Partida Rol por web

El médico dio una palmada intentando atraer la atención y reducir la tensión. Quizá se llevase un disparo por ello, pero no quería que aquello desembocase en un tiroteo. Porque además, eso pondría en un serio problema a Hoban.

- Venga, y ahora, ¡una ronda para todos! ¡Paga "el nuevo"!

Dijo, refiriéndose a Bane.

- Hay que relajar tensiones, ¿no?

Le apetecía más bien poco poner buena cara, pero si iban a trabajar juntos, sería mejor limar las asperezas cuanto antes.

Cuando Bane vio que el tipo retrocedía dos pasos, miró a los dos que le apuntaban.

Pensaba que a esas alturas ya habría recibido un disparo, y su estrategia había sido disparar al tal Bazooka antes. Pero por motivos que no comprendía, no había sido así.

Visto lo visto, y que había conseguido limar el orgullo del grandullón, Bane dirigió lentamente su arma hacia su funda.

- Tranquilo, chaval. -Una mirada hacia Bazooka- Ya veo que tienes a tus guardaespaldas para protegerte... Cuando seas un tío de verdad, seguimos con la conversación.

No le gustaba esa tripulación. Mucho hombre, y poco cerebro. Odiaba todo esto. ¿Dónde estaba su antigua gente?

Varios años en una celda de mierda para esto...

-Chupi

Guardo mis armas, y me dirijo a Hoban como si nada hubiera pasado, con una inocente sonrisa y una mirada de verdadero interés.

- Bueno, entonces ¿de que va el trabajo ese nuevo, jefe?. 

- Bane - dijo Hoban cuando sacó el arma, llevandose instintivamente la mano a la suya - Puedo ser amigo tuyo pero son miembros del Cuervo. Y si lo son, lo es por algo. Os dejais de gilipolleces o hablo con Jade y os quedais los dos fuera de la operación. - Sabia que no podia decirles lo que hacer, pero una amenaza cuando había tantisimo dinero encima de la mesa...

Miró a Todd y se sentó, tenia el rostro muy enojado. No iba a pasar esto por alto, el capitán era asi.

- Pues ya no se si va a ir bien el trabajo o no. Porque lo estais tirando por la borda. Obtener el trabajo depende de la impresión que le deis a Jade, ¿entendeis? ¿o vuestras ganas de tragar pis de gato ha ido tan lejos que ya ni distinguis eso? Desde luego no os lo estais ganando... ninguno de vosotros - y volvió a mirar a Bane. - Si no trabajamos como un equipo, no sirve de nada intentarlo... Capullos.

Bazooka no tenía muchas ganas de hablar por lo sucedido y porque en las palabras del capi se intuía que el cowboy del espacio aquel iba a seguir con ellos sí o sí y que además, había otro chumino de por medio. Jade sonaba a nombre de mujer. Pero se abstuvo de hacer ningún comentario al respecto y tras pegar un manotazo al aire apartando a la señorita que bailaba que seguía quejándose por el alboroto, preguntó:

— ¿Quién coño es Jade?

- Alguien en quién confiaría mi vida - dijo tajante - Y abstente de comentarios, Wilson, por favor, ella sería capaz de cortarte el pito antes de que acabaras la frase - le advirtió. Si, era una mujer que trataba con hombres porque la respetaban. Se hacía respetar.

Gideon enfundó el arma. Algunos individuos solo entendían el lenguaje del plomo. Una lástima, pero la galaxia, sobre todo en los límites exteriores, estaba llena de gente que se creía muy inteligente cuando lo único que hacía era huir. No es que él mismo lo juzgase, ya que él también estaba huyendo. Sin embargo, no había sido el primero en sacar un arma. Miró al bufón que tenían delante. Borracho y belicoso. Una perla.

Se atusó levemente la barba y escuchó al capitán.

-Parece que al fin todos estamos escuchando. Estupendo. Cuéntanos, capitán. ¿Qué tenemos?

A Randall le alegra que esto haya terminado ya, no quería conflictos internos, bastante jodida estaba el mundo como para complicar las cosas. Nunca tuvo sensación familiar, lo más parecido fue su época de “pandillero”, pero solo con estas personas se sentía cómodo. A ver de qué iba todo aquel trabajo, siendo la suma de dinero que era no sería nada fácil.

La mujer que se había apartado bruscamente se acerca nuevamente a la mesa cuando las armas vuelven a sus respectivas fundas.

- Será mejor que se tomen las cosas con más calma, caballeros. Persephone no es uno de los planetas del Anillo Exterior y normalmente la guardia no permite que se monte barullo en los lugares respetables...

Con un gesto de cabeza señala al camarero que os mira frunciendo el ceño junto a una pequeña terminal informática.

- La gente no viene aquí a ver el tipo de espectáculo que estaban preparando, así que espero que sus consumiciones paguen con creces las de los clientes que se acaban de marchar por su culpa - dice con una mirada de reproche. - Ahora, si son tan amables de decirme que quieren tomar, yo misma les tomaré nota y trataré de convencer al jefe de que no avise a la policía...

Sonríe de forma ligeramente sarcástica, pero ciertamente sacar las armas en medio del bar no parece la forma más adecuada de mantener un perfil bajo antes de un golpe. Por lo menos os está dando una oportunidad de calmar los ánimos y hablar tranquilamente del trabajo antes de ir a ver a Jade.

- Traiga dos botellas de whisky de persephone. Asi podremos comenzar de manera suave, para ir subiendo la cantidad progresivamente. - Ya estaba bien, dos botellas. Eso eran muchas copas, esperaba que asi se calmaran los animos del barman.

Tomó asiento. Siempre le traian problemas... siempre.

La parte buena de su mente, en teoría defectuosa, es que si este tipo de cosas no le hunden en la depresión durante días, quedan olvidadas rápidamente, hoy es este caso. Está deseando saber que les tocara hacer para ganar tanto dinero. Seguro que será complicado, ojala requiera algún tipo de ataque informático, así verán que mi sueldo está justificado.

Gideon sonrió ampliamente a los comentarios de la mujer, respetuoso con sus palabras y una leve inclinación de cabeza, obediente.

En su interior, la seguridad de estar razonablemente cubierto ante una participación policial le permitía imaginar qué hubiera podido ocurrir de aparecer la ley. ¿Se habrían llevado a todos? ¿Habrían hecho excepciones? ¿Quiénes, por qué?

Tras unos segundos de reflexión, Gideon esperó pacientemente la llegada del whisky, no porque anhelara su sabor ardiente, sino porque deseaba que la luz de un nuevo camino empezara a brillar de nuevo sobre sus cabezas.

Bane guardó silencio ante los comentarios de la mujer y se disculpó sinceramente.

No estaba bien lo que había ocurrido, pero al fin y al cabo, lo que pretendía el grandullón, precisamente, era guardar el honor de otra dama.

La sonrisa volvió a su rostro en cuanto escuchó mencionar el whisky... Sí señor, después de tanto tiempo en prision, le vendrían bien varias copas.

¡Jian ta de gui! ¡Wow! ¡Dos botellas! Bazooka asintió atónito a la generosidad del capi. No le gustaba que bebiesen mientras trabajaban, pero el mecánico no sabía decir si estaban fuera de servicio o en realidad estaban trabajando aunque fuera de la Firefly. En cualquier caso no iba a esperar a que aquella remolona camarera las trajese. Sin esperar demasiado, se levantó hacia la barra y fue él mismo el que trajo las botellas y algún vaso de más.

Con los dientes descorchó una de aquellas preciosidades y empezó a llenar los vasos de los que se sentaban a su lado mientras tendía la otra botella a Qing, procurando alejarla expresamente del nuevo, al que no dejaba de mirar de reojo de vez en cuando con cara de pocos amigos. Estaba loco y podía ponerse a dar tiros en cualquier momento. Seguro que era un psicópata que había estado en el trullo o algo peor.  

Aún con el corcho en la boca instó al capitán a hablar:

— ¡Oh! ¡Vamoff capitán! ¡Noshtienes effperando! ¡Suétttalo ya de una veff! ¿Qué tenemoff qu'hacer?

- Es un golpe muy complicado. - dijo el capitán hablando en voz muy baja para que prácticamente no le escucharan ni los miembros de la tripulación - y tiene que mantenerse en secreto. Nos reuniremos con nuestro contacto para acabar de ultimar las cosas y que nos dé toda la información, pero si que os puedo decir que, si sale bien, nos tocarían quince mil créditos. Y Bane no estaría dentro de ese reparto de dinero. 

El médico limpió un poco el vaso antes de servirse. Lo movió con cuidado dándole un par de vueltas y lo paladeó. Había probado brebajes peores, pero también mucho mejores. Aquella no pintaba ser de las botellas de debajo de la barra. La pequeña venganza del barman. Pero estaba justificado, aunque los dos gorilas no pidiesen disculpas, y al final todo cayese en manos del capitán. En cualquier caso, se reclinó echando el brazo sobre el respaldo de la silla y dispuesto a escuchar. Él ya tenía la información sobre el trabajo, así que podía relajarse y disfrutar de la mala bebida, la pobre compañía y una camarera demasiado maquillada como para no tener nada que ocultar.

- ¿y si sale mal? - pregunto de manera seca, bebiendo de mi cerveza. Cuando sólo te cuentan lo que puedes ganar, es que lo que puedes perder es mucho.

-Venga jefe, deja de dar rodeos, y ve al grano. Cuéntanos que demonios tendremos que hacer.

-Paciencia, Todd - Gideon hizo un gesto de calma -. Algunos platos son de cocción lenta.

- No puedo hablar aqui. Y además no se bien los detalles. Ya os dije que aun no nos han dado el trabajo. Disfrutad de las bebidas, y cuando las hayais acabado acudiremos todos a ver a Jade.

Sentenció. No tenia nada mas que añadir, ya que no sabia nada más. Se dedicó a beber un trago y a meditar sobre lo que habia ocurrido. ¿Si salia mal? Si salia mal posiblemente nada importara ya después de todo. Era jugarsela, era un all in...

Randall se tomo un trago, el silencio era incomodo pero no se le ocurría como romperlo
-¿Llevas mucho tiempo por este planeta?- Pregunto a la deseperada al tio nuevo, el tal Bane.