Partida Rol por web

La nave exploradora Cira salió del espacio Chejov limpiamente, como era habitual, sin que sus tripulantes notasen ninguna molestia especial. Era una nave de exploración y rescate estándar con un tamaño suficiente como para albergar en su interior a un pasaje de treinta personas en su sala comunal. Contaba con una completa enfermería y un amplio espacio de carga para el caso de ser necesaria una evacuación de material de cualquier tipo.

Su piloto era Ringo Reims, o Doble-R como él prefería que le llamasen. Un individuo vital con fama de tener una envidiable sangre fría en situaciones límite. A sus veintitres años tenía en su palmarés una sorprende colección de misiones en las que había puesto a prueba dicha cualidad. El otro componente permanente de la tripulación era Stocker, la IA de la nave. Había sido trasladada a aquella nave de rescate hacía unos meses después de que su nave original, el carguero interestelar Stoker-23, fuera retirado del servicio. Era una IA veterana en viajes estelares y se había adaptado al tono desenfadado de su nuevo piloto, Doble-R, con respecto al cual se comportaba como si fuera un viejo veterano que tuviera que instruir a un joven alocado. La sinergia entre IA y piloto era tal que a veces costaba pensar en ellos como entidades diferenciadas.

En la zona de embarque se estaba preparando el equipo auxiliar reclutado específicamente para esta misión de rescate. Todos pertenecían al Servicio de Exploración y habían sido enviados con una misión muy concreta: averiguar por qué la estación Hécate, ubicada en este sector, había cortado sus comunicaciones desde hacía dos semanas. Habían partido desde la base avanzada Caledonia para averiguar si era un problema técnico o si había sucedido alguna emergencia. Durante el viaje espacial no habían obtenido ninguna respuesta, por lo que el equipo se temía que algo serio hubiera sucedido en la Hécate.

Karl Mastrom revisaba sus armas. Esperaba que no fueran necesarias pero el protocolo exigía que todo equipo de rescate contase con un militar como escolta. Sus compañeros también iban armados, ya que no se descartaba un ataque pirata o xeno, aunque la Hécate estuviera clasificada como base de investigación civil. Robert Fens iba preparado para cualquier tipo de intervención médica que fuera necesaria, mientras que Valire Martell se encargaría de solicitar los informes pertinentes sobre las investigaciones en curso. Por último Sandra Hicks podría reparar cualquier dispositivo que se hubiera averiado provocando el extraño silencio administrativo.

- Señores pasajeros, la línea Caledonia conecta con Ninguna Parte acaba de llegar al sector E505. Esperamos que el viaje haya sido de su agrado y repitan para su regreso.- informó jocosamente Doble-R por los altavoces de la nave - En estos momentos estamos saliendo de la aceleración Chejov para aproximarnos con Impulso Tamiya a nuestro destino. Calculo que tardaremos escasamente diez minutos. Id preparándoos ahí en la zona de embarque porque en cuanto lleguemos conectaré con el puerto de la Hécate para dejaros a bordo. Estaremos todos en contacto con los comunicadores de vuestros trajes. Stocker ¿qué nos puedes decir de la base? ¿la tienes ya en el rango de tus sensores?

- Efectivamente capitán Reims.- la IA nunca faltaba al protocolo para dirigirse a su capitán - Al parecer todos los sistemas de la Hécate están desconectados y está órbita muerta¹.Al estar totalmente apagada mis sistemas no pueden conectarse con la IA de la base para tener más información. Aunque puede que sus habitantes humanos se encuentren en un sistema de hibernación autónomo sin duda la situación es preocupante. El equipo de rescate debería prepararse para el peor de los escenarios. Estoy descargando en sus sistemas toda la información no clasificada relativa a la base, incluyendo su mapa estructural. Recomiendo seguir con el plan establecido y enlazarnos mediante la bahía de carga de la estación, aunque deberán activarla de forma manual. Una vez dentro la técnico a bordo, la señorita Hicks, debería intentar restablecer los sistemas de energía de la base ubicados en la zona inferior de la misma.

Robert sonrió al escuchar el informe del piloto mientras meneaba la cabeza, divertido por la forma en que lo había expresado. Sin querer ser menos, observó al extraño grupo al que debería acompañar e intentó continuar la broma - Bueno, se supone que para esto nos pagan - agregó mientras verificaba, por quinquagésima vez, que su maletín médico tuviera todo lo que pensaba podía necesitar.

Al escuchar a la IA, sin embargo, su tono se volvió más serio. De alguna manera las palabras más mecánicas de la misma lo hicieron concentrarse en los próximos pasos.

- Esperemos que estén en hibernación, sino mi presencia no será demasiado útil - añadió - Y que solo se trate de un desperfecto mecánico -

Tras una pausa agregó - Supongo que todos deberíamos acompañar a Sandra a que encienda la energía antes de buscar esos dispositivos autónomos. Después de todo no es demasiado seguro despertar a nadie si el ambiente no está controlado - En realidad el tenía claro que los mismos equipos autónomos debían ser capaces de sostener la vida de alguien consciente, aunque no sería demasiado agradable para esa persona verse impedido de salir del mismo.

Su mano izquierda acarició los controles de su dispositivo de muñeca e intentó hacerse a una idea de donde podrían estar los dispositivos y la mejor forma de llegar a ellos desde la zona donde supuso estarían los sistemas de energía - Después de todo sin saber que es lo que pasa allí adentro no creo que nadie sea tan inconsciente como para pensar en separarse del grupo, no? -

Mascando como siempre, los labios ennegrecidos por la sustancia neuroactiva, Val asintió de un cabezazo al comentario del doc.

-Es raro que todos los sistemas estén muertos. La verdad, creí que sólo era un problema de comunicaciones, y que cuando nos acercáramos a la Hécate las IAs se saludarían efusivamente, el equipo científico nos recibiría con una fiesta, y en un momento restableceríamos el contacto con la Caledonia a través de la magia de Sandra.

El tono de la mujer era alegre, llegaba a ser hasta jocoso, pero el ceño fruncido revelaba preocupación. La Hécate no parecía tener valor para los piratas, con su equipo de investigación civil de pequeño nivel, y estructuralmente estaba completa, no había sido atacada. Lo que hubiera ocurrido parecía que se debía exclusivamente a lo que fuera que hubiera sucedido dentro de la estación. Por no hablar de que el sector E505 y el planeta al que orbitaban no eran más que rocas y polvo estelar, algo muy poco atractivo para nadie.

Intentó no pensar en su arma, sabía que era imprescindible en una situación como ésta, pero esperaba realmente que todo quedara en una anécdota de la que reírse en el futuro, una misión más.

-Pues adelante, preparada para desembarcar, Doble-R. ¡A sus órdenes! -añadió con retintín.

Karl llevaba bastantes minutos en estado de intensa concentración. Era su rutina. Cada vez que se aproximaba el inicio de una operación, sus sentidos se agudizaban y no se permitía la menor distracción. Algunos de los que le conocían decían que se transformaba, porque cuando las cosas estaban en calma era un buen tipo, incluso hasta simpático a veces. Pero cuando se acercaba el momento de entrar en acción, Karl se convertía en una máquina, fría y precisa. Era para lo que le habían entrenado, y si seguía vivo era gracias a que había asimilado esa capacidad mejor que algunos desgraciados compañeros de armas que ya llevaban tiempo criando malvas. O lo que fuera que criasen en ese sector...

Comprobó por última vez su carabina de asalto. Estaba inmaculada y podía adaptarla a su mano con la perfección de la larga costumbre. Entonces escuchó la voz de Doble-R, y frunció un poco el ceño ante ese tono despreocupado. No estaban de fiesta, pero ese chaval parecía no darse cuenta.

—No tengo inconveniente en que ese sea el primer paso —dijo para responder a Robert—. Pero recuerden que no sabemos qué ha pasado ahí, y la estación podría ser ahora un entorno hostil. Permaneceremos juntos mientras lo comprobamos, será más seguro. Y cuidado con las armas... tienen que llevarlas por su seguridad, pero intenten no disparar a lo primero que se mueva.

No estaba al mando, y tampoco pretendía tener una actitud dominadora o desagradable... pero había vivido suficientes misiones de escolta de personal no militar como para saber que un arma en manos inexpertas puede ser un peligro más que una ayuda.

—Será mejor que yo vaya en vanguardia... —por más que lo intentaba, no conseguía dejar del todo de lado aquella jerga militar. Se levantó, dispuesto para entrar el primero en la Hécate.

Mientras la Cira deceleraba en su aproximación a la Hécate el grupo repasaba el informe que tenían sobre la base y su tripulación.

La Hécate, como otras bases de investigación en la galaxia, tenía una dotación que rotaba cada cierto tiempo. En este caso los turnos eran de dos meses y en estos momentos el nuevo turno estaba a punto de recibir un reemplazo a dos semanas vista. La tripulación actual era de cinco personas: cuatro científicos y un técnico de mantenimiento.

Edna Craine era la directora de este turno, especialista en Física Avanzada. Antes de la investigación actual había trabajado en el desarrollo de unos nuevos motores de impulso Chejov. Se sumaba en la dotación científica Timothy Summers, físico también, Alana Gómez, experta en computación y sistemas y Fernando Adrem, un científico polivalente que había trabajado en varios estudios relacionados con las Ciencias Anómalas¹. El técnico de mantenimiento era Mihail Yier. Al igual que Craine había trabajado en el desarollo de los motores de impulso Chejov mejorados.

No les habían dado la información precisa de cual era la investigación que se llevaba a cabo en el base ya que no se consideraba pertinente para el rescate. Estaba clasificada como una investigación civil y por el perfil de los científicos todo apuntaba a que se trataban de algún tipo de pruebas o análisis para seguir mejorando los saltos hiperespaciales.

La Hécate era una base de tamaño pequeño, con dos laboratorios anexos a un círculo central donde se encontraban los habitáculos de descanso individuales y una zona de esparcimiento común. Contaba con una zona de descanso en una planta superior que albergaba también unos cubículos de hibernación para emergencias. Los dos niveles inferiores, de menor tamaño, contenían la parte de aviónica y mantenimiento. Allí debería estar el generador auxiliar que encendería todos los sistemas si el principal había fallado.

Empezaban a verla en la lejanía mientras cada uno iba pensando en lo que, a titulo personal, sabían de esta misión..

Karl repasaba sus armas. En la central le habían informado de que la misión posiblemente sería rutinaria. Aún así le habían advertido de que los estudios que se realizaban en la estación podrían implicar trabajo con materiales anómalos que podrían resultar peligrosos. La elección de un sistema alejado de cualquier planeta habitado indicaban que esta inestabilidad podría suponer un riesgo superior al de una simple explosión. El soldado no sabía demasiado sobre la Anomalía pero había escuchado historias de motores Chejov que al estallar habían provocado agujeros negros. No sabía si esto era a lo que se referían sus superiores pero no tenía ganas de comprobarlo.

Rober repasaba su dispositivo para trazar una ruta hacia la zona de enfermería de la propia Hécate. Le habían asegurado que en la investigación de la base no se usaba material biológico y por lo tanto se descartaba cualquier posibilidad de infecciones o plagas, si es que la emergencia tenía un origen médico. Ante las preguntas del médico sobre la investigación realizada en el lugar las respuestas eran elusivas pero le habían asegurado que no se trataba de ningún tipo de arma, aunque los posibles escenarios podrían incluir accidentes provocados por explosiones o electricidad.

Las órdenes concretas para Valeria eran realizar una copia de respaldo y enviarla cifrada a la base Caledonia de inmediato. Del equipo de rescate era la única que sabía cual era el objeto de estudio de la Hécate: un análisis práctico de la Dimensión Espejo. Hacía décadas que se tenía conocimiento teórico de lo que se denominaba Dimensión Espejo: un sistema avanzado de la transacción que realizaban los motores Chejov que incluía la desintegración efectiva de la materia para una recomposición en otro punto. Lo que vulgarmente se denominaba teleportación. Sin embargo el estudio teórico ponía serias trabas a su efectividad y riesgos, que podrían provocar resultados inesperados. De ahí que la Hécate estuviera alejada de cualquier sistema habitado: si de verdad estaban desarrollando un motor capaz de alterar el espacio para acceder a la Dimensión Espejo cualquier fallo podría ser fatal. Las palabras 'agujeros negros' figuraba demasiadas veces en el informe preliminar que la doctora Martell había leído. Y por desgracia dada la clasificación de los estudios realizados en la Hécate no le permitieron acceder a una información más 'práctica'. En realidad Valerie era, probablemente, la que más ganas tenía de ver que había en esa base ahora mismo.

Las instrucciones concretas para Sandra eran analizar la situación y realizar las reparaciones pertinentes para volver a conectar la Hécate con el sistema de comunicaciones interestelar. Si la doctora Martell necesitaba ayuda para realizar una copia de seguridad de todo el sistema dicha tarea tenía clasificación prioritaria. Por encima, incluso, de la labor de rescate o evacuación de los posibles heridos en caso de haberlos.

Sandra escuchó atenta el parte de situacion que les dio Stocker y apretó la mandíbula, dejando salir el aire lentamente de sus pulmones. Aquello no era exactamente lo que esperaba encontrar al llegar a destino. El trabajo acababa de complicársele.

-Orbita muerta no es lo que yo llamaría exactamente un "desperfecto mecánico", Robert. Si ni siquiera la IA de la base está activa, reza para que tengas algo de trabajo ahí abajo-comentó a su compañero de misión-y por lo que a mi me toca, me da que voy a tener más del que había pensado. Stocker, cuando cargues en nuestros sistemas los mapas de la base, ¿puedes indicarnos la ruta más rápida para llegar al culo de la estación? Si hay alguien vivo ahí dentro después de dos semanas, agradecerá que vayamos directos al grano.

Se volvió hacia Karl cuando este habló-¿Entorno hostil?-preguntó sorprendida-Es una estación civil, en a tomar por culo, orbitando un pedrusco sin gracia, quien o qué cree que... ¡ah!-pareció caer en la cuenta en ese momento-¿piratas o algo parecido? Hay sitios mucho más atractivos que atacar que esto, pero vamos, para gustos colores. Pero no te preocupes, te dejo el placer de disparar primero. No me gustan esos juguetes. Yo estoy pensando más en un accidente y lo único que se me ocurre para llegar a estar en órbita muerta, es una explosión repentina que afectase a los sistemas vitales y a la IA directamente. Y si eso ha sido así, ufff-resopló sin terminar la frase, imaginando las consecuencias de algo así.

Comprobó una última vez que llevaba con ella todo lo que necesitaba y el sistema de mantenimiento y comunicación de su traje. Todo estaba en orden-Preparada, cuando quieras Doble R. Al lio.

Cuanto antes bajasen allí, antes terminarían. Sentía curiosidad por saber qué había pasado. Hacia mucho que no veía una base en órbita muerta. Técnicamente, podría ser todo un reto para ella. Y le encantaban los retos.

En ese momento, vio que había terminado de recibir la información de la base. La ojeó rápidamente buscando lo que quería mientras leía por encima los párrafos no técnicos y hablaba para ella sola repasando la informacion-Vale, resumiendo. Es una base pequeña, tres plantas. No creo que tengamos perdida en encontrar la sala de sistemas y el generador principal. Cinco personas, un técnico de mantenimiento...

- Bueno, debemos llamarlo de alguna forma, no? - más allá de su tono amistoso, estaba claro que al medico no le había gustado la corrección

- Y, como dije, espero que estén en hibernación, sino no podré hacer nada por los tripulantes. Después de todo sin IA no hay sistemas, sin sistemas no hay aire y sin aire... bueno, no hace falta aclarar mucho más - completo encogiéndose de hombros

- De cualquier manera me dijeron que los riegos más posibles eran eléctricos o quizás explosiones. Tiene sentido si estaban investigando algo de los saltos - comentó tratando de llegar a una conclusión aunque no tuviera datos suficientes - Quizás eso haya provocado que se apagara la IA - completó meditativo - En fin, espero que hayan tenido tiempo de hibernarse a si mismos -

-Bueno, pues no perdamos tiempo. -Trasteó en su dispositivo de muñeca, sin duda consultando datos, y tratando de no parecer nerviosa. No lo consiguió.- No adelantemos acontecimientos, no tenemos ni idea de lo que ha pasado, pues vamos a averiguarlo. 

La Cira se estaba acercando a la Hécate, y a cada segundo que pasaba, la tensión se hacía más difícil de gestionar para Valerie. En realidad se la notaba impaciente y excitada. Era lógico si se pensaba en el panorama que podían encontrarse en la estación, pero además había un componente de curiosidad casi punzante.

-Devolver la energía a los sistemas, ver qué ha pasado con la tripulación, y comprobar el estado de la estación en sí. La IA, los laboratorios... hay que revisarlo todo. -Murmuró mientras comprobaba por enésima vez su microordenador.

Mientras el equipo se ponía de acuerdo en el curso de acción a tomar la Hécate entraba dentro del rango de visión de la nave. La pequeña estación espacial flotaba silenciosa, sumida en la oscuridad. Doble-R maniobraba con cuidado para situarse paralelo a ella y desplegar el túnel de conexión hacia la bahía de atraque.

— Ok, en cuanto haya desplegado el túnel podréis cruzar y abrir de forma manual la exclusa. Mantendré las comunicaciones abiertas en todo momento.

La Cira se detuvo y se escuchó el motor que desplegaba el túnel. Los hologramas de realidad aumentada indicaban al equipo que debían ponerse los trajes de vacío¹ por seguridad. Además estaba claro que en la Hécate tenía los sistemas vitales apagados.

- Hay algo raro.- informó Doble-R por el comunicador - Os paso la imagen a vuestros sistemas.

En el casco de cada tripulante había una pequeña cámara de realidad aumentada que les permitía leer información o ver imágenes. Lo que Doble-R estaba mostrando era la vista desde la nave de la cabina de control de atraque de la Hécate². Al igual que el resto de la estación estaba sumida en la oscuridad pero se podía distinguir la silueta de una figura humana sentada en el sillón de control. Era imposible saber si tenía puesto o no un traje de vacío o si estaba muerta o inconsciente.

— Joder, esto pinta mal. Os abro las compuertas.

Se abrió la compuerta de la Cira y el equipo vio el pasillo de tránsito que unía su nave con la estación. Al final de los diez metros que los separaba de su objetivo estaba la exclusa exterior que Hicks tendría que abrir manualmente³.

- Entendiendo que la petición de la señorita Hicks la ruta solicitada se refiere a alcanzar el departamento inferior de aviónica y el generador secundario la ruta más corta sería desde la exclusa de acceso alcanzar la zona de descanso común y usar la escalerilla auxiliar central para descender al módulo de mantenimiento. Es un lugar estrecho por el que sólo podrá maniobrar una persona¹.

Tras observar la imagen retransmitida por el piloto y el mapa de las instalaciones, Robert comentó — Quizás debamos hacer primero una escala en la cabina de control. Nos queda de paso hacia el área de descanso —

Con todo, el medico no parecía muy convencido. Sabía que su responsabilidad era verificar el estado de quien estaba en el sillón de control, pero algo en su interior le decía que sería más seguro hacerlo después de reconectar la energía de la base.

— Después de todo, si solo puede descender uno por esa escalinata... — meneando la cabeza opto por callarse, tratando de no demostrar que, repentinamente, le habían empezado a preocupar ambas alternativas.

Karl no dijo nada cuando vio aquella silueta en el sillón de la cabina de control, pero tuvo instantáneamente un mal presentimiento.

—No quiero sonar aguafiestas —dijo—, pero me temo que en esa lata no queda nada vivo. Si queremos averiguar qué ha pasado, más vale que podamos reconectar la energía de la estación. De lo contrario, habremos venido hasta aquí para irnos con las manos vacías...

Contempló el mapa y memorizó las instrucciones de Stocker. Luego comprobó por última vez su equipo y miró al resto.

—Bien, estoy listo —se colocó junto a la salida—. Señorita Hicks, esperaré a que abra para entrar el primero y ustedes podrán seguirme con cautela. Cuando estemos dentro, podrán decidir a dónde nos dirigimos, pero insisto en que no se separen demasiado hasta que hayamos podido determinar a qué nos enfrentamos.

Quitó el seguro a su arma. Si la Hécate se había convertido en un congelador gigante, tal vez no la necesitara... pero era mejor estar preparado.

Sandra no pudo evitar sonreir divertida cuando escuchó a Robert. Aunque su tono había sido cordial, se le acababa de ver el plumero. No le había gustado que lo corrigieran en público. Pero, en el fondo, ambos sabían que la probabilidad de encontrar supervivientes en una estación a la deriva eran mínimas. Pasó a su lado y asintió a sus comentarios —Espero que tengas razón, sobretodo para que también tú trabajes— bromeó, quiñándole un ojo, intentando aligerar el ambiente que se estaba poniendo más negativo de la cuenta.

En ese momento, sintió sin problemas la desaceleración de Cira, el pequeño golpe al unirse a la Hécate y el motor de la pasarela funcionando y uniéndoles a la estación. Haciendo caso de las advertencias en su holograma de realidad aumentada, Sandra selló y aseguró totalmente su traje.

—Mierda. Esa silueta da mal rollo. ¿Detectáis movimiento? Una mano, la cabeza... no consigo ver si lleva o no traje...— el tono relajado de la técnico acababa de desaparecer como por ensalmo. Parpadeó, forzando la visión para distinguir si aquella persona se movía o no, pero era sumamente dificil. Las palabras de Stocker la devolvieron a donde tenía que estar. No debían perder el tiempo —Gracias, Stocker, por las indicaciones. Está claro el camino a seguir. De acuerdo con Robert en revisar primero la cabina, nos puede dar una idea de lo que nos podemos encontrar. No tengo problema. Así que, ¡vamos allá!

Sin más, cogió su equipo y se dirigió a través del pasillo de tránsito hacia la exclusa de la Hécate. Un solo vistazo le hizo ver que no tenía el cierre de seguridad activado, lo que intensificó su idea de que lo que hubiera pasado allí había sido algo rápido. Así que con una breve manipulación por su parte, un leve click le indicó que la compuerta se abría sin problema. Agarró la manivela de apertura y tiró hacia ella dejando el paso abierto al interior de la estación.

Se hizo a un lado para que pasara Kalr —Usted y su equipamiento pesado los primeros, le sigo.

Sandra se esforzaba por identificar a la posible víctima o, al menos, determinar sus características¹. Aunque se mantenía en las sombras reinantes pudo percatarse de que la silueta del hombro se marcaba levemente donde iba el conector del casco. Eso quería decir que llevaba puesto un traje de vacío, aunque al quedar la cabeza en la completa oscuridad no sabía si tenía siquiera puesto el casco.

En cuanto manipuló el terminal se abrió la  compuerta exterior de la Hécate. Se adelantó flotando en el vacío hasta la segunda puerta, activando en el proceso las sujecciones de las botas para que se fijasen a la superficie de la base, facilitando sus tareas². Cuando abrió la segunda compuerta la primera se cerró tras ellos. Aunque aquello ahora no cambiaba las cosas si lograba activar los soportes vitales del lugar eso evitaría la descompresión del lugar.

Activaron las lámparas de sus cascos para iluminar el silencioso y oscuro pasillo. Tal como mostraba el mapa había espacio suficiente para avanzar de dos en dos y formaba un anillo alrededor de toda la estación. Si avanzaban por la derecha irían en dirección a la sala común, aunque antes pasarían por la puerta que conducía al módulo de control de embarque donde estaba aquella misteriosa figura...³