvo.

El joven explorador salto de nuevo al suelo con la confianza de haber derrotado a su enemigo pero, para su sorpresa, el alienigena se volvio hacia el. Era dificil distinguir una expresion en su petreo rostro pero era evidente que estaba cabreado:

-Tu-mascullo en lengua comun-Maldito humano escurridizo. Esta vez voy a destrozarte.

Meson alzo una ceja extrañado hasta que su mente se ilumino: maldita casualidad que en un planeta infestado de silicoides tuviera que haberse encontrado con el que habia estado a punto de matar a Sebrance en aquella pelea de taberna hacia tanto tiempo.

Y esta vez no tenia una mesa de billar protostático para protegerse.

El manotazo de piedra se sintio como si Meson hubiera embestido una pared con el bigote. El muchacho salio despedido hacia atras y aterrizo en medio de la calle. Noto sangre por toda la cara y, posiblemente, algun diente roto (le vibraba toda la cara, no era un buen momento para hacer balance de daños).

En medio de la nube de semi-inconsciencia, distinguio la puerta de la tienda que habia estado guardando el silicoide. Se pregunto si estaria abierta...

El explorador se levantó aturdido, el cuerpo le dolía como nunca antes... con una de sus mangas se limpia la sangre y le sonríe de manera burlona al Silicoide.

Debo continuar con la misión, no debo escapar...

La verdad es que por dentro estaba aterrado, pero el saber que hacían todo eso por el bien de Kamikachadonia le daba el valor para seguir luchando...

Dejandose guiar por la adrenalina, Meson prueba suerte corriendo hasta la puerta de aquel viejo local y rápidamente intenta entrar.

Vamos... vamos... que esté abierta... que esté abierta...

Las sienes de Meson latian dolorosamente, mitad por la tension y mitad por el tortazo del silicoide. Oia los lentos pasos del monstruo acercarse por su espalda cuando la puerta cedio.

Ante el se mostro un amplio surtido de maquinas de matar. No eran especialmente sofisticadas pero Kamikachadonia no era una potencia militar: los lanzadores de proyectiles solidos eran mas que suficientes para un mundo salvaje.

En los estantes habia numerosos huecos donde, sin duda, los rebeldes y sus aliados piratas habian estado saqueando pero, indudablemente, aun quedaban unas cuantas.

Meson se zambullo en la tienda para evitar otra embestida del silicoide que quedo momentaneamente atascado en el marco de la puerta gruñendo como una estatua viviente de pesadilla.

El explorador al entrar a la tienda corrió lo más rápido que pudo y se aventó detrás del mostrador esperando no ser alcanzado por el Silicoide.

Después de unos segundos de no percibirlo se asomó y lo encontró atascado en el marco de la puerta. Arovechando la oportunidad tomó el primer rifle que encontró en el aparador, revisó que tuviera munición y posteriormente disparó contra la cabeza del silicoide esperando por lo menos aturdirlo.

-¡DÉJAME EN PAZ!

El silicoide ignoró el disparo y abrió un boquete en la puerta. 

Meson disparó de nuevo.

El silicoide cubrió la distancia que les separaba en dos zancadas estruendosas.

Meson disparó de nuevo.

El silicoide alzó el brazo como un enorme mazo para destrozar a Meson de un puñetazo.

El rifle de Meson hizo click al quedarse sin balas.

Y el silicoide cayó hacia atrás hecho gravilla.

El explorador se derrumbó contra la pared sudando copiosamente. Aquello había estado cerca.

Mientras intentaba calmarse respirando profundamente, Keve miró a su alrededor. Aunque había bastantes huecos, aquel lugar contenía aún una cantidad considerable de armamento. Sin duda, podrían darle un buen uso.

Tenía que informar.

El explorador sonrió al ver desmoronarse aquel silicoide tan bestial. Había resultado vencedor, la pelea había terminado... al menos por ahora. Debía informarle a los demás antes de que las cosas se pusieran peor.

Ayudandose con la pared y utilizando su espalda, el explorador se paró. Lastimado y algo aturdido por los momentos llenos de adrenalina que acababan de pasar, buscó torpemente algún kit de primeros auxilios entre el mostrador y los aparadores del lugar.

Las armas hacen daño, así que debería haber algún kit de primeros auxilios por aquí... ¿No?

Mientras recorría el lugar tomó su comunicador para informarle lo encontrado a los demás.

Dolorido y magullado, Meson dio una vuelta por la tienda pero no encontro nada para aliviar sus contusiones. Aprovecho para hacer un poco de inventario: una veintena de rifles de municion solida, media docena de pistolas, una caja de municiones... dificilmente liberarian el planeta con eso pero necesitaban todo lo que pudieran reunir.

-Mantenga la posicion, soldado. Los refuerzos estan en camino-anuncio el general por el comunicador.

Al cabo de varios minutos en los que el tiroteo de la lejania fue en aumento, una docena de reclutas aparecio en la tienda. Saludaron marcialmente a Keve:

-Explorador Meson, tenemos ordenes del general Takkat para ponernos bajo su mando y llevar las armas al resto de nuestras fuerzas.

-Entendido. Le responde Meson al soldado que le habló y posteriormente le entregó la pequeña lista de inventario que creó mientras se encontraban en camino las tropas. -Me tomé la molestia de hacer un recuento de todo lo rescatable en la armería, al menos de esta forma evitaremos que las fuerzas enemigas se sigan reforzando.

Después de unos minutos de ayudar a los soldados a cargar el arsenal salen del lugar rumbo a donde se encontraban el resto de las fuerzas.