Partida Rol por web

Gaulf te mira y se encoge de hombros mientras echa la vista atras, hacia donde se esta armando el jaleo.

No se, supongo que habra alguna pelea o algo por el estilo, prefiero no meterme donde no me llaman. Asi que tu tambien eres cazarrecompensas, eh? Has venido por algun trabajo?

A varios metros por delante de donde os encontrais se empiezan a oir tambien gritos. El orco echa mano de sus armas, con su mano derecha empuña una maza que parece pesar una tonelada, con la izquierda una enorme hacha tan pesada como la maza.

Vale, definitivamente esto no es normal, aqui esta ocurriendo algo. Saca tus armas chaval, creo que las vamos a necesitar.

- Eh... con respecto a eso, no tengo nada de armas. Es por eso que no tengo nada que hacer ahora, porque nada me han dejado. Es lo inconveniente de viajar solo de noche, me he despertado con estas ropas y sin mi montura, equipo, dinero, nada... - Haciendo claras señas de enfado, como si realmente me hubieran robado. Digamos, una cara de ira contenida.

Cuando le explicas "tu historia" al orco, este frunce el ceño y niega con la cabeza mientras estira su brazo izquierdo hacia ti ofreciendote su arma.

Malditos bandidos, deberian estar todos muertos. Dime, crees que podras sujetar mi hacha?

En ese momento aparece ante vosotros un ser que no habias visto jamas. Mitad insecto, mitad reptil y de no mas de medio metro de largo, con largos brazos acabados en cuchillas y cientos de dientes afilados. A tu espalda oyes unos chasquidos, te giras y ves a dos mas de esos monstruos observandoos.

Maldicion! Son maefus! Chico, mas vale que tengas aguante, estos bichos vienen en manadas.

Gaulf levanta su mazo mientras espera a que cojas el hacha.

Los tres pequeños monstruos se preparan echando sus largas patas hacia atras como si de saltamontes se trataran.

Tomo el hacha que me queda bastante grande como para poder llevar en una sola mano y me dispongo a  defenderme como sea. Las criaturas son realmente feas, extrañas y hasta irreales ya.

Uno de los monstruos a tu espalda se lanza directo hacia ti impulsandose con las patas traseras y abriendo la boca de par en par. El que teneis delante se lanza contra Gaulf de la misma manera, pero el orco consigue sujetarlo sin sufrir ningun daño y tirarlo al suelo cerca del tercer monstruito, que se queda mirando embobado como ocurre todo.

No se demoran mucho en tirarse encima nuestro y trato de defenderme de ellas lo mejor que puedo. Pero logra atacarme igualmente a pesar de todo. Pero a pesar de todo, logro sacar fuerzas dentro de mi y golpearlo con el hacha.

El monstruo consigue clavarte sus afilados colmillos, pero cuando se separa un poco de ti lo partes en dos de un hachazo, haciendo que pegue un grito de dolor que solo dura un segundo.

Mientras, Gaulf coge a su atacante y lo lanza contra el suelo. Una vez alli no le cuesta demasiado golpearlo con su mazo destrozandole las costillas y dejandolo casi muerto.

En ese mismo momento, el monstruo que queda pega un grito y tras el aparecen otros tres seres de largas patas.

Vaya, asi no vamos a acabar nunca!

El enemigo que quedaba en pie parece envalentonarse cuando aparecen sus tres compañeros y se lanza a por ti de la misma forma que el anterior pero a una velocidad de la que no puedes escapar. Consigue morderte en la pierna y se queda alli enganchado mientras los otros se preparan para lanzarse al ataque.

Empiezan a rodearos formando un circulo y mirandoos fijamente mientras sueltan unos suaves silvidos.

Reviento una de las criaturas y es una extraña sensación la que me recorre el cuerpo, pero me distraigo y una de ellas me muerde fuertemente. - Pero muérete maldita porquería. - Y la ataco

Consigues golpear a tu atacante con el hacha y dejarlo gravemente herido. Aunque no esta muerto ya no supone ningun problema, pero los otros tres monstruos si que lo son... y los otros dos que aparecen de pronto a vuestros lados son un plus a la batalla. Ahora ya son cinco los enemigos a los que os enfrentais.

Dos de los que ya estaban alli se lanzan a toda velocidad contra Gaulf, que consigue sacarselos de encima antes de sufrir ningun daño agitando sus brazos. Los recien llegados se entretienen devorando a los dos heridos que habia en el suelo.

Logro herir casi de muerte a mi agresor, pero ahora siguen cayendo alrededor nuestro y no parecieran querer detenerse. No se que nos vieron, pero no lo lograrán conmigo.

Consigues matar a otro de los monstruos con tu hacha y nueve mas ocupan su lugar. Gaulf se acerca a ti y te coge del brazo mientras tira de ti.

Vamos chico! Estos bichos no paran de venir, no hay nada que hacer!!! Si consiguieramos escondernos en algun sitio...

Gaulf inspecciona los alrededores intentando descubrir algun buen escondite, pero la polvareda y el jaleo formado en la calle impiden que pueda ver nada. Cuatro de los monstruos se lanzan a por el orco hiriendolo en un brazo y el costado izquierdo, mientras los demas aun se preparan para el ataque.

Uno más cae y ahora varios saltan contra el orco. - Malditas criaturas. -Mientras trato de sacarle de encima unas de ellas, pero pegando tan medidamente para no lastimarlo, que apenas rozo al agresor.

Intentas ver cuantos enemigos quedan aparte de los que ya estan ante vosotros, pero el polvo impide que puedas ver nada. A los catorce enemigos que ya habian se empiezan a unir otros tantos mas que se pelean por ver quien se lanza primero a por vosotros.

Gaulf a tu lado hace un chasquido con la lengua mientras te comenta que no vais a salir vivos de esta. Tres de los monstruos se lanzan contra el, pero consigue apartarlos a tiempo. No tiene tanta suerte con los otros siete monstruos que acaban encima suyo cubriendolo por completo.

Los pequeños bichos empiezan a cerrarse en un circulo a tu alrededor. De pronto, cuatro de ellos cogen impulso con sus largas patas y... desaparecen. Una luz blanca empieza a rodearlos a todos uno por uno mientras los va haciendo desaparecer ante la sorpresa de todos. Cuando todo termina solo quedais en la calle tu y Gaulf sangrando en el suelo. A vuestro alrededor solo hay restos de cadaveres y trastos tirados por todas partes, mientras la nube de polvo empieza a asentarse.

Maldita sea, maldita sea, de verdad está pasando esto y nos podemos morir. Pero si es así, lo haré peleando. Revoleo el hacha y antes de poder impactar algo raro sucede. Algo los mató a todos y cada uno de los agresores, miro a Gaulf y sigue vivo y yo también.

Miro para todos lados con la intención de saber que nos salvó y porqué.

Gaulf se levanta como puede apoyandose en su maza y consigue tenerse en pie a pesar de sus heridas. Mira a su alrededor con el ceño fruncido sin abrir la boca. Empieza a caminar cojeando para observar a su alrededor.

Esto es cosa del mago. Nadie mas puede tener el poder mara hacer algo asi. Chico, me parece que mi objetivo esta cerca, pero ahora mismo no podria enfrentarme a el. Sera mejor que busquemos un lugar donde curar nuestras heridas.

El orco ojea un rato las calles hasta que ve una posada con la puerta todavia intacta y avanza hacia ella.

Vienes, chico?

Mejor hago eso, no quiero ver como este sujeto que me ayudó tanto termina muerto por el mago intentando ganarse su dinero. - Si, vamos. Si el solo pudo hacer esto, no quiero imaginar lo que puede hacer con nosotros. - ¿Y los demás? ¿Seguirán vivos? ¿Por qué me preocupo tanto por ellos? Maldita sea, concentrate en las cosas que tienes por delante, luego los demás. Lo sigo ayudándolo en su lento andar. - Gracias por el hacha, le falta un nombre para lo buena que ya es. -