Partida Rol por web

Ambos bajaron de la carreta, el paisaje montañoso se había transformado, ahora la vegetación arbórea lo cubría todo, pero aun contaba con algunas laderas empinadas.

- Muchachos, muevan el oso no queremos retrasarnos en estos lugares – Comento Han desde su lugar en la carreta a la par que le alcanzaba una moneda de oro al hombre negro a caballo; este sonríe.

Como decía Porfel, delante en mitad del camino había un oso muerto, si no lo movían la carreta no podía seguir circulando.

Allí analizando lo que les rodeaba pudieron sentirlos o verlos nada mas observar la situación, aquellos que habían matado al animal y lo habían colocado allí para embocar a los transeúntes. No sabían exactamente la apariencia o la ubicación, tampoco cuanto tardarían en hacer un movimiento, pero sí sabían que estaban rodeados.

La simple imagen al salir del carruaje dejo helado a Liam; - Que necesidad de dejar así. De profanar su cuerpo; sin ser comida o una muerte natural - pensaba tras darse cuenta del olor a sangre que emanaba el cuerpo del animal. Una mirada perdida al cielo marcaba lo defraudado que estaba el druida frente algunas partes de la sociedad humana.

Respiro y exhalo profundo para acto seguido seguir en camino a donde estaba el oso asesinado. - Ahora vengo, su espíritu no lo merece - comento a su compañera luego del regaño del baño. Ya al lado del animal el druida se acerco a la cabeza para establecer un contacto visual con las pupilas opacas del oso que habían perdido el brillo de la vida. Y en un extraño idioma empezó a recitar una plegaria.

Spoiler (marca el texto para leerlo):

Y finalizando se volvió hacia su compañera para observar que hacía.

Cuando bajo Liam, pudo darse cuenta del oso en medio del camino, ella baja de la carroza y mira a todos lados, e inmediatamente saca su espada, aprieta los dientes, e intenta que Liam se quede con ella, pero estaba mas preocupado por el cadáver, sin notar que podría ser una trampa, la chica, se acerca cautelosa, y mira en torno al oso, por si encuentra algo, era una emboscada.

- retrocede... - le ordena y sigue avanzando buscando señas entorno al oso y a su alrededor. Levantó la vista. Debían irse cuanto antes de ahí.

- señor, todos que ayuden a sacarlo, rápido, vamos - exclama, yendo donde el oso para empujarlo.

Liam decidió rendir honor al espíritu del oso que estaba muerto en medio del camino, sin prestar atención a lo que le rodeaba, Sylphiel  por su parte parecía más consciente y precavida de que no estaban solos. Nada mas desenvainar las criaturas hicieron su aparición.

Una salto desde una roca muy cerca del cuerpo hacia el druida mordiéndolo y derribándolo. La espadachín helada puso sus ojos en el enemigo otro enemigo que tenía más cerca, lista y dispuesta a saltar sobre ella en cualquier momento.

Desde la carreta Han observaba tranquilamente, mientras el jinete le daba un latigazo a la esclava.

Tal como pensó, era una trampa, y Liam cayó como la mas blanca de las palomas. Ella, con su sable desenfundado, se lanza contra la primera criatura, pero resbala por culpa de las ropas de Liam, y falla el primer intento, pero levanta su arma y vuelve al intento de atacarlo.

Con Liam en el suelo, Syl decidió lanzarse al ataque. Tras fallar el primer intento, logró ensartar una estocada en el abdomen de la criatura, la cual empezó a chillar desesperadamente.

Aquel ser parecía ahora enfurecido y saltó al ataque sobre la espadachín a helada, fue un movimiento muy predecible y pudo esquivarlo sin problemas dando un paso al costado, y ambos se quedaron mirando. Ahora eran dos las criaturas que se interponía entre ella y su compañero.

El druida parecía tener problemas, pero aquel que estaba arriba suyo apenas pudo perforar las ropas de cuero, aun así,  no le impidió volver a apretar los dientes.

Los chasquidos de un látigo hacía pensar que había otra pelea.

Había terminado su plegaría para que el espíritu animal pueda volver en paz a los brazos de Gaia. Cuando tras escuchar el comentario de Phiel una abominación había salido por su flanco trasero; con agilidad intento esquivar las garras de la criatura, pero aun así logro impactar en la pierna de Liam. - Mmmm - llego a gemir mientras caía al suelo por querer evitar el daño completo de la criatura.

La pelea había iniciado y Phiel parecía ser mucho más hábil  de lo que parecía con sus ropas y su clase. El druida quedo sorprendido con aquellos movimientos del estoque; pero aun así reconocía que aquel objeto de metal había sido obtenido a la fuerza, rompiendo las pieles de la Madre Naturaleza, todos estaban armado con propias defensas y pocos humanos utilizaban sus puños.

La criatura volvía a golpear, esta vez aprovechando su posición. Impacto de forma más certera, marcando sus garras en la pierna que ya había lastimado; el aspecto de aquellas criaturas sin ojos hacían creer al druida que le beneficiaban por el olfato; y el olor que emanaba su cuerpo sumado a la sangre que brotaba de su pierna alimentaba el deseo carnívoro de aquellas criaturas. Debía moverse y ponerse a pelear.

Con un ligero movimiento de su cuerpo, Liam lograba poner en pie y acto seguido - GGGRRRRAAAAHHH - emitió un rugido fuerte, mientras sus huesos se rompían y volvían a soldar, sus músculos se agrandaban y sus rasgos cambiaban.

No había lugar para mas errores, ella, logrando esquivar el movimiento, tomó mejor su sable, y volvió a atacarlo, un golpe certero en su pecho, buscando su corazón, la espadachín era rápida, ¿pero lo seria mas que su contrincante?. Liam, por otro lado demostraba una habilidad que impresionó a la maga, aunque no debió hacerlo tanto, porque se con decía con su aspecto. Ya no cabía dudas, era una especie de Druida.

Sylphiel Nels Ladha fue rápida; como esperaba; su estocada atravesó el corazón de aquella criatura que tenía delante, la cual cayó al suelo y empezó a convulsionar hasta morir. La otra., había saltado unos metros tras ver a Liam transformarse en oso, probablemente le había causado impresión ya que gruñía y estaba indecisa de lanzarse.

La situación había cambiado a favor de los magos, pero increíblemente la última criatura en pie dejo de darle importancia a la pelea, para situarse junto a la que yacía en el suelo, empezando a chilar y gritar zarandeándola, sin respuesta.

Han seguía en la carreta, incluso había empezado a fumar una especie de cigarrillo. A su vez, por un instante la esclava salto por un lado de la carreta, mordiendo el cuello de uno de esos enemigos y tras un latigazo que recibió en la espalda, lo arrastro hasta perderse de vista, por la carreta.

Aquel sonido empezó a repiquetear en el aire, automáticamente la criatura se calmó, se puso en guardia irguiéndose sobre sus patas y retrocediendo unos metros, amenazante. Tras esta aparecieron dos más con la misma postura.

- GRRRRRRRUUUAAAAAHHHH - continuo rugiendo el druida luego de su cambio. Ahora el aspecto de Liam era distinto, su piel se había envuelto en pelo, su tamaño había aumentado y grandes garras junto a un hocico formaban su nueva apariencia. Se paro en sus patas traseras y cayo con gran fuerza terminando el grito intimidante. Ahora si había revelado el porque de su presencia dentro del grupo para llevar aquel pequeño cofre.

El sonido en el aire, llamo la atención del oso. Sus orejas se acomodaban de  un lado a otro para recibir mejor aquel sonido; su melodía era repetitiva pero atractiva por unos instantes su instinto sentía la necesidad de seguir aquel sonido y llegar a la fuente del sonido para obedecer a su llamo. Pero sabía que aquello era un truco vil de un domador de animales; ya que ningún druida obligaría a los seres de Gaia a cumplir su voluntad. Así que agito su cabeza para concentrarse en la batalla.

Se acerco a la primer criatura y con su gran pata tiro un garrazo para lastimar aquella aberración.

Ya en forma de oso, y dentro de la batalla, impedía que ella atacara con su hechizo más poderoso, la chica apretó los dientes, sola lo haría mejor. Soltó un rugido, molesta, ahora tenían a tres enemigos, y con el oso en medio, sus hechizos más poderosos quedaban atrás.

- ¡eres un  estorbo! - le gritó, demasiado molesta, y juntó sus manos delante de si, un sello mágico apareció en el suelo, levantando un viento helado, el que comenzó a transformarse en neblina, la comenzó a rodear y luego se expandió con una fuerza enorme cubriendo una gran extensión, la maga se ocultaría en las sombras. Su estoque seria letal.

El ser que había mordido al druida chilló cuando su brazo fue desgarrado.

El tamborilero era mas fuerte y agresivo, las criaturas apenas chillaban cuando la niebla envolvió todo, incluso hasta la carreta. Como el druida se había percatado las criaturas no tenían ojos.

La que estaba más cerca se lanzó sobre el oso, mordiendolo, pero sus dientes no podían traspasar la gruesa piel. El otro dio un salto delante de la espadachín y le dio un coletazo.

Liam pudo ver como desgarraba el brazo de la criatura. Tras la niebla ya no podía ver nada, sintió como las criaturas chillaban e incluso que una salto sobre el, tratando de morderlo.

Una densa niebla cubría el área de combate. - Mierda - pensaba el druida sobre aquello. No esperaba que el clima cambiara tan rápidamente, y más aun cuando aquello le dificultaba.

El grito del animal y sus dientes intentando clavarse en su piel dieron a Liam una idea sobre su enemigo que se encontraba a su lado intentado traspasar su piel con sus dientes. - GRRRUUUAAA -Volvió a rugir fuertemente el oso y su zarpa volvió agitarse contra su contrincante.

Ya con el poder desatado, era hora de seguir actuando, sin embargo mientras ejecutaba la niebla, una de las criaturas lanza un coletazo, la chica junta sus brazos, para recibir de lleno el golpe, este le da en los ante brazos, y no la hace moverse siquiera, aprieta los dientes, era momento de lanzar aquel hechizo, Liam seguía en medio de todo, escuchaba sus gritos, lo estaban comiendo. 

"Mierda" Pensó, pero eran muchos enemigos, un ataque certero seria lo mejor, pero ese maldito oso estaba en medio de todo y no podría eludir el ataque. Estaría atrapado entre las cuchillas. Suspiró, pero por otro lado, podría hacerle daño a esas tres criaturas, congelarlas y rematarlas con el estoque.

levanta sus manos y una trompa de aire se forma, un ligero brillo se ve, tiene a esa criatura delante, y ella sonríe de medio lado. Cuando cargo el poder, lo lanzó contra las criaturas, las cuchillas de hielo buscarían a todos los presentes en ese cono que formaba en medio de la niebla.

Dentro de la niebla el druida intento lanzar un zarpazo a aquella criatura que le mordida, rozándole el brazo a penas., sin mucho resultado. Por otra parte Syl ya sentía que era hora de terminar con la batalla y puso todas sus fuerzas en aquella tromba helada de la cual emanaron una serie de cuchillas, dándole todo a su alrededor.

A medida que la niebla iba disipándose, el estruendo de un arma de fuego resonó furioso en el aire, silenciando el sonido de los tambores.

Al final el panorama se hizo visible para todos, aquella criatura que había estado desde el principio y que el oso le había desgarrado el brazo, yacía empalada delante del druida. Las otras dos apenas les había rozado a cada una, generándole algún corte superficial. A Liam se le habían incrustado dos de aquellas poderosos hojas heladas congelándole el cuerpo. Pero… no había una sola criatura empalada, en la carreta Han jugaba tranquilamente con una de aquellas cuchillas, mientras terminaba el cigarrillo y observaba al caballo, quien había recibido tres y estaba prácticamente descuartizado.

Increíblemente los seres dejaron de prestarle atención a la espadachín y el druida, limitándose a chillar con desesperación y hacer ademanes alrededor de sus compañeros caídos.