Partida Rol por web

Carguero de Tallon:

Cazacabezas modificados:

No se como hacer para colocarme, pero me pido la casilla:

X= 21

Y= 17

Vale, ya está.

Tilak sale corriendo, se sube al Transporte Coreliano y empieza a manipular los controles de la artillería de dicha nave, dejándola de forma que apunte hacia la puerta este con la evidente intención de hacer una barbacoa.

- Voy a modificar algunas cosas, chicos. Cuando estéis listos, avisadme. Apagaré las luces de la zona por la que entremos, eso nos permitirá estar ocultos por la oscuridad mientras avanzamos. Al mismo tiempo encenderé todas las luces de su lado para que queden expuestos.

Ah, y encenderé el sistema antiincendios justo antes de entrar. Debería durar unos segundos, eso les distraerá, si todo va bien.

¿Listos? En cuanto me aviséis, activo la trampa.

Espero que todo vaya bien, pienso mientras me preparo a su señal.

Una vez realizado el plan, todas las piezas del tablero comienzan a moverse como las holográficas de  una partida de Dejarik. Jarno, Amiya y los dos mercenarios que acompañaban al piloto esperan su turno en las escaleras que dan a la trampilla, mientras que Tilak, Tixanai, Jack y Kal salen al exterior para entrar por la puerta principal del hangar, acompañando a Tallon, su esposa y su guardaespaldas el alienígena reptiliano llamado Jungen.

Por otro lado Dheeron se encuentra en la consola, cerca de Jarno, y esperando la señal convenida para accionar los controles cuyo objetivo es desatar la confusión y el caos en el hangar para así hacer la entrada más efectiva.

Jungen es el primero en avanzar en el exterior y pasa al otro lado de la puerta del hangar, la cual veis que está abierta, pues fue volada por los cazarrecompensas para entrar en ella. Entre el amasijo de hierro destrozado de la puerta neumática, Jungen echa un buen vistazo al interior y desde el otro lado os da informe de la situación.

En el interior Jungen puede ver ocho figuras dispersas entre las naves y hay varios apuntando a la trampilla, y otros cubriendo la entrada exterior, por la que vais a entrar vosotros, y la puerta interior, que da a los pasillos internos, y donde, por cierto, se escuchan ruidos de disparos, aunque en cuanto Jungen cruza la puerta comienzan a sonar voces de mando y los blásters estallan en los bordes de la puerta, soltando chispas que mueren en vuestros pies. Para bien o para mal la batalla ha comenzado.

Realizáis la señal convenida a Dheeron, que comienza la fiesta. Las luces que se encuentran sobre la trampilla se apagan, dejando la zona con sombras, aunque no en oscuridad total, lo cual es imposible, dado que Dheeron deja encendidas las luces de la mitad derecha del hangar para poder ver a vuestros enemigos, y además entra bastante luz por puertas y ventanales. También se enciende el sistema de incendios y comienza a caer agua sobre el hangar. Es el momento, si todo eso no les ha confundido, nada lo hará. ¡A por ellos!

Avanzo un par de pasos para ponerme justo en la puerta, para disparar y así cubrir a los que vayan entrando. Vamos, chicos, empieza la fiesta. Veo a uno de los cazarrecompensas en medio del hangar, perfecto, a lo mejor incluso le haga algo.

Encajonado en el túnel de acceso al hangar, con la trampilla de salida sobre mi cabeza, oigo un disparo. Y no necesito ninguna otra señal para asomar por la trampilla listo para disparar. Y conforme asomo, descubro a uno de los guardias de hangar de espaldas a mi, prestando toda su atención al lugar desde el cual ha venido ese primer disparo.

Conforme termino de salir, le apunto y no dudo en apretar el gatillo de mi arma. Y conforme termino de disparar, ruedo por el suelo haciendome a un lado para dejar espacio al resto de mis compañeros para que puedan ir saliendo.

Pegado al suelo, examino la situación y veo a los posibles objetivos repartidos por el hangar. Espero que no tardemos mucho en acribillarlos a todos pues también me he percatado del par de Caza cabezas que nos están esperando. Y por eso, a pesar de la situación, no puedo evitar sonreír ampliamente imaginandome la que voy a liar en cuanto logre ponerle las zarpas encima a uno de ellos.

Me asomo levemente y trato de disparar a aquel que se encuentre más directamente en el camino que va desde donde estoy yo hasta la entrada del transporte coreliano (supongo que veterano 1).

La adrenalina se dispara y veo actuar a Tixa, en cuanto dispara yo estoy a su espalda apuntando a uno de esos matones por encima de su hombro.

Tras activar los controles me muevo todo lo rápido que puedo, sin dejar de arrastrar a R5. Sé que la imagen que presento, además de ridícula, es un blanco fácil si me encuentro a algún adversario de camino a la entrada del hangar, pero no pienso dejar tirado al androide. No a pesar de todo lo que me han enseñado en los años anteriores a mi llegada a la ciudad vertical.

Avanzo penosamente, intentando no quedar demasiado retrasado. Con la otra mano sostengo la pistola blaster, listo para utilizarla si tropiezo con problemas antes de llegar.

- Un poco más, R5. Aguanta, un poco más.