Partida Rol por web

[P.L.1] Policía Local de Llanura del Buenpaso.

Capítulo 3. El Primer Día de Aina como Policía Local.

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20/09/2018, 19:41
Narrador

Sábado 1 de Junio de 2024. 13:33 horas. 

Había llegado al fin el día. Aina bajó de su casa y se dirigió hacia el ayuntamiento. Tenía el estómago algo revuelto y supuso que no era por otra cosa que por nervios. Aquel no era un trabajo normal. No sabía realmente a lo que se enfrentaba y por supuesto que era normal estar nerviosa ante su primer día de trabajo.

Tampoco sabía demasiado acerca de lo que le iba a tocar hacer esa tarde. El jefe tan solo le había enviado un cuadrante en el que figuraba el número que le había asignado en horario de tarde. Ella sola al parecer. Eso sin duda le ponía todavía más nerviosa. ¿En serio iban a dejarle sola en su primera jornada de trabajo? ¿Y el uniforme? ¡Todavía ni se había probado el uniforme!

Fuera como fuera, allí estaba ella, caminado decidida hacia su nueva vida. Cuando puso los pies sobre la plaza le sobrevino un nudo en la garganta y le costó tragar. Tuvo que pararse un momento y a punto estuvo de darse media vuelta, pero la responsabilidad adquirida al acceder a aquel cargo le obligó a seguir avanzando. Finalmente llegó ante la puerta de madera que daba acceso a la oficina de policía y tocó a la puerta antes de abrir.

Su turno empezaba a las 14:00 horas. Le habían dicho que como primer día esperaban que llegara un poco antes. Tenían que explicarle algunas cosas, así que las 13:30 ya estaba allí. Todavía no había comido, pero tampoco tenía hambre de hecho tenía de todo menos hambre.

Una vez se internó en la oficina de policía se encontró con una cara nueva y otra conocida. Bernat estaba de turno esa mañana y junto a él otro hombre entrado ya en años. Parecía incluso mayor que Bernat. Dedujo que se trataba del oficial M-1. Así lo ponía el cuadrante y así lucía el galón sobre su hombro.

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20/09/2018, 19:41
Jaume Bennasar Taltavull "En Met"

Bon día… - Dijo bastante seco aquel hombre. - ¿Aina verdad? – Le ofreció la mano y tras estrechársela continuó hablando. -  Soy el oficial Jaume Bennasar, un placer. – Dijo con un acento algo indescifrable. – El jefe ha dejado algo de uniformidad en el vestuario… pruébatelo.

Aquel hombre no parecía realmente demasiado interesado en la recién llegada. Estaba a sus cosas. Ordenaba unos papeles mientas hablaba y casi ni levantó la mirada. Aina se sentía del todo ignorada y en cierta medida disgustada. Cuando aquel hombre le señaló el banco en el interior del único vestuario, por supuesto unisex y vio una pila de ropa mal doblada y sin duda de segunda mano, se le vino el mundo a los pies. Además sobre el bando había todo tipo de objetos entremezclados, una bolsa de plástico, una herramienta, una caja de cartón de coca-cola...

Los pantalones son nuevos, pero el polo es de un compañero que se fue... - Miró entonces por primera vez a la cara de Aina. En su rostro se leía cierta lástima y parecía que iba a decir algo más o a tratar de consolarla de algún modo, pero no... - Las botas también son suyas, pero al menos son de tu talla. Yo me tengo que ir. Bernat te lo explica todo... ¡Adeu!

Abrió la puerta y se marchó sin mirar atrás.

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20/09/2018, 19:43
Bernat Martorell Pons

El oficial ha dicho la verdad... - Sonrió Bernat. - Esa esa es tu ropa de momento. También han dejado un cinturón, pruébatelo.  Si necesitas algo dímelo, yo estaré aquí hasta las 14:00 horas.

Dijo entonces Bernat mientras tomaba asiento junto al ordenador, agarraba el ratón, abría una ventana de google y introducía en el teclado las letras a, s y le daba al intro. La información es poder. Eso se lo enseñaron en la academia y al parecer la información que Bernat creía más relevante era sin duda la deportiva.

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05/10/2018, 21:06
Aina Vallespir

-Bon dia- correspondió al saludo del oficial - sí, la misma- afirmó que ella era Aina y le estrechó la mano con decisión. Siempre había creído que el modo en que alguien estrechaba la mano decía bastante del tipo de persona que se era. Después escuchó con atención al oficial. Nunca había llevado ropa de segunda mano, por eso se sintió algo decepcionada al saber que la mayor parte de su uniforme había pertenecido a otro agente, sin embargo no dijo nada. 

Se despidió de Bennasar y miró a Bernat, quien en principio le explicaría todo, aunque Aina tenía sus dudas de que así fuese, ya que en cuanto pudo se puso al ordenador para consultar la prensa deportiva de nuevo.

Entró al vestuario y no reprimió una mueca de desagrado ante aquel montón de "basura" junto a lo que iba a ser su ropa. Apartó la bolsa de plástico y la herramienta y guardó sus prendas, las que traía de casa, en una de las taquillas. Después empezó a vestirse, comenzó por los pantalones, que en principio eran nuevos. Esperaba que la ropa, a pesar de ser de segunda mano, estuviese limpia, pero por si acaso olió la zona de las axilas y el cuello del polo, rezaba por que no conservase olor de su antiguo dueño. Las botas también las olfateó con una plegaria mental para que no apestasen a pies sudados, también miró las suelas ¿estarían muy desgastadas? Pocas cosas le daban tanto asco como ponerse unos zapatos que eran de otro, ya no solo por lo que pudiesen pegarte, si no porque las suelas desgastadas podían viciar su pisada y causarle dolores en las rodillas, cadera y espalda progresivamente con el tiempo.

Una vez vestida y con el cinturón puesto se colocó todo lo demás que creía debía llevar, es decir su spray, grilletes, pistola... todo lo que tenía para enfrentarse a la calle. Salió del vestuario con un porte digno de película, solo faltaba la música de fondo. 

-¿Y ahora qué? ¿Salgo a patrullar las calles o saco la basura?- preguntó con tono serio y sin importarle demasiado si Bernat comprendía que se refería a la basura que coleccionaban en aquella comisaría.

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06/10/2018, 08:17
Miquel Capllons Ruitort

Una vez estuvo cambiada con el uniforme prestado, se miró al espejo. Le quedaba razonablemente bien, pues era de su talla. Quizás el polo algo holgado. Por suerte las botas parecía que se habían utilizado muy poco y no olían a muerte. El polo en cambio era algo más veterano y aunque su olor era a suavizante, se notaba que las letras estaban algo desteñidas y el escudo de pecho y brazo plateado había empezado a perder el brillo, siendo substituido por unos feos circulitos negros.

Justo entonces escuchó la puerta de la oficina abrirse y como una voz profunda y varonil saludaba a Bernat. Éste se despidió del recién llegado y dejó en el aire un "adeu Aina"Para cuando Aina trató de contestar, Bernat ya no estaba allí, sino muy lejos y camino de su casa donde le esperaría sin duda la comida preparada por su aburrida mujer (si es que había conseguido casarse).

Miquel Capllons. – Se le presentó un hombre de unos cuarenta y pocos años, aunque ya con el cabello obviamente teñido de negro azabache, que apareció por el marco de la puerta del vestuario.

Se le veía fuerte, en forma y decidido. Sin duda se trataba de un veterano curtido. Vestía con el traje de intervención, que era exactamente el mismo que el uniforme normal, pero con los pantalones por dentro de la bota, refuerzos en las espinillas y la pistola colocada con una pernera.

- Seré tu compañero del turno de tarde, Aina. – Dijo mirándole con una sonrisa de conquistador mientras le ofrecía la mano.

- ¡No está mal del todo! – Exclamó mirándole de arriba abajo. – Nada mal... - Insistió. - ¿Nos conocemos? ¿Eres de aquí? 

Dio una palmada y se encaminó al vestuario. En una esquina del mismo, junto a unas taquillas y el lavabo se encontraban incrustados en la pared una serie de armeros. Justo debajo de éstos se encontraba la zona fría, que consistía únicamente en un barril azul lleno de arena. Capllons sacó un manojo de llaves de su bolsillo y rebuscó una de ellas. Tras leer la etiqueta correcta abrió el armero y extrajo un arma.

- Aina, este es un revolver colt phyton. – Le dijo. – No es el que llevarás durante el servicio. Hemos pedido tres pistolas hk p30, pero de momento y hasta que lleguen te lo asignaré a ti y a tu compañero Álvaro. – Le miró a los ojos. – Si, tendréis que compartirla. - Sonrió. – Como buenos hermanos.

El agente Capllons le entregó el arma a Álvaro, no sin antes abrir el tambor y comprobar que no había ninguna bala en la recámara. Entonces se agachó y de una caja de madera extrajo una defensa extensible y unos grilletes.

- Éste va a ser tu material de defensa. – Le hizo entrega de éstos. – Una defensa extensible marca asp y unos grilletes hiatts. Son los mejores. Ahora vamos a tomar el café al Club y luego te busco un chaleco antibalas. ¿Alguna pregunta?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada oculta de saber legislación.

Estas segura de que está prohibido compartir arma de fuego. Cada agente tiene que tener su propia arma.

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07/10/2018, 00:09
Aina Vallespir

Evidentemente Bernat se marchó a las dos en punto, por suerte parecía que otro compañero había llegado. Al menos alguien podría guiarle un poco en su primer día.

El agente Capllons estaba en forma, ya era un avance, aunque el pelo teñido de negro azabache era un error a ojos de Aina, esos tintes se notaban demasiado. Si bien al principio le había causado buena impresión aquella exploración de su cuerpo y la valoración de "no está nada mal" provocó que se pusiese más seria. ¿Qué creía que hacía ella allí? ¿era consciente de que era una agente y no un chochete? 

-Pues sí, soy de aquí, Aina Vallespir- refrescó su memoria. Si la conocía lo más mínimo sabría que no debía tirar por según que derroteros y que si quería llevarse bien con ella más valía que empezase a tratarla como a un compañero. Fue cogiendo y colocándose el equipo que le iba pasando. El tema de la pistola no le hacía ninguna gracia, según recordaba no estaba permitido que los agentes compartiesen arma de fuego, y si las normas así lo dictaminaban sería por alguna razón de peso.

-¿Y cuando llegarán las hk p30? Creo que está prohibido compartir arma de fuego con otro compañero.- Y miró a Capllons a los ojos, tratando de descubrir si aquello le molestaría, si le haría saltar algún tic, si le pondría nervioso o si simplemente no recordaba aquello. Desde luego Aina no estaba segura de querer el arma si debía compartirla con Álvaro, por muy hermanos que intentasen hacerle creer que eran. Ya sería mala suerte necesitar la pistola en el primer día.

-Bien, te sigo- dijo cuando le indicó que comenzarían a trabajar por el Club, tomando un café. ¿No estaban ya dentro de su horario? ¿Quien atendía la comisaría, las llamadas, etc? Pero esta vez no le comentó nada a cerca de aquello, prefería descubrir cual era la rutina de aquellos agentes. 

 

Notas de juego

Perdonad mi ignorancia pero ¿Qué es la zona fría? y ¿no me han dado balas verdad? Es decir, llevo una pistola sin munición, más bien serviría como disuasoria.

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07/10/2018, 23:38
Narrador

Una vez uniformados y armados, cerraron la oficina de policía, cogieron el teléfono móvil corporativo y se encaminaron al bar que se encontraba frente al Ayuntamiento, el famoso Es Club. Capllons tuvo a bien dejarle a Aina la responsabilidad de portar el teléfono y tendría que contestar si se daba alguna llamada. Algo de responsabilidad para empezar no estaba mal del todo.

Seguía como la primer vez que lo vieron, si bien estaba algo más vacío que la última vez.  En  la sala se hallaba un hombre sentado junto a una máquina tragaperras malgastando su dinero y dos mujeres cotorreando en una mesa. Al ver entrar a la policía bajaron el tono y los miraron con cierta suspicacia.

Olía a tostadas, pero lo cierto era que no había suficiente clientela como para mantener el bar a flote y mucho menos para pagar los gastos de lo que fuera que estuvieran cocinando. Era posible que las dos mujeres hubieran pedido algo para merendar, pero tenían frente a ellas dos tazas de café y desde luego, no eran las típicas mujeres que gastasen fuera de casa.

Capllons se sentó junto a la barra en una esquina de la misma y le hizo un gesto al camarero. Este se acercó a Capllons y puso en marcha la cafetera y a la vez colocó una taza para preparar un café. Entonces agarró una botella de ron amazonas y la colocó sobre la barra entre Miquel y Aina

El camarero alzó la mirada en dirección a la mujer policía.

-¿Y tu que vas a tomar, reina?

Notas de juego

La zona fría es un lugar habilitado para manipular las armas de fuego sin peligro, por si se escapa un tiro.

Normalmente consiste en un simple cubo grande lleno de arena.

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08/10/2018, 09:49
Aina Vallespir

El que le dejase llevar a ella el teléfono le gustó. Aina quería algo de acción, de acción policial claro. No era necesario que ocurriese nada grave, evidentemente algo gordo significaba problemas en el pueblo. Pero un roce entre dos vehículos o incluso que un gorrino se hubiese escapado y corriese libremente por las calles le bastaba. Por ahora parecía que la acción iba a ser la de sacarse las legañas de la siesta, y entre que Aina ya se había tomado el café de después de la comida y los nervios que llevaba por ser su primer día sentía que no necesitaba más cafeína en el cuerpo.
-Una Schweppes de limón, gracias- respondió al hombre de detrás de la barra conteniéndo el rechazo que le causaba que le llamasen reina. Es un tic de su trabajo. Recuerda todo ese rollo de empatizar con los civiles...- pensó para recordarse a si misma que no era productivo saltar a la mínima, aunque le costase. Y aunque no se rebotó con lo de reina tampoco sonrió, y mirando suspicazmente aquella botella de ron una de sus cejas se alzó como por propia iniciativa, a continuación miró a su compañero.
-¿Y cómo es la vida de agente por aquí?- por el momento todo apuntaba a que vivían relajadamte, entre Es Club y el AS, quizás lo de las cucarachas era voluntario, al menos así tendrían a quien perseguir y reducir.

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08/10/2018, 17:00
Miquel Capllons Ruitort

- Si... - Le dijo entonces Capllons a Aina. 

Entonces no cayó en la cuenta de lo que le estaba hablando. ¿Si qué? Le fue imposible no pensar en aquella pregunta, aunque no sabía muy bien si revelar su desconcierto en alto. No hizo falta. Pronto Capllons le sacó de dudas.

- Esta prohibido... - Le susurró. - Lo del arma... - Añadió. - ¿Pero no vas a decir nada, verdad? - Le guiñó un ojo mientras le sonreía. - Sólo serán un par de días. Una semana máximo...

A Aina le extrañó que hubiera tardado tanto en contestar. ¿Podía ser que pese a ser el responsable de armamento no supiera eso y lo había tenido que consultar en el móvil? Todo hacía indicar que sí, pues ignoró su pregunta de forma premeditada en la oficina y desde entonces no había parado de consultar su teléfono. Esperaba que su intuición le fallase en esa ocasión...

Aquí hacemos de todo Aina... - Comentó Miquel. - Es como si fuera una pequeña capital pero a menor escala. Aquí también hay peleas domésticas, accidentes, vecinos que se denuncias, peleas en bares, infartos... - Hizo una pausa. - Todo lo que te puedas imaginar. Lo bueno y lo malo es que a diferencia de en una capital con una plantilla grande, aquí lo hacemos todo desde el principio hasta el final y casi siempre estamos solos. No esperes ayuda de la Guardia Civil, siempre están ocupados. O eso dicen. - Soltó una carcajada.

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08/10/2018, 20:57
Aina Vallespir

Notas de juego

¿Qué consecuencias puede tener el compartir el arma? ¿Podría perder la plaza?¿ podría perder la placa antes adquirirla? xD

Por el perfil de Aina lo lógico es que no lo acepte, pero quisiese saber, si es posible, las consecuencias de compartir pistola y las de no llevar arma de fuego.

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08/10/2018, 21:34
Director

Notas de juego

No es tanto problema tuyo como del responsable de armamento. En la práctica si sabes que la estás compartiendo el arma si podría haber algún problema en caso de que sea utilizada. Podría acarrear un expediente disciplinario, pero al que se le caería el pelo en este caso es a Capllons.

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09/10/2018, 12:30
Aina Vallespir

Se quedó mirando a Capllons un par de segundos, con aquella cara de póker que le caracterizaba y en silencio. ¿Qué podía decirle a aquel compañero? Si se cedía en el incumplimiento de una ley, después debería hacerlo con otra, y a saber al final en qué terminaría metida. No, Aina quería ser implacable. Por otro lado era consciente de que no les habían estado esperando. Algún mal entendido burocrático había hecho creer a unos que se precisaban agentes allí, y a los otros que no se les concedería el aumento de plantilla.
-Sí las otras pistolas no van a tardar, quizás pueda prescindir del arma durante estos días.- Álvaro tenía turnos de noche, si no se equivocaba, así que seguramente era mejor que tuviese el área su compañero. También sería mala suerte que justo en esos días ella hubiese de hacer uso de la pistola sin tenerla.

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09/10/2018, 13:05
Miquel Capllons Ruitort

-¡Uy, no no! ¿Como vas a ir de servicio sin armas? no digas tonterías mujer. Solo faltaría-hizo aspavientos con los brazos.

-Basta que no la lleves para que pase cualquier cosa... en estas cosas hay que curarse en salud.

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10/10/2018, 20:43
Aina Vallespir

Se encogió de hombros. Si les pillaban Capllons saltaría del cuerpo, no iba a decir nada por ahora, no quería juzgarle tan pronto, aunque de momento no le parecía alguien a quien admirar. 

-Vale, vale, está bien- Aceptó al fin bastante seria. No quería omitir el hecho de que no habían contado con la llegada de los cuatro recién graduados y parecía que trataban de hacerlo todo bastante rápido para que pudiesen estar en condiciones, o algo parecido, aunque por ahora eran bastantes los errores que parecían cometerse.

-¿Y cual suele ser la rutina?- preguntó justo antes de dar un sorbo a su vaso de refresco. Esperaba que no fuese estar en el bar, vigilando a las viejas y esperando a que sonase el teléfono solicitando sus servicios.

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13/10/2018, 15:47
Miquel Capllons Ruitort

- La rutina es que no hay rutina... - Respondió Capllons con una sonrisa. - Francamente, lo cierto es que lo que más me gusta de este trabajo es que nunca sabes lo que te va a traer la jornada. - Hizo una nueva pausa en la que mostró sus dientes completamente blancos. - Un día puede que nos aburramos como muermos y al siguiente puede que no paremos ni un minuto. Aunque por ser tu primer día, lo lógico es que te enseñe el pueblo. Si tenemos tiempo iremos al puerto de la Cabeza, aunque hasta allí ida y vuelta tenemos una hora y no solemos ir a diario. Aunque ahora que somos más... ¡Quien sabe! - Exclamó.

 

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13/10/2018, 15:51
Narrador

Una vez se hubieron tomado lo que habían pedido, Capllons muy gentilmente pagó la consumición de ambos. Entonces, cuando Aina creía que iban a salir por la puerta y empezar a trabajar, Capllons comenzó a hablar con un hombre que acababa de llegar. Se trataba de un señor de unos sesenta años, bajito calvo y con gafas. Le conocía del pueblo, le llamaban "en Verdures", aunque no sabía muy bien porqué. Tras casi diez minutos en los que Miquel y Toni Verduras hablaron de todo y de nada, por fin salieron del Club camino del coche patrulla.

Capllons le cedió las llaves del vehículo policial a Aina. Se trataba de un Hyundai Ioniq totalmente eléctrico. Ya estaba algo maltrecho por dentro, pero funcionaba como el primer día. No tenía marchas, pues era automático, tan solo pedal de freno y acelerador. Para la marcha atrás y la marca adelante, así como para parar el coche, se tenía que tocar un botón.

No le costó demasiado a Aina cogerle el tranquillo al asunto. En unos pocos metros y tras varios giros a la manzana ya había logrado dominar bien aquel coche. Lo cierto fue, que resultaba muy cómodo y fácil de conducir. Aunque nunca antes había llevado un coche eléctrico, empezaba a pensar en comprarse uno y eso que acababa de probar por primera vez.

Durante casi una hora estuvieron dando vueltas por el casco urbano. Aina conocía muy bien la zona, casi mejor incluso que Capllons. Durante el transcurso de aquella primera hora de servicio, Miquel le estuvo contando a Aina los pormenores de su trabajo diario.

A primera hora de la mañana abrían el cementerio y lo cerraban a las 20:00. Los jueves por la mañana abrían también el parque, pero no lo cerraban, se encargaba de eso el propietario del bar de enfrente. Otro trabajo diario era el de acudir al colegio a regular tráfico, lo hacían a las 8:45 a la entrada y a las 13: 35 hasta la salida y empleaban unos 20 o 25 minutos en cada ocasión. Aunque lo cierto era que en junio ya no había colegio, la reforma del año 2020 redujo el calendario escolar desde mediados de septiembre hasta finales de mayo. El efecto invernadero había provocado que las temperaturas fueran tan altas que se tuvo que optar por aquella medida.

También le enseñó algunos de los puntos importantes del municipio, aunque Aina ya conocía la mayoría de ellos. El colegio que tantos malos ratos le había hecho pasar, el PAC, el cementerio, el almacén de señalización en el polígono industrial, el centro de Día, la biblioteca, así como un sinfín de dependencias municipales varias. Cuando por fin pararon fueron a la oficina. Allí Capllons le mostró un cajón de pared en el que guardaban un sinfín de llaves de muchos de los sitios que ya le había enseñado y de muchos otros más y finalmente se sentaron frente al ordenador. 

Su compañero empezó a enseñarle diferentes modelos de atestados, actas, informes y demás papeleo que sin duda debería saber utilizar en pocos días, pues según parecía por el cuadrante que el subinspector le había facilitado, iba a hacer servicios unipersonales en más de una ocasión. Fue entonces, a mitad de turno cuando accedió a las dependencias policiales una mujer de unos sesenta años con los ojos llorosos.

Desde detrás del mostrador se olía el olor etílico procedente del aliento de aquella mujer. Sin duda estaba algo perjudicada por la bebida. Por suerte o por desgracia, el olor a alcohol lo mitigaba un fuerte hedor a sudor y falta de higiene. Sin duda, aquella mujer era una de las caras conocidas del municipio. Aina la conocía de oídas y de haberla visto alguna vez borracha por el pueblo. Nunca pudo sospechar que aquella mujer sería su primera cliente.

 

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13/10/2018, 22:24
Annie Henderson

- Quiero hacer una denuncia. - Dijo Annie con la voz pastosa y acento extranjero. 

- Toda tuya... - Le susurró Miquel a Aina al oído.

En ese momento Capllons miró a Aina y le dio unas palmadas sobre le hombro. Justo después se marchó hacia el despacho contiguo y se sentó en la silla colocando los pies sobre la mesa. Era evidente que pretendía que esa fuera su prueba de fuego.

- Creo que querían... - Dijo algo en un tono muy bajo, casi inaudible. Aina no pudo oírlo.

- ¿Cómo? - Preguntó Aina instintivamente.

- ¡Violarme! - Gritó tan alto que pudo escucharse en todo el Ayuntamiento. Suerte que estaba cerrado a esas horas de la tarde. - Estaba en la calle que va hacia el molino paseando al perro y entonces vino un coche. Tengo su matrícula, 7745FGM. Se paró a mi lado y un joven alto, fuerte y moreno se bajó y me preguntó que si estaba sola y que si quería que me llevara a algún sitio. Le dije que no y me estuvo siguiendo con el coche hasta que me pude refugiar en una casa de la zona. Una mujer me dejó esconderme allí...

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15/10/2018, 19:38
Aina Vallespir

Escuchó con atención lo que su compañero le explicaba. Lo natural era que alguna cosa pudiese aprender, pues ella justo iba a empezar y Capllons parecía ser un veterano. Se dejó invitar, aquello empezaba a ser una costumbre que más adelante debería subsanar, y cuando parecía que iban a empezar con las tareas Miquel se encontró con un conocido, quizás un amigo, y se dedicaron a charlar. Aína dejó caer los hombros, casi segura de que en aquella comisaría disfrutaban de estar ociosos.

Al fin se pusieron manos a la obra. Agradeció que le dejasen ponerse al volante, la verdad es que los coches le gustaban, aunque jamás había conducido uno eléctrico. Los ojos le brillaron cuando Capllons le pasó las llaves.

Trató de memorizar toda la información, los horarios de apertura y cierre del cementerio, el parque, la entrada y salida del colegio para regular el tráfico... muchos de los lugares que su compañero le enseñaba ella ya los conocía, pero nunca estaba de más, Miquel no sabía hasta dónde sabía Aína sobre Llanura así que le pareció muy correcto que no decidiese saltarse nada con ella.

Una vez en la comisaría le enseñó los distintos atestados, ya el trabajo de despacho, por llamarlo de alguna forma, y ella de nuevo puso toda su atención para aprenderlo. Sabía que cualquier día podía surgirle una duda, pero cuánto más atenta estuviese más podría retener y después la práctica haría el resto.

De pronto se escuchó la puerta y un olor terrible de alcohol, sudor y a saber cuántas cosas más ofendió su olfato.

Mierda pensó, y se refería a la mierda literal. ¿Porqué algunas personas se empeñaban en evitar la ducha?

Quien entró fue una mujer con la que no había tratado, pero la había visto por el pueblo. Uno de esos personajes que todo pueblo que se precie debe tener. Se la veía alterada, y aunque al principio susurró después se puso a hablar a gritos y aquello hizo que Aína se hiciese un poco hacia atrás en su silla y abriese los ojos ante la sorpresa.

Con la cantidad de alcohol que llevaba en la sangre aquella pobre mujer podría haber visto un unicornio rosa volando sobre Llanura de Buenpaso, pero si estaba trabajando en el cuerpo de policía no era porque hubiese de hacer juicios por el aspecto de la gente, quizás realmente le hubiesen intentado hacer daño, y eso es lo que ella pretendía evitar.

-Tranquila, ahora ya está usted aquí.- Atinó a decirle mientras su compañero se marchaba para dejarla sola ante aquella mujer. - ¿Quiere un vaso de agua?- desde luego no le iba a ofrecer vodka, aunque seguramente Annie así lo habría preferido.

Mientras la mujer hablaba ella tomó notas.

La calle hacia el molino. -  Matrícula : 7745FGM. - Joven alto, fuerte y moreno. - La siguió con el coche 

-¿Sabe el nombre de la mujer que le ofreció refugio en su casa?- Si no sabía el nombre al menos sí sabría de qué casa se trataba.

Mientras la mujer le hablaba ella ya cotejaba la matrícula por el ordenador, quizás pudiese saber a quién pertenecía y si se había denunciado robo del vehículo.

- ¿A qué hora sucedió? ¿Sabe si el hombre iba solo en el coche?- Preguntó para ver si la mujer podía darle algún dato más.

Si le parece bien redactaremos la denuncia. Para ello necesitaría saber su nombre y algunos datos personales - Iba a tomarse en serio aquel asunto, era su primer caso, tal vez no fuesen más que imaginaciones de aquella mujer, pero también era posible que la amenaza fuese muy real.

 

Notas de juego

No se muy bien como se procede en realidad en estas cosas, me lo he inventado xD Si he dicho algún disparate o he dejado algo importante a vuestra merced estoy xDDD

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16/10/2018, 12:51
Narrador

Annie no pareció entender de buenas a primeras lo que le estaba pidiendo Aina. Por eso tuvo que insistir y repetírselo en un par de ocasiones hasta que entendió que lo que le estaba requiriendo era la tarjeta de identificación. Finalmente Annie sacó de su bolso una cartera no sin dificultad. El alcohol que portaba en sus venas le impedía mantener una motricidad fina adecuada y hasta en dos veces se le cayó la cartera al suelo. 

Mientras la denunciante trataba de sacar su tarjeta identificativa del bolso, Aina procedió a buscar en la base de datos la matrícula facilitada. Nunca antes había utilizado el programa de la Dirección General de Tráfico, pero por suerte su compañero, que ahora se mantenía a sus cosas y amparo de la pared del despacho contiguo, le había mostrado ese programa instantes antes. De hecho, la clave ya estaba insertada y solo tuvo que introducir la matricula y darle a buscar para acceder a los datos del vehículo.

Se trataba de un turismo de la marca Fiat, modelo Punto, cuyo propietario era en este caso una mujer, María Dolores San Emeterio Prego, con domicilio en la Coruña. A tenor de los datos, no parecía que concordasen con el sospechoso que Annie había descrito. Para saber si se trataba de un coche robado tenía que llamar a la Guardia Civil o eso creía, pues nunca antes había tenido que hacerlo y no parecía que en el programa de la DGT, saliera dicho dato.

Finalmente Annie logró sacar una tarjeta de su cartera. Se trataba de un documento con foto, pero no era ni su DNI, ni el permiso de conducir ni siquiera una tarjeta médica. Se trataba de la tarjeta del tren en la que figuraba su nombre, Annie Henderson y un número identificativo del carné nada más. Aina le pidió que siguiera buscando y tras unos pocos segundos más, extrajo su documento nacional de extranjera. 

Allí Constaba su NIE, X34789234S, su fecha de nacimiento 12 de julio de 1956 y su domicilio en la carretera MA20-132 de Llanura del Buenpaso. Con eso debería bastarle.

 

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16/10/2018, 13:19
Annie Henderson

Annie se acercó a Aina y posó su mano sobre su hombro. Entonces fue a susurrale algo al oído. Aina notó su fétido aliento a alcohol y a una mala higiene bucal. Casi le entró una arcada, pero aguantó como una campeona. 

- Me enseñó su... - Miró hacia Capllons sentado en la silla del despacho contiguo y cuando estuvo segura de que no estaba escuchando prosiguió. - ...su pene. Estaba grande... - Tomó aire y a punto estuvo de empezar a llorar de nuevo. Entonces sin más volvió a alzar la voz. - ¡Me dijo si quería...! - Bajo súbitamente el tono de voz. - Chupar... Yo le dije que no por supuesto...