Partida Rol por web

Pasos en la ciénaga

Capítulo 2: Un camino largo y fatigoso

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22/04/2017, 21:24
Director

Un camino largo y fatigoso

 

El viaje hacía el sur

La taberna del arquero recogió de nuevo al peculiar grupo de rescatadores; no era extraño asignarles ese calificativo si tenemos en cuenta que estaba formado por dos hombres de bardo, una mujer beornida, un hombre de los bosques y su fiel sabueso, un elfo silvano, un enano de Erebor y un pequeño hobbit de la Comarca. En una apartada y amplía mesa, los siete encargados del rescate de los enanos desaparecidos se inclinaban sobre el mapa que Gloin les había dibujado en un trozo de pergamino iluminados únicamente por el tenue brillo de una pequeña vela. Al crepitar inseguro de la llama estudiaron el posible recorrido que tenían por delante antes de emprender la marcha.

El camino que Gloin les había marcado en el mapa cruzaba el Lago Largo y se adentraba en las Ciénagas Largas hasta el punto donde el Camino del Bosque Viejo salía del bosque y se encontraba con el río Rápido. Era un trayecto largo y traicionero para cubrirlo a pie, puesto que cruzaba las ciénagas y pantanos durante más de cien kilómetros. Hacer efectivas las órdenes que les permitían tomar en préstamo las barcas de los hombres del lago por cortesía de Gloin, les permitiría recorrer la distancia de manera mucho más rápida y segura, ya que las aguas del río fluían haciendo honor a su nombre en dirección sur. Utilizar las barcas recortaría a la mitad los días de viaje necesarios para llegar al Camino del Bosque Viejo. 

Notas de juego

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24/04/2017, 00:58
Ella
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Notas de juego

Lo sabía, un Ojo de Sauron... Después posteo. >_<

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24/04/2017, 11:25
Grimrow

No costó mucho obtener la autorización de sus superiores, bastó decirles para quien iban a realizar el servicio para que le liberaran del servicio, encomendándole, además, como si hiciera falta, que pusiera todo el empeño de su parte para que la misión tuviera éxito.

Agradeciendo el permiso y en cierta medida contento por abandonar las rutinarias guardias a las que había dedicado su tiempo las dos últimas semanas se encaminó un momento a su casa a preparar su equipo de viaje y luego se reunió con sus compañeros de viaje en la taberna del arquero.

Una vez extendido el mapa encima de la mesa, a Grimrow no le costó nada reconocer el entorno, pues conocía a la perfección aquellas tierras. Muchos viajes había realizado al sur, tanto andando como en bote y conocía todos los recovecos de aquél tramo de río a ambas orillas.

- Conozco la zona y lo más rápido y seguro es, sin lugar a dudas, recorrer la ruta en bote hasta aquí - dijo indicando el recorrido con el dedo - reducirá el tiempo de viaje a la mitad y creo que el tiempo es clave en estas circunstancias.-

- A partir de este punto habrá que ir andando. - Hizo una pequeña pausa antes de continuar hablando - Dicen que el camino viejo está despejado, pero creo que sigue siendo peligroso. Así que todo lo que podamos descansar hasta el momento de andar nos vendrá bien. - añadió.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Saber.- Gran éxito. (No sé si hay información extra que tenga que saber).
He dejado hecha también la tirada de viajar.- Éxito normal.

A parte, como rasgo Grimrow tiene "Navegar en bote".

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25/04/2017, 14:21
Balmut

Balmut dejó de prestar atención al mapa en cuanto se percató de que no podría aportar nada útil. Estaba más acostumbrado a observar regiones más reducidas y plagadas de símbolos bélicos, y aquella zona no la conocía lo suficiente. Centró su atención en los integrantes de aquel grupo de rescatadores, estudiándolos con detenimiento y sin ningún reparo. Lo que podría llegar a incomodar a alguno de ellos. 

- No hay tiempo que perder. - declaró, asintiendo a las palabras de Grimrow y apoyando la travesía en bote. Para el hombre del bosque no eran solo palabras y se notaba su impaciencia. Consideraba que ya se lo habían tomado con demasiada calma. 

Su compañero canino, sentado a su lado con las orejas alzadas, se mantenía atento a cualquier movimiento en la posada. Parecía que la pareja no bajaba nunca la guardia. 

- Tiradas (1)
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29/04/2017, 05:59
Ella

La beórnida no comprendía el cómo ni el porqué de las idas y vueltas que había conducido a aquel improvisado grupo hasta la posada, otra vez. Llevaba varias noches en la insomne caza de un sueño que le rehuía y, en esas ocasiones, pensaba del mismo modo en que caen las hojas, los pensamientos se desprendían de su cabeza uno tras otro y caían; los seguía con la mirada durante un momento mientras flotaban delante de ella antes de caer en el fondo de su otoño para siempre. Ella bostezó ostensiblemente y estiró los brazos a lo alto haciendo crujir sus cansados huesos.

Y, mientras recordaba las palabras de Glóin, susurró, más para sí misma que para los otros:

—¿En qué oscuros aguas habrán caído? ¿Y en qué lóbregos abismos habremos de internarnos hasta dar con sus huesos?

Estaban vivos, de eso la muchacha no tenía dudas. Pero ignoraba bajo el yugo de qué oscuras fuerzas se encontraban los enanos, y eso inquietaba su ánimo.

Finalmente, alzando el documento que le había entregado Glóin, exclamó:

—El viaje será largo y ya resolveremos los detalles en el decurso del mismo. Oin y Balin no nos esperarán por siempre. Y si de oscuras aguas se trata, ¡vamos por una embarcación entonces! —apremió al grupo.

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30/04/2017, 01:16
Mungo Bolger

Mungo trató de abrirse camino para echarle un vistazo al mapa de Gloin. En el fondo se sentía avergonzado por no haber podido guardar la compostura delante del mismísimo enano de las historias del señor Bolson, y quería intentar ser de ayuda. Por desgracia, al no conocer la nota, no pudo aportar ningún dato relevante.
He viajado mucho, pero nunca he estado por esas tierras. ¿Alguien sabe algo del lugar?
 

Para cuando terminó la frase, la beornida alzó el papel y los instó a emprender la marcha sin más demora. El joven mediano se mostró de acuerdo.
¡Así se habla!— subrayó. Después se dirigió a los hombre de Bardo —Grimrow, Farald, ¿conocéis a alguien que nos pueda dejar algún bote, o algo por el estilo, en el que quepamos los siete?

- Tiradas (2)
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30/04/2017, 16:55
Cuidoron "Arcoderoble"

Cuidoron había estado analizando el mapa de Gloin en silencio desde que llegaron a la taberna y se sentaron en torno a él. El elfo pareció meditar sobre las posibles opciones que se presentaban para emprender aquella misión de rescate y llegó a la conclusión de que el camino marcado por Grimrow era la mejor opción. La beórnida parecía tan de acuerdo como él y no dudó en apremiar al grupo a empezar la marcha en cuanto antes. Mungo, igual de excitado que un niño con caramelos, se dejó impregnar del espíritu aventurero que vivía dentro de él y quiso saber dónde obtener un bote para emprender el viaje.

-Para eso tenemos ésto. -Dijo colocando un dedo sobre la mesa, justo encima del papel que el propio Gloin les había facilitado para que les permitieran tomar en préstamo las barcas de los hombres del lago. -Sólo tenemos que ir al muelle y hablar con los dueños de las embarcaciones.

-Yo conozco algo la zona. -Añadió después, respondiendo así a la pregunta de Mungo. -Tendremos que cruzar el lago y descender por la Escalera de Girion, y después cruzar la zona pantanosa de las Ciénagas Largas. Una zona inexplorada y peligrosa, sin duda.

- Tiradas (1)
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04/05/2017, 21:05
Director

Animados por la emocionante aventura que se presentaba ante ellos y la premura que requería la misión encomendada, salieron de la taberna del Arquero a toda prisa para dirigirse hacía los muelles y pedir alguna embarcación que les pudieran prestar avalados por el documento que Gloin les había entregado. Previamente se habían repartido las tareas que desempeñaría cada uno de ellos durante el viaje. Así pues, Grimrow seria el guía del grupo pues conocía bastante bien aquellas tierras y decía tener una amplia experiencia en viajar y conocimientos que podrían ayudar al grupo. Balmut y Kölin ejercerían como los exploradores del grupo, una labor peliaguda pues deberían estar atentos a cualquier indicio sobre los desaparecidos, Ella y Mungo como los cazadores y recolectores de comida y Cuidoron y Farald se repartirían las labores de vigilancia manteniéndose alerta ante cualquier posible peligro.

Grimrow recogió el mapa que Gloin les había proporcionado y se lo guardó entre sus pertenencias, le serviría para guiar al grupo a través del largo camino que se les presentaba. Pero el primer paso de ese camino consistía en hacerse con una de las embarcaciones prometidas. No tuvieron dificultades para ello, tal y como les había prometido Gloin. Los largos muelles de la Ciudad del Lago estaban construidos a base de tablones de madera colocados uno junto al otro a lo largo de varias decenas de metros sobre las pilastras de madera que surgían de la profundidad del lago. El color de las tablas contrastaba entre las que habían sido taladas recientemente y mostraban un aspecto más nuevo, y las que habían sido recuperadas de los restos del viejo emplazamiento de la ciudad. Junto al muelle se alzaba la plaza del Mercado, donde se encontraba la taberna del Arquero y otras cuantas similares, además de posadas, almacenes de gran tamaño y los diferentes puestos del mercado, donde las mercancías siempre eran frescas, recién salidas del barco. No era raro encontrarse allí algún que otro elfo de las almadías de su señor y tampoco toparse con mercaderes de lugares más remotos.

Del muelle entraban y salían continuamente embarcaciones de todos los tamaños y variedades: grandes barcos con velas blancas y mascarones con forma de cabeza de dragón, pequeñas barcas de pescadores y esquifes de gran versatilidad y manejo entre otros muchos diferentes. Todos ellos cargados con barriles rebosantes de peces recién pescados, vinos del reino de los elfos, fruta, carne o herramientas que se venderían más tarde en el mercado. Otros partían ya vacíos hacía los remotos lugares a los que las aguas daban alcance. No en vano, Esgaroth era uno de los puntos comerciales más importantes de la región, desde los valles del Noroeste a través del Río del Bosque a las distantes regiones al oeste del mar de Rhûn surcando el río Celdúin. 

Allí, tras mostrar a los hombres del lago los papeles que les entregara Gloin, pudieron hacerse con un par de esquifes de madera que les prestaron sin pega alguna. La palabra del enano era garantía suficiente de que aquellas embarcaciones volverían o serían generosamente recompensadas. Además, la noticia de la perdida de los enanos se había extendido y en aquellos tiempos de paz muchos eran los que se prestaban a ayudar. Los esquifes eran de madera, de quilla redondeada que permitía que cuatro remeros se colocaran cómodamente para remar de espaldas a la marcha dirigidos por un timonel que coordinara sus esfuerzos y dirigiera el bote mediante un timón lateral. Estaban además adornados a la manera de la Ciudad del Lago, con unas largas cabezas de cisne. Aunque la tendencia entre los más jóvenes estaba sustituyendo la cabeza del cisne por la del dragón, como ya habían podido comprobar.

Notas de juego

Grimrow obtuvo un Gran éxito, lo que le da 2 dados de éxito que podrá usar durante el viaje. Cuidoron obtiene un éxito y 1 dado de éxito.

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06/05/2017, 19:08
Ella

Dejaron atrás la taberna, y unas pocas zancadas después estaban en los muelles.

La beórnida contempló el incesante trajinar de los hombres y el ir y venir de los navíos con curiosidad, mientras que Grimrow se encargaba de la embarcación. O de las embarcaciones, ya que regresó con el anuncio de que había conseguido dos esquifes que, como enormes cisnes, descansaban junto al muelle. La muchacha acarició la superficie de madera siguiendo la tersa curva del cuello del ave tallada en la proa de la nave. Les aguardaba un largo e intrincado viaje y…

Ella volteó la mirada hacia sus nuevos compañeros evaluándolos. Finalmente, y al mismo tiempo que señalaba a Grimrow, exclamó:

—¡Quiero un sitio en tu bote!

Aquel hombre parecía entenderse con las aguas y los navíos... y la muchacha no pretendía echar su suerte en manos de algún improvisado navegante de tierras adentro.

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06/05/2017, 21:07
Cuidoron "Arcoderoble"

No les costó mucho hacerse con unos esquifes de trabajada madera para cruzar el profundo Lago Largo. Cuidoron admiró el trabajo realizado por los hombres en esas construcciones, las decoraciones eran especialmente bellas. Aunque la madera no estaba tan trabajada como en las mejores barcas de los de su pueblo, aquellos artesanos sabían lo que hacían.

-Yo dirigiré el segundo bote. -Propuso el elfo. -Iré siguiendo tu estela. -Le dijo a Grimrow.

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07/05/2017, 23:12
Balmut

Mientras el grupo comentaba el reparto en los esquifes, Balmut saltó sobre uno y se acomodó en uno de los puestos destinados a los remeros. Inzim avanzó tras él, con pasos dubitativos sobre la madera oscilante hasta que consiguió estabilizarse. El hombre del bosque hizo una seña a su compañero canino y éste tomó asiento donde le indicaba, un lugar donde no molestaría al resto de tripulantes. No era la primera vez que navegaban, aunque lo habían hecho en barcas de basta manufactura y menor estabilidad. 

El joven había relajado su gesto cuando el grupo se puso en movimiento, alegrándose por la rapidez con qué habían conseguido los botes prometidos por Gloin. Estaba deseando abandonar la ciudad, pues la visita se había alargado más de lo esperado. Por fortuna, tanto él como Inzim habían logrado llenar su estomago con un plato caliente. Ahora ambos miraban al resto de componentes con aquella fiera sonrisa esperando que montaran a bordo. 

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08/05/2017, 18:29
Mungo Bolger

El joven hobbit se acercó la embarcación que habían conseguido Grimrow y Farald. La navegación no era nada nuevo para él, pero estaba más acostumbrado a las cáscaras de nuez en las que solía pescar truchas plácidamente con alguno de sus amigos. Admiró el trabajo que le habían dedicado a los mascarones que, pese a tratarse de navíos bastante corrientes, parecían haber sido tallados con mucho mimo. Sin embargo, no pudo evitar compararlos con las cabezas de dragón de los otros esquifes, mucho más modernas y con colores muy vivos.

Cuando la joven expresó decidida su intención de ir con Grimrow, Mungo se encogió de hombros y la siguió. Iba a ser su compañera en las largas jornadas de cacería para abastecer al resto del grupo, y en algún momento tendrían que empezar a conocerse. Además, intuía que Krölin preferiría no navegar bajo las órdenes de un elfo.
Yo también iré con maese Grimrow— dijo —, si no es inconveniente, claro.

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10/05/2017, 20:25
Krölin

El enano no había estado mucho tiempo fuera de sus aposentos, no conocía demasiado el mundo exterior, así que dejó que el resto del grupo se ocupara de la planificación del camino. Lo que a él mas le importaba es si tendrían comida suficiente para sobrevivir, así que tras acordar una hora de encuentro, el enano marchó a comprar provisiones.

Una garrafa de agua, unas raciones de comida y una cuerda, lo mínimo para poder hacer algo. Nunca se ha de subestimar el poder de una cuerda, mas de una vez se salvó de caer en las minas de Erebor gracias a la ayuda de las cuerdas, atarse bien era esencial en el trabajo.

Más tarde, Krölin estaba impaciente por marchar, sus aventuras por fin comenzarían, la leyenda de Krölin de Erebor comenzaba en la ciudad del lago. - Compañeros, ¿listos para comenzar nuestro nuevo trabajo? - Se le notaba el entusiasmo y las ganas. Se acercó el primero hacia las embarcaciones, sin embargo, tardó en quitarse la mochila. Al ver que el elfo se subió a la barca en la que él pretendía subir, gruñó por lo bajo y con resignación se subió a la otra balsa. No parece que la compañía del elfo le vaya a resultar fácil. - Vamos, zarpemos. 

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11/05/2017, 11:56
Grimrow

Grimrow esperó a que se subiera todos a los botes comprobando que hubiera una distribución equilibrada del peso. Luego habló con el elfo que era quien debía de encargarse de llevar la otra embarcación.

Por un momento dio por sentado que sabría como llevar un bote, de todos modos, para evitar se descortés pero con la intención de prevenir un mal peor en el futuro, se subió su bote una vez los demás se hubieron acomodado y les dijo - Bien, antes de iniciar el descenso voy a explicar unos cuantos rudimentos, que vamos a practicar aquí que el agua está calmada, para que el viaje sea mucho más seguro. -

- Tomad los remos y prestad atención a las maniobras que vamos a realizar -

Practicó con ellos un rato, esperando que su compañero elfo en la otra embarcación hiciera lo mismo, explicando también sus movimientos como timonel por si pudieran ayudar a Cuidorón.

Cuando comprobó que las embarcaciones se movía con fluidez abandonó el remanso del puerto para iniciar su camino aguas abajo.

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12/05/2017, 18:23
Director

Las mansas aguas del lago

Tras unas primeras indicaciones de Grimrow, quien era un experto en el manejo de los botes de Esgaroth, el grupo estuvo listo para partir definitivamente. Las palas cóncavas de madera se hundieron en las aguas serenas y calmadas chapoteando ligeramente con cada brazada. Los esquifes comenzaron a moverse con suave balanceo lateral hasta que ganaron algo de velocidad y se mantuvieron estables. Navegando a través de uno de los canales que daba acceso a la parte sur, salieron de los muelles de la Ciudad del Lago, cruzaron entre edificios de madera aglomerados a ambos lados del canal y se adentraron en las aguas abiertas del Lago Largo sintiendo la ligera sacudida en el bote provocada por el cambio de aguas. 

El Lago Largo recibía su nombre por su pronunciada extensión longitudinal, se extendía de norte a sur por tantas millas que parecía un mar; sin embargo su anchura era menor, aunque todavía de una extensión considerable, pues desde una margen apenas se lograba alcanzar a ver la contraria en la lejanía. Los esquifes se movían suavemente mecidos por las tranquilas y profundas aguas del lago, mientras a su espalda, la ciudad se iba volviendo más pequeña a cada golpe de remo.

El bote dirigido por Grimrow navegaba en primer lugar con Ella, Kölin y Mungo en los remos. Mujer y enano remaban con fuerza y el pequeño mediano intentaba mantener el ritmo de ambos. El enano poseía unos fuertes brazos y una espalda ancha que favorecía el ejercicio, y la beórnida era muy alta y poseía una gran fuerza en sus delgados y fibrosos brazos. Sin embargo Mungo era pequeño y a duras penas alcanzaba a completar el giro de remo sin despegar los pies del suelo de la embarcación. Grimrow compensaba los desajustes de sus inexpertos remeros con su perecía al timón, corrigiendo la dirección y logrando que el esquife surcara las aguas en la dirección correcta. Siguiendo su estela marchaba el otro bote, manejado por Cuidoron, quien no poseía tanta habilidad como el hombre de Bardo pero se las arreglaba para no perder distancia frente a él. En el segundo bote manejaban los remos Balmut y Farald mientras Inzim miraba con ojos medrosos a su amo, agachando el cuerpo y separando las patas por cada sacudida que el bote recibía de vez en cuando.

Pasaron toda la tarde en las aguas del lago hasta que les alcanzó la noche y Grimrow giró el timón ligeramente para dirigir el esquife hacía la orilla, donde montarían un campamento en el que pasar la noche antes de continuar. El Lago Largo, en su extremo sur terminaba en unas grandes cascadas desde donde vertía sus aguas al río Celduín. Llevaba un día entero completar los 25 kilómetros que separaban Esgaroth de aquel lugar y dado que habían comenzado al principio de la tarde, calculaban que estarían a mitad de camino.

Notas de juego

Cuidoron tiene que lanzar una tirada de Atletismo para maniobrar el bote, Grimrow puede utilizar el rasgo Navegar en bote.

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12/05/2017, 19:16
Cuidoron "Arcoderoble"

Cuidoron había empezado manejando el esquife con confianza y seguridad, repitiendo los movimientos que veía realizar a Grimrow en el bote que les precedía. Sin embargo, con el paso de las horas la tarea fue volviéndose angustiosa para el elfo, le costaba manejar el timón que requería de una gran fuerza para hacer girar el esquife y de una tremenda delicadeza para no provocar un salto sobre la estela del otro bote. Así las cosas, la segunda embarcación poco a poco fue quedándose descolgada de la primera y hubo varios momentos en los que Cuidoron pensó que la barca terminaría zozobrando, aunque afortunadamente no fue así.

El elfo tuvo que sudar especialmente cuando Grimrow le hizo señas para desviarse hacía la orilla y tuvo que luchar contra el timón para dirigir el esquife en la dirección apropiada. Tanto esfuerzo terminó por dejarle agotado y cuando finalmente alcanzó la orilla se le pudo ver soltar un suspiro de puro alivio mientras jadeaba y hacía gestos para indicar que todo iba bien.

- Tiradas (2)
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12/05/2017, 19:18
Ella
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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12/05/2017, 19:27
Mungo Bolger

¡Uf!— resopló Mungo ante la dificultad de mantener a buen ritmo el remo. Desde luego, aquella embarcación no se parecía en nada a los ligeros y manejables botes de pesca. Había subestimado completamente lo ardua que podía ser la maniobra, pero Grimrow parecía ser un timonel tan habilidoso como paciente. Ella y Krölin también parecía manejarse bien gracias a su portentosa fuerza, aunque no pareciesen demasiado acostumbrados a navegar.
 

A... ¡ánimo chicos!— trató de arengar a sus compañeros, mientras el peso del remo volvía a alzarle irremediablemente— ¡Uf! ¡Esto es como ir a pescar!
Mientras trataba de sonreír para animar al resto, se salpicó la cara con su propio golpe de remo. A pesar de que ya habían dejado el invierno atrás, el agua estaba realmente fría.
 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tengo Corazon 7 (Favorito 10), ¿cómo añado el bonificador?

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12/05/2017, 23:48
Ella

La tarde se teñía lentamente de rusientes pinceladas ocres y naranjas mientras la joven beórnida se complacía de su buen ojo al elegir quien conduciría el esquife que la llevaría por las profundas aguas del lago. Durante todo el trayecto, Grimrow demostró su pericia al mando de una embarcación que surcaba las aguas con la ligereza de un verdadero cisne. El otro esquife, por el contrario, avanzaba con la elegancia de un bovino en corrientes tumultuosas.

De tanto en tanto, la muchacha volteaba la mirada hacia atrás, sonreía de lado y cantaba a viva voz:

—"¡Oh, inmensidad tentadora bajo el piélago azur, tu inmensidad dorada me llama, me llama...! Por ti me haría a la mar de ahora y por siempre, si no fuera por la doncella elfa que me llama, me llama. Y ata mi corazón con un lazo de azucena, que jamás se romperá si no fuera por el mar, siempre desgarrado entre los árboles y las olas...".

Poco conocía de los mares, lagos, ríos y cascadas que atravesaban el continente, Ella era criatura fuerte y recia como las rocas, amante de las montañas y de las grandes aves que horadaban los cielos; pero aquel viaje navegando las mansas aguas del Lago Largo despertaba su curiosidad y alegraba su ánimo. Y fue así que, pura fuerza y corazón, no se dejó arredrar por el desconocimiento del oficio de navegante y remó a un ritmo implacable, instando al enano que remaba a su lado a emularla y riendo de las ocurrencias del simpático hobbit.

—Como continúes echándote agua encima lo único que pescarás será un resfriado —carcajeó.

Horas después, la noche se alzó sobre las oscuras aguas del lago y Grimrow condujo el esquife hacia la orilla. De un salto, la muchacha pisó tierra firme y estiró sus largas piernas y brazos. Luego volteó la mirada hacia Grimrow, Krölin y el pequeño Mungo y exclamó, con una enorme sonrisa:

—¡Buen trabajo, compañeros!

Poco después, el otro esquife atracaba junto al primero, y la muchacha volvió a sonreír divertida al contemplar el cansado rostro del elfo y, más aún, cuando descubrió a Inzim. No había sido un viaje tranquilo para el otro grupo, y menos aún para el pobre animal, pensó la beórnida.

Definitivamente, no permitiría que ningún otro que no fuera Grimrow condujera su esquife...

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15/05/2017, 12:58
Balmut

Balmut demostró ser un remero disciplinado, acatando las ordenes del elfo sin pestañear. Luchó con brío contra las dificultades y aprovechó los momentos de baja intensidad para tranquilizar a su compañero con palabras de ánimo y miradas llenas de comprensión. En menos ocasiones pudo alargar su brazo para transmitirle su apoyo a través del contacto. 

Inzim fue el primero en abandonar el bote. Avanzó hacia proa al ver desembarcar al otro grupo y se movió con inquietud. Dedicó una mirada interrogante al hombre del bosque y éste no mostró inconveniente, aceptando sus intenciones con un gesto. El gran perro-lobo no dudó en saltar al agua para alcanzar la orilla a nado. En tierra firme se sacudió con energía, lanzando gotas de agua en todas direcciones. Después se internó de nuevo en el lago, chapoteando donde cubría poco mientras esperaba con cierta impaciencia la llegada de Balmut. 

El joven bajó de la barca contento por haber superado el tramo con éxito. Había sido un viaje menos tranquilo de lo que se había imaginado, quizás por seguir la estela de un experto, pero pensaba que habían dado la talla. Y sin volcar. Tampoco es que el hombre del bosque necesitase demasiado para celebrar cada victoria, por pequeña que fuera. Conocía demasiado la adversidad. 

- Mañana daremos más guerra. - comentó con una sonrisa a sus compañeros de bote mientras ayudaba a asegurar el esquife.

Inzim se había vuelto a sacudir y revoloteaba alrededor de Balmut. Cuando quedó libre, el hombre dejó que el animal posara las patas sobre su pecho, de forma que alcanzaba una impresionante altura, y rascó sus costados. 

Buen trabajo. - felicitó su comportamiento. 

Al descender a sus cuatro patas, el perro volvió a su actitud serena, atento a cada sonido y movimiento de su entorno. El hombre del bosque recuperó su hacha. En su rostro permanecía una sonrisa, pero era palpable que seguía prefiriendo cierta distancia. 

- Tiradas (1)