Partida Rol por web

Trilar ha permanecido congelado durante la mayor parte de su historia hasta que en tiempos recientes su órbita se ha vuelto irregular y ha empezado a pasar más cerca de su sol. En consecuencia, la enorme capa de hielo que recubría el planeta se ha fundido casi por completo dando lugar a gigantescos océanos que bullen de vida. Este hecho ha sido aprovechado por los trilarianos, una raza de seres parecidos a medusas, para salir a explorar la galaxia.

Su actitud es pacífica generalmente pero después de varias experiencias muy desagradables, los trilarianos se han incorporado a la carrera armamentística que afecta al resto de la galaxia. Si no para conquistar a sus vecinos, los habitantes del Mundo de las Olas consideran que sus armas son para defenderse.

La Onyx Flatenroy regresa al espacio real con un estampido. La tripulación contiene el aliento durante un tenso momento pero parece que nada más se ha fastidiado. Parece que la vieja nave ha visto tiempos mejores después de todo.

Entráis en el borde exterior del sistema y no tardan en llegaros comunicaciones en varios idiomas distintos:

"Bienvenidos a Trilar, viajeros, la Joya Más Hermosa de la Galaxia. Por favor, visitad nuestro mundo en son de paz y os mostraremos sus maravillas: nadaréis junto a criaturas del tamaño de astronaves, navegaréis por mares de horizontes infinitos o practicaréis deportes de invierno en nuestros casquetes polares. Para los visitantes no acuáticos tenemos la estación orbital Nauticus donde podrán tratar con nosotros en un entorno más familiar. La estación Nauticus dispone también de un espaciopuerto donde podréis atracar vuestras naves (si lleváis a un trilariano a bordo, el atraque es gratuito si no, se aplica una tasa de 25 créditos por tonelada) y disfrutar de las maravillas que Trilar tiene para ofrecer..."

Se repite varias veces en varios idiomas así que debe ser una grabación. A medida que os vais acercando al planeta, los sensores detectan Trilar, la estación Nauticus y una densa flota de combate a su alrededor dispuesta a repeler a cualquier invasor.

 -Nos dicen que nos identifiquemos-dice Keiroful desde su puesto.

-Yo no les llevaría la contraria-añade el piloto Apenk-con la cantidad de cañones que tienen esas naves, una palabra en mal lugar y nuestro chapista se hará millonario...

Después de dar el salto en el espacio, Snar pidió que le llevasen a Kherr a la enfermería para examinar las quemaduras del ozznolonido. Estas no parecían particularmente serias pero aún así prefirió manternerlo bajo cuidados los días que duró el viaje para evitar que sus heridas se agravasen tontamente...

Mientras se dedicaba a curar a Kherr también se puso al día con la tarea que el dió el capitán de adecentar la enfermería y  ayudar en todo lo que le encomendaron después del furtivo ataque de los molestos piratas.

Maldito planeta acuático... mascullaba para sus adentros Snar mirando desde uno de los ojos de buey de la nave.

Después de que la Onyx Flatenroy realizara el hiper salto, pasaron 6 largos días de viaje en los que Meson se dedicó (como mano de obra que es) a reparar los daños causados en la cocina, así como a reacomodar el cargamento de la bodega con la finalidad de conseguir más espacio. Tal vez fue reclutado en la Onyx con un puesto bajo, pero sabía que demostrando dedicación y perseverancia llegaría a subir de rango, además... su sueño de recorrer el universo ya se estaba cumpliendo.
Respecto a su vida personal, Meson ha enviado cierto numero de correos a su novia Alison en la tierra, a pesar de saber que tardaría días o incluso meses en saber de ella debido a que el servicio de astronet (el internet universal) es algo lento en transmitir información de un punto a otro del universo, principalmente por la distancia, pero no perdía la fe.

En la órbita de Trilar...

Vemos al explorador humano acostado en su camarote viendo el techo y pensando, acto seguido se escucha una grabación de bienvenida por todos los intercomunicadores de la nave. El humano rápidamente se asoma por su pequeña ventana y observa un montón de naves diminutas, comparándolas con el inmenso y hermoso planeta azul intenso detrás.

-¡Woooow! de lujo....No puede evitar exclamar su asombro por tan semejante vista, posteriormente procede a la cubierta principal para reunirse con el capitán y los demás tripulantes.

El resto del viaje transcurre sin novedad, aunque con algo de ansiedad por llegar a destino y poder comerciar con la mercancía y, a ser posible, reparar la nave y obtener información, que siempre es de agradecer.

Finalmente tenemos Trilar ante nosotros.

Un planeta de los más incómodo para un mrrshan. No es que odiemos el agua, pero preferimos no estar hundidos en ella a ser posible. Los pies en el suelo, que es donde deben estar.

Me acerco al comunicador y lo activo, para responder a la amable solicitud de identificación.

- Al habla el capitán Hrrsh del carguero tipo IV Onyx Flatenroy en misión comercial. - Les indico el número identificador de la nave. No digo nada más en espera de la reacción. No me agrada tener que pagar esos abusivos 25 créditos por tonelada.

Chicas, equipo, saquen porfavor la impresora 3D para empezar a hacer unos trajes submarinos.  Primero uno para el capitán y luego para los demás. 

Les fue dando instrucciones de cómo diseñar y luego imprimir esos trajes.  Son ustedes unas buenas. -les decía con las antenas.

El oznolónido emite un gorgoteo de satisfacción:

-Kherr mucho mejor ahora, médico velloso-agradece mostrando su piel-Gracias cuidados piel mucho mejor.

No ha sido un gran desafío para el curtido médico militar: el pequeño cocinero se escondió en el frigorífico y evitó lo peor de las llamaradas. Aunque Snar tiene una experiencia muy limitada con oznolónidos, los daños eran unas cuantas quemaduras de primer grado y una deshidratación leve. Nada que un gotero y un par de pegotes de crema nutritiva no pudieran curar. 

Snar asiente distraído mientras sigue haciendo inventario de la enfermería. Tacha otra cosa de su lista:

-Vendajes asépticos... ajá. Instrumental quirúrgico universal... aquí. Doscientos cincuenta antibióticos de amplio espectro y doce especies distintas... correcto. Base de datos anatómicos alienígenas... actualizada hace doce años.

La enfermería parece en buen estado más allá de una capa de polvo, corrosión y algo de moho. No se ha utilizado mucho. 

-Bienvenidos a Trilar, Onyx Flatenroy-responde el comunicador. La holo-pantalla se enciende y un rostro gelatinoso y amorfo se forma ante vosotros-Los comerciantes son más que bienvenidos en nuestro pacífico sistema. ¿Qué tipo de carga traen? El muelle de atraque Nauticus-288A está disponible y es del tamaño adecuado para su nave. ¿Cuál es su tonelaje? Pueden abonar la tasa de atraque al aterrizar o cuando vayan a irse pero si llevan a un trilariano con ustedes, es gratuito. Si desean bajar a Trilar, deberán solicitar un permiso en la Oficina Gerencial M4.

La Onyx se acerca poco a poco a la estación orbital haciendo que Trilar aumente de tamaño hasta convertirse en un enorme orbe azul y blanco. Las naves trilarianas que la vigilan son colosales en comparación. Aquí y allá, algunas naves forasteras van y vienen del sistema.

-Nos están mandando las coordenadas de atraque-informa el piloto-Si las sigo podremos aterrizar en un suspiro.

-¡Saca esos malditos bichos de aquí!-exclama Keiroful perdiendo los nervios.

Miro a Tllk. - No creo que vayamos a quedarnos lo suficiente como para necesitar trajes subacuáticos. - La sola idea de sumergirme me hace temblar los bigotes. - Si podemos, lo arreglaremos todo desde la estación espacial.

Asiento a Apenk cuando dice que ha recibido las coordenadas. Luego me centro en la imagen holográfica.

Difícil mirar a ese ser teniendo la certeza que lo estás haciendo a la cara, así que me centro en lo que parece un órgano visual.

- Traemos un cargamento duranium. - Hago una pausa. - Tengo entendido que les vendrá bien. - Otra pausa  - Arreglaremos lo de la tasa antes de irnos, pues podría acompañarnos un amigo de Trilar al que venimos a ver, y eso anularía la necesidad de satisfacerla. - Finalizo, sondeando la posibilidad. En la nave aún queda espacio para un tripulante y, visto el monto de la tasa, quizá saldría más a cuenta reclutar un trilariano para la Onix que pagar el maldito impuesto.

Luego, mientras la Onyx atraca, convoco una reunión con todos los presentes.

- Al habla el capitán, preséntese toda la tripulación en el puente de mando.

Cuando finalmente todos están presentes, les expongo:

- Vamos a atracar en la estación espacial de este mundo acuático y vamos a intentar vender la mercancía que transportamos al mejor precio. Todo porcentaje que consigamos por encima del precio de mercado* repercutirá de igual forma en la paga de cada uno de los presentes. - Dejo unos instantes para que el mensaje cale, se produzca alguna expresión de alegría y tal. - Pero para ello debemos hacer un buen trabajo de venta. El comercio no es lo mío, aunque algo he aprendido en estos años de trapicheos espaciales, y ahí es donde quiero veros con la implicación adecuada para conseguir el mejor trato posible. ¿Qué experiencia tenéis en transacciones comerciales?**

Tllk acababa de poner en los altavoces la canción de Agua de Carlos Vives para celebrar la vista del nuevo mundo, cuando oyó el comentario de Keiroful.

-¡Saca esos malditos bichos de aquí!

Y se le fue a golpes al nuevo tripulante.  Con sus dos puños derechos, a la mandíbula, uno tras otro.  ¡Nadie le habla así a mis hijos y adoptados y grandes ingenieros!  Sus mandíbulas chasqueaban, la punta de su aguijón brillaba con ácido fórmico.  ¡Estaba en la clausula de cuando te contratamos!

Lo iba a tumbar de su asiento. No pensó en que arriesgaría sus labores en la cabina, no pensó en nada la verdad, pero que nadie ofenda a las crías de una reina klackon en lo que considera su nido, pues estas son las consecuencias.

Al verse atacado, Keiroful reacciona rápidamente, se incorpora y con un hábil movimiento pugilístico vuelve el rostro quitinoso del ingeniero klackon que se derrumba:

-Ha sido en defensa propia-dice lentamente. Se vuelve hacia Hrrsh-Capitán, no tengo demasiada experiencia formal en comercio pero quiero presentar una queja formal: si el klackon no puede mantener a sus bichos fuera del puente de mando tendrán que buscar a otro oficial de computadora. He estado en la marina y he pasado por muchas cosas ¡pero eso no significa que pueda soportar artrópodos corriendo por los paneles de control! 

-Yo trabajé de joven en un puesto de helados en Altrag Quintus, señor. Me temo que eso es todo lo que sé sobre negocios más allá de que me paguen por trabajar.

Sebrance niega con la cabeza.

¡Esos "bichos" fueron los que hicieron posible siquiera que pudieras usar tus controles en vez de estar sentado ahí en tu culo de primate como sólo un tonto, Y apagaron el fuego!  Se levanta y lo vuelve a golpear.

-Yo también he estado en la marina-añade Apenk mientras maniobra hacia la estación espacial-Tengo algunos contactos... ya sabe. Podría indagar un poco a ver qué averiguo pero quiero su autorización para eso, capitán.

La compuerta es como una enorme boca que se hace cada vez más grande a medida que os acercáis. Por un momento, os da la impresión de que no vas a pasar pero Apenk es un piloto experimentado. Manejando los mandos con soltura, el piloto introduce la nave dentro de la Estación Espacial Nauticus. 

-Sean bienvenidos a la Estación Espacial Nauticus-dice una voz por los megáfonos-Por favor, al abandonar la nave diríganse a un agente de consigna para registrar a los tripulantes, pasajeros y carga. La estación Nauticus tiene a su disposición treinta y dos restaurantes, dos casinos, sesenta y seis tiendas, un astillero para reparaciones y mejoras de astronave y disponemos de combustible refinado y sin refinar. Disfruten de su estancia en Trilar...

La Onyx toma tierra con un chasquido que hace temblar toda su estructura.

-Esta monada necesita unas cuantas reparaciones por si alguien no lo ha notado. Nuestro ingeniero hace un excelente trabajo pero van a hacer falta unas cuantas planchas de blindaje para tapar los agujeros que nos hicieron los piratas-añade Apenk guiñándole un ojo a Tllk-Y según a dónde queramos ir después también necesitaremos combustible. Y no sé vosotros pero a mí me vendría bien una copa. Empezamos a estar un poco tensos aquí...

El oficial de computadora cae contra el panel de mandos:

-¡Socorro! ¡Este tío se ha vuelto loco!

¡ Esta tí-a!  y lo golpea de nuevo.  La única forma de detener esto, dice mientras continúa golpeándolo con sus cuatro extremidades superiores arriba, abajo, a un lado, y las mandíbulas se cierran sobre su uniforme, trabadas en combate- es que te disculpes con todas y cada una de mis crías.  -dice entre pinzas cerradas.

Meson niega con la cabeza, al parecer tiene experiencia nula en comercio. Tal vez no consiga buenos precios al comerciar, pero de lo que estaba seguro es de que ayudaría a encontrar la mejor persona con quien comerciar.

Al pasar la Onyx por la compuerta suenan las indicaciones por el intercomunicador, mencionando restaurantes, tiendas y casinos. - ¡Wow! esta estación espacial es más que solo un pedazo de acero frio flotando en el espacio.

Posteriormente se observa a la ingeniera Klackon golpeando al oficial de computadoras por un insulto hacia sus pequeños amigos. A pesar de que no es algo grave, el humano nota que Tllk cada vez se enfurece más...

-¡Alto, déjalo en paz Tllk!. -Grita Meson interponiéndose entre los dos. - Lo menos que menos necesitamos son problemas con la tripulación, además... quien toma las decisiones es el capitán.