Partida Rol por web

La tarde va dejando paso lentamente a la oscuridad de la noche en la capital de Francia cuando vuestro vuelo aterriza en Aeropuerto Internacional Charles de Gaulle.

Apenas habéis descansado durante el vuelo, del que habéis salido cansados y aturdidos, para veros arrojados a la terminal del aeropuerto, presa de una frenética actividad y de cientos de personas que van de aquí para allá. Así que buscáis un lugar relativamente tranquilo, una zona de espera del aeropuerto, donde esperáis que Delphi se ponga en contacto con vosotros. Mientras tanto, sacáis de unas máquinas expendedoras cercanas unos bocadillos preparados y unas latas de refresco, que se convierten en vuestra improvisada cena de hoy.

La llamada de Delphi no se hace esperar. La coordinadora de Acción Global pide al Dr. Bennet que conecte su AppleBook al wifi del aeropuerto para descargarse una serie de programas y que después lo ejecute.
El científico así lo hace y todos os agolpáis alrededor del ordenador portátil para ver lo que sucede.
Y lo que sucede, desde luego, no os lo esperábais: En la pantalla aparecen multitud de ventanitas y en cada una se ven imágenes en tiempo real del aeropuerto. Entonces lo entendéis, ¡Delphi tiene pirateada toda la red de cámaras de vigilancia del aeropuerto!

Así es. Os confirma Delphi, hablando a través del AppleBook. Estoy introducida en las redes de los principales aeropuertos del mundo. Como podéis ver, es algo muy útil.
Pero vamos a lo que importa. He grabado la trayectoria de nuestros amigos desde que desembarcaron hasta que salieron del aeropuerto. Atentos...

Y efectivamente, la pantalla empieza a reflejar a Laura Rodriguez, escoltada (o así lo parece al menos) por los hermanos Bregovic, Dragan y Marko.
La imagen va pasando de una cámara a otra, pero os sirve para seguir al trío, que no tiene equipaje que recoger, ya que no se detienen en la cinta transportadora y van directos hacia una de las salidas del aeropuerto, donde llegan a una parada de taxis, y esperan unos cinco minutos antes de poder coger uno. Los tres montan en él y salen de la imagen por última vez.

La voz de Delphi vuelve a surgir por el altavoz del portátil.
He logrado captar la matrícula del taxi, así como la compañía para la que trabaja. La info la tenéis descargada en vuestros móviles. Por cierto, esa compañía tiene un puesto de información dentro del aeropuerto.

Os dejo a vosotros cómo seguir a partir de aquí.

Otro viaje mas, otra ciudad mas. Hacía tiempo que no visitaba Paris y la verdad es que era una ciudad agradable. A Gelmon le relajaba el echo de que esa ciudad no era como se describia normalmente, no le parecía para nada romantica.
Despues de escuchar a Delphi el primer paso estaba claro.

Bueno-dijo mientras estiraba los brazos- creo que lo primero que tendremos que hacer es ir a la compañia de taxis y preguntar. Despues ya veremos ¿no?

Si....Digo pensativo aun con la mente bastante enredada pero hay algo que no me cuadra...esa chica.....algo me hace pensar que esta siendo obligada a hacer todo lo que ha hecho, secuestrada o chantajeada....no lo se...no puedo relacionar a esa estudiante con el par de malhechores

Miro a los demas no esperando que acepten mis suposiciones puesto que hablo en voz alta para que me escuchen pero como una opinion personal

Junto a mostradores de compañías aéras y agencias de viajes encontráis el de la compañía de taxis, atendido por una mujer.

Conocéis los datos del taxi que tomaron la muchacha española y los dos matones serbios. Ahora, de alguna manera tenéis que lograr descubrir dónde fueron antes que el rastro se enfríe...

Me molesta el hecho de tener que viajar a otro pais distinto, me molestaba no saber el idioma, me molestaba viajar en avion... pero mas que nada me molestaba el hecho de que tuve que dejar mi arma en Italia. Ahora estabamos sin armas de fuego, contra dos matones profesionales y una niña que vaya a saber dios de donde salio.

Un leve resople es la contestacion a las ultimas palabras de Stevenson, yo mismo habia pensado en eso e intentado contactarme con Deplhi para ver en que nos podia ayudar, sin resultados aparantes. No habia tiempo para lamentarse, la pista estaba caliente y estabamos en un juego de gato y raton.. en el cual el maldito raton parecia Speedy Gonzalez.

Unos pasos antes de llegar a la recepcion de la empresa de taxis me giro hacia el grupo de espaldas a donde se encuentra la recepcion y digo por lo bajo pero para que me puedan escuchar.

-Bien, Gelmon creo que este es un trabajo para ti. Podrias intentar convencer a la recepcionista que dos matones secuestraron a tu prima o algo por el estilo y que tienes informacion sobre el taxi que se los llevo, pero no a donde fueron. Con eso seguro nos dara la direccion a la que se dirigian ya que el taxi debe reportarla a su empresa.

En el peor de los casos tendriamos que ser mas persuasivos, o pedirle a Delphi si puede hackear la señal de radio que usen los taxis para localizar a nuestro chofer estrella.

Durante el viaje Bennet había estado nuevamente enganchado a su teléfono móvil. Había estado hablando con el mismo chico de siempre durante todo el viaje hasta París hasta que se terminó la batería. Al ser un trayecto relativamente corto no había una toma de corriente en el avión donde conectar el teléfono. Cuando los demás oyeron el sonido característico del móvil al quedarse sin carga se temieron que Bennet empezara a despotricar como ya había hecho antes, sin embargo, esta vez se controló.

Casi immediatamente sacó el portátil del maletín y empezó a abrir ventanas y a dibujar lo que parecían estructuras de compuestos químicos. Al cabo de unos instantes, decenas de coloridos modelos tridimensionales de esos compuestos daban vueltas en un fondo negro.

Cuando el avión aterrizó, buscó a la primera oportunidad que tuvo una toma de corriente en el aeropuerto donde conectar ambos equipos electrónicos y volvió a llamar a Albert, mientras aprovechaba la conexión wifi del aeropuerto para mandar todos esos modelos por correo electrónico.

Al cabo de un rato, después de que Delphi les diera la nueva información, Bennet colgó el teléfono y se dispuso a sumergirse otra vez en los entresijos de la misión.

Estoy de acuerdo con Stevenson, no parece el arquetipo de persona que se relacionaría con esos hombres, aunque también es cierto que desconocemos una parte importante del rompecabezas que, justamente ellos conocen a la perfección. No debemos asumir nada sin antes estar seguro. De todas formas, dudo que esos dos gamberros tengan cualquier conocimiento de química para poder identificar la solución Giarelli dentro del laboratorio. O esa muchacha conocía el lugar o tiene una buena formación.

Espero que sepas francés Gellmon, esta vez no podré hacer de traductor. Aunque en el aeropuerto es fácil que sepan hablar inglés...

Estaba claro lo que tenia que hacer y sería pan comido. Daría la descripcion de esas personas y si la mujer no le creia solo tenia que hablar con el taxista para que corroborara lo que el decia.

No hay problema yo me encargo. Voy solo, esperadme aqui y ahora os digo. Espero que la señorita de la recepción sepa algo de ingles.-Y diciendo esto Gelmon se dirigió a  la zona de los taxis. Donde estaba una recepcionista con cara de aburrida. Muy alterado empezo a decir-Han secuestrado a mi sobrina! Dos hombres muy grandes y con aspecto de matones. Mi sobrina va con su uniforme del colegio. Ellos la agarraron y la llevaron corriendo hacia los taxis los intente alcanzar pero no pude y no se ha donde se la han llevado. Por favor señorita tiene que ayudarme, se lo suplico...

Un poco alejados para no entorpecer la "actuación" de Gelmon, el resto de los agentes de Acción Global observan la escena entre divertidos e impresionados por la capacidad del sueco para conseguir lo que quiere con su labia.
Es sin duda la clase de tipo que quieres que vaya contigo cuando sales por ahi a ligar...

Tras menos de dos minutos, Thorlief vuelve, luciendo una sonrisa satisfecha. Entre los dedos de su mano sostiene un post-it con una dirección anotada.

En el número 2 de la Rue d'Ankara. Anuncia Gelmon. Allí es donde el taxista llevó a nuestro trío.

No hay mucho más que decir. Tomáis un par de taxis que os lleven a la misma dirección que vuestras presas, mientras aprovecháis para informar a Delphi de los resultados de vuestras indagaciones.

Para cuando llegáis a vuestro destino ya es noche cerrada en París. Con sorpresa descubrís que os encontráis practicamente a orillas del río Sena. En cuanto al edificio situado en el numero dos de la Rue d'Ankara, tiene un aire clásico, con una fachada plagada de multitud de balcones abiertos y unos seis pisos de altura.
Antes de poder decidir qué paso seguir, una llamada de Delphi os confirma que estáis en el camino correcto:

Buenas noticias. Se trata de un edificio de apartamentos de alquiler. Y puedo confirmaros que una tal Laura Rodríguez ha alquilado el apartamento 4-C durante tres días.

Alzáis la mirada hacia el bloque de apartamentos, tratando de situar el de la señorita Rodríguez. Las luces están encendidas.

Una cosa más. Os comunica Delphi. El apartamento que ha alquilado es para una sóla persona...

Cuando salimos del taxi, le digo al taxista que espere unos momentos.

Bien, eso parece una misión para nuestros agentes de campo... No creo que les sea de mucha ayuda una rata de laboratorio y es posible que pudiera entorpecer más que ayudar. Además, sería conveniente mantener el taxi aquí hasta que consigamos la información necesaria o recuperemos la muestra. Me quedaré con el taxi i vigilaré la entrada por si decidieran aparecer esos dos matones, suponiendo que no estén arriba en estos momentos. Me encargaré de buscar una habitación de hotel en París. Si me necesitáis, estaré en todo momento en contacto a través del teléfono.

Al taxista no le importa esperar con Bennet aparcado frente al edificio mientras el taxímetro siga corriendo.

Mientras, el resto fijáis vuestra atención en el portal del bloque de apartamentos. En estos precisos momentos podéis ver como una mujer deja la puerta abierta mientras saca unos cubos y los va llevando hasta un grupo de contenedores frente al edificio.

Debe tratarse de la portera tirando la basura acumulada durante el día...

Tenia que reconocer que el actor tenia su estilo y le servia bastante bien. Habia conseguido conf acilidad conseguirnos la informacion que tanto necesitabamos y ya nos encontrabamos en camino hacia el lugar correcto. Delphi nos confirma por celular que efectivamente el edificio al que nos dirigiamos tenia una reserva a nombre de "Laura Rodriguez" en el piso 4-C.

Finalmente el taxi frena cerca del lugar y el doctor decide que es mejor quedarse en un lugar seguro... me pregunto a donde se fue toda esa palabreria que habia largado cuando estabamos en la camineta en Italia. Sin dedicarle una segunda mirada me bajo del taxi decidido a encontrar a esta muchacha. Espero ver quien me acompaña y quiens e queda con el Do, pero solo unos momentos. Cuando veo que la portera sale del edificio y empieza a baldear, digo a mis compañeros.

-Yo voy a adelantarme, los que se quieran quedar con el profesor haganlo.

Tras aquellas palabras emprendo mi camino hacia la puerta abierta del edificio, intentando pasar lo mas desapercibido posible ante la señora que esta sacando la basura.

Thorlief, aun preocupado por la chica le contesto a Clinton:

Yo voy contigo-y diciendo esto empezó ha andar detras de él.

Desde el interior del taxi, el Dr. Bennet hace una reserva de varias habitaciones en el hotel que suele utilizar cuando viene a París por razones de trabajo. Mientras lo hace, no deja de observar las ventanas del piso donde se supone que está la tal Laura.

¡De pronto ve una figura pasar ante una de las ventanas! Ha sido fugaz, y no podría dar detalles debido a la distancia, pero está casi seguro que ha visto el pelo claro de la muchacha. Esto parece confirmar que se encuentra allí en estos precisos momentos.
Ahora mismo, Bennet mataría por unos prismáticos...

Mientras, Bart Clinton y Thorlief Gelmon se aproximan a la entrada del edificio paseando tranquilamente por la acera, sin tratar de llamar la atención. Ahora mismo, la puerta de entrada está abierta de par en par y la portera está en junto a una serie de contenedores de diferentes colores, tirando dentro bolsas de basura.

Es el momento. Clinton y Gelmon intercambian una mirada y se desvían de su paseo por la acera para entrar directamente dentro del portal sin que nadie lo advierta.

Clinton, sigiloso como un gato, sólo necesita un segundo para llegar hasta el portal, pasando completamente inadvertido.

En el interior, una corta escalinata da a la primera planta, donde está una habitación acristalada señalada como portería y las escaleras que suben a las distintas plantas. También hay un ascensor (uno sólo), bastante antiguo, que se asemeja a un cubículo metálico, estacionado ahora en el primer piso.