Partida Rol por web

el camarero acude raudo hasta la mesa de camila
que va a pedir la señorita?
mm.. aha... si... y que gaseosa prefiere?
la letra perfectamente caligrafica paresia dibujar en el virgen papel de su libreta, una hermosa poesia...
pero no... si leias lo que decia, solo era la lista del menu de una clienta mas

Me reacomodé en la silla, de pronto se me había quitado el hambre.

-Lev, creo que entiendo lo que quieres decir, creéme, si algún día mi naturaleza me lo pide, pues haré lo que haya que hacer-le guiñé un ojo.-Como abogado del diablo lo haces bastante bien, aunque dudo que lograras ganarme a cabezonería... Lo cierto es que, podrías convencerme, pero dudo que eso fructificara en tu beneficio-bromeo.-¿A qué te dedicas, Lev?

Entro en el bar mientras me aliso con la mano el traje elegante, pero algo arrugado tras el viaje en avión y taxi. Miro a mi alrededor. Es verdaderamente enorme, y loa ventanales me gustan. Me quedo mirando por ellos un instante antes de buscar mesa. Hay muchas personas, y casi todas hablan animadamente. También hay varios camareros.

Miro al que ahora mismo está atendiendo... y mi mirada se queda petrificada unos instantes en dirección a la mesa en donde se encuentra. Concretamente en dirección a la mujer que está sentada a la mesa.

Tras unos segundos en que me quedo quieto mirando a Camila recupero el control de la situación. Sonrió y hago un gesto cortés en su dirección.

Cuando finalmente el camarero trae mi comida me acomodo como puedo en el taburete al lado de la pareja que habla animadamente de Paraíso sin poder evitar algunos fragmentos de la conversación. Mientras tanto observo el comedor cubierto de un mar de voces y gente ilusionada.

le dejo la comida a hades y me dirijo hacia andres que acaba de llegar

le dejo la carta señor?

Alazo las cejas

-¿Prepara rosquillas?..vaya...- Miro fijamente a mi nuevo amigo y sonrio, esta claro que siempre los elijo iguales

-Buenos soy restauradora de arte en general, ahora mismo me encargo de un proyecto de rehabilitar iglesias Escocesas que estan en mal estado..Es algo que me llena mucho, pero lo mio siempre han sido los animales.., No obstante, ocuparme en el arte me da un espacio donde puedo estar tranquila y seguir mi ritmo de vida..algo muy necesario...-

De pronto Lluna comienza a gruñir y sin saber como, salta de la cesta y se avalanza sobre Damaso

-LUNA!-

Miau!-

Estoy cansada de estar aqui, me estoy portando bien y no me gusta el olor de este tio....

Escuchaba atentamente a Juan mientras acariciaba a Mini, pero sin dejar de prestar atención a todos los que entraban, salian y conversaban. Sentía curiosidad por la gente que iba encopetada y por la que llevaba "pintas" como ella.

Reía las bromas de él.
-O sea, que quieres que te aburra con mis historias... -rió con sinceridad y se dirigió a la pequeña Mini-: tu dueño no sabe lo que ha hecho...

-Trabajo como camarera, si es que se puede decir que trabaje y se supone curso segundo de Audiovisuales, pero realmente me paso las clases dibujando, leyendo o con el mp3; podría decirse que la teoría se me hace muy pesada y con solo repasar los apuntes más o menos lo saco. -Hizo una pequeña pausa, cuando se embalaba no había quién la callará-. Ayer mismo se suponía que tenía que haber estado en clase, pero sin embargo me llego cierta carta que me trastoco los planes... -hizo una mueca-. Hablando de eso -paró de hablar y empezo a pelearse con el cierre, a base de imperdibles, de su bolso bandolera de lana. Saco un libro y del libro un papel doblado.

-He estado todo el vuelo hacía aquí leyendo esto -le pasó a Juan la carta de Paraíso-, ¿no es extraño que no tenga un folleto diciendo lo que haremos aquí? Digo... ¿Nos pasaremos los días de chachara?, por mi bien; unas vacaciones pagadas -concluyó riendo-. ¿Vamos a aquella mesa del fondo?

-Coca-Cola -Camila estaba respondiendo al mesero la pregunta de la gaseosa cuando al desviar la vista se encontró con Andrés.

La sonrisa que en ese enmarcaba su rostro (ya que daba las gracias al mesero) se fue desdibujando, parecía que en cámara lenta. Dio una nueva calada al cigarrillo y correspondió al saludo de él con igual gesto y rostro sereno.

No no no digo haciendo un movimiento con la mano en cuanto dice que "hago rosquillas"... Eso tan solo es una especie de... ¿trabajo social?, como le dije soy el dueño y gerente de una discoteca de Barcelona. Me dedico plenamente a eso, pero por designios del destino y un policía tocapelotas fui detenido por fumar un canuto de mar...

Justo en ese momento salta la gata fuera de su jaula y se abalanza sobre mi, por instinto me muevo un poco hacia atrás y la pata del taburete resbala en el suelo haciendo que caiga hacia atrás, aunque logro no caerme, cuando me fijo, veo que tengo agarrada con sus uñas a esa gata en mi camiseta, ergo seguramente la camisa que llevaba aparezca rasgada cuando al animal le apetezca bajarse... Eyyy !! exclamo cuando me fijo en como se ha quedado... ¿Se está cómo ahí minino? digo sin poder evitar reírme por la situación que se acaba de producir.

-Quiero ser psicologo. Que es lo que estoy estudiando; aunque no se por cuanto... si se demora la convención. Me fui sin avisar. -Digo riendome-. Y lo siento, no es mi intención ser cabezón o convencerte. Es que me gusta criticar todas las posturas... y nada mejor para soltarme que estar con una codo-parlante. Creía que aquí serían todos... bueno, idealistas extremos o gente con deseo de hacerse notar. Me equivoque, claramente.

Entro al bar del hotel, donde puedo ver un montón de gente formando grupos y charlando amenamente junto a la barra. Entre ellos, puedo ver a Erin, que se encuentra charlando amigablemente con alguna de las personas que se encuentran por allí.

Me acerco a la barra a pedir un refresco y cuando la camarera me lo deja sobre un apoyavasos de cartón, lo cojo y me dirijo al grupo de gente para presentarme a los que no conozco. Entre ellos, además, puedo ver a una de las personas que estaba en la tienda de rosquillas tras el incidente "Trevor", por lo cual, voy directamente hasta su grupo a saludar.

- Hola. -, les digo con una sonrisa. - Veo que somos bastantes los invitados por Paraiso. Me llamo Rafael, ¿cómo estáis? -

entro al bar acomodandome los cabellos,dando pasos cortos y dirigiendome rapidamente hacia la barra donde busco algun sitio y le digo al joven de alli:

hey traeme un refresco o alguna coca-cola helados por favor  

Miro al jòven que se acerco a saludar a Facundo, un poco asombrada por la interrupciòn.  Parece amigable y es de la misma nacionalidad que Facundo.

El mozo se acerca con mi pedido y el de Facundo. Y la comida de Chloe.Se ve verdaderamente delicioso. Saco de mi cartera dos frasquitos y le mezclo una gotitas en los langostinos de Chloe. Del otro frasquito saco unas pastillas, las aplasto cuidadosamente y las mezclo tambièn con los langostinos para Chloe. Luego pongo el platito en el piso para que la pobrecita almuerce.

Cuando termino de hacer esto me presento: -Yo soy Isadora, mucho gusto, ¿asì que son compatriotas? ¿Te gustarìa acompañarnos?

Al fin decido sentarme junto a aquella mujer, la cual acababa de pedir algo para comer.
¿ Se puede ? pregunto señalando a la silla mientras sonrío en muestra de simpatía.
Una vez sentado me presento como Marcos, enfermero de diecinueve años que muestra gran sorpresa por el viaje.
Y tú, como has vivido el viaje? A mi me ha parecido realmente cansado pero me muero de ganas por ver la ciudad le comento brindando una sonrisa parecida a la anterior.

Un chico llega de repente, parecía conocer a alguien.

Cita:

-Mucho gusto. -Digo girandome a él-. Yo soy Lev McKagan.

-Tienes razón, supongo que tengo mi fanatismo pero no voy a sacarlo a relucir ahora, puedo asustarte-bromeo.-Psicología me parece una buena profesión, claro está, si vuelves. ¿Y puedo saber de quién te escapaste o de qué?

Levanto la vista unos instantes y a lo lejos veo a Rivas que parece ser está con el chico de la cafetería.

-Yo hace mucho que me escapé, de Irlanda para ser clara, ahí tenía un cierto problema con los excesivos mandatos católicos de mi padre-bebo un trago de champagne y me obligo a sonreír nuevamente.

Levanto la mirada al ver que responden a mi pregunta unos metros más allá. Menudo oído tiene... A su lado, veo a Erin que charla amigablemente con él y le guiño un ojo.

- Encantado, Lev -, le digo levantando la voz mientras me acerco a ellos. - ¿Qué tal va todo por aquí? -, continúo mientras le doy un sorbo a mi refresco.

Enrojecí un poco por la situación, claramente me había confundido.

-Errr... lo siento. Se me fué la cabeza. Con tanto barullo... ya sabes. -Digo agachando un poco la cabeza-. Estoy algo nervioso esperando que empiece la convención...

Saludo a Camila Apablaza tras unos segundos de vacilación y me siento en una mesa cualquiera. A mi lado Saeta, mi gato, salta desde el suelo a mi regazo, nada más sentarme.

Estoy bastante cerca de los ventanales, y me doy cuenta que me he puesto oblicuo a ella. Ambos nos vemos solo con el rabillo del ojo. Desde donde estoy observo la gente entrando en el bar, y una medio panorámica del mismo. Acaricio a Saeta con gesto distraido, y el gato se venga arañándome la mano, sin mucha fuerza.

Espero pacientemente a que llegue un camarero y le pido una crema fría de apio y un steak tartar; y una botella de rioja gran reserva.