Partida Rol por web

Apoyada de espaldas sobre una pared observaba como no paraban de ser empleadas en la conversación diferentes cifras de dinero, cada una de las cuales iba acompañada de gestos de aprobación en la capitana y sus adláteres –o al menos eso era lo que creía ver reflejado en sus rostros. No se decidió a hablar hasta que la comunicación se hubo cerrado, momento que aprovechó para separarse de la pared con un leve empujón.

- Sí, perfectamente, capitana- respondió -Siempre es bueno saber quién es capaz de venderse por un poco de dinero.- añadió en un tono altivo que no empleaba hacía tiempo.

No me vendo, simplemente alquilo mis servicios a quien me paga bien. Es así como funcionan las cosas en mi mundo, princesita. Sonrío torcidamente a Eva. 

- Vaya, R5 - interrumpo con una sonrisa - y yo que creía que podría guardar las llaves durante un tiempo. Creo que vamos a tener mucho que hacer, pequeño amigo.

Mi sonrisa era aún más amplia en el interior, y eso podía verse a través de mi mirada y del ímpetu que había invadido a mis actos.

- Sé poco de la rebelión. No vengo de un lugar donde fueran precisamente populares, pero yo quiero participar. Creo que podemos hacer algo por cambiar las cosas. No sé lo que pensáis los demás, pero la Galaxia se merece algo mejor que los lugares por los que he pasado estos últimos años.

-Estaremos contentos de ayudar a la rebelion digo dirigiendome a Eva pero esta nave no vuela sin repuestos y sin combustible, por no hablar de las mejoras y arreglos que hay que hacerle para que el Imperio no nos convierta en basura estelar, supongo que podra comprenderlo, no somos cazarrecompensas, somos supervivientes.

Que la llamase princesita y su ceño terminara de fruncirse fue todo uno, pero fue justo cuando iba a responderla de mala manera cuando previendo las posibles consecuencias sus “amiguitos” intervinieron, eso sí, con una sonrisa. Permaneció en silencio, templando su enojo a medida que hablaban, aunque no olvidaba cómo se había referido a ella.

- Pues su jefa no ha dicho lo mismo, es más, ha remarcado aun más la temporalidad de sus acuerdos diciendo que se alquila, no se vende, a quién le pague bien.- ¿Por qué había tenido que dirigirse a ella como “princesita”? ¿La tenía envidia?, ¿la guardaba rencor por haber nacido en determinado tipo de familia? Creía haber dejado atrás su pasado pero aun después de pasar tanto tiempo fuera de su tierra… –Y respecto a lo de princesita…- se dirigió directamente a ella. -…tengo un nombre, espero que no sea necesario pagarla para que se dirija a mí mediante él.

Hago un esfuerzo por recordar ese nombre mientras su uso aún está libre de pago. La situación no debe empezar así, y en mi rostro seguro que se muestra el lamento por todos los malos comienzos.

- Eva, ¿verdad? - consigo vencer al olvido. Nunca fui diestro en recordar más allá de dos o tres nombres. Quizá la falta de costumbre - Es un nombre bonito, desde luego, y espero que me permitas usarlo sin cargos.

Me acerco para ofrecerle la mano, no antes de echar un furtivo vistazo para asegurarme de que está todo lo limpia que una ocasión así merece. Ya ni recuerdo los saludos formales, pero lo considero apropiado, como esas cosas que sabes por intuición que son correctas incluso sin haberlas practicado nunca antes.

- Me llamo Dheeron, y soy el nuevo encargado de que esta nave esté en el mejor estado funcional. De momento, debo deciros a todos - continúo mientras paso el saludo de uno a otro, hasta completar a los nuevos conocidos - que la nave se comporta de forma extraordinaria, y si no está completamente adaptada a una tripulación de 6 personas, haré lo posible por enmendar eso. La nave también tiene un nombre, por cierto - y miro a Tixanai para que me ayude - aunque me temo que éste sí lo he olvidado.

Reparo finalmente en mi droide, aunque no lo he olvidado.

- Éste es R5, mi droide astromecánico. Ya nos ha ayudado a salir de más de una situación apurada, así que me imagino que le seguiré debiendo mi piel durante mucho tiempo. Ah, Tilak - miro al hombre de Tatooine - seguro que tenemos ocasión de trabajar hombro con hombro. Nos vendrá muy bien cualquier ayuda, desde luego.

Kal se limito a sonreir durante toda la transmision. Sabia que algo andava mal. Sabia de alguna manera que no iva a despedirse asi de ese apestoso planeta ni de sus antiguos camaradas. No sabia bien como, pero el destino era asi de cabron.

Asi que disfruto como un enano viendo el regateo y la nueva mision. Solo informacion, eso era toda una novedad.
A el no le costaria mucho hacerse pasar por recompensas, al fin y al cabo es practicamente lo que era.
Pero el resto era otra cosa.

Viendo que las palabras de la capitana sonaban a amenazas, se relajo y disfruto. No sabia que a estas alturas de su vida esas cosas con el no ivan. Habia sido un pendenciero, pero ahora tenia otra filosofia d ela vida. Primero sonreia, luego disparaba y luego volvia a sonreir. Y eso es lo que estaba haciendo.
Sonreir mientras el aluvion de amenazas vedadas y desplantes tenian sucesion. Le sorprendio ver como se intentaban calmar los animos.

Bueno, parece que seremos una carga tremendamente molesta. Espero que este negocio no os salga caro.

Estas palabras estaban marcadas por un tinte tremendamente socarron. Parecia que le divirtiera la situacion de la tripulacion de la nave. Pero cuando volvio a hablar lo hizo en otro tono.

Ahora os digo, y no lo repetire. Este planeta es muy peligroso, vivir o morir dependen casi siempre de como jueges tus cartas y de a quien miras mal o bien. Asi que estad atentos. Porque es muy distinto ser una nave de alquiler, que ser cazarecompensas. En esos momentos, os recomiendo encarecidamente, que dispareis primero, porque seguramente sea la unica manera de sobrevivir que tengais.

Hace una pausa, sin dejar ese tono frio, como si de un asesino se tratara.

Volvamos, pero estaos preparados para cualquier cosa. Porque alli abajo solo vais a estar seguros con los que aqui estamos. Todos los demas venderan vuestras almas por una copa o quizas por algo menos.
Y el ultimo consejo....

Dice mirando a la tripulacion.

No os echeis el farol de que sois gente dura si no podies ganar la apuesta.

La frase no iva por el. A el le importaba bien poco si podian defenderse solos o no. Pero no queria que esta reunion se convirtira en una fiesta.
Pero como solia hacer ya desde algun tiempo, volvio a su actitud habitual. Y sonrio despues de todo lo que habia dicho. Recostandose con los brazos tras la cabeza se preparo para echar una cabeza en aquella incomoda butaca espacial.
Ahora tenia que disfrutar de estar vivo, y necesitaba despejar la mente de tanta bebida.

Hablando para todos -Bueno, dejemonos de tonterias y vayamos al lio, teneis algun plan una vez lleguemos alli? vosotros sois los "duros" e implacables, asi que algo tendreis pensado, no? y dirigiendome a Tixa -Creo que seria mejor salir cuanto antes y volviendo a hablar para todos -a no ser que alguien necesite hacer algo de ultima hora, es asi?

Claro! nadie piensa recargar al droide, típicas bolsas de fluidos y su "comida"

R5 se dirige al cuarto de máquinas y se conecta a la terminal de recarga más cercana.

Viro la Blue Moon de vuelva a Tatooine mientras respondo a Dheeron.

Es la Blue Moon, Dheeron, y me alegro que esté en perfectas condiciones. Le sonrío amigablemente, ha sido un acierto incluirle en el equipo. Tengo que transferir tu porcentaje, ¿o prefieres que te lo de todo cuando cobremos el resto?

Sigo dándole vueltas a qué le voy a decir al control de Mos Eisley en cuanto contacten con nosotros. Pero ya se me ocurrirá algo.

Mientras charláis esperáis vuestro turno en la nube de naves que pretenden entrar en el planeta. Pronto control se pone en contacto con vosotros.

-Aquí control espacial de Mos Eisley. Digan código de nave, Planeta de procedencia y motivo de la visita.

Kal sonrie con los ojos cerrados.

Sugiero que no les volvais locos, decidles, que tenemos una averia. Es perfectamente creible. Sin ofender claro.

Parece que ya estan de vuelta al lio.

Abro el canal de comunicaciones. Aquí la Blue Moon, enviando el código de la nave. Tenemos una avería en el motor y debemos volver a Mos Eisley para hacer las reparaciones. Espero que se lo traguen, en realidad no pueden comprobarlo.

Tilak susurra a Dheeron (y a quien esté cerca para oirle).

- ¿... en el motor? ¿Una avería en el motor? ¿No hubiese sido más creíble hablar de una avería en el sistema de filtrado del aire o de reciclaje de residuos orgánicos? ¿O, joder, de una avería en general sin especificar nada? ¿Tu crees que va a colar que pensamos aterrizar planeando porque no tenemos motor?

-No te preocupes respondo a Tilak no tiene porque estar fuera de servicio del todo, aparte, ella sabe perfectamente lo que hace.

Sonrío ante los comentarios que suscita el informe de la capitán de la Blue Moon y saco unas cuantas herramientas.

- Bueno, llega un momento en la vida de todo ingeniero en el que se encuentra en la situación de tener que estropear una nave en lugar de arreglarla. Creo que podré simular un efecto como el que necesitamos para ser creíble. Desajustaré los estabilizadores y bajaré la tensión de uno de los sistemas de ignición automática, eso desequilibrará el vuelo, así que tendrás que estar atenta al cabeceo, capitán, no sea que tengamos un verdadero accidente. Tranquilos, no será gran cosa, pero lo hará todo más creíble. ¿Vienes, Tilak? Me vendrá bien una mano ahora que R5 está cargándose.

Me dirigí al cuarto de motores por el oscurecido pasillo de acceso. Me sentía extrañamente eufórico, pero a diferencia de otras ocasiones, no me preocupaba por ello.

- Claro.

Tilak sigue a Dheeron con la intención de ayudarle.

Subí por la escalera de acceso a los conectores secundarios. Abrí la compuerta y aspiré el aire seco y eléctrico del pasillo principal de transmisión. Tuve cuidado de no golpearme la cabeza, como me sucedió la primera vez que subí a revisar los sistemas, y avancé seguido de Tilak. Me detuve en un punto crítico y le indiqué dónde estaba la caja reguladora de flujo. Mi colega sabía lo que debía hacer. Ambos nos dedicamos a ello, con la caja de herramientas entre ambos, concentrados en nuestra tarea.

Era un lugar frío comparado con el resto de la nave, y oscuro. Mantuve la pequeña linterna encendida con la boca para enfocar el entramado de cable y derivé un par de sistemas menores antes de desajustarlos. Era fácil que algo así sucediera. Simplemente desincronizaría la transmisión de los pulsos de un motor sobre el otro, lo cual haría que el estabilizador sobrecompensara. No era un fallo peligroso, pero solía dificultar el pilotaje. Si se hacía bien era muy creíble, sobre todo porque había varias cosas que podían provocar tal efecto, y resultaba una avería difícil de localizar, por lo que hacía imaginable la prisa de una tripulación por posar el aparato y descubrir qué estaba sucediendo.