Partida Rol por web

[P.L.1] Policía Local de Llanura del Buenpaso.

Capítulo 7. Algún día del Mes de Junio.

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04/01/2019, 18:53
Marta Quetglas

¡Mmmm! - Gimió Marta Quetgas al introducirse aquel manjar en la boca. Lo que no sabían su hija y María, era si le había dado tiempo a degustarlo o es que sus ansias de hacerse notar eran superiores a las de saborearlo y había gemido antes de saber realmente si estaba o no bueno aquello. - ¡Increíble! - Dijo. - ¡Marcelo se ha superado hoy con ésto! - Exclamó. - ¿No lo pruebas, hija?

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05/01/2019, 22:22
Maria Mabel Miranda

Oh OOPS!!!

Tuve que volver a ahogar una sonrisa al darme cuenta que el padre de Aina nos habia escuchado. No importaba ya, y llegada la comida realmente era grandiosa. Yo sabia cocinar y por lo tanto sabia lo dificil que era hacer lo que estaba probando y por supuesto seria caro.

Como era natural, aquellos privilegiados no educados no podrian apreciar una comida como tal, como para otros es igual cualquier vino y una obra de arte de alquien de mas de 100 años en simplemente algo de un muerto.

Pero al parecer muchos de lo que estaban alli si podian apreciarlo. Incluyendome por su puesto, ahora que era de la nobleza no podia mas que asentir al comentario de la Señora Marta aunque por dentro queria pellizcar a Aina por su elocuencia.

- Muy bueno de verdad que si. Susurre.

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05/01/2019, 23:05
Marc Canet

- Creo que nos vamos a quedar con hambre... - Dijo el señor Canet al meterse el ravioli en la boca. - Estará todo lo bueno que quieras, pero desde luego, abundante, lo que dice abundante, no es... - Comenzó a masticar y una vez tragó, prosiguió con su exposición. - Esto de la cocina moderna y todas estas mariconadas, está muy bien para los programas de la tele, pero a mí que me den porcella. - Comenzó a reír con ganas. - ¡No en serio, está bueno, lo que pasa es que es un menú para bulímicos! ¡Decidme qué no preferís un buen entrecot! - Siguió riendo. - ¡Yo cuando acabe, me paso por el McDonald's! - Y soltó una risotada aún mayor.

Notas de juego

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05/01/2019, 23:18
Maria Mabel Miranda

Estaba apunto de comentar algo al Señor calvo que hablaba y se quejaba sobre la cantidad. Un entrecot siempre seria un entrecot y si lo hacias al vino con una reduccion de champignoñes y crema especiada podia hacerte volar tambien.

Y quedabas lleno. Pero tambien sabia que por lo general servirian varios platos mas asi que no importaba que los platos fueran pequeños. Y si se daba el caso, estaba seguro que Marcelo tendria un haz bajo la manga o existia McDonalds.

Pero lo mas importante fue que logre mantener la boca cerrada y solo sonreir.

Cuanto iba a durar esta cena?

Al menos habia suficiente vino.

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05/01/2019, 23:23
Victoria Ramis

- ¡Marc! - La señora Ramis le llamó la atención a su marido.

Parecía que no le gustaba su actitud. Aunque para muchos de los asistentes, lo que estaba diciendo era totalmente cierto, debían guardar la compostura. Lo correcto era alabar el trabajo del cocinero y no salirse del guión establecido. Eso lo sabía muy bien Victoria Ramis.

Quien también parecía saberlo era la señora Quetglas. Cuando el señor Canet comenzó a bromear, la señora de Vallespir se quedó inmediatamente muda, depósito su mirada en el plato y esperó a que pasara el huracán. Sí, pese a que Marc Canet no era nada suyo, su comportamiento le hacía sentir vergüenza ajena.

- ¡Ya està bé! - Le gritó la señora Ramis a su marido de forma silenciosa. - ¡Ya està bé, Marc! - Insistió.

Notas de juego

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05/01/2019, 23:24
Jordi Vallespir

- Si que nos quedaremos con hambre... - Intervino el señor Vallespir. - El señor Canet y yo somos de buen comer. Por suerte Marcelo siempre piensa en nosotros. Si pasamos luego por la cocina, nos habrá guardado las sobras... - Sonrió y le guiñó un ojo al señor Canet.

Marc estalló en carcajadas y la señora Ramis no tuvo más remedio que esbozar una sonrisa falsa. Marta seguía contemplativa con su plato, hasta que Jordi le dedicó un ligero codazo.

- ¿Encargamos unas pizzas, querida? - Bromeó y Marta le devolvió media sonrisa acompañada de un arqueo de ceja. No le gustaba que le vacilaran, pero tenía que reconocer que su esposo sabía romper el hielo.

- ¿Le gusta, majestad? - Le preguntó entonces de forma sorpresiva a MaMi. - ¿Qué le parece la textura de estas viandas?

Notas de juego

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05/01/2019, 23:38
Maria Mabel Miranda

Estaba segura despues de ver la reaccion de aquella mujer que pronto ocurria un desastre pero no fue asi. No podia negarselo, toda esta gente seria muy estirada y pretenciosa pero podian darte diversiones mas alla de lo que podian verse en los realities americanos.

Y yo sin poder grabar. Aunque claro aun no habia ocurrido nada espectacular, algo digno de ser mencionado en los tabloides pero por como venian las cosas podria ocurrir pronto.

- Imaginate si sirven el proximo plato frio, le va a dar algo.. Susurre a mi amiga quien se sentia mucho mas distraida ahora que estaba en la mesa.

Y si hago algo yo para romper el hielo? No, no seria capaz de hacerle algo asi a mi amiga.

- Oh, si las viandas!!!

Jordi me habia sorprendido.

- Vera, esta comida es fantastica pero yo tambien me apuntaria al entrecot, y si no hay oportunidad puede pedirme una pizza tambien? Dije con complicidad.

- Con harina Kosher! Dije para puntualizar, porque no iba a perder el toque.

Definitivamente el Padre de Aina era una joya y estaba muy feliz por mi amiga. Su madre.... pues era su madre.

Notas de juego

Mejor esperamos a Aina, que ya quiero ver su cara cuando vea todos los posts, ja ja ja ja.

Ha sido genial como recreas cada personaje.

AINA SALVAME!!!!!!

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16/01/2019, 16:36
Aina Vallespir

Sonrió levemente cuando MaMi decidió seguirle el juego. Había que guardar las apariencias para que funcionase, pero gracias a María aquella cena iba a ser mucho más divertida.
Su padre les había oído, pues claro, estaba justo al lado de Aina, y a la joven Vallespir solo le hubiese sabido mal engañarlo a él también. Por esta razón se sintió libre para seguir cuando Jordi le susurró, dejándole claro que era consciente de lo que iba todo aquello.

-Mamá me montó uno de sus dramas. Ya sabes, de esos que incluyen el chantaje emocional... - hizo una breve pausa antes de continuar susurrando a su padre.-...No quiero quedarme hasta muy tarde, una copa después de la cena quizás, después me volveré a convertir en calabaza- sonrió a su padre. Era el hombre más perfecto que había conocido jamás, y el único que había sabido mantenerla a flote en los tiempos más difíciles. Le adoraba y admiraba.

- Por supuesto, precisamente en el club tenemos algún excelente ejemplar.- Respondió a su amiga en cuanto a lo de los caballos. El de Alex, era, en concreto uno de los caballos Españoles que tenían en aquellas cuadras. 

Sirvieron el primer plato de muchos y Aina lo miró con cierta curiosidad. Aunque enseguida observó a María para adivinar que opinaba de aquello. A Aina le parecía casi magia hacer un huevo frito sin romper la yema, era lógico que valorase las habilidades de Marcelo. Sin embargo todo aquel montaje, un plato grande con un bocado diminuto... Siempre le había parecido propio para servirlo a una anoréxica. Sabía cómo comer aquello. Cabía de una sola vez en la boca, pero había que cortarlo en trocitos, para hacerlo durar un poco, darle solemnidad, y sobretodo que nadie te viese con los carrillos hinchados como los de un hamster. Aquello era considerado vulgar en una dama y Aina sintió ganas de proponer un concurso de eructos, pero quedó en una broma mental.

El gemido de su madre le erizó de nuevo los pelillos de la nuca.

-Claro madre- respondió a Marta justo antes de meterse un trozo en la boca. Su madre le acababa de joder el bocado.

Entonces los hombres empezaron a bromear sobre pedir pizzas y lo escaso de la comida. Marcelo seguro que había pasado horas con el ravioli, para que estuviese prefecto. Aquel plato no era si no otra prueba de lo absurdo y el nivel al que había llegado el snobismo de la mayoría de ellos. 

- Bueno... ya sabéis: De grandes cenas, las tumbas llenas. - aportó Aina dejando caer aquella perla del sabio refranero popular. Quien no la conociese bien no sabría si estaba apoyando a las señoras o siendo irónica y apuntándose a lo que decían ellos, y María por supuesto. En realidad Aina pensaba que a la tumba llegarían todos tarde o temprano, llegado el momento de emprender el viaje más largo... bueno, mejor que le pillase a uno con el estómago bien servido.

Dio un traguito al vino que parecía que no bajaba en su copa, después terminaría el primer entrante y bebería Coca-Cola.

 

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23/01/2019, 12:55
Narrador

Pronto trajeron el segundo plato. Lo sirvieron en una gran bandeja que casi ocupaba la totalidad de la zona de la mesa que cada uno tenía reservada para él. Lo cierto es que en una sola de aquellas bandejas podrían haber puesto el segundo plato de todos los comensales, pero no... había bandejas de sobra, concretamente una para cada comensal. El nombre del plato era largo, pero eso normalmente era señal proporcionalidad inversa de la cantidad que se servía a cada comensal.

Pez rey con salsa de crustáceos, cangrejo real, tomate en crudo y azafrán. Casi era imposible localizar la minúscula ración de pescado que se encontraba en el centro de aquella bandeja. El pez rey podía ser muy sabroso, pero si atendían al tamaño de la porción que les había tocado a cada uno, su peso debía ser más próximo al de un chipirón que al de un salmón. Y lo cierto es que estaba bueno.

Cuando lo probaron el sabor embargó todos los sentidos de cada uno de los allí reunidos. Tal era el sabor de aquel plato que hasta se podía decir que se confundían los sentidos. Parecía como si pudiera saborear lo que estaban degustando con el olfato y se evocaran colores y formas y... Bueno. Eso era lo que acababa de soltar Marta Quetglas a viva voz y de lo cual habían tenido que ser testigos su marido, su hija e incluso María Miranda.

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23/01/2019, 13:07
Marta Quetglas

Marta se puso en pie y comenzó a aplaudir lentamente, como aplauden los ricos. Su sonrisa de oreja a oreja lo decía todo. En cambio, Jordi Vallespir bajó la cabeza, miró a su hija y le hizo un claro gesto de "tierra trágame". El que también miró a Jordi fue su socio Marc Canet. Él en cambio lucía una sonrisa que decía: "otra vez tu mujercita haciendo sus tonterías".

¡Maaaarcelo! - Exclamó alargando innecesariamente la primera vocal de la palabra. - ¡Increíble! ¡Fantástico! ¡Hoy te has superado! Has conseguido que se mezclen mis sentidos con este manjar. - Se puso a aplaudir más fuerte e incitó con la mirada a que el resto la imitara. - ¡Sin duda eres uno de los mejores cocineros de todo el mundo!

Martha Spencer y Trevor aplaudieron tímidamente. Victoria Ramis si aplaudió con mayor énfasis y algunos grupos dispersos también imitaron la iniciativa de la madre de Aina. Sin embargo, otros sectores de la mesa, simplemente miraron con superioridad aquella actitud. ¿Quería ser el centro de atención de la mesa? ¡Pues lo había conseguido! Para bien o para mal, a algunos de los comensales les había hecho sentir vergüenza ajena y otros estaban de su parte, pero fuera como fuera a nadie dejó indiferente.

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23/01/2019, 22:32
Aina Vallespir

Al ver aquella bandeja tan grande cualquiera hubiese pensado que ahora llegaba el plato fuerte. Sin embargo Aina ya estaba curtida en estas batallas y sabía que aquella esperanza moriría tan pronto le pusiesen la bandeja en la mesa. 

- No queremos engordar  ¿verdad? - dijo en un susurro y tono sarcástico a su amiga. Estaba realmente bueno, tan bueno que ella podía haberse comido casi cien como el suyo. La verdad es que es delicioso, no es un cocinero, es un artista. Y eso parecía, algo que saborear pero que jamás te saciaba. ¿Llegaría algún plato de verdad? ¿Valía la pena invertir tanto tiempo en la preparación de aquellas delicatessens  y su presentación para que después se esfumasen devoradas en menos de un segundo? Un placer efímero que casi radicaba más en el recuerdo de un instante que en el momento en sí. 

Todavía tenía los últimos retazos de sabor bailando en sus sentidos cuando su madre se puso en pie para hablar sin decir nada que no hubiese podido callarse. Miró a su padre, le comprendía, ella también se habría fundido para desaparecer. Pero Aina había nacido con aquello, y su cara de poker fue fantástica. Nadie podía saber si aquello que hacía su madre le incomodaba o si le causaba orgullo. No aplaudía, parecía como si ni la hubiese oído ni visto, aunque sus ojos la miraban.  Mierda mamá. Siéntate ya. Se volvió para mirar a su amiga, le dedicó una muy leve mueca, más una chispa casi imperceptible en sus ojos que otra cosa. Pero María sabía que era una disculpa silenciosa. 

En cuanto termine la cena...  y dio un sorbo al vino, porque aunque se había prometido no tomar nada más de alcohol ahora necesitaba un sorbo.

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23/01/2019, 23:37
Maria Mabel Miranda

Y venia el plato fuerte. Como era de esperarse tenia una presentacion excepcional y apunte datos para poder evocarla en mis presentaciones, si llegase el caso.

Luego vino lo mejor, probar aquello supuso un nuevo nivel de conciencia, estaba segura que un orgasmo podia durar mucho mas de lo que aquel pescado duro en mi boca pero la sensacion fue muy similar. Cualquier podia cocinar, pero lograr fundir el azafran para que aportara color, sabor y aroma amalgamado con la sedosidad del pescado que nunca competian con la acidez del tomate o la neutralidad del cangrejo eran sencillamente sublime y celestial.

Aina me miro un instante opacada por la actitud de su madre, pero yo estaba en el septimo cielo y agradeci haber dejado un trocito mas para ingerir en ese instante que ademas no podia ser dañado por ninguna mujer imprudente y su necesidad de atencion.

- Dios mio.... Mi voz fue un susurro para Aina cuando termino de comer aquella seleccion.

Luego de limpiar mi boca asenti al gesto de Aina para darle mi apoyo pero mis neuronas aun estaban en sinapsis haciendo catarsis mientras mi cuerpo se llebana de fero-hormonas.

Si volvian a traer otro plato similar estaba segura de que terminaria en una orgia culinaria. El plato que acaba de comer sabia que era unico en el mundo, de esas cosas que no se pueden replicar aunque tengas la receta, todo tenia que ver con la tecnica y el aporte del cocinero. Algo que tomaba años en desarrollar y no tan secillo si era policia.

Pero si alguna dia me casaba, Marcelo tendria que cocinar en mi boda a cualquier precio. 

No, no era comida para engordar. Y sonrei a Aina aun extasiada y obviando a su madre.

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28/01/2019, 10:10
Aina Vallespir

Con lo que más estaba disfrutando aquella noche era de ver a María apreciando todo aquello. Su amiga estaba disfrutando cosas y Aina era consciente de que, al haber nacido en aquel ambiente, no tenía la capacidad de valorarlo y gozarlo como lo hacía su rubia compañera. Claro que apreciaba las cosas buenas, le gustaban. Si tenía que escoger entre una chatarra y su coche lo tenía muy claro. Su casa era otra muestra de aquello. Ella podía vivir con más lujos que la mayoría, pero haber pertenecido a aquel mundo desde siempre impedía que lo viese en toda su magnitud. Por eso ver a MaMi le resultaba tan refrescante, y solo por ella consideraba que ir a la fiesta no había sido un error.

Sintió ganas de enseñarle más cosas de su mundo, y creyó que tal vez sería buena idea contar con ella para los asuntos que no brillaban tanto. No todo era resplandeciente en su vida, también había una gran oscuridad.
Sonrió a María mientras aquellos pensamientos abordaban su mente.

Poco a poco. Eso ya se verá

Y miró con gran afecto a su padre. Él era su único confidente por ahora.

-Reservese un poco para el postre- bromeó a Mami. Todavía faltaban unos cuantos platos, estaba segura.

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28/01/2019, 23:02
Maria Mabel Miranda

Sonrei con la broma de mi amiga, pero si algo era seguro que no nos ibamos a saciar esta noche hasta que llegaramos a McDonald o a la pizzeria que estaba cerca de la casa.

 Menudo contraste pero con ambas comidas podia ser feliz.

- Tranquila, el postre puede ser una espuma de chantilly con dos esferas cristalizadas de caramelo y entonces me pediras a gritos que te haga una torta, ja ja ja ja.

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29/01/2019, 10:25
Aina Vallespir

Sonrió a María. ¿Y si acertase con el postre? ¡Eso sí sería una sorpresa! Aunque seguramente no iba mal encaminada. Aina esperaba que sacasen todavía algún plato más, estaba casi convencida de que en el díptico que les habían entregado junto a la invitación de la fiesta ponía que habría una cena, no un aperitivo.

La fiesta de verdad empezará luego
Miró la hora discretamente en su caro reloj. Casi nunca llevaba reloj, pero estaba claro que para aquella ocasión la hora era importante para Aina, tenía prisa.

-No creas que nos iremos a dormir pronto. Aunque mañana te espera un día emocionante- dijo a su compañera son alzar mucho la voz

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30/01/2019, 18:49
Marcelo

Poco después de que el último de los comensales acabara con el primero, lo que para algunos como el señor Canet, Aina o su propio padre fue una eternidad… ¿es que no tenían hambre aquellos remilgados? … retiraron las enormes bandejas y comenzaron a servir el plato principal. El propio Marcelo salió a presentar su plato estrella.

- Magret de pato y granada. – Dijo algo escueto, pero enseguida se soltó explicando los detalles de aquel manjar. - Quería preparar un plato con la granada como ingrediente estrella, que fuera el punto central en torno al cual girasen el resto de ingredientes. Decidí que fuera muy sencillo y solo con lo justo. Vamos a aplicar la máxima “menos es más” y obtendremos un plato genial. – Comenzó diciendo aquel profesional de la cocina. - En este plato vamos a presentar a la granada de tres formas diferentes: cruda para aportar frescura, en salsa con un toque agridulce y en gelatina, pura granada concentrada.  Para darle un toque cítrico,  ácido y aromático le he añadido mandarina, el zumo y la ralladura de la piel y unos kumquats en almíbar muy ligero como acompañamiento. – Tras decir aquello se quedó unos instantes mudo y al alzar las manos una legión de camareros salieron de su espalda portando los platos que empezaron a servir a cada uno de los comensales. – Espero que les guste. – Dijo antes de marcharse de nuevo a su lugar de trabajo.

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30/01/2019, 18:50
Martha Scpencer

- Es increíble hombre... - Dijo la señora Spencer con un mal español y un peor acento, pero lo suficientemente alto como para que todos le oyeran. - Y también guapo... - Dijo lo suficientemente bajo como para que sólo le oyera su amiga marta.

Ambas soltaron una risotada, simulando rubor. Un rubor que en las distancias cortas seguramente hubieran perdido, pues de haber tenido a Marcelo a tiro lo habrían empotrado contra la encimera de su propia cocina y no le hubieran dejado escaparse fácilmente. Era así aunque Jordi Vallespir y Trebor Spencer se empeñaran en ignorarlo y aunque Aina no pudiera ni imaginarse a su madre en una situación así.

Bon appetit. - Dijo la señora Spencer cuando le pusieron el plato delante. - Is that so?

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30/01/2019, 18:57
Marta Quetglas

- Yes, it is well said, but in French… - Respondió Marta a la pregunta absurda de su amiga. - A French I would do to Marcelo ... – Añadió y las dos Martas comenzaron a reír al unísono.

Era más que evidente que las dos estaban ya bastante afectadas por la bebida. El alcohol hacía mella en ellas y eso siempre contribuía a que se sucedieran situaciones comprometidas y vergonzosas. Aina sólo esperaba que no acabaran pasándose de la raya, pero aquel comentario obsceno empezaba a sobrepasar el límite.

Suerte que aquello no lo escuchó Jordi, pues estaba absorto en esos momentos en la conversación con el señor Canet. Quien si pareció haberlo oído fue la esposa de Marc, pues Victoria se atraganto con un sorbo de vino nada más escuchar la grosería que acababa de decir la señora de Vallespir. ¿Sabía inglés aquella arpía? Casi parecía imposible.

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31/01/2019, 09:39
Aina Vallespir

Escuchó a Marcelo y ya tenía ganas de probar el plato. El pato le encantaba, y la combinación con la granada era algo nuevo para ella.
Este será el plato sustancial
Pensó Aina con la esperanza de que le trajesen una buena ración. Poco se imaginaba que Martha soltase aquellas cosas por su boquita, y menos que su madre entrase al trapo. Bajó la mirada a la mesa, avergonzada porque parecían dos viejas verdes, más salidas que el pico de una plancha...
Mamá, por Dios, ya no bebas más
Pero era consciente de que segun lo que hiciese pondría más en evidencia a su madre. Cuando soltó lo del Francés se escandalizó, aunque por fuera su cara era como un muro de fría roca, por dentro quería desaparecer. Lo que ya fue el colmo fue que Victoria parecía haberse enterado de todo. Aquella maldita maruja cargada de billetes era una cotilla, y sabía que en cuanto tuviese ocasión se dedicaría a comentar todo aquello con sus amigas. La madre de Aina, tan preocupada por las apariencias, se convertiría en un blanco durante una temporada, hasta que sucediese otra cosa más jugosa a la que agarrarse. Ambas Martas se estaban comportando como pervertidas, pero que la que estuviese libre de pecado lanzase la primera piedra. Pocas habían allí que, con más o menos discreción, no hubiesen hecho lo mismo o peor.

-Victoria, ¿Todavía tienes aquel profesor particular de equitación?-
Aina se lo preguntó con suma educación, a alguien que no estuviese hecho a ese mundillo le hubiese parecido una pregunta normal, totalmente inocente. Pero nada más lejos de la realidad, todas mojaban las bragas cuando veían a aquel chico, y se rumoreaba entre las mujeres que Victoria no solo cabalgaba a Bombón, su caballo PSI.
La amenaza estaba hecha. Una cosa era que Aina no se llevase bien del todo con su madre, pero era su madre y no iba a dejar que la despellejasen tan fácilmente. La familia era la familia al fin y al cabo.

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31/01/2019, 10:24
Victoria Ramis

- Si.. be... - Victoria no sabía dónde meterse.

Miró a su marido, pero por suerte éste seguía enfrascado en la interesante conversación de negocios con el señor Vallespir. Interesante para ellos porque lo que lo era para el resto... Sería importante pero interesante desde luego no lo era, al menos para Aina.

Lo más interesante en cambio era que aquella chafardera había pillado la indirecta. Por su respuesta y sus gestos era evidente que los rumores eran ciertos y el instinto más que policial, de mujer, le decía a Aina que Marc Canet sabía algo ya de todo aquello.