Partida Rol por web

La Onyx toma tierra suavemente en una plataforma de aterrizaje situada cerca de la cúspide de la colonia. Toda la estructura tiene una gruesa capa de herrumbre y porquería debido a los contaminantes del aire.

El aire huele mal, es denso y deja una desagradable sensación en la garganta. Una neblina amarillenta que hace llorar los ojos dificulta la visión más allá de una docena de metros.

La plataforma de aterrizaje tiene una puerta por la que se entra a la colonia propiamente dicha. La puerta se abre y un psylon de enorme cabeza vestido con una túnica verde sale a recibiros. Le acompañan dos klackon: uno corpulento que lleva varias espadas colgadas del caparazón y otro de color negro sin ningún símbolo distintivo.

-Bienvenidos a Ttgk-Tk-dice el psylon. Y añade en otros idiomas-Rtkk kkt kk clck ggk. ¡Onú anfa, anfa k'ányan! Yo soy el hiper-doctor-profesor-programador-ingeniero Dazziar Polgiw, Sumo Dirigente de la Colmena Ttgk-Tk. Este es-señala al klackon guerrero de su izquierda-el Jefe de Seguridad Krrk y este-señala al klackon negro-es el secretario Kllt. Oh, ¿qué tenemos aquí? ¿Una tripulación inter-racial? ¡Caramba, qué inusual! ¡Y capitaneados por una klackon! ¡Qué interesante!

El Jefe de Seguridad Krrk cabecea y dice algo en su lengua chasqueante. El secretario Kllt traduce rápidamente:

-Mi compatriota aquí dice que hay mucha presencia mrrshan en esta parte de la galaxia aquí últimamente-dice señalando con un gesto a la noble mrrshan-¿Debe ser esto aquí algo que deba preocupar al pueblo klackon?

-Saludos. ..

Un pequeño androide de astropuerto se acercó dando pitidos y chocó con la bota de Meson. Emitió una tira de papel llena de datos. 

-...disculpen, yo me ocupo del papeleo. 

Leashrra continuó poniendo cara de asco, aunque esta vez era por las condiciones tan sucias en las que se encontraba el planeta. Además, tener a ese tal Zeke cerca no le hacía ni pizca de gracia. Iba mirándolo de reojo y chasqueando la lengua con fastidio, dejando así claro que nada de eso le parecía bien. También observaba el lugar en el que habían aterrizado y bufaba cada cuatro pasos. Cuando se presentaron dos klackon y un psylon delante, la mrrshan dio un paso atrás con cautela.

Escuchó sin mucha atención la protocolaria bienvenida y se cruzó de brazos para mostrar su descontento. Aquel lugar no estaba preparado para recibir a una mrrshan de renombre, acostumbrada a las comodidades y a los lujos de los salones nobles y a los comités con sirvientes y músicos. En la colonia, todo era frío y asqueroso. Suspiró, pero la mención de otros mrrshan hizo que frunciera el ceño y mirara directamente al psylon.

- ¿Presencia mrrshan?- preguntó sorprendida. En seguida recompuso su expresión distante e indiferente y alzó la cabeza, mirando a los demás por encima del hombro.- Pues... es algo normal. Los mrrshan estamos en todas partes. Vamos donde tenemos que ir.- hizo una breve pausa y desvió la mirada.- Respecto al pueblo klackon... ellos mismos sabrán si deben preocuparse. Wonngu a mrrshan, hánín.- añadió en su propia lengua.

¿Por que el Dirigente ha venido directamente a dar la bienvenida? miro disimuladamente a la Hembra Mrrshan quien desde la nave le parecía un poco intrigante era notable que era una criatura con cierto prestigio y orgullo, pero que tan importante sera ella, disimuladamente miro completamente ala Mrrshan tratando de encontrar un indicio de hostilidad o miedo.  pero una una pequeña nube de polvo molestaba los ojos de Zeke haciéndolos lagrimar, evitando conseguir lo que buscaba. 

-No me corresponde a mí juzgar las relaciones entre dos grandes potencias galácticas pero recientemente ha estallado un conflicto armado entre la Unión Estelar y los Dominios Alkari. Las Fuerzas Armadas están reclutando efectivos por media galaxia y las Colonias Klackon están... manifestando inquietud al respecto. 

El psylon sonrió  levemente y se frotó sus delicadas manos:

-Pero no soy diplomático : mis especialidades son la biotecnología, la física hipercuántica, la tecnomecánica de fluidos superpesados en gravedad cero y la filatelia. No estoy familiarizado con el protocolo mrrshan y, aunque hablo el idioma  (conozco seiscientos treinta sin contar lenguajes de programación ), no estoy en posición de juzgar al su compatriota por sus bruscos modales pero me pareció entender que está buscando a alguien de su especie. 

Leashrra dio un paso atrás instintivamente, como si las palabras del psylon la hubieran asustado. Sin embargo, mantuvo su expresión regia y se pasó una mano por el pelaje de su cabeza.

- ¿De su misma especie? Alguien debe de haberse perdido.- respondió rápidamente.- Pero dejemos de hablar de los demás y centrémonos en lo que nos ocupa. Necesito transporte. ¿Qué naves parten desde este planeta y hacia dónde?- preguntó con cierta impaciencia.

-Tiene una gran oferta: los cazadores de esclavos parten regularmente hacia el espacio salvaje en busca de botín, las naves de línea klackon vienen y van desde el corazón de su territorio transportando mano de obra y hay una nave de la Unión Estelar reclutando soldadesca en el nivel L1037. Probablemente vaya a la frontera alkari. Pero sin duda podremos hablar de todo esto más cómodamente dentro. 

El psylon hizo un gesto para que le siguieran. 

-La atmósfera interna de la colonia tiene un 20% de oxígeno y un 89% menos de toxinas. Sin duda, la encontrarán más hospitalaria. Por cierto,  ¿qué les trae a este lugar?

Kherr hizo una mueca antes de murmurar:

-Psylon jefe en colonia ur ur klackon. Raro.

Leashrra entrecerró sus ojos y sus pupilas se convirtieron en dos finas líneas verticales. No le gustaban nada las opciones que le estaba dando el psylon, pero fue el comentario del cocinero de excesivos ojos lo que la puso en guardia. Tensó sus brazos, pero lo disimuló poniéndolos en jarra y mostrando así, ya de paso, su descontento.

- Lamentable.- respondió mirando a los guardias klackon, como analizándolos.- Una mrrshan como yo no puede siquiera pensar en subir a esas naves. Exijo una opción más adecuada.- iba a decir algo más, pero se lo calló. Tras una pausa, miró al psylon fijamente.- Preferiría irme cuanto antes, así que no tengo tiempo para acomodarme.

Las puertas de la Onyx se abren y el sonriente Sebrance baja:

-¡La capitana me ha dado un permiso! ¿Cuál es el plan, compañeros? Jo, qué olor. Este aire está más viciado que los pozos de Kamikachadonia. ..

-Err... bueno, quizás su compatriota se preste a alojarla en su nave. Mientras tanto quizás podamos tener un amistoso intercambio de opiniones en un entorno menos hostil. Sin duda, una nave multiracial capitaneada por una klackon tendrá historias interesantísimas que compartir. Yo mismo puedo enorgullecerme de haber tendido un puente sobre el abismo que separa a los klackon del resto de la galaxia. 

Dedicó una mirada llena de sincero interés a Zeke:

-Por cierto, a pesar de su fisionomía humanoide creo que no reconozco su especie. ¿De dónde es usted? 

Limpio el polvo de sus ojos y suspiro... 

 -mi nombre es Zeke su excelencia Dazziar Polgiw-  paso de entre las personas hasta estar cara a cara con el pylon. - Soy  un Sobreviviente de la nave “Ruiseñor  escarlata”, Le agradecería si compartiera un poco de su valiosa información su Eminencia- hizo una pequeña reverencia adulando el Psylon. Incorporándose extendió su mano en señal de paz con el psylon

-por supuesto yo también le compartiré información que desconoce, en privado- 

Leashrra fulminó discretamente con la mirada a Zeke, en parte porque le pareció una oferta muy inoportuna y demasiado generosa, y en parte porque con ella no había mostrado ni la mitad de respeto y sentía envidia. ¿Por qué se dirigía al psylon como si fuera de la realeza, y en cambio a ella ni siquiera le había dedicado una reverencia? Seguro que los paletos de la nave le habían contagiado sus aires de simpleza absoluta. Tendría que librarse de ellos si quería volver a recibir grandes honores. En cualquier caso, estaba ofendida.

El guerrero klackon emitió varios chasquidos e indicó al grupo que entraran al la cúpula. Dedicó una larga mirada al cada uno de los visitantes como si los juzgara.

El psylon se apresuró a hacer de intérprete:

-Por favor, disculpen al Jefe de Seguridad Krrk. En el pasado ya perdió ante su reina y es muy paranoico al respecto. Es un buen soldado.   Tranquilo, Krrk, estas buenas gentes no suponen una amenaza. 

El interior de la colonia era cálido y acogedor. Un suave campo de fuerza mantenía las impurezas del aire afuera. Los recicladores de aire zumbaban en la distancia. Las habitaciones eran de líneas curvas y suaves con una peculiar falta de esquinas. 

La comitiva condujo al pequeño grupo a un pequeño salón con una mesita y varias sillas dispuestas.  Un droide sirviente se acercó con una bandeja. 

El psylon se acomodó en una silla:

-Aquí estaremos más cómodos, créanme, a salvo de oídos indiscretos. ¿Y bien? ¿Qué les trae a Mindor-6?

Dedicó una mirada al Zeke :

-El "Ruiseñor Escarlata " es la causa de que el jefe de seguridad esté inquieto : una flota eleriana solicitó permiso a las autoridades mindorianas para destruir esa nave en los límites del sistema. Dijeron que un peligroso fugitivo se encontraba a bordo. Pagaron la tasa de intrusión, llegaron, destruyeron y se fueron. 

El klackon de caparazón oscuro se acercó al Leashrra cautelosamente e hizo una breve reverencia:

-¿Tú reina? -chasqueó señalando sus ricas vestimentas -  ¿Dónde colonia? ¿Cuántos obreros? 

Leashrra respiró profundamente al entrar en la cúpula. Ciertamente, se estaba mucho mejor ahí dentro que fuera, donde el aire era tóxico y maloliente. Se sentó en una silla, buscando una postura elegante y majestuosa, dejando que los pliegues del vestido cayeran alrededor de su asiento como una cortina. Se aseguró de que sus joyas estuvieran bien colocadas y carraspeó suavemente, dando a entender que estaba lista para ser atendida y servida por ese droide-sirviente.

Cuando se le acercó el klackon, la mrrshan asintió lentamente y sonrió, orgullosa. Se planchó el vestido e irguió su espalda, sintiéndose aún más atendida e imponente.

- No tengo ninguna colonia... de momento.- respondió sin mirarle.- Sin embargo, los obreros vienen a mí, como los insectos a la luz.- bromeó, y señaló con un gesto ambiguo hacia sus compañeros. Rió de forma calculada, mezclando gracilidad con picardía. Puso sus manos sobre las rodillas y esperó a recibir más cumplidos, como dictaba el código.

El joven humano cogió una lata de Zumifotz^TM sabor isótopos de frambuesa antes de sentarse. 

-En nombre de la tripulación de la Onyx Flatenroy le doy las gracias por su hospitalidad, hiper-doctor-profesor-programador-ingeniero Polgiw. Lo que nos trae al este sistema es una misión de rescate : hemos oído acerca de la tragedia en la constelación de Perseo que involucró a una nave klackon y a una lamprea espacial. Queremos ir a buscar supervivientes pero necesitamos algún tipo de estratagema que nos permita esquivar al ese monstruo. 

El klackon movió las antenas satisfecho:

-Reina joven, madre fundadora: bueno. Gran honor. ¿Encontrar planeta para nueva colonia? ¿Línea genética? ¿Ya cubierta por consortes? ¿Interés en nuevos genes?