Partida Rol por web

Se relajó un poco cuando los chicos no hicieron caras raras a las pintas que tenía su casa. Fernando incluso la halagó, y eso le hizo gracia, aunque no lo exteriorizó.

-¿Cerveza? Bien, veo que habéis venido preparados- mientras recorrían el pasillo dejando atrás el comedor y el baño fue respondiendo a las preguntas de ellos -Pues vivir aquí , lo que se dice vivir... no llevo mucho. Quizás hará cosa de un año y medio que me traje mis cosas, pero con la academia y todo eso no he estado periodos largos. Fines de semana, vacaciones... cosas así- Abrió una puerta que era distinta a las que habían visto en las otras estancias. Esta era mucho más moderna, actual, aunque sencilla en su diseño la madera era de calidad. -Esta casa era de mis abuelos. Se la hicieron al poco de tener a mi padre. Ahora es mía- Se ahorró los detalles, casi seguro serían capaces de imaginar que se la habían dejado en herencia, con lo bueno y lo malo que ello suponía, pues nunca es plato de buen gusto perder a los seres queridos. 

Tras abrir la puerta irían entrando en la cocina. Nada tenía que ver con lo que habían visto de la casa antes. No habían muebles de Ikea, eran hechos a medida, y aunque habían cacharros por la encimera, como si de restos de una batalla brutal se tratase, pudieron apreciar que la comida estaba en una mesa. Se componía de un par de pizzas grandes y de un par de bolsas de plástico con comida oriental a domicilio en su interior. 

-Mi cocina es de autor, así que ya os impresionaré otro día con mis dotes culinarias...- Era una broma, pero como solía hacer lo dijo en tono tan serio que podría parecer que realmente era cierto, que podría ser la siguiente Ferran Adrià, aunque por las pintas de las sartenes y el olor a quemado que todavía impregnaba la estancia parecía más probable que protagonizase un capítulo de "pesadilla en la cocina".

La cocina

-Me parece genial lo de comer fuera- Lo cierto era que hacía un Sol radiante y a Aína le encantaba estar al aire libre -Oye, ¿habéis traído ron?- Lo preguntó mirando a Álvaro, como si una parte de ella supiese que de ser así habría sido cosa suya y no de Fernando -¿No sabréis preparar mojitos?- La cerveza le encantaba, pero para abrir boca un mojito era ideal.

La cocina daba directamente al jardín, habiendo tan solo que cruzar una puerta acristalada para acceder al exterior. El jardín era amplio y estaba rodeado por un alto y sólido muro de piedra tan antiguo como la casa. Sin embargo desde dentro todo se veía distinto. Las enredaderas se aferraban a las piedras y trepaban por el muro, al salir a la derecha se encontraba la mesa en la que podrían comer.

Lo que más destacaba, sin embargo era la piscina. Se trataba de una piscina natural bastante grande, ocupaba una parte importante del jardín. A parte había una zona de césped y todo el conjunto estaba rodeado de plantas, algunas en flor, y árboles para proporcionar zonas de sombra.

Piscina natural

zona más profunda de la piscina, con 2m de profundidad.

-Para la música puedo sacar un portátil con unos altavoces- Dijo a Mabel. Y confiando en que ellos irían haciendo se marchó durante unos minutos, lo que le costase ir a su cuarto por el ordenador y los altavoces. Después los conectaría por la ventana de la cocina a un enchufe y buscaría algo de música.

-Venga, id poniendo canciones en cola que yo sacaré las cosas a la mesa- Dijo mientras hacia un poco de playback con la canción. Nunca había dado una fiesta, ¿sería divertido o se agobiaría? No tardaría en comprobarlo.

La tarde iba avanzando entre bromas y buen rollo. Desde que los chicos llegaron reinaba el buen ambiente que ya se había creado entre MaMi y Aina. Lo cierto era que unos pocos días atrás, ninguno de ellos podría haber ni tan siquiera por un momento imaginado que el momento en el que se encontraban iba a suceder, pero allí estaban. De todos quizás Aina era la más sorprendida, pues no estaba acostumbrado a ese tipo de fiestas.

La piscina era una refrescante medida contra el abrasador calor de junio. Para los que eran de fuera, aquellos 35 grados les parecían el mismo infierno, pues no estaba acostumbrados a la densa humedad de las islas. Aquella humedad hacía que la sensación de calor aumentara de manera exponencial y que aun estando a la sombre, fuera del todo insoportable y que el sudor fuera una molesta constante.

Por otra parte el alcohol les había desinhibido bastante y cualquier de vergüenza o rubor había desaparecido por completo. Toda la seriedad que habían guardado durante su periodo de instrucción (por llamarlo de alguna forma), había desaparecido definitivamente. Lo cierto era que el lazo de unión que se había creado entre los cuatro se estaba afianzando a pasos acelerados y habían dejado de ser cuatro conocidos pasando a ser cuatro buenos amigos.

Ya era la segunda vez que salían de fiesta juntos tras la noche del Menta, aunque más bien en esta ocasión no habían salido sino entrado en casa de Aina, y empezaban a sentirse cada vez más cómodos los unos con los otros. Incluso se veían los unos a los otros más atractivos que antes, aunque eso podría deberse a las bebidas espirituosas que estaban consumiendo.

Fernando salió de la piscina con la clara intención de servirse otro vaso de té. No obstante, justo antes de dirigirse a la mesa donde se encontraban las bebidas, se acercó hacia sus cosas y entonces agarró el móvil y comenzó a ojearlo.

Fue entonces cuando sonó el teléfono móvil de Fernando. Tuvo suerte de escucharlo, pues fue en el momento en el que salía de la piscina a buscar algo que llevarse a la boca, posiblemente otro vaso de té helado. Cuando por fin sacó su teléfono del bolsillo de su pantalón, éste había dejado de sonar y observó que tenía tres llamadas perdidas y varios mensajes de whatsapp.

Las tres llamadas eran de su novia de Sara, mientras que los mensajes eran de dos contactos diferentes. El primero que miró fue el de Sara.

Whatsapp, 18:57

Mensaje:

De: Sara

Para: Fernando. 

¿Qué pasa que no me coges el teléfono? ¿Ya no me quieres? 

Antes de contestar miró el segundo mensaje. Era un mensaje de Nadal, su compañero de academia. El mensaje iba dirigido al grupo de whatsapp de su promoción y decía lo siguiente:

Whatsapp, 18:51

Mensaje:

De: Nadal

Para: Grupo 43ª promoción.

Hoy a las 19:13 horas salgo en el programa de IB3, CINC DIES. Miradlo!

Entonces Fernando miró la hora. 19:05 horas. Si quería ver a Nadal en la televisión tenían que darse prisa. ¿Tenía tele Aina? No se había fijado.

-Venga Fernando, ¡vuelve al agua!-

Álvaro estaba disfrutando mucho, la amistad con sus nuevos compañeros empezaba a ser evidente y le gustaba. Había tenido muchos amigos durante su vida, pero tenía la sensación que ahora iba a ser diferente, que serían amigos duraderos, de verdad. Quizás el que hablaba es era el alcohol, pero sin duda lo pensaba.

De vez en cuando se le escapaba alguna miradita a MaMi, pero no quería parecer descarado, con lo que lo evitaba todo lo que pudiera, lo que no era fácil con ese bikini.

Hacía un calor intenso. Aína se puso su traje de baño y lo primero que hizo al meterse al agua fue nadar de aquí para allá, hasta que se sintió cansada. 

Entonces se puso bajo la cascada para que la fuerza del agua al caer le diese en los músculos de los hombros y espalda.  -Bueno, mañana empezará lo bueno- Comenzó a decir. Después salió para beber algo. Nunca había estado así en el jardín y se le hacía raro verlo lleno de gente. Vale, solo eran cuatro, pero ya eran más que uno. 

-¿Qué cosas os gustan hacer cuando no estáis trabajando?- No quería que se agobiasen, las espectativas de la comisaría podrían asustar al más pintado. Con ese desorden y plagada de cucarachas... ella no la dejaría, tenía sus motivos, pero los demás... bueno, podrían solicitar el traslado en cualquier momento. Esperaba que no solo viesen el encanto del pueblo en sus cosas negativas, en todos lados hay cosas buenas también.

Cuando a Fernando le sonó el teléfono no le dio demasiada importancia, seguramente sería su chica, eso de las relaciones a distancia decían que era complicado.

El calor húmedo y el ambiente en general invitaba a quedarse en el agua, tanto que no me importo quemarme. Hice bromas, reí como nunca, abrace a cada uno, di besos, serví cerveza, comi pizza, me burle de la ensalada de Aina que los chicos no verían, y luego alegrada por el alcohol no me importó que Alvaro me viera un poco más o recostarme de Fernando o abrazar más a Aina pidiéndole perdón por mencionar la ensalada.

Cuando entraban al agua bailaba con cada uno, hacia bromas de nuestros nuevos jefes o recordábamos tonterías de la Academia.

Entonces Aina preguntó que nos gustaba hacer.

- SEXO! Respondí sin pensar.

Y entre una risotada me puse roja como un tomate de la vergüenza. No era virgen, claro que no, pero yo sabía de sexo lo que Aina sabía de cocina y estaba segura que si tenia sexo de nuevo se me iba a quemar el muchacho.

- Ja ja ja ja, lo  siento, soy muy impulsiva a veces, yo leo o juego con el PS pero no me gustan los juegos de mi hermano, ahora podré comprar una y tener mis juegos.... También me gusta cocinar..... 

Y ahora descubría otras cosas que me gustaban como..... Eso lo dejaría para después.

- Fernando mira que amor de lejos 4 felices! Y aproveché para ver un poco más a Alvaro.

Tal vez era el alcohol o se veía bien... Muy bien en la piscina. Sentí que me ponía roja de nuevo y sali por otro vaso.

- Les traigo más? Pregunte para traer para todos.

Fernando preparó unos mojitos. No le gustaba el alcohol, pero sus únicos sueldos hasta entonces los había cobrado trabajando en chiringuitos, y sabía hacer algunas cosas.

 - Dicen que me salen buenos, ya me diréis que os parecen.

Incluso se sirvió uno, por no ser el único que no bebía, aunque con una cantidad de alcohol ridícula.

Se lo estaba pasando genial: se sentía mucho mejor en un sitio con poca gente, sin "música perrea" como la llamaba él, en el que no tuvieran que hablar a gritos ni estuviera rodeado de borrachos.

Al coger el teléfono, puso cara seria por un momento.

 - Chicos, dice el impresentable de Nadal en el grupo que va a salir en la tele, dentro de unos minutos.

Se tuvo que contener para no decir "el gilipollas de Nadal". De momento, seguía sin decir palabrotas, aunque no sabía si le duraría mucho, trabajando en la calle...

Whatsapp

Mensaje:

De: Fernando.

Para: Sara. 

Hola, cariño!  Estoy tomando algo con los compañeros. Te llamo luego, ok?  bss

Ante la sorpresa del incidente de Nadal me senti mas que curiosa de verle en la Television.

- Pero quien te llamo, Nadal??? Que hizo ahora!!!!

Tome una de las toallas y comence a secarme sobre todo el cabello para que no me diera frio. Pense en ponerme algo encima pero que mas daba, me sentia demasiado comoda para estarme tapando y despues de 4 mojitos o mas, ya no recordaba cuantos llevababa pero si sabia que tenia que frenar un poco o no podria conducir a casa.

Estoy en casa! Y no tengo que cocinar!!!!!

Mi corazon palpitaba de gozo, mire a Aina relajada y feliz.

- Por ti amiga! Y brinde con otro mojito jurandome que seria el ultimo.

- Vamos a ver que hizo, no me aguanto la curiosidad... Y Fernando eres el mojito oficial!!! Y le di un besito en la mejilla.

Creo que era la mejilla. Ji ji.

No estaba mareada ni nada, pero si estaba muy alegre.

Los abrazos de MaMi le seguían cogiendo por sorpresa y parecía que se paraba el tiempo, congelando a Aína por unos segundos hasta que María la soltaba. No se emborrachó mucho, aunque sí cogió el puntillo. Quizás no bebiese tanto como otros o tal vez solía beber más a menudo y  su cuerpo resistía más. 

-¡Vaya Fernando!- Le sorprendió que preparase unos mojitos tan ricos -tienes golpes escondidos- y quiso chocar su vaso con lo que estuviese bebiendo Tur en ese momento a modo de brindis.

Cuando Mabel dijo de aquel modo tan entusiasta que a ella le gustaba el sexo, casi se muere asfixiada, pues se atragantó con el trozo de pizza que se acababa de meter en la boca y tuvo que inclinarse hacia adelante y todo, tosiendo con gran fuerza, para poder expulsar el obstáculo de pepperoni. 

Cuando recobró la compostura y escuchó que le gustaba jugar a la PS abrió mucho los ojos y sonrió. -¡¡¡A mi también!!! Me gusta matar zombies, ponerme a mil por hora con el coche... esta noche después de hacer temblar la pared podemos hechar una partida, si no es demasiado tarde y te apetece.- Jamás habría pensado que la rubia pudiese ser una compañera de piso con la que poder compartir aficiones, pero mira, al menos parecían tener una en común, a no ser que los juegos de Aína fuesen precisamente como los de su hermano, los que no le gustaban a Mabel.

Entonces Fernando levantó la vista del móvil y les puso al tanto de lo que decía Nadal. 

¿En la tele? ¿Acaso se ha metido en GH o va a salir en el telediario?

Desde luego debía ser algo de lo que el chico se sentía orgullosos, porque de otra forma no lo habría estado pregonando por el grupo de whatsapp.

-¿Queréis verlo? ¿Vamos al comedor?- A ella le picaba la curiosidad, y sinceramente se esperaba cualquier cosa, incluso los más grandes disparates, por parte de Nadal después de la otra noche.

A Mabel también le aptecía verlo, así que brindé con ella y empecé a caminar a su lado hacia el comedor.

-¿Qué canal?- Pregunté a Fernando sin detenerme.

 - IB3 - dijo, refiriéndose al canal - Hombre, no es que me apetezca ver a ese tío, pero tengo curiosidad por saber de qué va la historia.

 - Me estaba llamando Sara: ahora cuando haya terminado lo de Nadal, la llamaré.

Los cuatro jóvenes se apresuraron a salir de la piscina y secarse todo lo que pudieron para pasar al comedor. Aina rápidamente encendió el televisor y busco el canal de IB3 el canal autonómico. No recordaba en que número estaba y tuvo que ir haciendo zapping hasta que dio con éste.

Lo cierto era que poca gente en la franja de edad en la que se encontraban los cuatro nuevos policías de Llanura, eran televidentes asiduos a ese canal. IB3 era desde su creación un canal destinado a gente de pueblo y sobre todo gente mayor. Sus programas, la mayoría hablaban sobre fiestas y tradiciones populares de las islas, o sobre costumbres arraigadas en éstas.

Tan solo se salvaban para el público habitual, las retransmisiones deportivas y alguna que otra película que ponían los viernes por la noche sin interrupciones publicitarias. Por lo demás, IB3 era para muchos un fiasco propagandístico que trataba de adecuar el acento de sus reporteros al catalán encontrándose en las Islas Baleares, más que en mejorar la calidad de su programación.

Para cuando Aina logró dar con el canal, justo estaban regresando de una pausa publicitaria y en la pantalla se vislumbró el logo del programa Cinc Dies, junto al logo del canal, para acto seguido dar paso al plató del programa donde se encontraba en el centro de la acción la popular presentadora, Victoria Maldi.

- Después de la pausa publicitaria seguimos con lo prometido. – Sonrió a las cámaras justo tras un cambio de plano. – Como os habíamos adelantado, hoy tendremos a pie de calle una entrevista con el Director General de Interior, el señor Yassine El-Fakir, quien se encuentra en las dependencias de la Policía Local de Calvia, con motivo de la entrega de una medalla a un joven policía que realizó un acto heroico en su primer día al servicio de este cuerpo. – Hizo una pequeña pausa llevándose la mano al oído para colocar bien un pinganillo. – Marga Rivas está allí para entrevistar a nuestro joven héroe. – Miró directamente a la cámara con una brillante sonrisa. – Marga, adelante…

En ese preciso instante la televisión cambió de plano trasladándose a las proximidades del cuartel de la Policía Local de Calvia. De fondo ondeaban la bandera española, la de las islas Baleares y la de la Unión Europea. En un primer plano se hallaba micro en mano la susodicha reportera.

- Pues si Victoria… - Comenzó Marga Rivas con la clásica coletilla de los reporteros. – Estamos aquí junto al Director General de Interior, el señor El-Fajir...

En ese momento se mostró un primer plano de tan ilustre persona. El-Fakir iba vestido con un clásico thawb hasta los pies, los brazos cruzados sobre el vientre y una taquiah sobre la cabeza. Su sonrisa inalterable enmarcada por su barba bien recortada y su mirada de falsa condescendencia bajo aquellas gafas que siempre lucía, no faltó a la cita.

La imagen siguió desplazándose un poco más hacia la izquierda. Allí se encontraba un hombre vestido con uniforma de policía y sobre sus hombros reposaban los galones de inspector en dorado, lo que evidenciaba que se trataba del jefe de aquella plantilla. Se trataba de un hombre al que sobraban algunos kilos de más y que trataba de meter barriga sin demasiado éxito.

- …el señor Gabriel Acuareles, Inspector Jefe de la Policía Local de Calvia y… - Continuó la presentadora.

Entonces la cámara dejó de enfocar al inspector dando paso al tercero en discordia. Aquel rostro era conocido por los cuatro televidentes. En la sonrisa y la mirada de Nadal se intuía orgullo y cierto nerviosismo por encontrarse frente a las cámaras, pero aun así, su compañero de promoción parecía que llevaba haciendo aquello toda la vida.

- …el agente Miquel Nadal, todo un ejemplo de profesionalidad, pese a su corta experiencia. – El plano regresó de inmediato a la reportera. – Bueno, señor Acuareles… ¿Qué le parece tener un héroe tan precoz entre su plantilla?

- Siempre es un orgullo para un jefe tener entre su plantilla a hombres como Nadal. – Dijo entonces el señor Acuareles. – Ha demostrado tener sangre fría y mucha templanza. – Hizo una pequeña pausa. Pese a ser el jefe de una plantilla tan importante se le veía algo nervioso. No parecía que le gustase estar delante de las cámaras. – Todos nuestros agentes son grandes profesionales. Habrían hecho lo mismo que el agente Nadal, pero en su caso el mérito es doble, pues ayer, cuando tuvo lugar el accidente… - Carraspeó. – Era su primer día de trabajo y eso tiene doble mérito. – Se giró hacia Nadal y le tendió la mano. – ¡Mi más sincera enhorabuena! – Exclamó.

- Gracias, señor Inspector… - Respondió Nadal estrechando la mano de su jefe. A Nadal se le notaba muy seguro de sí mismo. A diferencia del señor Acuareles, parecía que las cámaras le adoraban.

- Una felicitación del todo merecida. – Dijo la voz de la reportera de fondo de la imagen que se había quedado fija en el apretón de manos. - ¡Cuéntanos qué sucedió! – Exclamó la Marga Rivas.

- Por supuesto, lo recuerdo como si hubiera sido ayer. – Bromeó Nadal tomándose la licencia y tanto el Inspector, como la presentadora e incluso el Director General de Interior no pudieron evitar reír de forma comedida ante la broma. – Verá… ¿Le puedo tutear, Marga? – Preguntó.

- ¡Si, claro! – Dijo con cierto rubor la reportera.

- Lo cierto es que me asignaron un compañero y una moto durante el briefing. – Hizo una pausa. – Mi compañero me estaba enseñando la zona cuando escuchamos un fuerte ruido en una calle paralela. Entonces nos desplazamos hasta el lugar y observamos que se había producido una colisión entre un turismo y un ciclomotor sobre un puente que cruzaba un torrente. – Mientras iba narrando lo sucedido realizaba movimientos del todo teatrales que invitaban a seguir mirándole. – Nos dimos cuenta enseguida de que había sido un accidente grave. El ciclomotor estaba destrozado y los airbags del coche habían saltado. Mientras mi compañero se acercó al turismo yo fui a interesarme por el motorista. Pero he ahí mi sorpresa cuando… – Hizo entonces una dramática. - … el motorista no estaba por ningún sitio. Fui a decírselo a mi compañero, pero estaba ocupado con el conductor del coche… - Chasqueó la lengua al tiempo que inclinaba la cabeza. – Se ve que el conductor había bebido más de la cuenta… - Hizo otra pequeña pausa. – Fue entonces cuando vi que el motorista había caído del puente y se hallaba en el fondo del torrente. – Frunció el ceño. – No me lo pensé y descendí por un lateral. Aquel hombre estaba inconsciente y tuve que reanimarlo. Para cuando llegaron los refuerzos y la ambulancia seguía con vida, pero estaba bastante mal y finalmente fue trasladado al hospital y el conductor del turismo detenido por un delito contra la seguridad del tráfico.

- ¡Vaya! – Exclamó la reportera. – Una buena historia que contar para su primer día de empleo… - Afirmó rotundamente Marga Rivas. – Nos estaba comentando el señor El-Fakir antes de la conexión y con los micrófonos apagados, que estos nuevos agentes son los más formas y más preparados que han salido nunca de la academia que dirige el EBAP. – La cámara enfocó entonces al Director General de Interior. – Dígame señor El-Fakir… ¿Qué opina de la hazaña de nuestro protagonista?

- Bueno, lo que ha hecho nuestro amigo Nadal, no es fruto de la casualidad. – Empezó diciendo el señor El-Fakir. – Por supuesto es fruto de las cosas bien hechas. Esta promoción de Policías Locales son el germen de la Policía Autonómica. De hecho, si  no se hubieran roto las negociaciones que el grupo parlamentario Hermanos Musulmanes de Al-Andalus estábamos llevando a cabo con el apoyo de otros grupos, ahora el buen Nadal y sus compañeros serían Policía Autonómica. – Encogió los hombros. – Gente tan preparada como ésta es la que se ha perdido la sociedad. Por suerte han encontrado hueco en las policías locales que seguirán asumiendo competencias que no le corresponden al cien por cien. Por mi parte, estoy muy orgulloso de Nadal, pero no sólo de él, sino de todo el resto de sus compañeros. Esperemos que Alá esté con vosotros en su día a día y Dios también por supuesto. – Bromeó.