Partida Rol por web

Nada. No hay respuesta. El problema no es de ese canal. Es de la tele y la antena en general.

Se queda clavada en el sitio tras el carraspeo, con los ojos cerrados completamente.

Nah... no puede ser... ¿quién iba a estar mirando por mi ventana?

Aunque al escuchar la voz del profesor, abre los ojos de par en par sin moverse ni un pelo.

¡Oh, mierda! ¡Joder! ¡Qué hace ese pervertido mirando por la ventana!

Pero ya es demasiado tarde. No vale la pena inventarse una excusa. Ni salir corriendo para intentar explicarselo. Se queda tal y como está en el sitio sin moverse, como un animal cuyo depredador acaba de sorprenderlo. Al menos hasta escuchar la última frase.

Su cara se pone roja como un tomate, totalmente ruborizada, y el riego sanguíneo que tanto necesita en su cerebro, ocupa ahora la mayor parte de su cara.

Se queda así unos minutos después de que el profesor se haya ido, hasta que vuelve a recordar que debe respirar. Se incorpora arrodillándose en la cama y bajando la mirada, agarrando la falda entre sus puños cerrados.

Nunca antes en la vida la habían pillado. Nunca jamás la habían descubierto. Y hoy, el primer día, uno de sus profesores la había pillado de pleno. Con las manos en la masa. ¿Qué podía hacer? Su ego no la había permitido pensar nunca en una situación como aquella.

¿¿Cómo he podido olvidar las ventanas?? ¡¡Idiota!! Pero... ya no hay solución.

Él sabía su secreto. La tenía entre la espada y la pared. Si era un tío listo, como suponía que era por esa mirada maliciosa, guardaría ese as en su manga hasta que le fuera de utilidad.

Bien... no todo está perdido.

Además, había dicho que era una de sus "estudiantes brillantes". No se atrevería a echarla. Aunque seguro que sí a hacerle la vida imposible.

Finalmente, levanta la mirada. Una mirada decidida, ardiente... donde se refleja la llama de la pasión.

Si quiere guerra, profesor Arashi, la tendrá. ¡Y no voy a venirme abajo! Este es solo un pequeño contratiempo en mi apretada agenda... jujuju jojojo jua jua jua jua!

Termina riendo arrodillada en la cama y con las manos en las caderas. Nadie iba a poder con ella. NADIE.

Eso sí... antes de que nadie pueda ver algo más, se levanta corriendo hacia la ventana y cierra las cortinas.

La tele no parece dar señales al usar el mando a distancia. - Menuda caca... - Dice Kaji pesadamente. después de dejar tirar el mando a la mesa como desprendiéndose de él, va a la tele y la apaga...

¿Que hago ahora?... Joder, maldita... KAji se fué a su cuarto a ver que es lo que tenía por ahí...

Rebuscó entre sus pertenencias buscando algo con lo que entretenerse. Encontró una nintendo DS con su cartucho de juegos. La encnedió y buscó el Phoenix Wrigth. Al menos podría distraerlo durante un rato...

Después de tus divagaciones y locuras varías, a la habitación de al lado escuchas:

- ¿¡QUÉÉÉÉ!? - luego, varios golpes sordos, como si alguien (que te imaginas que es Kaji) estuviese aporreando algo con fuerza, y después un... - ¡¡¡Mecagoen...!!! - los golpes no cesaron, es más, parecían más fuertes... - ¡Maldita tele del todo a 100! - los golpes pararon... un último golpe sordo y silencio.

Hasta que escuchaste que la puerta de la habitación de los chicos se abría... y a partir de ahí, no se escuchó ni una mosca, solo el ruido que venía de fuera.

Izumi se siente tentada a salir y pegarle un par de yoyas a ese loco.

Seguro que el capullo se ha cargado la tele. Será imbécil...

Murmura. Sin embargo, coge el estuche de su flauta travesera, se mira en el espejo para adecentarse un poco y sale de su habitación. Respira hondo un par de veces y toca a la puerta de la habitación de los chicos.

Esto... ¿Kaji? Voy a salir un rato. Nos vemos después.

Y tras eso se da la vuelta, mirando de solslayo la televisión. Iría a tocar a algún sitio tranquilo... así podría relajarse y meterse en el papel. De nuevo.

Empiezas a jugar y meterte dentro del juego para poder reunir todas las pistas para poder ganar el caso.

Oyes como la puerta de al lado se abre y unos pasos que se acercan a tu puerta. La voz de Izumi:

Esto... ¿Kaji? Voy a salir un rato. Nos vemos después.

Y después la puerta de fuera que se cierra.

Te has quedado solo en casa. Se respiraba tranquilidad, una suave brisa se colaba por la ventana así como también el canto de los pájaros.

Hasta que de la misma ventana, se oye una voz. Hola. Te saludan. Cuando levantas la mirada, ves a una chica morena, apoyada en el marco de la ventana mirando dentro, con una sonrisa divertida.

Kaji estaba jugando a la DS. La otra inquilina le dijo que se iva a dar una vuelta. KAji no le contestó, que hiziera lo que quisiera...

Se volvió a meter en el juego, ya había avanzado una buena parte del juicio, cuando una extraña muchahca se asoma por la ventana y me interrumpe. - Hola - Dijo arrogante. Al ver que la chica no dejaba de sonreir. - ¿Que pasa? no soy un payaso ¿Que te hace tanta gracia?

La chica levanta una ceja.

Nada. Simplemente me gusta sonreír... ¿a ti no? Le pregunta como si fuese una cosa extrañísima.

De repente, suelta una exclamación que te sobresalta.

¡¿Juegas al Phoenix Wright?! Pregunta muy emocionada, pegando un salto y aterrizando en la habitación sin ningun problema.

¡Ui! Perdona.. ¿Puedo pasar? Pregunta con sonrisa inocente. Me llamo Sawako Kazegawa. Dice en el mismo tono alegre e inocentemente travieso.

Kaji se le quedó mirando fijamente. Suspiró de cansancio. Vaya... ahora tengo que aguantar a una cria sin educación...

Hola Sawako, no se si entenderás que esta es mi habitación y que la gente normal llama a la puerta y entra por ella - Cierra la DS. - No se si entenderás que algunas personas queremos estar solas en alguna ocasión... - Mirandola con las cejas muy juntas.

Sawako te mira, sin sonreír, ladeando la cabeza.

Pues no, no lo entiendo muy bien. Lo único que encuentro mal es haber entrado sin tu permiso y ya te he pedido perdón. Dice encogiéndose de hombros.

Lo que no entiendo es porqué has dejado de jugar ni porqué no te has presentado cuando yo lo he hecho educadamente. Dice volviendo a sonreír con travesura extendiéndote su mano.

Kaji mantuvo la calma, aunque por dentro sentía frustración. - Tienes razón, me llamo Ryoji Kaji. - Le extiende la mano. Tal vez así me deje antes en paz... Pensó Kaji...

Bueno Sawako, ¿no rienes nada que hacer? - Esperaba que respondiera que si, pero entonces se acordó de algo. -  Bueno, es seguro que no, hoy hay dia libre... - Vamos piensa algo rápido... - Mis amigos están por ahi fuera, alomejor les interesa tener alguna sonrisa con ellos. - Dijo tranquilamente, como recomendandole que se fuera a buscarlos... Esperaba que de verdad se fuera y le dejara mas tranquilo...

Sawako niega con la cabeza a la vez que te respondes a ti mismo. Siempre sin perder esa sonrisa.

Beh... la verdad es que me da palo salir a buscar gente. Me he pasado toda la mañana caminando... coge una silla y se sienta al revés, con el respaldo pegado al pecho, y la cara apoyada en los brazos que están en el respaldo.

¿Por qué? ¿Molesto? Pregunta con las cejas levantadas.

Vas caminando buscando un lugar tranquilo y agradable en el que sentarte y poder tocar la flauta sin que te molesten. No tardas en encontrarlo, en la playa hay una calita fantástica, donde sopla una brisa muy agradable.

Izumi respira hondo y se sienta de lado en el césped, disfrutando de la brisa. Apenas se distingue cuando la flauta empieza a sonar, puesto que la melodía acompaña al momento a la perfección.

Es una melodía tranquila, típica del país del que procede. Suave y relajante... Al menos hasta que la cambia por completo.

Ahora se ha vuelto una melodía completamente irracional, sin sentido. Y al terminarla, respira profundamente. Ha dejado allí todos sus sentimientos. Toda su frustración... ya está preparada para volver a ser la perfecta Izumi Sachiko de nuevo.

Y justo es cuando esta segunda melodía termina, que Izumi puede escuchar carcajadas y gritos hacia la playa, dos figuras se acercan corriendo a ella, cogidas de la mano: Kamaye y Michelle.

Parece que la han visto de lejos.

Me caaaaaaaaaaaaaaaaaaaago en la... Izumi... respira... hondo... más... así... mejor.

Una sonrisa se extiende en su rostro mientras los saluda con la mano, con un gesto fluido pero para nada efusivo. Se levanta lentamente del césped en el que estaba sentada y se sacude la ropa por si hay alguna brizna de hierba en ella. Además, vuelve a guardar su flauta travesera en su estuche.

Sigo corriendo con Ka...ma..ye, sí eso, de la mano riendo sin parar. Cuando llegamos delante de la figura de la que parecía provenir la música.

¡Uau! ¡Así que tú ser! ¡Me has enamorado*! Realmente me había encantado* la melodía, jamás hubiese pensado que sería de Imuzi. La miro con los ojos brillantes y las manos juntas en la barbilla, muy emocionada.

¿A que a tú también? Le pregunta al chico que tenía a su lado.

¡Vaaaaaaya! ¡No sabía que sabías tocar la flauta torcida! Nunca lo habría dicho...

Exclamó Kamaye, soltando la mano de Michi y sonriendo de oreja a oreja, cogiendo la flauta, ya guardada en su funda y observándola.

Ya ves... ha estado genial.

Asintió a Michi, sin perder la sonrisa.

Izumi sonrie de forma amable y ofrece la flauta a Kamaye para que la observe de cerca.

¡Gracias! Me alegro de que os haya gustado. Toco desde que era pequeña... es la mejor forma que tengo para expresarme. Y mi único hobbie a parte del estudio. ¿Vosotros tenéis alguna afición?

Habla, como siempre, con un tono de voz dulce y tranquilo. Realmente parece feliz de que a sus compañeros les haya gustado la melodía.

Verdadera Izumi:

¿La he enamorado? Dios mío... esta niña está mal de la cabeza. ¿Cómo puede venir a un país sin controlar el idioma? Al menos podría estudiar un poquito...

¿Y este? Pues claro que  no sabías que la sabía tocar... pringao, si apenas hemos cruzado dos palabras... ¿No me creía capaz? Dudo que me creas capaz de sabotear alguno de tus proyectos para quer mejor que tú... y no tendría problemas en hacerlo tampoco... ¡muajajajajaja!

Ay, Izumi... cálmate, que se te va a notar en la cara...

Cita:

A parte de cambiaros el pañal y ser felices de la vida, claro... jujuju