Partida Rol por web

Dwalas escuchaba lo que le decía Zeke, prestando atención mientras afirmaba varias veces a sus palabras. “Haz como  veas mejor Zeke…” comento el ex minero que se habia distraído por un segundo sin darse cuenta que ya se habia desvanecido.

Sin embargo no gasto mucho tiempo buscándolo volviendo su atención al vendedor que sin decirlo criticaba su barriga recordándole en parte como hacia su esposa. Suspiro con mala gana y tomo la ropa, mientras se deba cuanta que los nobles se encontraban cerca de ellos.

“Demonios, movámonos mientras la capitana hace su magia.” Decía a los demás mientras miraba de lejos al androide que parecía tenerlo fijos. Entonces dio un rápido vistazo al bazar buscando el puesto de electrónica queriendo encontrar algo para inutilizar para inutilizarlo de alguna forma. Era un trabajo que debia hacer rapido y sin demora teniendolo tan cerca pero era algo necesario por lo que busco algo con tremenda contundencia contra este.

Cuando el vendedor se acercó a Leashrra y le ofreció una nueva prenda de ropa, ésta olvidó que tenían a sus perseguidores pisándoles los talones y se dedicó a mirarse en el espejo como hacía cuando sus sirvientas la vestían con nuevos ropajes. Comprobó ambos perfiles y cómo caía el velo y estaba encantada porque el color iba perfecto para el vestido rojo que llevaba. Rodeó su cuello con el fino velo y buscó la mejor forma de llevar la diadema por encima de sus joyas. Era increíble que hubiera prendas de esa calidad en un puesto de poca monta de un planeta asqueroso.

Volvió al mundo real al oír los pitidos del androide. Se giró e hizo una expresión de horror, llevándose ambas manos al rostro para intentar protegerse. Por suerte, la capitana hacía su trabajo y llamaba la atención del robot asesino. Leashrra pensó en desenfundar su pistola, pero un lugar tan concurrido no era la mejor galería de tiro: le desagradaría alcanzar por error a un civil, incluso siendo los de allí tan feos y pegajosos. Por esta razón, optó por desenvainar su espada de duelo. Si alguien se le acercaba, se arrepentiría.

- ¡Debemos irnos de inmediato!- exclamó para que la tripulación la oyera.

Doña, le dijo Tllk a Leashra mientras esperaba para el ataque del androide.  ¡Guarde el arma!  Dije "bigotudos armados" como el peligro, no vaya a ir la marabunta contra usted. 

Mejor corra hacia la nave.  Meson, el discreto vaquero galáctico con aquel sombrerito -lo apuntó con la mandíbula izquierda, pues sus 4 manos sostenían el espejo- la escoltará, al fin que no lo han visto.

Leashrra miró su espada, avergonzada por el error que había cometido. No se había dado por aludida al oír lo de los "bigotudos", de modo que su instinto había actuado por su cuenta. Enfundó la espada y asintió a la capitana. Si les iba a contratar, era justo hacer que la protegieran. Buscó a Meson con la mirada y se acercó hacia él para que la escoltara.

Un trapo rojo caía frente al androide zeke salió rápidamente sin prepararse y escupió

Todo sucedió muy rápido.

Tllk se enfrentó al androide blandiendo el espejo. La luz azul barrió a la klackon desde las antenas hasta los pies reflejándose en la superficie pulida del espejo. La rutina de selección de objetivos del androide hizo un cálculo rápido  (12.000 ultrabytes por segundo) y de pronto sus dos pistolas apuntaban a la valiente (o insensata) insectoide.

Fue aquel momento el que Zeke eligió para salir de la multitud emitiendo un desagradable sonido de gárgaras. Lanzó un trapo rojo frente a la máquina de guerra pero la distracción falló. Con un espasmo, Zeke soltó un escupitajo de líquido negro que pasó muy cerca del androide. Con precisión mecánica, el androide apuntó con una de sus pistolas al recién llegado. Una luz ámbar se encendió en su sien como un ojo accesorio. 

La otra pistola disparó contra la rodilla de Tllk.

Un olor a bicho quemado asaltó el fino olfato de Leashrra. Pequeñas partículas de caparazón golpearon su velo como metralla y una fina lluvia de fluidos la roció como una llovizna de pesadilla. Cuando sus ojos se centraron, vio a la capitana Tllk en el suelo con una pierna arrancada a la altura de la rodilla. La mano de Meson le aferró el brazo pero cuando le miró al los ojos vio pánico en ellos: estaba tan congelado como ella.

-POR FAVOR, NO SE MUEVA O ME VERÉ OBLIGADO A EMPLEAR LA VIOLENCIA -informó el androide a Tllk antes de volverse hacia Zeke apuntándole-CALIBRACIÓN DE OBJETIVOS: NIVEL DE AMENAZA NARANJA CUATRO. PROCEDIMIENTO DE ELIMINACIÓN EN CURSO...

Tllk, yo te aplaudo la idea pero intentar bloquear un tiro con un espejo de mercadillo usando Pantallas me temo que no entra dentro de lo posible. Que no. A estas cosas me refiero cuando os digo que hagáis preguntas sin miedo. 

Eso sí, no todo es malo, has logrado llamar su atención y salvar a tus compañeros. 

Pierdes 5 puntos de vida y la pierna izquierda. Hasta que alguien te aplique primeros auxilios, te va a tocar interpretar dolor, agonía y hemorragia. Moverte es MUY complicado  (Fuerte 7 para arrastrarte 1d6 metros).

Zeke, como tu ataque ha sido por sorpresa, de momento no te disparan. Esto podría cambiar el turno que viene...

Más atrás, la pequeña multitud que se había formado en torno al noble mrrshan fue presa del pánico al sonar el disparo. Casi al instante, los guardaespaldas del noble enarbolaron sus armas y fueron encañonados por los droides de guerra del puesto de armamento. La gente empezó a gritar y a  correr en todas direcciones mientras el caos se desataba. El intercambio de disparos empezó a continuación y ambos bandos corrieron a cubrirse. 

Por detrás del puesto de ropa e ignorado por todos, Dwalas Inirgol, minero de toda la vida y padre de dos hijas a las que veía muy poco, hizo la carrera de su vida cubriendo veintiocho metros en apenas cuatro segundos. Cuando llegó al puesto de electrónica respiraba a grandes bocanadas, había perdido el puro y le temblaban las manos pero no había nadie a quien alarmar porque todo el mundo corría aterrorizado como pollos sin cabeza. 

-Dwalas, te haces viejo para estas cosas - murmuró examinando las herramientas con ojo crítico. 

El explorador al recibir las ordenes de su capitana no dudó en tomar del brazo a Leashrra y caminar rápido para alejarse de ahí.

Al escuchar el disparo Meson volteó, le habían disparado a su capitana; Yacía en el suelo sin una pierna. Todo fue tan impactante que pareció ocurrir en cámara lenta para los ojos del humano, un segundo silencioso transcurrió y después gritos y alboroto por todos lados. La gente huía despavorida.

-Es un alienígena tipo insectoide así que facilmente podrá regenerar sus extremidades... ¿verdad?. Se pregunta a si mismo el explorador, estaba horrorizado pero debía ser fuerte, la capitana le encargó una misión y sería una deshonra no cumplirla, debía sacar cuanto antes de la zona a Leashrra.

Keve con los ojos como platos y sudando frío tomó a la Mrrshan y la tiró del brazo, corriendo entre la multitud en dirección a la nave. Sabía que su capitana era fuerte, siempre tenía un As bajo la manga y bueno... estaba con sus compañeros de tripulación.

-¡Corre y no voltees!

Valiente, insensata, y ahora sin una pata.  -¡Auuuuichh!.  Se quejó Tllk y maldijo.-  

Diablos, yo pensé que este era uno de esos espejos que los del planeta de Kimbu usan para vender más.  Tienen un su ajustito aquí que como espejo de feria modulan las frecuencias para hacerlo a uno parecer más gordo, o más flaco, o más curveado o más brillante.  ¿No era de esos y era un simple espejito?  ¿O será que no supe donde pi-carle al botoncito ese para activarlo? -le buscó ahora si a ver si si era una de esas maravillas tecnológicas mercadológicas spin-off de la industria militar hacia la del vestido. 

Pero bueno, mientras lo hacía, supo bien que decir a continuación:

Al androide le dijo: ¿No me reconoces? ¿la klackon con AUTORIZACIÓN?  -desiste y desactiva tus armas.   

Al otro, le mostró como no contaba más que con un inofensivo espejito:  ¡Noble mmrshan!  ¿Está atacando usted a una klackon DESARMADA?  ¿Eso lo considera DIGNO, HONORABLE, propio de un NOBLE?   -avanzó con él mostrando cómo efectivamente no estaba armada- Me parece de una cobardía de escala galáctica.  ¿Que dirían en su planeta si el video y testimonio de esto llegara allá, -apuntó a los múltiples klackon que grababan esto desde sus móviles.-  Debería honorablemente disculparse, y nosotros olvidaremos esta ofensa al código de honor.  ¿O quiere un reto alternativo, de ajedrez o carreras de naves espaciales?

El hecho de que esté persiguiendo ritualmente a su hembra requiere de su consentimiento de ella, y de no dañar a sus defensores rituales, o sea nosotros; todo esto de acuerdo a las últimas reformas de su código borborónico, aprobadas por su Cámara de Lores Mrrshan en Sigma-Tau-Ceti hace menos de 3 años.  Tllk o se acordaba más o menos bien de esto o se lo estaba inventando garrafalmente, daba igual, sonaba muy bien.  Y más frente a las cámaras. 

¿A ver, a ver, atáqueme desarmada, a ver si eso se refleja bien en su honor y el de sus descendientes por generaciones por venir?  Avanzó hacia él con esa actitud, retándolo a cometer un acto deshonorable (y dándole tiempo a la guardia de seguridad klackon a llegar al lugar a salvar a su congénere y a sus compañeros de huir.  Ya llegarían a rescatarlo con la nave volando encima de este lugar cual campeones del pilotaje en zonas estrechas. )

Su corazón aún no se había calmado cuando llego al puesto y no se imaginaba que se calmara pronto por todo lo que estaba pasando a su alrededor. Con una prisa casi igual a su corrida examino el puesto en busca de una herramienta que pudiera con aquel androide, aunque lejos de conseguir lo que deseaba termino con una llave mas grande de la que poseía.

Suspirando con lamentación, se apuro a si mismo pensando que esto solo podría empeorar mas si no prestaba una mano de alguna forma. De cualquier forma aprovechando que estaba vacio el puesto tomo prestado unas cuantas piezas y circuitos. Con la llave en mano se volvió a apurar a donde se encontraba el resto pensando en lo feliz que estarían sus hijas si lo vieran correr tanto como hacia ahora. De cualquier manera al ver la habilidad del androide con las pistolas decidio ir por detrás de este ocultando el arma en sus telas.

“Vamos corazon, no me explotes ahora. Hazlo cuando lleguemos todos seguros a la nave.” Le ordeno a su órgano que no dejaba de bombear excitado por la adrenalina que tenia ahora.

Antes de ser minero, Dwalas Inirgol había sido chatarrero y, antes que eso, mecánico de grúas hidráulicas. Ninguno de esos trabajos requería uñas bonitas pero eran buenísimos para la musculatura de los brazos. 

La cabeza del androide de combate se dobló a un lado con un ruido metálico. Un chorro de chispas surgió de la juntura del cuello. La máquina se tambaleó y disparó a Zeke errando el tiro por mucho. Aunque desequilibrado, el droide levantó su otra pistola al mismo tiempo que Inirgol reunía fuerzas para otro golpe. 

No hubo tiempo : la cabeza de Zeke se movió de atrás a adelante y, con un ruido asqueroso, un chorro de fluido negro surgió de su boca y se coló por la brecha del cuello del androide. Un desagradable olor a circuito quemado, un siseo y el androide cayó al suelo inerte. 

Inirgol miró a su compañero con los ojos muy abiertos:

-¿Qué marca de puros fumas, hijo?

A unos metros de distancia, Kherr atendía como podía a su capitana caída. Había tapado la herida con una bola de ropa interior (limpia) que empezaba a empaparse de icor klackon:

-Resistir, capitán, no morir. Disparos de robot mala ururur suerte. Onyx Flatenroy no ir sin usted. Ur no dejar solo Kherr, mucha galaxia por ver. Galletas fúnebres siempre amargas. No hacer Kherr cocinar eso otra vez...

Habia sido muy optimista al pensar que de un solo golpe habría acabado con el androide, pero por suerte la raza que fuera Zeke tenia un escupitajo mortal que aprovecho la brecha que habia hecho.

Luego de darle ese comentario al alien miro a su capitana herida pero siendo atendida. “Nada de galletitas hasta que sepas cocinarlas bien.” Comento el ex minero mientras se acercaba a su capitana. “Permítame.” Dijo y sin esperar su afirmación la tomo para cargársela por el hombro.

“Mejor nos vamos antes que el gato nos alcance.” comento al resto antes de dirigirse a la nave con la capitana en hombros. “Perdone capitana pero asi es más rápido transportarla. No me despida.” Se puro a decir mientras corria hacia donde quedaba la nave.

Gracias, le dijo Tllk a Dwalas, conmovida por el gesto de preocupación que tenía hacia ella.  Pero si puedo correr en 6 patas, puedo correr en 5, gracias Dwalas, puede bajarme para que no se canse.  Había de hecho la capitana tomado las dos armas del androide tan amable aquel y las tenía en su cinto. 

¡Corramos hacia la Onyx!, volteando antes a ver el caos autogenerado por los mrrshan allá con los droides del puesto, asegurándose que Zeke corriera con ellos también.  ¿Qué habrá sido ese líquido, como vomitada de grillo? 

"Ah..." dijo dandose cuenta recien de las exatra piernas que ella poseia mientras la bajaba con cuidado. "Disculpeme pcapitana, supongo que fue la adrenalina y esas cosas, que no se ocurrio eso." confeso apenado y algo ruborizado ante todo ese incidente. "No se lo cuente a mi esposa." le pidio al tiempo que la seguia hasta la Onyx.

Luego miro a Zeke. "Gracias por la asistencia." agradeciendo ya que se habia dado cuenta que no se lo habia dicho.

Zeke asintió con un gesto y se limpió la boca con la manga. Se dispuso a seguir al resto.

A sus espaldas, el tiroteo de la armería creció en intensidad  (se oían insultos en tres lenguas diferentes).

Miraron la salida principal del mercado con preocupación: las puertas del ascensor gravitatorio aún estaban abiertas pero estaba cada vez más lleno. No era seguro que lograran un sitio o incluso que se pudieran cerrar las puertas sin provocar una carnicería. Otra forma de abandonar el mercado era a través de los túneles secundarios : había varios y también estaban atestados pero sin duda iban al alguna parte.