Partida Rol por web

Una vez quedó atrás la enfermiza luz del sol, las entrañas de Mindor-6 se revelaron como  un intrincado laberinto en tres dimensiones habitado por millones de individuos.

Las paredes de los túneles estaban hechas de tierra y metal en extrañas combinaciones. Había decenas de ramificaciones a los lados, en el techo y, a veces,  en el suelo. Cientos de klackons iban y venían por todas partes en inquietante silencio. Donde quiera que fuesen, iban rápido. 

El interior de la colmena klackon era inimaginablemente grande. La mera idea de encontrar a alguien concreto en aquel lugar, incluso alguien tan llamativo como Leashrra Rn´amara, parecía un completo disparate. Incluso teniendo sus coordenadas.

Por suerte, contar con un klackon en el grupo era una ventaja considerable: Tllk era capaz de leer en las paredes las sutiles señales que permitían orientarse dentro de aquel complejo colosal. Cualquier otra criatura sólo veía tenues arañazos en la roca.

Tras un rato de dar vueltas por aquí y por allá, la capitana klackon llegó a la conclusión de que tenían dos opciones para llegar hasta las coordenadas: una pasaba por el espaciopuerto principal de la colonia y el otro, según una indicación, por el Centro de Reclutamiento de la Unión Estelar.

El grupo se detuvo en una bifurcación mientras cientos de criaturas insectoides pasaban a su lado sin detenerse.

Tllk venía muy contenta saludando a toda la gente con que se topaba.  No es que no le gustaran los humanos, mmrshan, ozolónidos y demás con los que convivía a diario, pero estar aquí se sentía bien, se sentía como estar en casa.  

En la bifurcación se detuvo y dijo:  Vamos por el centro de reclutamiento, lo que veamos ahí nos dirá un poco cómo van las cosas en el mundo exterior, por la actividad que veamos.  Meson, tu eres bueno en esto de la orientación, ¿no?  Se dice que estuviste en una jungla alguna vez perseguido por un robot asesino, y que pasaste la prueba con tan sólo dos apéndices amputados que luego te regeneraron.  ¿Es cierto?  

¿Quieres guiarnos y yo te apoyo con lo klackon-específico, o al revés?

La sobrepoblación de habitantes sin duda era molesta, en especial luego de haber estado tantos años en un lugar tan poco habitado. Ademas también estaba el problema que estos klackon, una raza no muy conocida por su delicadeza y modales más allá de los de la colmena.

Mientras la capitana planeaba donde llevarlos con la ayuda de Meson se acercó a Zeke “Ey, me olvide de pedirte disculpas por mi confusión. Ya sabes como somos los humanos a nuestra edad con las confusiones.” Comento amistosamente burlándose un poco de si mismo. “Lamento lo que le paso a tu anterior nave, espero puedas sentirte comodo en nuestra nave. Es algo peculiar pero tambien se dedica al transporte asi que no habrá mucho cambio…supongo.”

Meson siente un nudo en la garganta al recordar su experiencia en el examen. Gracias a ella logró volverse un miembro activo de la CEG, pero recordar el esfuerzo y sufrimiento que tuvo que vivir lo dejaron en shock.

Segundos después reaccionó. -Con gusto puedo intentar guiarlos, aunque me resultará algo complicado ya que no conozco del todo la organización en las colmenas Klackon. Creo que lo primero que deberíamos hacer es un sondeo, mínimo tres personas, preguntando el camino al centro de reclutamiento de la CEG, así podríamos obtener tres resultados y compararlos... tal vez alguien nos de una dirección equivocada. De preferencia escojamos nativos, no podemos fiarnos del todo de no-klackons. ¿Tienen una mejor idea?

Usando su inherente sentido de orientación dentro de una colonia klackon, Tllk guía a sus compañeros paso a paso, pasillo por pasillo, bifurcación por bifurcación, elevador por elevador, escalera por... ustedes me entienden.  Los va llevando hacia el punto donde se encontraba aquella noble mmrshan. 

Y al dar la vuelta a la esquina encontraron...

-¿Están seguros que vamos por buen camino?. La verdad es que el explorador nunca antes había visitando una colmena Klackon y estar dentro de una le parecía un laberinto complicado. - No, creo que era por el otro pasadizo, me pareció ver a un sujeto portando la insignia de la CEG.

La colmena frustraba a Meson, la iluminación, las estructuras y las personas andando por todos lados... sin duda alguna era una de las ciudades más grandes que había visitado jamás.

-¿Y si preguntamos en un puesto por la ubicación o mejor aún... compramos un mapa?

Zeke cerro los ojos por unos segundos para concentrarse, el la colonia tenia que existir algo mas que klakons 

La falta de luz y sonido hizo difícil medir el tiempo que el grupo deambuló por los túneles cada vez más profundos de la colonia klackon. Tllk parecía seguir un rastro que nadie más percibía pero, a pesar de su seguridad, los demás no podían evitar sentir una opresiva sensación como si una montaña entera pendiera sobre sus cabezas.

El joven Meson hizo lo mejor que pudo para ayudar pero, lamentablemente, su experiencia era de campo abierto y jamás había estado en un lugar como aquel. La capitana asentía cortesmente y, gracias a su falta de rasgos faciales humanos, era difícil notar que no le hacía ni caso.

Dwalas Inirgol era el único que hablaba. Se peleaba simultáneamente con su comunicador (que no funcionaba muy bien a aquella profundidad) y con Sebrance (que en la nave debía estar liando alguna):

-No, el otro... no, ese no puede desactivarse. ¡El amarillo de la izquierda!-trataba de explicar-Que no toquen los cables del alternador tetrafásico... ¡porque no hay que tocarlos! No, maldita sea, en la cocina no pueden instalar ese cacharro...

El único que guardó silencio durante todo el trayecto fue Zeke: el misterioso individuo de la gabardina miraba a su alrededor como un águila oteando su presa. Tenía una forma de moverse que hacía pensar en algo peligroso ocultándose en las sombras. Finalmente, detuvo al grupo alzando una mano mientras señalaba con la otra:

-¡Allí! ¡Un no klackon!-susurró.

-Muy interesante, precisamente las coordenadas son allí mismito-confirmó la capitana consultando su computadora portátil.

A una veintena de metros, en la pared del túnel había una gran puerta hidráulica cerrada que conducía, según el cartel, a un hangar privado. A cada uno de sus lados montaba guardia un guerrero klackon de aspecto amenazador armado con varias espadas. La posición retraída de sus antenas indicaba (explicó Tllk) que no estaban en posición de dialogar con nadie.

No muy lejos de los centinelas klackon, un androide escaneaba los muros cercanos con un haz láser azul de baja frecuencia que le salía de la cabeza. Parecía buscar algo (posiblemente, intrusos).

El grupo se detuvo conteniendo la respiración.

El silencio se rompió por la vocecilla de alguien que tironeaba de la chaqueta de Meson:

-¿Turista? ¿Perdido? ¿Sí? ¿Ayuda? ¿Sitio para comer? ¿Clubs nocturnos? ¿Comprar prensa? ¿Buscar mercancía? Tkk sabe, Tkk ayuda. ¿Propina? Tkk acepta efectivo, transferencia y cheques.

Un pequeño klackon de un metro de estatura había aparecido a sus pies y extendía su mano en un gesto muy expresivo.

Oye pequeñuela, le dijo a la klackon que les ofrecía servicios de turismo, ¿que es ahí dentro?  ¿Porqué lo vigilan tanto? 

Entre Dwalas y yo podríamos abrir la puerta esa, seguro, pero antes habría que distraer al klackandroide vigía ese y a los dos guardias. No será tan fácil, pero con algo de información podríamos hasta engañar nuestro camino dentro...

Se movió fuera del ángulo del rayo escáner azuloso ese.

Tentado estuvo no solo de destrozar el comunicador que tan fácil mostraba sus limitaciones como volver a la nave para no dejar a Sebrance que haga las tonterías de siempre. Sin embargo decidió no hacerlo y cortarle en medio de la comunicación.

Sin que prestara mucha atención al trayecto finalmente terminaron llegando donde se suponía estaba la Mrrshan. Aunque el lugar se encontraba bien vigilado y no parecía haber una solución sencilla según la mente del ex minero. Aunque este salió de su pensamiento ante la voz del pequeño Klackon.

“No escatimes en detalles de lo que sepas, que eso promete mas propina.” Agrego Dwalas suponiendo que esas serian las palabras mágicas para que cooperara bastante.

zeke miraba de donde había salido el pequeño klakon tratando de descifrar si entre los miles de túneles podría percibir a la "Doña", pero el ruido de los túneles y los olores no le permitieron descubrir nada aquel lugar hacia justicia a su nombre.

un suspiro cargado con frustración dejo el cuerpo de zeke, y metiendo sus manos se topo con el empaque de semillas que había tomado con el dirigente de la colonia.

Saco las semillas y las abrió enfrente del pequeño kaklon enseñándoselas para llamar su atención, y camino sutilmente asta que el pequeño pudiera tomarlas - Mmmm- musito alegremente - Son deliciosas -  se acerco un poco mas -Si te Gustan, te las puedes comer todas-   

Zeke mantenía una postura nada amenazadora -Pequeño amigo eres mas inteligente que otros kaklons verdad- tratando de sacar información de manera amena - ¿como  te llamas? yo soy Zeke - Zeke dibujo una sonrisa de complicidad en su cara - Me da Curiosidad Pequeño amigo tu forma de ser, parece que tu no compartes la conciencia de enjambre con la colonia  ¿acaso Pequeño amigo tu no tienes un implante del señor Dazziar?- miro de reojo a la tripulación del Onix flatenroy como pidiendo un poco de tiempo. 

-Nave turista. No klackon. Señor grande grrrr grrrr. Tkk llevar turista peluda nave porque turista pide Tkk. Pero turista peluda no paga Tkk y señor grande quiere hacer daño a Tkk pero turista peluda salva pobre Tkk y habla grrrr grrrr con señor grande. Tkk buen klackon, Tkk trabaja para ser como los demás.

Y se señaló el cuello.

Espero no sea alguien relacionado con los Mogroch o los Worl.  Rápido les explicó a Meson y Zeke sin que lo oyera la pequeña Tkk. 

El primero mató a la primera capitana, la capitana Flatenroy, buscando secretos que no encontró y que -quizá- estén en la nave misma, aun escondidos.

El segundo es dueño de la deuda que tiene nuestro capitán previo en coma, o en puntos suspensivos debería una de decir.  Una deuda tan grande que según Dwalas debe hasta la camisa.  Yo con gusto les daba la camisa del capitán Hrrsh, digo, está algo vieja y huele a tejado, pero que nos dejen la nave, ¿no? Almenitos.

Se acercó entonces a la joven guía de turistas.  Ahora colega y casi-tocaya Tkk, ¿sabes el nombre del humano grande?  ¿Sabes si esta nave viene del planeta "Arrika" de casualidad?  ¿Cómo pasaron ustedes frente a esos guardias y ese androide tan intimidantes? 

Meson se sentía frustrado, no comprendía del todo como la aparición de ese pequeño klackon cambió por completo la situación. ¿Quienes eran esas dos personas de las que hablaba la capitana? sin duda alguna en otro momento tendría que explicarle la historia completa al explorador.

- ¿Turista peluda encontrarse bien?. El humano pregunta por el bienestar de su compañera que es lo más importante, después podrían dar con su paradero.

Meson decide guardar silencio y ver la interacción entre Tllk y Tkk.

Las antenas del pequeño klackon se alzaron de alegría al ver las semillas. Empezó a engullir:

-Dentro nave modelo Strodilgbus-8000 (ñam, ñam), diseño exclusivo Astilleros Protonik... insignia roja y negra... señor grande  (gromf,crunch) no humano : peludo como turista peluda (munch,glub).

Dicho esto, al ver que el androide se acercaba, salió corriendo hacia el túnel. 

La máquina enfocó al grupo con la luz azul de su escanner:

-ESTA ES UNA ZONA RESTRINGIDA. LES CONMINO A QUE LA ABANDONEN INMEDIATAMENTE O ME VERÉ OBLIGADO A EMPLEAR LA FUERZA. TIENEN DIEZ SEGUNDOS PARA IRSE O PASARÁN A SER CONSIDERADOS INTRUSOS. 

El androide se llevó las manos al las caderas donde sendos compartimentos se abrieron revelando dos brillantes pistolas láser. 

Hola androide.  Estamos aquí con permiso.  Venimos a ver si compramos esa nave de astilleros Protonik, la Strodilgbus 8mil.  Nuestra representante ya está allá adentro, tras la puerta, empezando las negociaciones.  Quisiéramos ir con ella.  

Además, te debo decir que nos llevamos de toque de antenas con el jefe científico de la colonia, ¿eh?  Puro valedor importante aquí.  Hizo los chasquidos correspondientes a una klackon que goza de privilegios.  ¿Cómo se llamaba? -preguntó en un susurro, codeando a sus compañeros.