Partida Rol por web

El capitán miró al doctor. ¿No solo tendría que pagar la reparación sino que también tendría que "regalarle" el viaje a la viuda?

- Siento si no se ha entendido. No tendrán que pagarme la estancia. No les cobraré todo el peaje, les cobraré el viaje hasta este planeta, la parte proporcional. Con el restante, podrán pagarse lo que les queda hasta su destino. Creo que es lo más lógico. Si aun así quieren esperar a que terminemos las reparaciones y volar de nuevo con nosotros, estaremos encantados de llevarles. Es lo único que puedo hacer, las reparaciones para nosotros también serán caras, y por supuesto que no pienso cobrarselas ya que ustedes no tuvieron nada que ver. Pero entiendan que es fruto de las circunstancias, tampoco podiamos haberlo evitado nosotros. La nave estaba en perfectas condiciones cuando partimos.

Esperaba haberse explicado bien. Era la mejor situación para todos, no podía permitirse no cobrar a la viuda por el peaje. No obstante, no les había dejado en donde les había prometido, por lo que no les iba a cobrar todo. Esperaba que la viuda tuviera suficiente para poder continuar.

El médico levantó la mirada por encima del hombro del capitán, observando de soslayo a Gideon.

- Lamento si soy yo el que se ha explicado mal, capitán. El viaje desde Hera a Paquin es más corto sin escalas que parando en Persephone. Como le digo yo no tengo problemas, pero no sé si la señora Gowan podrá costearse este segundo trayecto. Incluso si pudiera quedarse en la nave, dudo que pudiera costearse su manutención.

Se encoge de hombros y justo en ese momento el Cuervo sufre una ligera sacudida mientras entra en la atmósfera del planeta.

- Sea como sea, no es mi problema - dice dándose la vuelta. Ciertamente, se puede preocupar por Shue, pero no está muy dispuesto a tener un conflicto con la tripulación a causa de la viuda. - Iré a recoger mi equipaje y cuando aterricemos supongo que nos informará del tiempo que tendrá que pasar en tierra para poder evaluar nuestras opciones.

Mientras se retira, Bazooka entra en la sala común, proveniente del puente de mando.

Bazooka apareció desde la cabina con cara de pocos amigos, aunque en su mirada se percibía un poco de vergüenza ciertamente infantil al dirigirse al capitán. Mientras señalaba hacia el exterior de la nave gruñó algo:

- Eeeeps...Capi, tenemos compañía... Han mandado una escolta porque no se fían. Si pitamos por radioactividad, los cabrones de la Alianza no nos dejarán aterrizar. Si todo va bien, en unos minutos tocaremos tierra...

(Mirando al suelo) Quizá si le echamos un poco mas de agua a la masa proteica la viuda podría pasar la estancia en el planeta con nosotros y tras las reparaciones continuar el viaje. A saber qué clase de desalmados hay aquí... y a donde la llevarían.
 

Gideon volvió a carraspear, señalando que la mujer aún estaba presente*. Cogió su taza de café y se acercó a los demás, intentando que su altura sirviera para llamar la atención sin tener que requerirla.

-Nuestro querido pasajero tiene razón. Nadie podría prever esto, pero ha ocurrido y deberíamos ser proactivos. Yo puedo ayudar con los controles de entrada al planeta. Creo que conozco a gente** que podría facilitarnos una ventana de acceso. En todo caso, seré capaz seguro de hacerles dudar.

La confianza de Gideon en sí mismo, o cuando él se atribuía una virtud, tenía su reflejo en su postura, que se estiraba y elevaba la barbilla. Dio un buen trago al café y lo paladeó con claro deleite.

-En cuanto a nuestra señora - retomó -, estoy convencido de que encontraremos la forma de solucionar el inconveniente.

Rick siguió la conversación en silencio. Tenía poco que añadir a lo dicho por sus colegas, y al final era decisión del capitán el cómo gestionar aquel asunto. Buscó con la vista algo para juguetear distraído mientras terminaban sus compañeros. Su mente estaba demasiado activa. Y sus opciones eran distraerla con alguna tontería, o adormilarla con alguna sustancia... o ambas. Pero de momento necesitaba estar despejado. No encontró nada con lo que entretenerse, así que empezó a cambiar de posturas impaciente.

La situación era complicada:

- Nosotros no somos personas de la caridad - dijo por lo bajo para que pudiera escucharle su tripulación - No podemos ir regalando el poco dinero que tenemos. - Negó con la cabeza. - La mujer no es asunto nuestro. Tenemos problemas mas grandes entre manos.

Miró a Gideon y asintió con la cabeza.

- Haz lo que puedas, trata de evitar en lo posible los temas de mi detención y de la nave parada. Pero no ocultes nada, por si acaso. Al fin y al cabo, no tenemos nada que ocultar, ¿no?

Por una vez que estaban haciendo un trabajo limpio y "legal"...

El caza de la Alianza os escolta hasta un pequeño muelle militar, no muy lejos del puerto principal de Eavesdown. Todd avisa por megafonía del inminente aterrizaje, interrumpiendo la conversación sobre los pasajeros, y todos os preparáis para el ligero impacto de la nave al posarse contra el suelo.

El piloto para los motores, lo que hace que Bazooka (y algún otro al que le costaría más reconocerlo) casi suspire de alivio al interrumpir el flujo de radiación del núcleo principal. Tras informar a la Torre de Control que el Cuervo se ha detenido según las instrucciones, Todd es informado de que un equipo mecánico de la Alianza investigará la fuga inmediatamente.

Os reunís nuevamente en la sala común y el capitán maldice al escuchar las noticias. Tras recoger la documentación de la nave, ordena a todos dejar vuestras armas en los camarotes y reuniros en la bodega de carga, dispuestos a ser abordados por las autoridades del muelle.

La rampa de carga de la nave desciende mientras Randall aprieta el botón de apertura. Cuatro soldados con rifles de asalto suben por ella, apuntándoos mientras se aseguran de que no váis armados. Están perfectamente equipados para el combate, con cascos y armaduras para protegerse de cualquier emboscada. Al fondo de la bodega de carga, podéis escuchar el grito ahogado de Shue al ver las armas de los soldados, mientras que el doctor Hawthorne intenta tranquilizarla.

Detrás de los soldados, sube un suboficial acompañado por un par de hombres que llevan una caja de herramientas. El sargento se acerca a Hoban y pide los papeles de la nave. Después, le hace un gesto a dos de sus hombres para que registren la nave en una inspección de rutina.

- El Cuervo - lee. - Muy apropiado. Veo que ha estado inmovilizado hasta hace pocos meses. Deberían haberla revisado mejor al ponerla en marcha. Estas naves antiguas suelen dar muchos problemas.

Bazooka hace amago de contestar, pero un gesto de Rick y la mirada de uno de los soldados de asalto le convencen para que se muerda la lengua. Los soldados que han ido a revisar la nave vuelven en pocos minutos y le hacen un gesto afirmativo a su superior.

- Parece que todo está en orden - dice el sargento. - Necesito que mis mecánicos examinen su motor. Por lo que me han informado, su piloto dijo que tenían algún tipo de avería.

Espera a que el capitán, o quien sea, les guíe hacia la sala de máquinas.

-Tranquilo muchacho, son solo mis cubiertos, ... para comer, ya sabes.- Digo con las manos bien visibles, mientras el soldado aparta un par de cuchillos a un lado, sin dejar de apuntarme con el rifle.

-Algo grandes, ¿no? - Responde cacheándome de nuevo.

- Tendrías que ver lo que comemos algunos por aquí.- Contesto con una media sonrisa, - Y ahora si quieren, aquí nuestro mecánico - indico con un gesto a Bazooka, - y yo mismo les guiaremos a la sala de máquinas.

Al ver la mirada de duda en la cara de Bazooka, comento también - Igual nuestro especialista en electrónica y astrofísico de bolsillo está interesado en oír la voz de los expertos.- Digo señalando a Randall 

Tranquilizo a Wilson con un gesto de la mano.

El mecánico asintió al señor Snow y avanzó guiando a los mecánicos de la Alianza por los pasillos hasta la sala de máquinas:

- ¿Mucho trabajo, muchachos? - le dijo a uno, dándole un golpecito en el antebrazo, conciliador e intentando aparentar camadería. Ojalá os pudrieseis todos en el infierno, cabrones de la Alianza. pensó mientras lo hacía.

El capitán permaneció quieto, tratando de que no se notara lo mucho que le estaba fastidiando toda esta mierda. Intentaba responder al capitán, sin tratar de agradarle. Era una burocracia que estaba claro que no gustaba ni a unos ni a otros, y no tenía por qué forzar las cosas.

En la puerta de la sala de maquinas, Randall les ofrece una pastilla de yodo y una mascarilla hacia los guardias antes de que entren en la sala, el desde luego se pondrá una. (Serán ellos los que abran la puerta, Randall sujeta a Bazookaa) si reciben radiación será por SU culpa. (Citando la serie Better off Ted: -A esa altura un paracaídas no marcara ninguna diferencia -Si desde el punto de vista legal)

-Todo esto es fruto de una fisura en la chapa modelo Wilson Smith del 23 que recubre la junta de la trocola del carburador izquierdo del inyector de positrones. Como puede ver el sello del perito que revisó la nave durante su estancia en el hangar está intacto. No me explico como hacen las cosas en esa luna... y mira que yo soy de allí. Solo necesitaremos una willsonsmith del 23, esta vez que sea de Persefone mejor. una limpieza atmosférica y un nuevo sello. Creo que nos acogeremos a la ordenanza A27 de la alianza de auxilio en el espacio en vez de demandar a la empresa fabricante de la actual chapa. Para que hacer ir a un perito de la alianza de testigo a un juicio contra una empresa de acero criogénico. Mientras deciden si el perito y el mecánico de la Alianza es un inepto o Acera.S.A. (superempresa del lobby del metal espacial que todos sabemos que pone y depone senadores, y que podia comprarse un planeta pequeño) es una chapuzera, nos moriremos todos de viejos (Sonríe)...

El sargento mira al chico con expresión desconcertada durante un instante, y luego recupera la compostura.

- ¡Cállese! - dice en el único recurso que le queda para contestar a alguien que no sabe muy bien ni lo que ha dicho. - Nuestros expertos analizarán esa avería...

Ahogáis una sonrisa al ver el gesto de uno de los mecánicos ante el comentario del suboficial, mientras el otro saca un traje anti-radiación de su equipaje y se lo pone rápidamente por encima de la ropa. Al cabo de un momento, sale otra vez con la máscara quitada.

- Sargento, es un problema reciente. La radiación aún no ha alcanzado niveles tóxicos. - Le explica al oficial, mientras le hace un gesto a su compañero para que pase al interior. - Aunque, evidentemente hay que arreglarlo inmediatamente... y no recomendaría dejar volar esta nave hasta que esté reparado.

El otro mecánico sale un momento después.

- El chaval tiene razón, aunque hará falta mucho más que una Willsonsmith del 23 para arreglar eso - dice sonriendo a Randall. - Me temo que el arreglo le va a salir por "un pico", capitán. - Añade mirando a Hoban. - Sustituir esa pieza no es barato. De hecho, es posible que pueda conseguir otra Firefly en alguna subasta a un precio similar al que le van a cobrar por hacerlo.

Mientras el sargento se acerca al capitán, escucháis cómo los dos mecánicos comentan entre ellos. Lo que no sé es cómo cojones se ha podido romper esa pieza...

El sargento se encara con Hoban mientras rellena un formulario.

- Ordenanza A27 - dice repitiendo las palabras de Randall, seguramente ignorando que únicamente es aplicable a las operaciones de rescate en espacio profundo. - De acuerdo, tiene que firmar aquí y aquí - dice pasándole la carpeta a Hoban. - Ya ha escuchado a mi mecánico, la nave queda inmovilizada en este hangar, salvo para volar a un taller dispuesto a repararla. Una vez reparada tendrá que volver aquí para pasar una inspección.

Espera la firma del capitán y, cuando lo tiene recoge la carpeta, tendiéndole una de las copias.

- Quédese esto. Nosotros retendremos la documentación de su nave hasta que esté todo en orden...

Llama a los mecánicos y al soldado que os ha escoltado hasta allí y regresáis a la bodega de carga. - Eso es todo, que tengan un buen día - dice dirigiéndose a la rampa para salir de la nave.

Asisto a la escena con los ojos como platos. Conforme la cara de los inspectores va cambiando, mi sonrisa se va ensanchando. 

Hasta el comentario de lo que va a costar la reparación. Ahí me desinflo... 

-buffff... ¿y ahora que?, - pienso en voz alta mientras recojo mis cuchillos y los vuelvo a poner en sus fundas...