Partida Rol por web

Verdadera Izumi:

¿Que no lo hice a la perfección? ¡¡SERÁ IMPERTINENTE EL IMBÉCIL ESTE!! ¿Qué se ha creído? ¡Yo al menos no maté a nadie del jurado! Tsk... niñato...

Y no... no sólo voy a demostrar que soy mejor que los actores... ¡voy a demostrar que soy mejor que todos vosotros! ¡Muajajajajaja!

A ver, Izumi... tranquila, que se te va a ver la mirada de psicopata...

Abro la boca, y la cierro llena de aire, enfurruñada por la respuesta de Kamaye. La había entendido a la perfección.

¡Kamaye! Digo en tono de riña. Enfado que no me dura mucho pues parecía que Izumi no se lo había tomado a mal.

¡Vuelvámonos! Digo danzarina, cogiendo con una mano a Kamaye y extendiéndole la otra a Izumi. Tampoco quería obligarla.

Pasan los primeros días de presentación de las clases. Como buenos currantes, seguíais trabajando con las diferentes obras del instituto, enseñando a hacer decorados y demás. También a veces practicabais alguna obra, pero siempre por separado, al Bungalow, y normalmente ignorando a vuestros compañeros de casa... excepto Kamaye y Michelle, que se habían hecho bastante amigos.

Está por empezar la clase del profesor Arashi: Luces y Sonido. Aún no ha llegado.

Izumi entra con tranquilidad a la clase. Sus movimientos siguen siendo tan elegantes como los del primer día, y tras estos días de clase, ya habéis comprobado que es un rasgo que la acompaña allá donde vaya. Bien educada, centrada y con ganas de aprender. Y sobretodo, unos apuntes impecables. Parece que incluso siempre llega a clase con el temario estudiado, sobretodo en cuanto a maquillaje y peluquería se refiere.

Buenos dias.

Saluda al entrar en clase con una amable sonrisa mientras se acerca a uno de los pupitres de la primera fila, se sienta de forma perfectamente correcta y empieza a sacar sus cosas de su bolso. Un portafolios con folios blancos y la fecha de hoy ya escrita pulcramente en el margen y un pequeño estuche pero que parece de lo más completo.

Su cabello va suelto y perfectamente desenredado y brillante, todo lo largo que es, cayendo incluso a ambos lados de la silla.

Entro en clase enérgica como siempre. ¡Me encantaba venir a clase! Me lo pasaba genial y aprendía mucho, ¿que mas se puede pedir?

¡Buenos díaaas! Saludo convencida de que lo he hecho bien. Cada vez voy mejorando más. Sé que detrás de mi está Futji-kun, siempre nos esperamos para venir a clase. Me giro para sonreírle para que me recompense por hacerlo bien. 

Izumi ya está ahí, siempre salía unos minutos antes. Se ve que le gusta estar sola. ¡Es una chica fascinante, es la perfección personificada! ¡Siempre estaba tan guapa y era tan educada! ¡Era mi modelo a seguir!

Me acerco a ella feliz y jovial, dando saltitos. ¡Hola Izumi-san! Aún no me atrevía a llamarla por el nombre, como a Futjitaka (¡un día entero para aprenderme su nombre!). Pero tampoco se lo había preguntado.

Ryoji entró serio, como de costumbre, el enfado de su primer dia fué bajando de intensidad conforme iva pasando los dias, pero eso lo convirtió en alguien reservado y serio. Era su forma de ser. Era muy estudioso y no solía hablar mucho.

Se sentó en un lado del aula intentando pasar desapercibido, aunque en verdad vivia con los compañeros en la misma casa. - Buenas... - Dijo con tono bajito.

Sacó de su bolsa una libreta de color rojo y un estuche pequeño que llevava no mas que un lápiz, una goma, una regla pequeña y un boli de colores azul, negro, verde y rojo. Kaji no solía usar una típica mochila, si no un maletín de tela, que le daba un aspecto mas estiloso y elegante, a la vez que formal. Se quedó sentado dandole vueltas al boli de color azul entre sus dedos, esperando al profesor.

¡Buenaaaaaaaaaaaaaaas!

Como siempre, Kamaye entraba con todas sus energías, mientras comía un donut a bocados enormes, por lo que duró poco y acabó chupándose el azúcar de los dedos. Había entrado con Michelle, y como siempre, se sentó a su lado. 

Izumi levanta la vista de los apuntes del día anterior para mirar a Michelle cuando entra por la puerta, cerrando el portafolios con un suave movimiento.

Bon jour, ma petite.

Saluda con su perfecto acento francés a la rubia, y enseguida a Kamaye, que venía detrás, dejando que su sonrisa se ampliara, divertida al ver la actuación de su enérgico compañero.

Y buenos dias a ti también, Futjitaka.

No se olvida del casi invisible Ryoji y señalándole un lugar a su lado, llama su atención.

Buenos dias, Kaji... si prefieres no sentarte sólo, aquí tienes un lugar.

Verdadera Izumi:

Bueno, bueno... empezamos el show de cada día. Por suerte las cosas no cambian mucho por aquí... A la enana ya la tengo en el bote. El otro no tardará en caer... y el soseras del Kaji este, me está acabando la paciencia... ¡Incluso la fingida! Es más aburrido que la falsa yo... ._.

Kaji miró a su compañera, que le ofrecia un sitio a su lado. - No, gracias, aqui estoy bien... - Dijo con timidez pero decididamente. Prefería estar solo, para evitar distracciones. Algo normal en si. Se mantuvo callado mientras, escuchando. Mirando, cada tanto, a sus compañeros de clase.

El profesor Arashi entró en el aula con sus pasos chulescos y la cabeza bien alzada, llevaba una caja con cosas que dejó encima de la mesa de profesor; al pasar por el lado de Izumi esbozó la típica sonrisa que esbozaba siempre que se encontraba con la morena.

A ver, hoy nos vamos al aula de los ordenador a dar la clase. El grupito éste de Sachiko y compañía; tú, Kaji, haz el favor de no ser tan autista y ve más con tus compañeros, ¿o qué coño creéis que hacéis aquí? ¿Pasar el rato? Si queréis ascender en algún momento de vuestra carrera daros brío, los actores nunca trabajan solos.

Cogió de nuevo la caja y miró a los alumnos con una ceja enarcada:

¿Se os ha quedado el culo pegado en la silla? Moveos, a la sala de los ordenadores, venga.

Izumi responde a la sonrisa del profesor con otra muy correcta.

Vamos, Michelle... -Le dice a la compañera que se sienta a su lado con una amable sonrisa.

Y nada más acaba de hablar, empieza a recoger lo que había sacado de su bolsa y enseguida está de pie, detrás de él.

¿Puede con la caja, profesor? ¿Quiere que le ayude?

Sus palabras son completamente amables y educadas, y no parecen para nada de peloteo.

Verdadera Izumi:

O_O ¿¿A qué ha venido esa sonrisa?? Espero que no piense en delatarme... Ahora verás...

Cita:

¡Y sí! ¡Estoy pensando que eres un viejo verde que espía a sus alumnas por la ventana de su habitación! ¡MUAJAJAJAJAJAJA! Qué malvada soy...

Kaji se sorprendió al escuchar al profesor decir esas palabras sobre él. ¿Acaso debe decidir él como he de comportarme? Pensó dentro de sí.

Hizo una leve afirmación y recogió sus cosas ordenadamente. Se levantó y siguió al profesor hacia la sala de ordenadores.

Vamos... - Susurro por lo bajo.

Me levanto sonriendo a Izumi, dando un saltito y poniéndome a su lado. Pero de camino cojo la mano de Kamaye. Cuando oigo a Izumi ofrecer su ayuda al profesor, no puedo hacer más que sonreir.

¿Era posible la existencia de una persona tan amable y generosa como Izumi? Sin duda, era un buen modelo a seguir.

¡Yo también! Me ofrezco, para empezar a tomar ejemplo.

Gracias, Sachiko, pero no me gustaría que tus delicadas manos y tus débiles brazos se rompieran por llevar esta pesada y gran caja. 

Le respondió con una falsa y acaramelada sonrisa, eso sí, al ver a Michelle entusiasmada como siempre en intentar colaborar con él, el profesor Arashi le sonrió y metió la mano dentro de la caja para ofrecerle unos auriculares. 

Toma, lleva eso, muchas gracias, Duquette, eres muy amable. - después se metió la mano en el bolsillo y le dio una llave a la pequeña rubia - Abre la puerta también, yo tengo que ir un segundo a la sala de profesores. 

Izumi no se da cuenta del tono falso de las palabras del profesor, así que asiente con la misma sonrisa amable de antes.

Como quiera, pero estos débiles brazos han trabajado duro durante muchos años... y son más fuertes de lo que aparentan.

Responde con educación y sin perder la sonrisa. Ella era la primera siempre en ofrecerse a ayudar, pero el profesor parecía preferir a Duquette... y no le culpaba. Era una niña adorable.

Una vez está la puerta abierta, pasa y busca un lugar en primera fila, lista para empezar a trabajar en cuanto le sea posible.

Verdadera Izumi:

Serás cerdo... Como siga así, todos van a empezar a desconfiar de mí... Voy a tener que hacer algo para que me crean a mí antes que a él. Imbécil... tsk...

 Ahí va, cuantas responsabilidades, Michi, hazlo bien, ¿eh?

Dijo Kamaye, tomando la mano de la rubia y mirando a Izumi con una sonrisa sincera, sin enterarse de nada... en realidad, él nunca se enteraba de nada. 

Eres muy servicial, Sachiko.

Aunque lo que no le gustaba tanto es que Michelle se esforzara tanto para parecerse a ella... a él le gustaba Michi tal y como era, no hacía falta que cambiara. Claro que de eso no tenía la culpa Sachiko, ella era realmente una persona digna de admirar.  

Abro la boca y los ojos mirando la llave como si fuese un tesoro. Incluso mis mejillas se encienden.

Asiento al profesor sujetando la llave con fuerza, así como también asiento a Kamaye, dejando que coja una de mis manos para ir al aula.

Una vez allí, abro la puerta, con mucho cuidado. Y cuando lo consigo, sonrío muy orgullosa.

Dejo que los alumnos entren, esperando delante de la puerta a que el profesor vuelva, para devolverle la llave. Lo que significa que Kamaye espera conmigo.