Partida Rol por web

Los dos escorpiones se giran para mirarte. Y luego miran al otro hombre sentado ante ellos. El que viste como un grulla, pero sin ningun mon a la vista.

Este, que parece entretenido reyendando algun tipo de papel, quizas un puzzle o un crucigrama, no te mira pero asiente.

Despues el cara de oso te hace un gesto con la mano para que te sientes. Tanto leon como oso se dedican a comer con traquilidad y discreccion y ninguno de ellos te dirige la palabra.
Y el otro, que decididamente es el que lleva la voz cantante no te mira siquiera.

Dejo al escorpión que se junte con los ce su calaña aunque me fijo en el samurai de pelo blanco. Lo miro con detenimiento y aunque no distingo ningún mon desde mi posición, diría que se trata de otro cangrejo por los colores de su kimono.

Me quedo de pié cerca de la puerta, fijándome en la mesa sin ocultarlo, es imposible escuchar la conversación con el bullicio reinante, así que me limito a analizar sus expresiones.

me siento y les digo (aunque se que no me miran, pero sobre todo para llamar su atención...)

-Así que él es vuestro señor...

hago una breve pausa, para ver su reacción,

-Bueno, ¿quereis algo para beber? yo tengo un poco de sed.

me giro un poco hacia la barra y con la mano levantada.

-POSADEROOO,...SAKE por aquí.

vuelvo a mirar a los escorpiones.

-bueno solo necesitaba información, esto va tanto para ustedes dos como para vuestro señor...

mientras digo esto señalo al individuo que rellena un papel de forma cortes, osea como reverenciandolo.

-...si sois tan amables,y si les puedo ayudar a ustedes después me lo decis, queria información sobre una persona, saber si anda por este distrito un señor que se llama Tombo, y por donde suele estar.

vuelvo a esperar una reacción....

 Tras esperar un buen rato en la entrada al lado de mi compañero Kuni Kiru, observo que mira con descaro a la mesa donde se encuentra ahora mismo nuestro amigo bayushi. Yo también me fijo en el samurai de pelo blanco, me extraña la situación. 

Tres Escorpion y un grulla en la misma mesa. Que extraño. susurro a Kuni Kiru.

Tal vez debamos ir a preguntar al tabernero si ha visto a alguien con la descripción de Tombo San por aqui. 

Aunque últimamente hablo más de lo usual, al lado de Kuni Kiru me siento más cómodo cada vez, y Akodo Iroshi no me incomoda tanto como antes. Espero a ver si nos decidimos o si nos quedamos esperando al lado de la puerta. La humedad de éste lugar me hace sudar cada vez más, y eso me incomoda.

Me quedo cerca de mis compañeros Moto san y Kuni san y les digo:

-Tienes razon, es muy raro que tres escorpiones esten con un grulla, pero no podemos hacer nada por ahora pues los escorpiones querran que les demos algo a cambio de la informacion y el grulla creo que mientrs este yo aqui no nos dira nada, tendremos que confiar en bayushi san, no nos keda otra. Aunque otra opcion es la que dijo Moto san, que para nosotros es la mas facil.-

Me quedo mirando a mis compañero a ver si llamaban al tabernero para preguntar.

-Bueno, mejor, voy a ponerme cerca de la mesa de los escorpiones a ver si puedo oir lo que dicen, bayushi podria hacer de las de el.-

Me pongo a una distancia de la mesa en la pueda intentar oir algo de lo que hablen los escorpiones con nuestro compañero, su semejante.

-Abria jurado que era un cangrejo...- digo haciendo gala de mi ignorancia con el descaro de un niño -creo que llevo demasiado tiempo fuera de mis tierras que veo cangrejos donde no los hay- digo realmente avergonzado -confundir un cangrejo con un grulla, que desfachatez-.

Miro distraido al suelo entre avergonzado y frustrado -Creo que la idea de Chishuu San es buena, y la suya también Akodo San...- Aunque había estado bastante tiempo con el León no había estado lo suficiente para acordarme de su nombre -...Yo me acercaré al tabernero a ver lo que me dice-  tras lo que me dirijo al susodicho señor, intentando hacer algo de probecho.

-Buenas, estaba buscando a un samurai de tez pálida, la última vez que lo vi bestía de azul y marrón, con letras doradasbordadas- espero la respuesta del tabernero a ver si salta la liebre

El tabernero tarda un poco en hacer oidos a lo que le dices, porque con todo el mundo dentro, tiene bastante trabajo.
No obstante, tras describirle la descripcion dos veces mas el hombre parece llegar a una conclusion.

Un samurai que pregunta mucho. Si es asi, seguramente lo haya visto.
Se queda no muy lejos de aqui, pero no debe de descansar bien, pues cada mañana lo veo paseando al venir a abrir mi local.

El tipo atiende una peticion y luego se acerca a un parroquiano.

¿Matsuto, tu has visto hoy al chico pregunton?

El otro hombre asiente, y explica que lo vio a primera hora camino de los muelles. Y le parecio extraño, porque en los muelles solo hay barcos y estivadores, no suele haber nada mas de interes.
El tenia que ir a trabajar, pero con aquel tiempo prefirio quedarse cerca de casa y no coger frio.

Tan abruptamente como empezo acaba la conversacion. Ya teneis una pista mas o menos solida, el joven Tombo bien podria haber vuelto a su residencia o seguir en los muelles, pues hablaban de hacia ya unas cuantas horas.

Pero menos era nada.

Los dos escorpiones no dicen una sola palabra. El posadero no obstante que esta hablando con tus compañeros te trae sake.

El silencio sigue estando presente, cuando estas seguro de que no piensan responderte o inmutarse, el hombre del pelo teñido de blanco habla por primera vez.

La libelula que buscas lleva dias en este distrito. No te sera dificil encontrarlo. Camina por la calle y seguro que el aparecera para preguntarte algo.

Nuevamente el silencio es tu maxima respuesta. El tipo ni siquiera te ha mirado para hablarte. Y estas seguro de que oyo cada una de tus palabras. Sabes que debe de ser un tipo importante para llevar dos escorpiones como guardas.

 Voy a ver que está haciendo nuestro amigo escorpión. Espero que obtenga información útil sin tener que deber favores a gente.

 Akodo Iroshi San, ¿me deja la botella de sake?

Le tiendo la mano a mi compañero para que me deje la botella de sake, que tan amablemente nos había dado el Bayushi Kusanagi, mientras me dirijo descaradamente a la mesa donde se encuentran los escorpiones y el que creo que es un grulla. Aunque me suenan los colores de haberlos visto, o en tierras cangrejo, o en alguna misión de patrulla por la frontera grulla, diría que es un grulla por el pelo, pero no estoy seguro.

-Si claro, toma, yo no creo que le vaya a dar otro uso, asi que te la puedes quedar.-

Le doy la botella a Moto Chinzu san, aparte de que yo no la iba a usar se le veia decidido en lo que iba a hacer, pero yo preferia mantenerme al margen y me quedo con Kuni Kiru san, pues si era verdad que era un grulla no creo que le hiciera gracia que estubiera yo por ayi.

Si bien me habia quedado escuchando disimuladamente la conversacion de los escorpiones inutilmente, pues no oia nada por el bullicio de la taberna, volvia con mi compañero cangrejo.

Me giro hacia este hombre tan peculiar, y con mucho respeto digo:

-Muchas gracias Señor,mmm no sé su nombre todavia, el mio es Bayushi Kusanagi...

Hago una reverencia hacia el.

-...Le invito a sake si quiere, u otra cosa que beba usted.

En el mismo momento en el que el escorpion estaba ofreciendo sake, se acerca un honmbre grande completamente vestido de blanco con una botella.

Los escorpines dejan de comer, y echan sus manos hacia las armas en reaccion a la llegada de este nuevo personaje.
Sin embargo, el hombre de color blanco, sigue sin levantar la cabeza de sus papeles, parece realmente entretenido en reyenarlos.

Debian ser sin lugar a dudas, unos juegos de hacer muy interesantes, para que ni siquiera se dignara a miraros a ninguno de los dos.

Observais como el Unicornio marcha decidido hacia la mesa. Los escorpiones, reaccionan ante el, llevandose las manos hacia las armas. Y durante un segundo os preocupais. Aunque os dais cuenta de que vuestro aliado, ciertamente intimida con su tamaño y sus colores.

Es como un gigantesco espectro.

Akodo solo habia podido pillar que vuestro escorpion particular intentaba comunicarse con los de la mesa, pero parecia que no respondian a sus preguntas.
Los otros dos escorpiones se habian dedicado a comer sin hacerle caso, y el hombre del pelo blanco, no lo habia mirado aun.

Asi se lo explico Iroshi san a Kuni san.

Ahora, ante la llegada del gigante blanco, el hombre que quizas fuera un grulla, no levanto la mirada y no parecio inmutarse ante su presencia. Quizas fuera ciego.

Nuestro "amigo" escorpión parecía continuar con el mismo éxito que de costumbre, algo que no resultaba nada sorprendente pero si cada vez más irritante. Puede ser que a estas alturas ya me moleste hasta el más mínimo error del bayushi, pero es que parece que no consigue hacer nada bien.

-En cuanto terminen de hablar estaría bien seguir la pista del tabernero ¿no os parece Akodo san?- pregunto al león, más para reforzar la perdida de tiempo que parece estar resultando la conversación con los escorpiones que para aclarar una futura linea de acción.

- Tranquilos es mi compañero, Moto Chinzú-san.

Diciendo estas palabras intento apaciguar a los escorpiones, y mirando a Moto san le digo,

-Gracias Moto san por traer mas sake, te presento a ... un señor muy amable que le gusta los puzzles-sama y a sus dos guardaespaldas, también muy amables por cierto.

-Moto san, ¿no sabrás un acertijo de las tierras lejanas donde provienes? estoy seguro que al señor le gustaria resolverlo.

 Al acercarme a la mesa, y ver la reacción de los escorpiones, levanto una ceja, que, como tengo máscara no se aprecia el gesto. Me siento al lado de Bayushi Kusanagi san, con mis dos metros quince de altura. Pongo el bote de sake delante de mi compañero, y sin prestar atención a nadie más, lo miro y...

Si, ¿alguna novedad?

Ni siquiera miro a los otros escorpiones. 

Espero que haya sacado algo más en claro sobre Tombo san, necesitamos información para darle a Otomo Sama y hay que hacerlo deprisa.

-Si, estaria bien eso, creo que podemos sacar mas del tabernero que Kusanagui san y Moto san de los escorpiones, esa gente no abre la boca a menos que tengas algo con lo que sacar tajada y estando el grulla por alli, si me vé tampoco dira nada.-

Digo a mi compañero convencido de que si vamos nosotros por el otro lado preguntando al tabernero cubriremos mas terreno, separados aunque mas peligroso siendo la tierra de los escorpiones, tambien podriamos podriamos sacar mas informacion y asi tardar menos en hallar al jove samurai.

-Intentaré no perder de vista al tabernero.-

Aunque era dicifil puesto que la taberna estaba llena, intentare seguir lo que haga el tabernero.

-Yo ya le he preguntado, dicen que se le ha visto a primera hora camino a los muelles y la residencia dice que está en los alrededores, le dicen el chico preguntón- hago una pequeña pausa .

-le voy a preguntar al que lo vio por la mañana a ver si me sabe decir donde vive- afirmo y me acerco a la mesa de Matsuto - Perdone Matsuto (Aplicar el San si corresponde), podría indicarme donde se encuentra la casa del chico preguntón ese, me ha dicho el tabernero que es aquí cerca. El tabernero parece muy ocupado y no quiero molestarle más- hace tiempo yo me dedicaba a labores que no distaban mucho de las que realizaba el tabernero y lo entendía perfectamente, se podría decir que sentía algo de empatía con su situación.

El Leon sigue al Cangrejo, y este encuentra al joven que habia visto a vuestro nuevo aliado. Explica que se queda en una residencia al final de la calle.
Al parecer la casa la lleva una señora mayor. No se sabe el nombre, porque el hace poco que vino a trabajar a este distrito.

Luego el comensal desvaria contando un poco su vida. Hasta que finalmente decide dejar de daros la brasa.
Teneis informacion de sobra para empezar una investigacion. Y el distrito tampoco es tan grande como para que sea imposible dar con un unico hombre que no deja de hacer preguntas a todo el mundo.