Partida Rol por web

¡Esta es vuestra escena!

Aquí los 4 podéis decir si estáis en un sitio o en otro, también nosotras os postearemos aquí siempre que estéis los 4 juntos. Si por algun motivo os separáis, antes de postear demasiado, tened paciencia y avisadnos, que os crearemos escenas privadas solo para vosotros.Por lo general, si vais solitos totalmente, postearéis "solo para el director" y ya está. ^^

Por fin ha llegado el gran día. El sol os da la bienvenida a la enorme escuela Parakiss. Los pájaros cantan y las flores parecen bailar al son de la suave brisa, pero para vosotros no todo es tan bonito. Estáis allí, por unos motivos u otros, pero no en el sitio por el que os hubiese gustado estar, al menos, no en principio. No superastéis la prueba de acceso y por eso os véis rebajados al grupo de las Bambalinas (o vulgarmente currantes). Todos llegáis de una manera u otra, pero a los familiares no les dejan pasar más allá de la puerta.

En la recepción os indican a los de primero que podéis dejar allí la maleta y que os aseguréis de que todas están identificadas como decía el folleto de inicio de clases, para evitar confusiones. Después, que os dirijáis a vuestro respectivo teatro para la charla de bienvenida. Por supuesto, no vais ambos grupos al mismo. Los actores van a otro teatro, quizá más grande y en mejor estado que el vuestro. Y gracias a los carteles llegáis al que será vuestro teatro. No es muy grande, ni lujoso, ni llama la atención, es un discreto edificio con lo básico: escenario de tamaño medio, una cutre cortina y con varias filas de sillas como asientos para los espectadores.

Una vez todos acomodados en dichas sillas, ya os lleváis la primera sorpresa del día, al ver subirse con mucha elegancia al escenario y situarse delante del micrófono a alguien con unas pintas algo raras.

Bienvenidos queridos alumnos. Os dice con una voz muy suave pero firme y clara, sonriendo y mirandoos a todos y cada uno de vosotros. Es un placer teneros a todos aquí. Me presentaré: Yo soy la directora, pero prefiero que me llaméis simplemente Isabella. Dice con una cálida sonrisa. Antes de nada, quiero deciros que no os debéis preocupar por no haber conseguido pasar al grupo de los actores. Ya veréis como aquí también os lo pasáis muy bien. Dice riendo mientras se lleva una mano a la boca. Pero bueno, eso ya lo sabéis si habéis decidido no abandonar. En su mirada se puede leer un brillo de "reto".

Después de unos segundos de mirada fija, su expresión vuelve a ser amable. Bien, como todo colegio, Parakiss -dice con orgullo- también tiene sus normas. Parece coger aire y adopta una expresión severa. Está prohibido hacer ruido -por alguna razón, subraya estas dos palabras guiñando un ojo- después de las 11 de la noche; Los horarios de las clases son muy exigentes: debéis ser puntuales así como la asistencia es también importante; queda terminantemente prohibido adentrarse en el bosque, es muy peligroso; y  finalmente bañarse en el lago sin la supervisión de un profesor. Cualquiera que cometa alguna de estas infracciones será castigado con la expulsión. Finaliza con una sonrisa.

Bien, dicho esto. Dice volviendo a su elegancia y frescura. Os presentaré a vuestros profesores. Se separa un poco y les da paso con el brazo extendido. En primer lugar entra un chico rubio, con un montón de piercings y cara de pocos amigos.

Vuestro profesor de luces y sonido: Arashi. El chico simplemente os mira serio y asiente.

Vuestra profesora de maquillaje: Miwako. Presenta a una chica con el pelo rosa chillón que acaba de entrar con andares felicianos y una gran sonrisa. Se detiene al lado de Arashi, cogiéndole la mano y con la otra os saluda efusivamente.

Vuestra profesora de decoración: Mikako. No solo su nombre era parecido al de la profesora anterior, su físico era idéntico, pero con un color rubio en el pelo y una apariencia mayor. Seguramente era su hermana mayor. Os sonríe con ternura.

Y por último...¡yo! Se señala a si misma. Seré vuestra profesora de vestuario. Espero conseguir que hagáis diseños tan bonitos como los míos propios de Parakiss, como la ropa de las profesoras Miwako y Mikako "HappyBerry". A algunos os suena. Es una marca famosa de ropa para jóvenes, original y llamativa. Además, últimamente se ha abierto una tienda de decoración con la misma marca.

Por último, anunciaros que seréis divididos en grupos de 4. Estos grupos serán definitivos para el resto del curso y probablemente hasta el final de vuestra formación a no ser que sea de suma urgencia un cambio. No solo trabajaréis en clase juntos, si no que además conviviréis juntos. Os pido comprensión y trabajo en equipo. "No hagáis lo que no queréis que os hagan" -Dice con un guiño de ojo y una sonrisa.-  Bien creo que ya os he dicho todo lo que debía. El profesor Arashi será tan amable de llevaros a vuestros respectivos bungalows. Le sonríe con amabilidad y el profesor responde asintiendo de nuevo. Seguidme, por favor. Dice con educación, llevándoos de nuevo a recepción (las maletas ya no están), dónde os cruzáis con el grupo de actores, llevado por un profesor de expresión amable, moreno al que Arashi saluda como "Hiro" sin mucha amabilidad. Así que en cuanto os cruzáis, no solo se nota la tensión entre los alumnos, también se nota la tensión entre profesores. Miradas, rumores, murmuros, críticas... Finalmente cada uno se va para un lado y llegáis finalmente a vuestro conjunto de bungalows. El profesor Arashi, con una lista, va diciendo 4 nombres parándose en cada bungalow.

Nada más entrar al bungalow, se ve a un lado los 2 sofás de dos plazas cada uno: simple, pero no parece incómodo. También hay una mesa bajita delante, un televisor algo antiguo (con una antena encima) en un mueble delante de dicha mesa. Encima de los sofás, algunas estanterías vacías. Detrás de uno de los sofás está la mesa con cuatro sillas alrededor y justo delante una neverita color azul  turquesa de las antiguas, seguida de unos armario y una cajonera que tiene un viejo microondas encima y unos armarios más, colgados en la pared. Todo está vacío.  En el mismo cocina-comedor-salón hay dos puertas, situadas en la esquina en una pared distinta cada una que llevan a las habitaciones, con dos camas cada una. En una esquina, se encuentran todas vuestras pertenencias.

No hay ninguna norma colgada, solo el mapa obligatorio que avisa de los pasos a seguir en caso de urgencia.

Ryoji entró después de los profesores, miró hacia un lado y hacia otro. - Bueno, ya estamos en "casa". - Dice con un tono apático. Marcha a identificar su maleta, la coge y camina hacia las habitaciones a elegir su cama. Una vez elegida deja la maleta tumbada al lado de la misma. Al rato vuelve y se sienta en el sofa, dejando sus brazos por detrás de la cabeza.

*El profesor dice mi nombre y con gran entusiasmo levanto la mano y me abro paso entre los demás alumnos. ¡Estoy tan contenta! Me da igual no haber entrado a actriz. Todo es tan bonito y los profesores parecen tan simpáticos... Entro al bungalow y descubro que no soy la primera. Es un chico de aspecto bastante serio. No me importa. Ahí van mis primeras palabras en el nuevo idioma.

Hola. Hasta aquí bien Michelle. No es para menos. A noche te pasaste diciendo esa palabra hasta que te quedaste dormida. Venga sigue, que tu puedes. Me llama Michelle Duquette. ¿Era llamo o llama? Bueno, lo he intentado disimular diciendo mi nombre con rapidez.

Encantadora. Digo convencida, sonriendo y tendiéndole la mano.

Kamaye estaba alucinando, movía los ojos de un lado a otro, observó la directora sin dejar de sonreír y miró con mirada asesina a los "guays" del instituto... casi le faltaba gruñir. Más alucinado se quedó al ver su nuevo hogar: in-cre-i-ble. Esto era mejor de lo que se pensaba, en bungalows, iba a ser genial.

Bueeeeeeeeeeeeenaaaaaaaaaas - saludó justo detrás de la chica (o niña) que acababa de entrar, le pone una mano en la cabeza con total confianza, justo acababa de llegar para escuchar su presentación - ¿Michelle? ¿Eso de dónde es? - dijo sin dejar de sonreír - Para mí serás Michi. Yo soy Futjitaka Kamaye.

Le soltó la cabeza para dirigirse a su maleta, solo una de no muy grande de color negro para meterla dentro de la habitación donde se puso el chico, eligiendo la cama libre.

Izumi entra al bungalow caminando con su andar tranquilo y elegante habitual. En sus labios una amable sonrisa mientras su inteligente mirada se pasea por el bungalow... hasta llegar a sus compañeros. Entonces su sonrisa se ensancha y con una perfecta inclinación se presenta a los demás, tan elegantemente y tranquila como había entrado.

Izumi Sachiko. Un placer estar con vosotros.

Su voz es tal cual ella. Suave, dulce, tranquila...

¿Michelle? Debes ser francesa, ¿verdad?

Extiende una mano hacia la chica y con una nueva sonrisa añade.

Enchantée.

Su pronunciación, aunque la morena es claramente japonesa, también es perfecta.

Nos toca compartir habitación. ¿Me ayudarás a perfeccionar mi francés? Oh, disculpa... ¿Puedes con tu maleta?

Pregunta en tono amable mientras ella se acerca a su maleta azul cielo con ruedas.

Pensamientos de la verdadera Izumi.

Prfffff... vaya birria de premio de consolación. Y total, los del otro grupo no parecían tener muchas luces tampoco... Seguro que sus papás les han podido pagar la entrada... Malcriados... Eso es lo que son. No llegarán a nada...

Todo eso va despotricando de camino al bungalow, luciendo una amable y sincera sonrisa en todo momento. Entonces entra a la que va a ser su "casa".

Bueno... No se diferencia mucho de mi casa... aunque no tengo que pagar por estar en ella... Vaya asco... podrían repartir un poco el dinero de los niños pijos, ¿no?

Anda, ¿y estos? ¡Cuatro! ¿Cuatro en este cuchitril? Dios... esto será duro... ¡Pero no podrá conmigo! Atenta, Izumi... ahora es cuando tienes que hacer tu mejor papel.

Izumi Sachiko. Un placer estar con vosotros.

Fácil y sencillo... aunque los tios parecen un poco bordes, ¿no?... Prffff... ¿y esta cría? Dios... ¿Pero cuantos años tiene? ¿ocho?

¿Michelle? Debes ser francesa, ¿verdad?

Cielo santo... ¡Si encima es gabacha!

Enchantée.

Voy a tener que empollar frances cuando no me vea... Lo tengo un poco oxidado...

Nos toca compartir habitación. ¿Me ayudarás a perfeccionar mi francés? Oh, disculpa... ¿Puedes con tu maleta?

Encima me tocará hacer el papel de madraza... genial... simplemente, genial.

Ryoji mira a la chica extranjera. Genial, ahora tendré que compartir hogar con una amante del rosa que no sabe nuestro idioma...

Se dice, me ¡llamo! Michelle. - Dice como si intentara enseñarle a hablar a un bebé. No tendré suficiente con aguantar a los tiquismiquis, sino que también tendré que aguantar a los crios del patio... piensa para sus adentro Ryoji.

Sonrío cuando el chico me pone una mano en la cabeza. ¡Que simpatico! Me alegro de que haya gente tan abierta como yo. Me quedo algo confusa al creer entender que me llamará "Michi". Me señalo y me aseguro. ¿Michi? Digo juntando mis cejas mirando al chico.

¡Me gusta! Asiento sonriendo contenta. Luego le señalo a él. ¿Cómo era? ¿Kágame? Lo señalo no muy segura.

No le da tiempo a asegurármelo, porque otra chica muy guapa se presenta. ¡Oh, sabe francés!

¡Enchantée Izumi! Digo muy entusiasmada dándole dos besos, a la europea. Creo que me propone practicar conmigo. ¡Bien sûr!

¿Maleta? Ah, se refiere a mi equipaje. Le sonríe y cojo mi gran maleta rosa, casi igual de grande que yo y me dirijo a meterla con algo de dificultad a nuestra habitación. Pero el otro chico, habla.

¿Tú también Michelle? Digo algo extrañada. No sabía que fuera un nombre tan común. ¡Casualidad! Digo alegrándome. Enchantée Michelle. Le digo dejando mi maleta y acercándome para estrecharle la mano y darle dos besos más, uno en cada mejilla.

Kamaye, Kaaaamaaaye - repite elevando el dedo índice, pero la niña ya está con la chica que acaba de llegar.

Y mira también a Ryoji con expresión divertida. Pero por algún motivo, decide no decir nada... sin dejar de sonreír, abre la maleta y empieza a ponerlo todo en su sitio, la ropa, el neceser... todo en el armario más o menos bien puestos.

¿A qué os vais a dedicar? ¿Decoración? ¿Maquillaje? - se imaginaba que ya que eran cuatro, cada uno haría una cosa distinta - Yo me he pillado sonido.

Izumi suelta una dulce carcajada por el malentendido de la pequeña francesa.

No, Michelle... lo que éste chico intenta explicarte amablemente, es que se dice "me llamo Michelle".

Explica, señalando a la rubia con la mano para que entienda que estaba hablando de ella, y pronunciando las últimas palabras con lentitud.

Izumi en cambio, empieza a colocar sus cosas con total perfección. Sus libros, casi todos obras de teatro o guiones de películas, aunque también había entre ellos gran variedad de temas en los que parece que la chica es toda una experta, por orden alfabético y por temática. La ropa, perfectamente doblada y colocada por colores y grosor de la tela. Y para terminar, varios productos de maquillaje y para el cabello.

Desde la habitación llega su voz tranquila y pausada, amable, mientras responde a Kamaye.

Maquillaje y peluquería. En eso quiero especializarme, aunque me gustaría sacarle el máximo provecho a todos los aspectos de este mundo.

Termina de vaciar su maleta y la coloca en el armario, en un rincón para que no moleste. Hecho esto, se sienta en su cama con las rodillas juntas y las piernas ladeadas, mirando a la joven rubia por si necesita ayuda de algún tipo.

Verdadera personalidad de Izumi:

No, Michelle... lo que éste chico intenta explicarte amablemente, es que se dice "me llamo Michelle".

Será lerda... aunque... le ha ido bien al borde ese... le pega y todo el nombre... jajajaja...

Cálmate, cálmate... Mantén la compostura...

Maquillaje y peluquería. En eso quiero especializarme, aunque me gustaría sacarle el máximo provecho a todos los aspectos de este mundo.

¿Que ha escogido sonido? Tsk... que no has pasado las pruebas, como ninguno de nosotros, pardillo...

A ver si la cria esta acaba ya y podemos hacer algo interesante... tengo que buscar información en revistas y libros especializados... los que he conseguido hasta ahora no me van a servir de mucho aquí...

El chico finalmente desiste en el empeño de seguir hablando a la chica extranjera. Cuando vió que todos deshacían sus maletas, pesadamente se volvió de pié y, entrando en su cuarto, comenzó a separar camisetas, pantalones, calcetines, abrigo, ropa interior, todo sobre la cama, ninguna arruga había en ninguna de sus prendas, cosa que, después de un viaje parece totalmente imposible, siempre aparecían algunas arrugas en alguna camisa o algo, pero no.

A ver cuando se callan estos... Pensó mientras abría el armario y revisaba todos los compartimentos para ordenar mentalmente cómo iva a guardar sus pertenencias. Después de medio minuto mirando el armario abierto, comenzó guardando las ropas pequeñas, tales como calcetines, calzoncillos y demás en los cajones, y finalmente sobre estos cajones los pantalones y las camisas, reservó las perchas para las camisas mas elegantes que tenía, y para los abrigos, finalmente dejó unas sandalias al lado de la cama.

Cuando hubo terminado dejó la maleta debajo de la cama y volvió al salón, donde se volvió a sentar y encenió la tele. Ryoji habló de nuevo. - ¿Sabéis cuando vamos a tener que ponernos a trabajar?

Mientras ellos siguen hablando yo me meto en la habitación a colocar toda mi ropa. Algo torpe, pero bien colocada al fin y al cabo. Sobreentiendo algunas palabras y más o menos sigo la conversación.

Cuando termino, salgo tan alegre como siempre.

Yo decoración. Digo a lo indio, pero de manera que se me entiende.

Luego me acerco al chico antisocial. No se librará tan fácil de mi. He caído en algo.

Señalo al chico bajito y le sonrío, segura de decir su nombre bien. Kamaye. Luego a la chica. Sachiko. Luego a mi misma. Michelle o Michi. Finalmente le señalo a él y me callo. Tan solo sonrío y espero respuesta. Era el único que no se había presentado.

Ryoji miró a la chiquilla que le señalaba con el dedo. Te he hecho una pregunta Volvió a escribir en su mente. Bah, será mejor decirselo y así me dejará mas en paz... - Ryoji Kaji. Me, ¡llamo!, Ryoji, Kaji - Dice lentamente esperando una respuesta típica de una chiquilla de primaria. Dejó en la televisión el canal deportivo y el mando sobre la mesa.

Apoyó toda su espalda en el respaldo del sofá y volvió a preguntar. - Bueno, ¿alguien sabe que tenemos que hacer ahora? ¿O tenemos el día libre? - Seguía con su tono de voz apático y sacasmico.

Izumi sale de la habitación detrás de Michelle, con una revista de modas, y se sienta en el sofá libre, en la misma postura perfectamente correcta de antes, con las manos en el regazo. Sonríe amablemente a Kaji cuando escucha su nombre, haciendo una leve inclinación de cabeza a modo de presentación y sin volver a repetir su nombre, entendiendo que el chico prefería mantener distancias con los demás y hablar lo menos posible con ellos. Además, ella ya había dicho su nombre al entrar y no quería hacerse repetitiva.

De todos modos, sí responde a su pregunta.

Pues no nos han dicho  nada. Lo habitual en estos casos es tener tiempo libre hasta que nos digan algo. Quizá nos avisen por megafonía cuando nos necesiten.

Sonríe de nuevo mientras abre la revista y empieza a ojear peinados y maquillaje. A esta chica no le gustaba perder el tiempo.

Será plasta el tío... si no lo sabe él, ¿Qué le hace pensar que los demás sí? Definitivamente, este tío es Lerdo, con L mayúscula. Pero parece tranquilo... no se entrometerá en el trabajo... ¿A qué se dedicará él entonces? ¿Ropa? Prfff... a ver si va a ser gay... jajajaja ¿Te imaginas? Calla, Izumi... calla y céntrate que se te va a ver el plumero. Esto de ser perfecta las 24 horas de el día va a ser difícil...

Una bella profesora que no os han presentado, entró con su porte elegante después de llamar a la puerta.

¿Va todo bien? - sonrió a Izumi - Podéis estar tranquilos, hoy es día de descanso, las clases empiezan mañana.

Carraspeó levemente y sonrió amablemente.

Si tenéis alguna duda, en el edificio principal está el portero. Ah, y... los servicios están abiertos toda la noche, recordadlo.

Sonríe de nuevo, y después de una leve inclinación, salió del bungalow para ir a saludar, probablemente, a los demás alumnos novatos.

Izumi se pone en pie al ver que una profesora entra. Su espalda recta, sus manos delante de su regazo. Sonríe en respuesta, de forma agradable y hace una reverencia.

Sí, gracias. Esa era la única duda que teníamos. Ha sido muy amable.

Responde de forma educada. Una vez se ha ido, Izumi vuelve a sentarse donde estaba y a prestar atención a la revista, que no es de moda en general, sino de peinados y maquillaje.

Verdadera Izumi:

Izumi se pone en pie al ver que una profesora entra.

Una no puede bajar la guardia ni un minuto... ¡Por favor, qué pesadez! Si al menos tuviera un cuarto individual...

Sí, gracias. Esa era la única duda que teníamos. Ha sido muy amable.

Sí, muy amable, aunque podría haberse presentado primero, ¿no? Tsk... muy elegante y muy guapa, pero vaya modales... seguro que es profesora de los actores... pringaos... No son nada sin nosotros... Ni siquiera esta señorita sería nada sin ese peinado y ese maquillaje... ¿Quién se lo habrá hecho? ¿Ella misma? No creo, ¿no? Jum...